El timo de la estampita

Tres de los primeros aficionados en retirar sus entradas del cinco por ciento del aforo puesto a la venta el dia de la encerrona de Talavante (Foto: Javier Arroyo, en Aplausos.es)

El unico exito de Taurodelta: poner por segunda vez en lo que va de feria, el cartel de "No hay billetes".  El primero fue con la juapedrada donde, ni allanando previamente el ruedo en chandal, Morante pudo evitar la bronca.

Con todo el respeto para los pobres incautos que han pasado por taquilla o por la reventa, eso se veia venir. Demasiado marketing, mucho anuncio, mucho ruido y pocas nueces.  Un torero acostumbrado a la comodidad, mimado por la empresa, falto de recursos lidiadores, se ha estrellado como tenia que ser. Tambien Victorino tiene la culpa de haberse apuntado al sarao, enviando toros cuidadosamente elegidos para no molestar demasiado al figura, escasos de trapio y con poca casta. Un timo en toda regla, cientificamente organizado por una empresa (la que apodera al desafortundado diestro)  que monta un circo, se le cae la carpa y le crecen los enanos.

Nada nuevo bajo el sol, la picaresca taurina forma parte de la tradicion, y como italiano solo puedo agradecer que el tema no pase de estampitas, o entradas, y que a Taurodelta no se le haya ocurrido vender a algun foraneo la mismisima Cibeles, como hizo en una inolvidable pelicula Totò con la Fontana de Trevi.

Malos toros, los de Victorinos, peor el torero que los eligiò y se vio metido en un tunel sin salida. Malas las cuadrillas, que les dieron una lidia nefasta, y de esto tambien tiene la culpa el matador.
Malas, malisimas, las estocadas. El viento molestò, pero esto no vale como excusa.
Menos mal que lo vì, y sufrì, a traves de la pantalla en el salon de mi casa, y me salvè de la estafa.
Se veia venir.
Aqui unos relatos de la tarde
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Tauro