La foto que abre este post es de una lata de cinco kilos de anchoas en salazón, que lucía ese etiquetado tan taurino en el mostrador de charcutería y quesos al corte, comidas preparadas etc. del supermercado cerca de mi casa en Turín, Italia.
Ahora en Piamonte estamos en plena temporada de comer bagna cauda (pulsar aqui para saber que es) y las anchoas en salazón son un ingrediente imprescindible de esta contundente receta, dificil de lidiar cual Miura de los de antaño.
Gracias al tendero, la lata vacía ahora está en mis manos y he podido averiguar que, a pesar de estar etiquetada también en español, el fabricante es una conservera de Sciacca, en Sicilia, de donde hace más de un siglo se desplazaron unos empresarios italianos para implantar la industria conservera de anchoas en Cantabria.
Foto mediterraneafish.com |
No vamos ahora a detenernos en las bondades de este humilde pescado azúl en conserva. Lo que me llama la atención es la vistosa etiqueta que se ha elegido para el producto. Sin duda forma parte de una larga muestra de etiquetas taurinas que han servido para comercializar los géneros más diversos, como en su momento pudimos ver aquí.
La reflexión que se me ocurre, al ver estas etiquetas, es que siempre han sido una buena manera de promocionar a la Fiesta a nivel popular, de hacerla parte de la vida diaria, sin complejos, y con mejor fortuna que ciertas discutidas (y discutibles) campañas de marketing que, a pesar de pretender dar una imagen moderna y con pretensiones artisticas, han topado con los injustos rigores de la moderna corrección política ( ver para creer, pulsando aqui ).
Por cierto, hasta ahora, ningun politiquillo pijoprogre gafapasta se ha atrevido a prohibir la venta de unas latas de anchoas o de unas botellas de Anís Machaquito (a no ser que les estemos dando ideas).
Para volver a nuestra bonita lata de anchoas, hemos descubierto de donde se ha conseguido la imagen taurina que la decora.
Es una postal francesa de 1905 - 1910 de la colección de Arnaud Moyne-Bressand que pueden admirar pulsando aqui.
En todas estas imagenes, el toro es una fiera de impecable trapío, y es el protagonista. En ellas se trasmiten gráficamente los valores de la lidia, y no de un insulso ballet.
Generaciones de aficionados se han hecho tales atraídos por esa imagen de la Fiesta, y es de agradecer, ahora que el toro ha desaparecido de los ruedos y de la misma cartelería taurina, que todavía se puedan ver reproducidas, aun sea en una simple lata de anchoas que, por cierto, hay que ver lo que puede dar de sí.
Bagna cauda |