'CUBANO', DE VALDELLÁN:
¿FUE REALMENTE UN TORO BRAVO?
No. Según nuestro modesto entender, claro. Intentaremos razonar el porqué.
'Cubano', de la ganadería de Valdellán, premiado con la vuelta al ruedo en la Feria de Vic-Fezénsac, 2015
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En muchos sitios se sigue hablando de una 'brava corrida' de Valdellán y de 'Cubano' como un toro bravo que dio problemas al diestro. Si leyeron nuestra crónica, verán que en ningún momento utilizamos las palabras 'bravos' o 'bravura' para referirnos a los santacolomas de León. Dijimos 'encastados', que no tiene por qué ser sinónimo de bravos.
Junto a 'Cubano', para nosotros el más encastado fue el segundo, 'Mirasuelos'. Los demás cabecearon o salieron sueltos del peto en mayor o menor medida. Pero ojo porque nos daríamos con un canto en los dientes si todas las corridas saliesen como ésta, simplemente encastadas. Y es que toros realmente bravos ¿cuántos hemos visto en nuestra vida de aficionados?
Analicemos el primer tercio de nuestro toro. Antes que nada remarquemos que en Vic pintan sólo una raya blanca con tres marcas pequeñas una para cada entrada. No sé por qué ese día pintaron mal las marcas pequeñas, no las pusieron como siempre ha sido en Vic, a contraquerencia total de chiqueros. El picador debería estar donde se encuentra el subalterno, que es donde se ha picado toda la vida en esta plaza. Vean la imagen que hemos capturado de Feria TV:
O sea, que el toro no fue picado en el sitio correcto. A pesar de la gran emoción del momento en la plaza, no podemos valorar adecuadamente al toro en el primer tercio. Después, 'Cubano' fue cuatro veces al caballo, de las cuales dos no cuentan.
La segunda, porque con el topetazo saltó la vara por los aires y hubo que sacar al toro rápidamente del peto. La cuarta, tampoco, porque se arrancó con el picador de espaldas y bastante hizo este con salvar el apuro. Por eso hubiésemos querido ver un par de entradas más al caballo (que es lo que, como recordarán, indicamos al presidente de la corrida cuando lo vimos por la tarde).
En la primera vara, se arranca galopando de bravo pero Iván García Marugán le tapa la salida ostensiblemente y repite lo mismo en la tercera (observen su mano izquierda en las fotos). Es verdad que al toro había que pegarle pero lo correcto es ofrecerle la salida sin perjuicio de que, si canta la gallina y se va, acabe entrando seis o siete veces al caballo.
En el segundo tercio estuvo alegre persiguiendo a los banderilleros mostrando muy buen tranco. Ahí sí que no ofrece dudas.
En la muleta es donde no podemos considerar a 'Cubano' como auténticamente bravo. En el reportaje de Feria TV que pueden ver aquí sólo se ve que pierde las manos una vez, pero fueron dos casi seguidas. Por eso se aprecia cómo Valencia lleva la mano más a media altura de lo que debería. Entonces el toro, al no sentirse toreado, se va haciendo el amo, levanta la cara y empieza a ir al bulto hasta desarmarle dos veces y arrollarle finalmente en la estocada.
Eso es de toro encastado pero no bravo. El bravo tiene que tener un componente claro de nobleza (sin ser bobalicón, ojo). Este no lo tenía. Además, cuando un toro bravo no se torea bien, no hace gestos feos como hizo el de Valdellán, gestos que, por otro lado, fueron interesantísimos para el aficionado, aunque no tanto para el diestro.
Piensen ustedes que el toro bravo al que el diestro no puede torear por lo que sea da pena al aficionado porque se va con las orejas al desolladero. 'Cubano' no dio pena en ningún momento por el sentido que desarrolló.
El gran aficionado que fue Fernández Salcedo tenía un sistema para valorar la bravura de un toro en el último tercio. La puntuación máxima que él otorgaba a un toro en la muleta era 30 puntos. Ponemos a ustedes a continuación el baremo y puntuaremos nosotros a 'Cubano' por lo que vimos en directo (en la filmación, como pueden suponer, no es lo mismo):
- Dureza de patas: máx. 4 ('Cubano', 2)
- Codicia: máx. 6 ('Cubano', 6)
- Suavidad: máx. 4 ('Cubano', 3)
- Nobleza: máx 5 ('Cubano', 3)
- Arrancada larga: máx. 6 ('Cubano', 6)
- Ausencia de defectos: máx. 5 ('Cubano', 3)
Nos da un total de 23 puntos sobre treinta posibles. Además, murió amorcillado en tablas. Si a eso añadimos lo dicho sobre el primer tercio, la conclusión es que estamos ante un muy buen toro, encastado, correoso, con poder, que desarrolló sentido y, en definitiva, interesantísimo para el espectador. Pero no realmente bravo.
Nosotros somos de los que, siempre que podamos, nos apuntaremos a ver corridas de Valdellán, eso está claro. Pero, a juzgar por esta corrida, el ganadero (buen aficionado, que nadie lo dude) está en el filo de la navaja: si tiende hacia la nobleza podemos estar ante una ganadería importantísima pero como se le vaya al terreno de la mansedumbre, entrará rápidamente en la lista negra de los toreros.
Llegamos al final de nuestro razonamiento y nos asalta la duda: ¿qué preferimos haber visto, un toro bravo o este 'Cubano' que nos hace reflexionar sobre su comportamiento y que provocará discusiones entre los aficionados durante todo el invierno?
Saludos desde Tarragona. Rafa.