Lo del trío
viene de que son tres los ganaderos originarios del bonito pueblo onubense:
Fernando Cuadri, Manuel Ángel Millares y los Ortega. Estos últimos, después de
historias con las herencias de las fincas, acabaron vendiendo las del abuelo.
Hoy, el nieto, Gerardo Ortega, está con sus guateles en la sierra, al lado
de Santa Olalla.
Dedicaremos
esta entrada a Millares, del cual ya hablamos aquí con ocasión de un toraco
suyo, manso bravucón, que se lidió en la concurso de Vinaròs, este de
aquí:
Millares
empezó comprando el hierro de La Prusiana que hace poco vendió, salvo error, al
señor Prados de Granada. Las instalaciones de la finca son de las más
llamativas que hemos visto, una maravilla con todo en su sitio sin reparar en
gastos. Fíjense qué cortijo (no se ve pero detrás, como antiguamente, se
encuentra su capilla, que es casi una iglesia parroquial):
Este utrero de abajo, colorado
o, más bien, salinero, nos ha recordado al que sembró el desconcierto en
Pamplona en el encierro de 2001. Pueden recordar las imágenes aquí a partir del minuto 3'. Fíjense
en que han pasado catorce años y nos tememos que ni de broma aquel toro, con esa
cara, pasa el fielato de Pamplona en la actualidad.
Este es
ensabanado, botinero, mosqueado y diríamos que capirote en salpicado:
Por cierto,
esa corrida de Millares en San Fermín supuso el retorno de Esplá, que
había protagonizado aquel monumental escándalo con 'Chivito' de Pablo
Romero en 1987. Fue un manso con poder al que Esplá se negó a banderillear. Llovieron
las botellas, primero sobre el ruedo y, al acabar, sobre su coche. Vean en este vídeo cómo es herido feamente su picador en el minuto 1'.
Esplá se
enfadó y no volvió a Pamplona hasta esta corrida de Millares (con Encabo y
Marco). Cuando le preguntaron que cómo es que había decidido retornar
dijo: 'ha sido una cuestión económica, yo cobro por torear y no por que me tiren botellas; eso requiere un plus y así lo hemos acordado'.
Nuestra jornada en 'La Dehesilla' empezó echando de comer de noche, como pueden apreciar:
El sol iba saliendo por Sevilla:
En principio, hay dos corridas de toros para el año que viene. Alguno de los ejemplares surgía entre las sombras:
Con los primeros rayos de sol, aparecen otros:
Estos son tres sementales negros:
Y este, uno burraco que es el 'pegón', hay que tener cuidado con él:
Actualmente tienen unas 300 vacas para trece o quince sementales. Hablando de vacas, no sé si habrán visto ustedes dos más bonitas que estas:
Y su becerrillo era esta preciosa miniatura:
Viene de Núñez, igual que este otro:
Millares tiene jandillas que compró a Marca, núñez que se anuncian como Torremilla y aún deben de quedar atanasios con el antiguo hierro de Espantalobos. Más de dos tercios de las vacas son jandillas. Vean aquí otros dos que se lidiarán este año:
El hierro de Millares con la B tiene que ser, si no vamos errados, el que fue del malogrado Emilio Bueno. Murió asesinado durante la guerra.
Quedó la ganadería para su viuda y, a través de Muñoz Vázquez, fue a parar a manos de Victorino Martín y familia. A ellos se los compró Antonia Julia de Marca y a ella, Millares. Luego el triguereño cambió los atanasios que venían por los antedichos jandillas de José Luis Marca.
Quedó la ganadería para su viuda y, a través de Muñoz Vázquez, fue a parar a manos de Victorino Martín y familia. A ellos se los compró Antonia Julia de Marca y a ella, Millares. Luego el triguereño cambió los atanasios que venían por los antedichos jandillas de José Luis Marca.
Aquí abajo, dos más, negros:
Y este es retinto, listón y bocidorado:
La finca tiene 1.200 hectáreas y suma gran parte de las que fueron de la citada familia de Gerardo Ortega ('El Pelegrín' y 'La Chaparrera'). Sepan que estas fincas, así como las de Cuadri, pertenecen mayoritariamente a Gibraleón, no a Trigueros. Vean un castaño, bociblanco, lavado de cara, con el sol naciente:
Le pueden salir para 2016 dos o tres novilladas. Observen esta pareja. Uno es el colorado o salinero que vimos antes. El otro, un ensabanado, ojalado, mosqueado, capirote y botinero:
Hay que ir con cuidado con los becerros recién nacidos porque algunas veces vienen a refugiarse bajo el tractor al que aún no identifican:
Vimos en Miura que allá crían berrendos en colorado. Veremos en una próxima entrada que Cuadri cría berrendos en negro. Millares se dedica a los dos:
Nos atendieron muy gentilmente Benjamín, Felipe y Manuel. Los dos últimos coincidían con nuestra apreciación pesimista sobre el futuro de las corridas.
Se tratará de un dilema -y esto es ya opinión nuestra-: o convertir la corrida en un ballet con velcro y sin sangre o asistir a su inexorable desaparición. Escojan ustedes porque, para el caso, será lo mismo.
Los aficionados igual tenemos que montar corridas nocturnas clandestinas haciendo la luna, como los torerillos antiguos.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Si Rafael, buenas tardes, recuerdo a Chivito perfectamente, y a Espla cuando cortó el tercio de banderillas. Yo estaba en mi abono de grada, y el picador ofició justo debajo de nuestro abono.
ResponderEliminarEra un manso poderoso, que sembró el pánico en el peonaje. Le echo el guante al varilarguero, como se ve en el vídeo, y si no recuerdo mal Luis Francisco se aprestaba a banderillearlo cuando cayó una botella de cava lanzada desde la solanera, y recuerdo perfectamente que la recogió y la colocó en la boca de riego... Y se retiró y ya no puso los garapullos, despachando después a Chivito con una faena de aliño ( creo recordar que no merecía más) y tardó años en volver...
No recordaba que fuera con una corrida de M.A. Millares. Por cierto este ganadero ha lidiado mucho en Tudela, donde era si no recuerdo mal el empresario hasta hace pocos años. Pero yo Tudela la evito.
Hay que tener en cuenta que en los '80 los picadores se retiraban por la puerta de la contraquerencia y recorrían el callejón hasta el patio de caballos pasando por debajo de los tendidos de sol (6 y 7) donde les llovía de todo ( he visto tirarles hasta una nevera de tamaño respetable, trozos de hielo, botellas, etc)Una auténtica salvajada.
Y por eso se cambio la retirada del picador, haciendo la salida por la parte de dentro del coso en un recorrido que va del tendido 1 al 2 y 3 saliendo por la puerta más próxima a toriles con lo que se evitaba transitar por el callejón bajo el 6 y 7 que es donde están las peñas.
En los '90 y sobre todo a partir del 2000 los mozos de las peñas han ido envejeciendo y a la vez negándose a dejar los abonos, lo que ha supuesto que las salvajadas de los primeros años 80 ( con el inicio de la democracia, y años duros aquí en Pamplona, recuerde que en 1978, se suspendió san Fermín) ya no se han vuelto a presenciar.
Ahora hay ruido y las peñas son repetitivas y poco imaginativas, y las broncas y peleas han quedado confinadas a las andanadas del tendido 6 y 7, por lo que el incidente de Esplá ahora difícilmente podría ocurrir, gracias a Dios.
Eso recuerdo de aquella turbulenta época, donde la politización y el trasfondo de ETA se dejaba sentir en esta plaza (pancartas incluidas) durante aquellos años.
Un cordial saludo
Muchas gracias por su información de primera mano. Desconocía el detalle de la boca de riego.
EliminarLa corrida del retorno de Esplá fue deslucida. Vidal tituló su crónica 'Si no fuera por Paquito el Chocolatero...'
Saludos cordiales.