FERIA DE SAN ISIDRO, 2016 (y 10): POR FIN, CIERTO LUCIMIENTO EN VARAS

¡DESPUÉS DE CIENTO CUARENTA Y TRES TOROS!


Efectivamente, han tenido que ir al caballo ciento cuarenta y tres toros para que se viese un primer tercio algo lucido, sin ser nada del otro mundo. Por lo menos el miura fue con alegría y se dejó pegar metiendo algo los riñones pero cabeceó y salió suelto repuchándose notoriamente (vean en este vídeo el 6’11’’ ). Además, la vara cae trasera y no deja de ser bastante deprimente ver esos caballazos de Madrid esperando que se estrelle el toro para darle lo que se merece y lo que no se merece:

Rafaelillo recibió a su primero muy aseadamente, cogiendo bien el capote –no como Escribano, o Manzanares o tantos otros, que separan los brazos excesivamente-. Vean, cerca de la esclavina. Y  nos sorprende que su capote no vuele tan penosamente  acartonado como los demás, muy bien:

Con la muleta, algun pase de mérito y otros de ninguno. Por ejemplo,no tiene ninguno citar fuera de cacho con la pierna escondida en el 1’31’’:

 

Y en el pase siguiente se limita a componer la figura echando la pierna derecha atrás para salir bien en la foto aunque con el compás muy abierto:

 

Pero indigna ver que, conforme coge confianza, arriesga más y sabe hacer las cosas con cierto decoro. Observen a partir del 3’03’’.

 

Fíjense, no obstante, en que coge el estaquillador por el extremo y se sigue arrimando más bien poco:

Aún así, que conste que tanto él como sus dos compañeros de cartel tienen nuestro respeto por ser toreros que matan todo tipo de ganaderías. La estocada buena llegó a destiempo pero la ejecutó con pureza. Observen cómo no echa el brazo por delante ni tapa la cara del toro con la muleta:

De lo demás, poco que destacar. La curiosidad de ver cómo en Madrid obligan a saludar por poner banderillas tanto si cuadras en la cara como si no. Sánchez estuvo muy bien con los palos, mejor que un Adalid a quien, en nuestra modesta opinión, vemos demasiado acomodado. Deja un buen par aquí de poder a poder si no fuese por el saltito que pega:

 

Y luego se superó dejando otro prácticamente perfecto haciendo la suerte con gran donaire ¡sin saltar!:

 

Luego Ruiz clavó a toro pasado de manera clara pero le aplaudieron igual ¿Ustedes lo entienden?

Imagínense lo que debería pensar Sánchez: ‘¿para qué voy a arriesgar la próxima vez? Total, saludaré igual ya que nadie parece ver la diferencia entre clavar bien o mal’ Pues lo mismo vale para los toreros, ¿para qué arriesgar intentando hacer las cosas bien si destoreando vilmente me van a pedir la oreja igual?

Y en eso estamos.

Por cierto, ahora que ha acabado la interminable Feria isidril, les recordamos las preguntas que hacíamos un día antes del comienzo. Los que se hayan tragado todas las corridas pueden entretenerse respondiéndolas (nosotros no ponemos nuestras respuestas porque luego nos acusan de catastrofistas):

- ¿Cuántos puyazos se han visto en el morrillo?

- ¿Cuántos tercios de varas se han hecho como Dios manda, poniendo bien el toro en suerte, dando el pecho del caballo y dosificando el castigo?

- ¿Cuántas tardes se ha asistido a una buena competencia en quites?

- ¿Cuántas tardes hemos visto torear fuera de cacho y escondiendo la pierna?

- ¿Cuántas estocadas se han perpetrado dándose ventaja el torero yendo con el brazo por delante y saliéndose de la suerte?

- ¿Cuántas han caído traseras y el torero ha tirado la muleta para aliviarse en el momento del embroque?

 Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa