FERIA DE VIC-FEZENSAC, 2025 (2). NOVILLADA: EL DESTINO INEXORABLE

Es el que tienen ganaderías como la de Prieto de la Cal y novilleros como los tres que se anunciaron en Vic.

Si los veraguas salen humilladores y muy toreables como éstos que verán, ya no son lo que eran pero si salen con malas ideas resulta que no sirven para el toreo actual. Sea como fuere, el ganadero siempre pierde. Es un poco lo que también pasa con Miura.

¿Y cuál es el ineluctable destino de la mayoría de novilleros actuales? Pues que cuando les sale un marrajo en el valle del terror, no pueden con él pero si tienen ocasión de vérselas con novillos que permiten el lucimiento, entonces no son capaces de expresar lo que llevan dentro, si es que llevan algo. Pasó con la de Raso de 2024 y se ha repetido la historia en 2025 con los veraguas. Entre las dos novilladas podría haberse cortado un mínimo de diez orejas.

En el debe de la novillada pondremos la falta de casta y de temperamento así como el no empujar en el peto. En el haber, la presentación, el ser todos prontos, el no tardear al caballo, la humillación, la nobleza y el no astillarse. Excepto tercero y quinto, los demás murieron con la boca cerrada.

El balance fue: aplausos, palmas, aplausos, silencio, aplausos y palmitas. No pudimos publicar esta crónica por orden cronológico debido a problemas técnicos pero no hay mal que por bien no venga. Resulta que la dejamos pendiente y tuvimos la suerte de que nos volvimos a encontrar con el ganadero por la tarde. Le solicitamos un comentario breve de cada novillo que les vamos a adjuntar a la muerte de cada uno. Les damos nuestra palabra de que lo hemos añadido sin modificar lo que ya estaba escrito en la crónica. Tendrán que creernos.

JOAO D'ALVA. Sustituía a Torres. Su primero era el berrendo aparejado que no gustaba nada a las cuadrillas quizás porque tenía caja de toro. Era cornialto y astigordo, como se ve en la primera foto, y también ensillado, en la segunda:

Acudió cuatro veces sin tardear, la última desde chiqueros, donde había pedido que lo colocasen el propio ganadero,  situado en el callejón detrás del caballo. En el tercero ya se subió a su localidad porque vio que las cosas se estaban haciendo bien. 

¿Se han fijado en que Réhabi está fuera de la montura? Es que en la primera vara el novillo casi lo descabalga porque lo cogió al relance por sorpresa.

Alva puso un primer par vulgar y luego hizo de Morante. Lo decimos porque quebró como ven abajo y recibió una ovación. Entonces repitió la suerte viendo que el personal se conformaba con el jamón de York. Ya saben ustedes que las banderillas al quiebro son para los maestros que no saben banderillear. Posteriormente brindó al ganadero:

Por el cuerno derecho se ceñía y a pesar de ello el diestro sacó la faena hotelera. No iba toreado, de manera que se fue creciendo hasta que le echó mano sin consecuencias. Por el izquierdo era un amigo, miren el morro:

Pinchazo perdiendo, otro más y contraria perpendicular. 

EL GANADERO: fue el que más se empleó en el caballo donde para mí fue bravo y yendo a más, con casta.

El cuarto era un albahío alto, carifosco y astifino. Llevaba un puntazo en la axila izquierda:

Lo mejor fue su galope al peto porque abajo la pelea fue olvidable. Más palos a toro pasado.

Embestía muy soso, al paso, quizá con la atenuante de esa herida en la axila así como de una banderilla muy caída en el costillar izquierdo. Nada.

Pinchazo y estocada contraria y ladeada más descabello, con dureza del albahío para morir. Fíjense en que no pega el telonazo sino que apunta con el palillo al hocico, ¡muy bien!

EL GANADERO: quizás fue el peor por imprevisible; no se empleó nada en el caballo y en la muleta se rajó.

CALZADA. Su primero era un negro zaíno, cornidelantero y astifino, un poco bizco del izquierdo:

Fue tres veces al caballo pero con pelea vulgar. Pensamos que hubiera acudido una cuarta de lejos. Blanco se pasó de listo:

El animal era pronto y noble pero no quería nada por arriba. Creemos que estuvo Calzada por debajo de la bondad un poco chirle del animal, que al final lo desarmó como rubricando lo que decimos.

Pinchazo, estocada corta, otro caído y rinconera:

EL GANADERO: no me gustó, fue soso y a menos.

Al quinto lo recibió a porta gayola. Salió andando y casi lo agarra:

Salvo error, fue Sanz quien lo lesionó en varas en medio de una bronca que se redobló por parte de los españoles del tendido cuando vieron que se retiraba diciendo 'hijos de p...' Pañuelo verde para el de cuatro patas y tarjeta roja para el de dos.

Salió el sobrero, otra porta gayola y otro susto:

Hace muchos años que venimos a Vic-Fezensac y nunca habíamos visto un torero que se fuese dos veces a chiqueros de rodillas. Los que han ido una se cuentan con los dedos de una mano... y sobran.

Era muy astifino como han visto y los peones aprovecharon el brindis del chaval para estrellarlo contra el burladero. No se astilló lo más mínimo, buena noticia.

Era berreón y noblón, para gustarse. Calzada anda más fino y reposado que el año pasado. Le pegó no menos de treinta y cinco pases pero no consiguió sacar nada tangible.

Cinco pinchazos sin fe más dos descabellos:

EL GANADERO: respecto al que se devolvió no quiero entrar en lo que hiciera el picador. El sobrero debería haber tenido una lidia más pausada en el caballo, al final no lo vimos. Fue bueno para el torero, un ejemplo de lo que hoy se pretende con estos toros del siglo XXI.

CIRUGEDA. Su primero era un jabonero claro y carifosco, aplaudido de salida:

Lo picó El Bene tapando la salida -miren su mano izquierda- y clavando una de las veces casi en la penca. 

El mariscal del batallón equipánzer no está acostumbrado a ver venir los toros desde tan lejos y encima montado en un caballito tan ligero como Titus:

Buena brega de Adalid y excelentes pares de Fernández, salvo error. 

El citado Adalid se puso insoportable haciendo de radio macuto pero a la postre tuvo que darse cuenta igual que nosotros de que el novillero había quedado por debajo del novillo.

Pinchazo y rinconera. Es de la escuela del brazo largo, como el de Robert Parish o el de Manzanares. Se aprovecha de ello como ven:

EL GANADERO: para mí fue el más completo, acudió alegre al caballo pero abrió la boca.

El sexto era un jabonero claro, carifosco, escurrido:

Dos varas irrelevantes y después muy mal Adalid a toro pasado, en su línea desde hace ya bastantes años. En el primero llegó a quedarse sin toro y el segundo, sin comentarios:

Brindó a Román. El novillete era tan noble como flojo y Cirugeda solamente fue jaleado por la cuadrilla, ¡qué pesadez!

Suponemos que habrán ido confirmando a través de las fotos lo de la gran humillación de que hablábamos al comienzo, ¿no? Pinchazo en el brazuelo y pescuecera baja muy fea:

EL GANADERO: éste fue el que más perdió en el viaje y estaba tan flojo que no se lo vio. En general, a la novillada le faltó poder y chispa fueron excesivamente nobles todos.

¿Han contado los pinchazos? Once y eso no puede ser. Y tampoco puede ser que unos novillos como éstos, que no se comían absolutamente a nadie, queden por encima de los tres diestros. 

Es el destino de la inmensa mayoría de novilleros actuales, tal y como comentábamos antes. 

El destino del ganadero de La Ruiza cuando sus toros no se comen a nadie, es que ya no es lo que era y si se comen a los chavales, es que cría un ganado intoreable. Aten ustedes esa mosca por el rabo.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.