¡MANOS ARRIBA!

Nos preguntaron en Riaza si íbamos a ir a la concurso de Madrid. Nuestra respuesta fue que no. No vale la pena ir a un festejo donde se humilla y maltrata al toro cuando debería ser el protagonista. ¿Asistir a un festival de puyazos traseros y recargando? ¿Rubén Sanz de director de lidia? ¿Los maestros desentendiéndose de las zurras en varas porque las órdenes serán pegarles a como dé lugar? ¿Ver a unos toreros que suelen ir a estas concurso desganados o porque no les queda otro remedio? ¿Sufrir una presidencia que mirará para otro lado en lugar de proponer sanciones? Eran ingredientes ideales para que el aficionado saliera del festejo con la sangre hirviendo o con la moral por los suelos.

Saben ustedes que los toros es el único espectáculo por el que pagas para que después te roben una gran parte de él. No entraremos en que se toree mejor o peor sino en que se hacen las cosas rematadamente mal, con una falta de profesionalidad exasperante. Eso no sucede en ningún otro espectáculo de los que se pasa por taquilla, ni en el teatro, ni en los deportivos, ni en los conciertos... en ninguno, sólo en los toros.

Ejemplo palmario de ello lo tuvimos con la lidia del toro de Palha en esa concurso del domingo pasado. Era un negro bragado, meano, enmorrillado, bien encornado, sin exageraciones y con trapío. Lo veíamos en la primera imagen y aquí lo tienen a lo largo. Las fotos firmadas son del maestro Moore:

Primer puyazo a caballo atravesado. Empujará con fe y no derribará porque el equipánzer mantuvo el equilibrio. El tal Saltillo se queda encelado y cobra un poco caído pero no trasero como ven, por eso se escucharon unos aplausos iniciales. Las cañas se tornaron lanzas cuando el piquero empezó a recargar sin piedad. 

Como decíamos, el animal empuja con bravura y tienen que aparecer los monolistos para apoderarse del caballo:

No hay batacazo de milagro pero sí un bonito romaneo enturbiado por la conducta del monolisto de turno, vean, ¡en Madrid!

El subalterno tiene miedo de sacarlo y el toro se queda en el peto sufriendo el túrmix porque el carnicero también tiene miedo de quitar la puya y que se venga arriba. Observen que ha rectificado para clavar en el espinazo. El desgaste del toro entre su empuje y la herida es de los mayores que hemos visto este año porque ha durado 2'42''.

En el segundo, colocado más lejos, tardea y escarba pero al final galopa:

Marronazo y posterior desastre ya que con el toro ahí abajo le pega una lanzada en el lomo de cárcel. Levanta el palo pero vuelve a enchufar el túrmix. La mano izquierda asesina cierra el caballo para mantener al pobre animal atrapado ahí debajo:

Se vuelve a encelar y el de la banda del castoreño sigue dándole al túrmix, con el maestro mirando despreocupado. Grandes protestas y gritos de '¡hay que sancionar!' Se los llevará el viento porque nos gustaría saber cuántas propuestas para sanción han redactado los presidentes venteños en toda la temporada. Esta vez el de Palha ha estado dos minutos justos en el peto.

Cambian el tercio sin ponerlo una tercera vez a pesar de ser una concurso. Ha sido una vergüenza ese tercio de varas. Herrero gozó de una oportunidad en Las Ventas y se desentendió, como si torease cada tarde. Luego ¿qué irá diciendo por Cuéllar?

El pobre animal sale con un agujero que da ganas de llorar. Ahí lo tienen, aun a riesgo de que los animalistas utilicen esta imagen con toda la razón para denunciar tanta barbarie:

Banderillas a toro pasado y el de Palha que dobla las manos por segunda vez en la primera tanda. Seis pases y el diestro que no se fía. El viaje del toro se va recortando pero ¿qué queremos, una máquina?

Una tanda al natural con la muleta retrasada pero sin que el toro le toque la tela. Embestida fija y noble por ambos cuernos, como ven:

En redondo, tres pases más, con nueva claudicación del palha que ni se nos ocurre criticar tras el asesinato en varas. Después del decimotercer pase el toro ha entregado la cuchara pero con ese agujero que llevaba ¡todavía duró demasiado! Nos recuerda a aquel otro tremendo que perpetraron a un novillo de Raso de Portillo en la primera feria de 3Puyazos. Lo pueden ver aquí. Esto es intolerable, señores:

Suerte contraria, hay que fastidiarse, para este bravo Saltillo aunque para aplicarle ese calificativo faltó el tercer puyazo. Estocada trasera al volapié y sin cruzar, con muerte del toro en tablas.

Salió en tercer lugar un resina muy alabado, de nombre Excitado. Era un cárdeno astracanado, bragado, serio, gordo, muy chato, con gran morrillo y buena encornadura. Tenía trapío aunque un poco afeado por su rabo corto:

Miren dónde cayó ese primer puyazo. Y esperen, que cuando el piquero levantó la puya y le dio al túrmix, aprovechó para carioquearlo. Los televisivos de cualquier retransmisión dirían que ha clavado un pelín trasero...

El toro hizo una pelea mediocre, dejándose pegar sin más. En el segundo va al medio relance y le vuelve a caer otro pinchazo en el lomo pero le levantan. 

Al tercero va al paso y recibe una señal trasera de la que sale claramente suelto:

En banderillas metió la cabeza de lujo en el capote aunque con un ligero rebrinque. Confirmó ambas características en la muleta de Gómez del Pilar. Observen que el lugar común de que los resinas no humillan habrá que dejar de repetirlo:

Toro alegre, noble y bravito en la muleta pero todo tras esa pelea vulgar en varas que les hemos relatado. Aminoró su fuelle recortando el viaje y obligando al diestro a perderle pasos para colocarse. Conste que es algo que a nosotros no nos molesta tanto como a otros, con la condición de que después el pase se realice con hondura y con verdad.

Estocada valiente, sin alargar el brazo ni cerrar los ojos y además descubriendo bien la muerte. El inconveniente fue perder la muleta:

No nos vamos sin destacar la estocada que pegó al de Rehuelga porque fue mejor que ésta. Observen la cabeza al lado del brazo, sin estirarlo, el estoque que cae en buen sitio y el maestro que saldrá por el costillar. Muy bien. Pueden verla en el 6'58'' de este vídeo:

Se comprende la desesperación de Folque tras el festejo. Crias un toro durante cuatro años y te lo aniquilan en tres minutos. Un ganadero de los que a la vez son aficionados nos decía: 'si quieren matar el toro en el caballo que lo maten, ¡pero poniéndolo siete veces!, no con ese monopuyazo asesino'.

Esta frase la firmarían los propietarios de las tres ganaderías que los profesionales ya tienen decidido masacrar en el peto desde la furgoneta. Son Saltillo, Aguirre y Palha. En un segundo escalón estarían Escolar, Victorino, Raso de Portillo, Prieto de la Cal y Cuadri. A estas últimas a veces se las aprieta menos. En cambio, las tres primeras sufren zurras sin vergüenza en cada corrida.

Precisamente lo que salta a la vista en la mayoría de corridas que se celebran en la que llaman primera plaza del mundo es eso, muy poca vergüenza. Y las propuestas para sanción no las encontramos por ningún sitio. A ver si dentro de un mes tenemos suerte y el equipo de presidentes venteños, la Comunidad de Madrid o quien sea hace pública la lista de todas las sanciones que se hayan propuesto esta temporada. Lo correcto sería que hubiese tres o cuatro en cada tarde como mínimo.

Habría que empezar de momento por mostrar una lista de la deshonra (que les dará igual), sigamos tocándoles el bolsillo (aunque se haga cargo el maestro en acción de gracias) y continuemos por lo que verdaderamente les puede doler: inhabilitaciones durante meses o durante años. Sería la única lección que quizás aprendería esta gente.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa. Y muchas gracias a Juan Antonio por su aportación.