El 28 de septiembre de 1987 fue el día que ha quedado señalado en el recuerdo de los aficionados como la entronización de Paula en Las Ventas. Aquella tarde todo el mundo se volvió medio loco: el tendido, la prensa taurina y un poco también el palco.
Se corrían toros de Buendía en un encierro que por su trapío no entraría hoy ni como una novillada en Algemesí. En el cartel, Paula, Manzanares y Ortega Cano. El jerezano substituía a Julio Robles. Lo de los dos últimos fue perfectamente olvidable. Paula en el primero escuchó una buena bronca tras dejar al buendía como un colador entre estoque y verduguillo.
Su segundo renqueó y el presidente Espada no dudó y enseñó el verde. Salió como sobrero un toro que debía de llevar tiempo en los corrales. Tenía el hierro de Martínez Benavides, la ganadería que herraba con un corazón.
Eran una bonita mezcla de Murube y Santa Coloma, algo que nosotros nos plantearíamos si tuviésemos dinero y ganas de montar una vacada de bravo. Pueden leer pulsando aquí lo que sucedió tras la muerte de don Francisco en 1989 con su curioso testamento.
Recordamos esta ganadería porque siempre lidiaba una corrida al año en la plaza de Tarragona, a veinte metros de donde estamos escribiendo. Era la época en que Valencia ejercía como empresario. Los toros salían astifinos, cosa noticiable en el coso tarraconense, donde tantas veces veíamos plátanos. Precisamente el Corchero este de Paula exhibía dos agujas.
El animal era feo de hechuras y nada más salir empezó a hacer cosas de estar corraleado. Se frenaba, husmeaba, se engallaba... Entre eso y los dos puñales, se oía un runrún en la plaza que presagiaba los tres avisos. Nadie daba ni un duro por que el gitano le plantase cara.
Pues héteme aquí que lo sacó desde la raya hasta casi la boca de riego a base de unas verónicas que enloquecieron al capitán del siete en aquel entonces. Éste no era otro que El Lupas, quien se puso en pie aplaudiendo con frenesí. Como suele suceder cuando algún santón del siete reacciona así, el resto de ese tendido se levantó como un solo hombre aplaudiendo con él.
Estamos en los años ochenta y lo que criticaba o aplaudía el siete no se discutía como ahora. Si protestaban, el resto de la plaza callaba. En caso de que aplaudiesen, todo el mundo los secundaba porque pensaban que si los que siempre protestaban, en seco aplaudían, es que aquello tenía que ser muy bueno. Esta ley no escrita solamente se rompió excepcionalmente, por ejemplo aquel día de la cogida de Curro Vázquez cuando Bojilla se encaró con ellos desde abajo y la plaza se dividió. Aconteció en 1983 y lo contábamos aquí. Ya verán que aquel día se armó la marimorena y la policía llegó a subir al siete para detener precisamente a El Lupas y sus corifeos.
Volviendo a Paula, lo mejor fue la media con que dejó seco al toro casi en el centro del ruedo. Hasta el presidente Espada recordaba emocionado aquellos lances cuando hablábamos con él en nuestra ciudad, donde veraneaba (recuerden aquí).
Luego vino una faena con excesivos enganchones y movidita de pies. Algunos pases fueron excepcionales pero de manera aislada. Se esforzó por rematarlos en la cadera, cosa casi imposible de ver en nuestros días. Sobre esto, recuerden lo que decía, que es lo mismo que sostiene Pepe Luis Vargas junto a otros toreros, quienes se echan las manos a la cabeza viendo el destoreo de hogaño. Lo que afirma el jerezano nos reconcilia con lo que defendemos en este insignificante cuadernillo desde que comenzábamos nuestra andadura:
"Tengo recursos y además brazo y estatura para dejarlo en la otra parte de la plaza, ¿me entiende? Pero eso no es torear. Al toro hay que llevarlo detrás de la cadera. El toreo no es en línea recta, sino en circunferencia. Circunferencia es el ruedo y circunferencia es el recorrido del toro tal como yo lo entiendo."
Fíjense en esta foto. ¿Quién es capaz de acercarse a esto hoy en día? Creemos que sólo Juan Ortega:
Pero de ahí a calificarlo como una de las faenas del siglo... qué quieren que les digamos. Eso sí, El Lupas y su siete siguieron jaleándolo y detrás de ellos, toda la plaza.
Con visibles muestras de agotamiento, el diestro dio un sainete memorable con la espada y el presidente le perdonó el tercer aviso: un pinchazo, una media muy mala y nueve descabellos entre gestos de desesperación. Tras morir apuntillado, Paula se sentó en el costillar del toro porque no podía más. No obstante, sacó fuerzas de flaqueza para dar una clamorosa vuelta al ruedo vitoreado por un público entregado hasta la enajenación. Ya saben que muchas veces hizo el paseíllo infiltrado cuando no directamente drogado. Curro no quería compartir cartel con él porque sabía que le podría tocar matar más de dos toros.
Recuerden que decía esto sobre el esfuerzo físico al torear:
"el toreo se hace hoy con ventajas y triquiñuelas: vaciar al toro por delante cuando debe ser atrás, pegarle un montón de pases, salir corriendo al rematarlos. Este ejercicio requiere un fondo físico enorme, pues el torero se pasa la faena entera yendo de un lado para otro. Se ha sustituido la hondura del toreo por la superficialidad de pegarle pases; su concepción artística, por la deportiva; su grandeza, por la mediocridad."
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| Toro de Osborne con Galloso y Robles en Madrid. FOTO: Botán |
Aquel día convirtió la plaza madrileña en el frenopático de las grandes ocasiones, aunque quizás ha sido la vez que más. A nosotros nos pareció que todo aquello se había salido de madre. Incluso Joaquín Vidal perdió los papeles y escribió una crónica plena de cursilerías dignas de los taurinos más relamidos, o sea, indignas de él:
"Las verónicas aleteando el capotillo precioso de vueltas azules -de güerta-jasule-, la media verónica citando de frente, la brega al cuarto toro-torazo sin permitir que nadie interviniera en la lidia, fueron el preludio de la manifestación más sublime del arte de torear. Nunca el toreo fue tan bello. Jamás el toreo, en las décadas últimas que se recuerdan, alcanzó la grandeza a donde lo llevó Rafael de Paula con su faena de muleta al toro-torazo, cornalón y astifino, que salió, sobrero, en cuarto lugar (...) Qué decir del público, mientras tanto. El público ya se había puesto en pié a los primeros compases, aplaudía, braceaba, gritaba, y cuando parecía que había agotado su capacidad de asombro, el torero le sorprendía con nuevas creaciones, que escalibaban las ascuas de aquella obra ardiente."
¿Escalibar? Será escalivar. ¿Obra ardiente? Escribe pie con acento y las comas están mal puestas... Queda claro que se dejó llevar por la emoción y no cumplió con aquello que él mismo pontificaba de mantener la sangre fría. Es de sobra conocido:
"A los toros hay que ir dispuesto a sufrir; provisto de lupa para comprobar la casta y fortaleza de las reses, la integridad de sus astas, el discurrir de la lidia, el mérito de los lidiadores, la calidad de los lances…"
Habló de Corchero y dijo que le había parecido "impresionante por encastado, con gran movilidad, de embestida alegre y gran transmisión; de excelente trapío y perfecto de hechuras; un animal bellísimo, vareado y musculado" (sic). Discrepamos con todos estos calificativos como pueden suponer.
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| Toro de Bohórquez en mano a mano con Romero en Las Ventas |
Con el paso de los días las aguas volvieron un poco a su cauce. Recordamos un artículo de Ignacio Borrell en el suplemento taurino de Diario 16 donde afirmaba que hasta él mismo se había dejado llevar por aquella especie de catarsis colectiva pero que al volver a analizar la faena había encontrado no pocos defectos.
Fue un honor que el conspicuo nieto de don Fermín Bleu, pseudónimo de Félix Borrell, viniese a nuestro terreno. Hemos buscado ese artículo en nuestro archivo pero no aparece, o sea que nos tendrán que creer. En el fondo el problema lo tenemos nosotros por culpa de nuestra sangre helada y nuestro espíritu cartesiano, que nos hicieron mantener la cabeza fría en medio de aquella loquería.
El problema es que en la tauromaquia el transcurso del tiempo siempre engrandece las situaciones. Lo veremos en un futuro próximo cuando menudeen las desaforadas alabanzas a los Juli, Morante y compañía tal como pasen los años tras sus retiradas.
Qué bien cogía el capote, ¿verdad? Recuerden precisamente esta entrada.
No se incomoden por esta desapasionada entrada los paulistas, que son legión y más entre nuestros pocos pero selectos lectores. Por si no querían caldo, un amigo lector de Barcelona nos recuerda aquel año de 1975 en que él estaba presente en la Monumental cuando se negó a matar el sobrero de Ernesto Louro y fue detenido y multado. La foto de abajo es de cuando esperaba en el callejón los tres avisos. Tienen la historia aquí, donde nuestro amigo Paco recuerda que venía de matar tres toros dos días antes en Madrid con el resultado de bronca, bronca y bronca:
Hemos querido homenajear al maestro recordando aquella tarde madrileña aunque lo hayamos hecho poniendo nuestro grano de arena en desdramatizar un poco lo sucedido. Disculpen si les ha parecido fuera de lugar tras su reciente óbito pero como habrán leído tantos panegíricos al diestro, nos hemos querido salir un poco en nuestro modesto blog de ese turiferario ambiente.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
| Curro en el entierro de Paula con el hijo del maestro. Sólo queda él. |













No olvide eso que cuentan de que pasaron luego la grabación de la faena en Jerez de la Frontera y un aficionado espetó a Paula que “lo del Espíritu Santo contigo tampoco fue una cosa del otro mundo, Rafael”, a lo que el torero le contestó que "el Espíritu Santo no sale en el vídeo".
ResponderEliminarSaludos
EthanEdwards
Buenos días:
ResponderEliminarHay mucha gente que es incapaz de ver y sentir al Espíritu Santo, cuando éste se aparece...
Saludos,
ZZ
Un simple aficionado de La Coruña (1/2)
ResponderEliminarHola Rafa y demás blogueros.
Es un placer disponer de una página como esta para poder comentar algo sobre el que considero ha sido el último “genio” de la tauromaquia.
El hombre: Rafael Soto Moreno
El torero: RAFAEL DE PAULA
Su referente: Juan Belmonte
Paralelismo con él: Problemas de movilidad
Su mejor torero: EL MISMO
Su mejor virtud: Ser RAFAEL DE PAULA
Su peor defecto: No ser siempre RAFAEL DE PAULA
Era un sábado de octubre de hace 51 años cuando le vi torear por primera vez; fue en la plaza de toros de Vista Alegre, le decían “La Chata”, ubicada en el barrio de Carabanchel, en Madrid.
Yo, y dos amigos, íbamos a ver torear a Antonio Bienvenida en el día de su despedida de los toros, que, además, alternaba con otro grande, Curro Romero. El tercero del cartel, Rafael de Paula, era prácticamente un desconocido para la mayoría de los aficionados, excepto para los de algunas plazas de Sevilla y Cádiz, en las que habitualmente toreaba, y no un elevado número de corridas al año, no creo que llegase a las diez anuales. Esa tarde de octubre me impactó, sentí… algo diferente, distinto, no puedo explicarlo, vi otra forma de torear, ni mejor, ni peor, distinta. Esa tarde, al igual que otros muchos en el tendido, me emocioné. Ver como cogió el capote (más cerca de la esclavina que de los extremos) para hacerlo más pequeño de lo que ya era, y con tan poco apresto (parecía una simple tela) que, al “bajar” las manos, los vuelos del mismo se arrastraban por el suelo debido a la lentitud con que realizaba los lances, unas verónicas y una media inmensas. Después, con la muleta, cogiendo el estaquillador por el centro, realizó unos lentos, lentísimos ayudados por alto y por bajo, que parecían parar el tiempo. En fin, para que seguir, todo ello me emocionó, lo único que puedo decir hoy, es que jamás sentí en ninguna corrida de las que haya asistido lo que aquella tarde viendo a Rafael de Paula. Quizás, lo más parecido fue en mayo del año siguiente en la plaza de toros de Zamora, viendo a Andrés Vázquez, cuando con motivo de la entrega de la Gran Cruz de la Beneficencia toreó un novillo-toro, y no solo por su toreo de esa tarde, que nunca le había visto torear igual, sino por lo significado del día y la amistad. Pero siguiendo con “el genio”, en posteriores corridas, sin esa emoción contagiosa de por medio, pude ir apreciando las carencias que había en su toreo, las cuales hoy se pueden ver en un reportaje sobre la faena que me había emocionado, al igual que en otros.
El día 28 de mayo de 1974, con 34 años y 14 de alternativa, la confirmó en Madrid, siendo el padrino José Luis Galloso y testigo Julio Robles. Esa tarde dejo “pellizcos” de su toreo, que casi cinco meses después mostró en su totalidad, dándose a conocer de verdad en el orbe taurino (de Despeñaperros para arriba) tras la que está considerada la mejor faena de su vida, en la que la banda de música dejó de tocar, a petición del público, para verlo torear.
Años después, estando yo en los corrales de la plaza de toros de Valladolid, en compañía de un hombre de confianza de Roberto Domínguez, quien también toreaba esa tarde, cuando se estaban haciendo los lotes, un peón de Rafael trató de que uno de los toros (que no gustaba a nadie por su “leña”) no entrase en ninguno de ellos, solicitando al presidente que no lo incluyese; este no aceptó la petición, y la fortuna les fue tan esquiva que, en el sorteo de los lotes, le tocó a su maestro el que lo incluía. Ya acabándose el enchiqueramiento, el peón, aunque no literalmente, vino a decir este comentario entre sus compañeros de profesión: “por la tarde mi maestro no mata a ese cabrón”. A la tarde el toro fue devuelto a corrales, el maestro se negaba a matarlo, porque según él y su cuadrilla, no veía bien (así se lo hizo saber al público mediante gestos). Se cumplió lo dicho por el peón.
Un simple aficionado de La Coruña (2/2)
ResponderEliminarY este que relato a continuación, es un hecho anecdótico que cuando lo recuerdo y estoy solo me hace reír. En uno de los viajes que realicé en el “ave” desde Madrid a Córdoba para asistir a una reunión de trabajo en la fábrica de la cual era delegado en Galicia, coincidí con el maestro y disfruté una enormidad de su conversación durante casi dos horas, pues ambos íbamos sin compañía. Hablamos sobre la tarde citada y lo que yo había sentido, a lo cual me dijo que no era de la que estaba más satisfecho, sí de una que había toreado en “su” Jerez y la de la alternativa en Ronda, de la que me habló mucho, así como de la admiración que sentía por Antonio Ordoñez, pero mucho más por Juan Belmonte, del cual me contó una anécdota. Cuando tras unos “wiskys” sus ojos tenían un brillo especial, me atreví a preguntarle sobre lo de Valladolid, si recordaba lo sucedido y ¿por qué habían pedido la devolución del toro? y muy serio, con ese gracejo andaluz y gaditano, voz ronca y cansina, me respondió: “Era un hijo p***, me miraba muy mal”.
Rafael de Paula, el “genio” en estado puro.
Deja para la historia de la tauromaquia tardes memorables, de grandes triunfos, de pasiones y de grandes fracasos y escándalos.
RAFAEL DE PAURA = Controversia e impredecibilidad
La evidencia de quien ha sido la persona y el torero Rafael de Paula, nos lo muestran la concepción que tenía del toreo, y sus frases directas, sin rodeos ni complejos. Veamos:
* Yo soy el arte del toreo
* Una cosa es torear bien y otra cosa es ser buen torero
* El toreo es completo, de capote y muleta. El toreo es singular, no plural. Hay tres toreros en la historia que han toreado con las dos. Cuando se hace bien con el capote, se hace con la muleta. El primero: Juan Belmonte García, el “Pasmo de Triana”. El segundo, que toree dos o tres veces con él; Antonio Ordóñez Araujo. Y el otro se llama Rafael Soto Moreno, Rafael de Paula.
* Y a la pregunta ¿Quién es Rafael de Paula? Respondió: Yo soy el arte. El arte soy yo
Nos ha dejado UN GENIO (d.e.p.), pero nos queda una LEYENDA.
Un saludo.
“Eso no es pintar, eso son fotos!!” Mas allá del torero se ha ido un “filosofo” alguien que sabia mucho y decía las cosas como son. “De vez en cuando nacen hombres superiores”
EliminarA que se refiere con pintar y fotos?
EliminarEsas palabras donde se trasluce su profundo sentido artístico y su personal y clara dialéctica, se las dedicó el maestro a un reconocido pintor taurino.
EliminarSi como torero sus piernas le impidieron prodigarse, como orador se quedo aun mas corto.
Por ultimo quiero dar las gracias a Rafa por su dedicación y un saludo a los lectores que habitualmente hacen su aporte a este blog.
Excelente entrada y mi admiración a usted y al simple aficionado de La Coruña por tan bonitas y toreras palabras.
ResponderEliminarJoer, Rafa, eres más frío que el abrazo de una suegra.
ResponderEliminarA mí, de Paula, a diferencia de Curro Romero, al que algo más, sólo me ha llegado su áurea literaria ("Pisando Cenizas", de su apoderado y editor Arroyo-Stephens, un libro de culto, una maravilla extraña e incalificable) y un puñado de fotografías. Y qué libro, y qué fotografías...
Yo deduzco que ver torear a Paula era como ver torear a Belmonte, con menos tragedia empírica, eso sí, y la misma tragedia espiritual. Creo que me atrevo a decir que nadie, absolutamente nadie en la historia del toreo, ha tenido el embroque que tuvo Paula. Esa entrega, de plantas asentadas y el cuerpo vencido p’alante... Apenas tuvo tres o cuatro faenas, pero fueron suficientes. Un amigo, Tomás (fuchiqueras), a raíz de la muerte de Paula puso en Twitter que se nos está muriendo España. No quiero ser melodramático, y mucho menos patriotero, pero es verdad. Si siguiendo aquel verso de Lorca se dice que tardará en nacer, si es que nace... Yo pondría la mano en el fuego que es imposible que no nazca otro Rafael de Paula.
PDT: Siguiendo a Lorca, la muerte de Paula y su biografía me ha hecho pensar mucho en algo ya sabido, pero que veo con clarividencia. Nada de todo esto sería posible sin el sistema económico/agrario precario andaluz. Qué historia más triste y más bonita. El hambre da lugar al mejor arte (entiéndase bien).
* Yo pondría la mano en el fuego que es imposible que nazca otro Rafael de Paula.
EliminarVe usted, D. Rafael? El señor Joan, que creo que es también paisano suyo, aventuro que en 2 ratitos de cante y en una zambomba flamenca podría explicarle de primera mano muchas de las cosas que le impiden traspasar el tabique de cristal que separa dos de las Bellas Artes, la ópera y el flamenco.
EliminarA mí me estraga tanto el personaje que Paula creó de sí mismo que me impide dejarme convencer por lo poquito que le he visto torear, le hubiera ayudado más tener la bondad del Faraón, o la humildad del añorado Litri.
Saludos
Para el Sr JOAN.
ResponderEliminarDice usted que nadie en la historia del toreo ha tenido él embroque de Paula.
Para usted que significa EMBROQUE en el toreo?
Embroque: Lugar y momento en el que se produce el encuentro de toro y de torero en la realización de las suertes. Se aplica también a la acción del toro que, en las faenas de acoso y derribo, se vuelve contra la collera que los acosa.
Eliminar"Tauromaquias", Javier Villán, pag. 92. Ed. La Esfera de los Libros.
(*Ya me estoy arrepintiendo de contestarle)
Ja, ja, ja, mejor que no hubiese contestado, y de hacerlo, copiando de alguien más cualificado. De cualquier modo, el embroque SE REALIZA NO SE TIENE.
EliminarTenía dieciséis años cuando vi con mi padre a Paula en la corrida de 1987 en Las Ventas y a raíz de su muerte la recordamos. Aunque mi padre dice que estuvo mucho mejor en la de 1974 en La Chata en Carabanchel.
ResponderEliminarFrancisco de Madrid
¡Qué clasista es éste comentario! La inteligencia agropecuaria es auténtica, brillante, pura. Decir que "el hambre da lugar al mejor arte" es la frase más cínica que he escuchado en mucho tiempo.
ResponderEliminar"Trágico" para definir el toreo de Paula es una expresión feliz. En cada pase Paula imprimía una pureza al límite, desgarrada. No importa que no pudiera dar el siguiente o para darlo solo aprovechara el viaje, mientras iba hacia atrás. Probablemente es el torero que ha dado los pases más bellos, ligando casi nunca, tropezado a menudo. Esos pases con el corazón del paño, y el pecho como doliente, lo ponen en un top ten, sin posibles emuladores. Aquí sí aplica lo de torero gitano
ResponderEliminarBuenas Rafa.
ResponderEliminarEl Paula es mucho Paula. La forma de colocarse para dar el pase con las facultades que tenía...
Ningún torero de los de ahora lo hace.
Morante es más completo, pero le falta el duende.
Agujetas de Jerez en el cante y Paula en el toreo.
Pena que no salga uno si. Pero (me meto en un fregado) los gitanos de ahora no cantan ni torean.
Saludos
Tomo nota.
EliminarA Morante le falta duende.
Creo que Lorca era el que decía que el duende es lo que distingue a un verdadero artista de uno simplemente habilidoso.
Un saludo.
Paco B.
D. Frascuelo, sólo lo de Agujetas daría para un tratado grueso, o para una querella tipo Montoyas y Tarantos si la enlazamos con su afirmación del final.
EliminarLa conexión telúrica, esa que hace que el cante te pellizque en algún lugar indeterminado entre los intestinos, las criadillas y el alma, parece que es más fácil que se produzca entre suelos de tierra apelmazada, precariedad y estrecheces que en suelos de gres porcelánico y frigoríficos con yogures y chuletas de lomo. Afortunadamente, Andalucía ya no es la "terrible quincalla meridional" de la que se espantaba Ortega (Gasset, no el Divino Calvo), por lo que siguen saliendo grandísimos artistas, pero ninguna rara avis como Agujetas o Paula.
Saludos
Buenas tardes a todos. Apenas he visto torear a Paula. Hoy han hecho un reportaje sobre él en Tendido Cero. Aunque se le haya atribuido ser un torero de poco valor sus pies siempre estaban asentados, con la pierna adelantada hacia el toro y, como dice el autor del blog, cerrando los pases en la cadera. Me ha gustado mucho. Muchas gracias por el blog.
ResponderEliminarYo a Paula le hevisto torear en una novillada junto a Curro Vazquez y a Curro Romero en la plaza de toros de Eibar (Gipuzkoa), no se cuanto tiempo tardo en matar a un novillo, mi exnovia por los suelos de la risa y rodeados por gitanos que nos miraban muy mal. Rafael ha sido unico, Dios le dio un cuerpo que componia una figura total en su toreo, todo esto ganaba enteros con la foto fija, hay fotos tremendas de Paula, tremendas. Pero luego en el directo o en la filmacion se le ve corretear demasiado, ahora si se paraba la veronica o la media veronica podria ser unica.
ResponderEliminarY para acabar mataba muy mal, era el aliado ideal del animalismo, hacia sufrir demasiado al toro,
Pero repito que era unico, como muy bien decia el, no era un deportista era un artista.
Hola Rafa, felicitarlo por excelente entrada.
ResponderEliminarSolo con el ánimo de contextualizar la primera cita. Fue en respuesta a un "pero" que encontraba don Joaquín Vidal al toreo de Er Paula, que era el constante "codilleo" en sus faenas. Al respecto el gitano de Jerez decía:
"¿Qué, que yo codilleo? Tiene gracia."¿Qué codilleo? Es gracioso eso. Codilleo, codilleo, ¿y qué es codillear? Pero vamos a ver: ¿Que es torear? Si yo cotilleara, me cogerían los toros. Al toro, mire, se le presenta la muleta así y se le llama aquí y se le lleva allá. Yo podría llevarlo lejos, porque sé mandar, tengo recursos y además brazo y estatura para dejarlo en la otra parte de la plaza, ¿me entiende? Pero eso no es torear. Al toro hay que llevarlo detrás de la cadera. El toreo no es en línea recta, sino en circunferencia. Circunferencia es el ruedo y circunferencia es el recorrido del toro tal como yo lo entiendo." y además brazo y estatura para dejarlo en la otra parte de la plaza, ¿me entiende? Pero eso no es torear. Al toro hay que llevarlo detrás de la cadera. El toreo no es en línea recta, sino en circunferencia. Circunferencia es el ruedo y circunferencia es el recorrido del toro tal como yo lo entiendo. Y bueno, a lo mejor doblo el brazo para hacerlo, ¿Que quiere que le diga? Lo encuentro tan irrelevante que apenas merece comentario".....
Pocho Paccini
https://eldesjarretedeacho.blogspot.com
Sr. anónimo del día 8 de las 21:26
ResponderEliminarEsta es una página seria de la que los aficionados disfrutamos, aprendemos y debatimos con seriedad. Por esto le pregunto: cómo es posible que usted pudiese ver torear a Curro Romero, Rafael de Paula y Curro Vázquez juntos, si cuando Romero y Paula tomaron la alternativa (1959 y 1960) Curro Vázquez era un niño, tenía 8 o 9 años (nació en 1951). Por favor, respete la tauromaquia, y páginas libres de "taurinos y paniaguados" como esta.
Un aficionado.
Lo que se celebro en Eibar fue un festival donde se torearon novillos, los tres eran toreros no veteranos muy veteranos.
EliminarUn simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarHola Rafa y demás blogueros.
Mi mayor repulsa a la presunción de quien para adquirir una pasajera notoriedad se vanagloria de haber hecho o visto algo que no ha sucedido.
Dice un anónimo en su entrada de las 21,16 del día 8: Yo a Paula le he visto torear en una novillada junto a Curro Vázquez y a Curro Romero en la plaza de toros de Eibar (Gipuzkoa), …
¡SR. ANÓNIMO, VAYA TROLA PARA ADQUIRIR NOTORIEDAD!
Curro Vázquez se vistió por primera vez de luces en el año 1968, en Estella (Navarra), cuando Curro Romero y Rafael de Paula ya eran matadores de toros, el primero desde el año 1959 y el segundo desde 1960.
Sr. anónimo, da la impresión de no ser usted un aficionado taurino, yo dudo que lo sea, pues de serlo, no pronunciaría, al hablar de la forma de matar de Paula, una frase como esta: … hacia sufrir demasiado al toro.
Sr. anónimo, respétenos, a quienes leemos y en alguna ocasión damos nuestra opinión en esta página, no diciendo falacias.
Un saludo.
Eibar, año 1992, Romero, Paula, Vázquez...
ResponderEliminarLos festivales llamados de Zuloaga; Éibar, ciudad armera, ciudad taurina.
Vidarte, empresario de su plaza, en los toros y en la pelota.
Él y Paula en oscuros lances de afrentas amatorias, sicariato y trena....
(Un cincuentón con raíces en Deva y Ampuero, pueblos taurinos del brumoso norte; gracias a Rafa los toros han vuelto a mí vida, desde que la TVE renunciara a ellos, desde que los hombres que nos llenaron la adolescencia de lírimo, épica, a veces heroísmo (Paula, Curro, Vázquez, Esplá, Robles, Dámaso,Manoli) dieron paso a lo de El Juli y los demás y todo se opacó).
En fin, es la primera vez que escribo algo en estas cosas de la internet.
Un saludo a todos y haya paz entre los aficionados de buena voluntad; intente Temos disfrutar, siquiera con la nostalgia y su dulce veneno, de lo poco que nos queda...
...lirismo, Manili (y Chenel, siempre Chenel), intentemos...
ResponderEliminarGracias por todo, Rafa, y gracias a los demás: Joan (ni un paso atrás), un simple aficionado de La Coruña y tantos otros que puedieran sentir que no hay vida (ni fiesta) más allá del toro.
Gutiérrez.
El 11 de abril del año 1992 se
ResponderEliminarhomenajeó a Lucas Alberdi en Éibar con un cartel compuesto por Curro Romero,
Rafael de Paula y Curro Vázquez. Lo que no puedo confirmar es si fue un festival donde se mataron novillos. Ahí ha podido radicar la confusión.
Saludos.
Un simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarRuego al anónimo a quien critique me disculpe por mis comentarios sobre su primera entrada.
Comentarios que realicé (creo que con lógica) porque usted mencionó que los tres habían toreado juntos una novillada, cuando, como usted dice en su última entrada, ha sido un festival.
Cierto que en los festivales también se lidian novillos, pero no son novilladas.
Un saludo.
Lo de novillada iba con retranca, seis novillitos impresentables.
EliminarLa próxima vez aclárese usted para que lo entiendan.
EliminarPonga: un festival taurino con cabras, o con becerros en lugar de novillos, etc. y así se entenderá su retranca.
Vaya tocho, siento me impericia. Se enlazaba una información de El País de aquél año, 1992, anunciando el cartel de Éibar, y, en efecto, como festival se reseñó...
ResponderEliminarAsí es, Rafa, gracias Acabo de mandar un mensaje de disculpa por mi impericia y confirmando lo de El País...
ResponderEliminarNo entiendo que les pueda emocionar ni ésa faena ni los toreros con los que él señor Rafa ha redactado las dos últimas entradas, cuándo ninguno ha sido capaz de someter y estar por encima de un toro encastado.
ResponderEliminarEnhorabuena por su trabajo.
Saludos.
q bueno se ha puesto esto don Rafa, parece los 90s donde muchos buenos aficionados les importaba un bledo curro, Paula etc porque estaban en la categoría de matar perros. Y no les faltaba en parte razón. Muchos eran los mismos q también reconocían tardes y .., cuando “torearon”.
ResponderEliminarMi apoyo al aficionado de La Coruña a me encantó lo q puso (lo dije en otra intervención) porque escribe desde el corazón y muy bonito por cierto, con temple.
Mi apoyo al Belmontista de joan. El pecho y las rodillas q las estiraba marcaban ese embroque y unas muñecas… no obstante nunca hagan caso a un belmontista, admírenlos pero no se crean nada eso de estar a merced del toro es tremendismo q está bien pero no es de lo q se trata. Maximo apoyo porque escribe de maravilla.
Y máximo apoyo a los q critican la falta de toro etc. porque es verdad aunque el toreo tiene mucho de burla y engaño.
Gracias a todos y q siga este debate tan bueno y divertido a la altura de la excelente entrada de don Rafael.
He hecho el experimento de mantenerme al margen de todos estos sabrosos comentarios para no enturbiarlos. Únicamente intervine para aclarar la polémica con el amigo eibarrés.
ResponderEliminarPor cierto, él dijo una cosa que me llenó de orgullo y fue que ha recuperado un poco su maltrecha afición gracias a nuestro modesto blog. No sabe cómo me alegró leer eso.
Soy yo quien da las gracias a todos ustedes porque son quienes dan verdadera categoría a este cuadernillo, que está quedando como un reducto de aquellas tertulias taurinas de invierno a las que yo, en el ostracismo tarraconense, nunca asistí pero de las que siempre escuché hablar con devoción a los buenos aficionados.
Saludos