Esta chica, a veces tan veleidosa, ha ido cambiando de novio desde que finalizara su idilio con Curro Romero. Salió algunas tardes con Morante, otras con Manzanares, luego se encaprichó de El Juli... Últimamente se la veía casquivana y descarriada, una 'traviata'. Pero ayer coqueteó claramente con Andrés Roca al que estuvo a punto de sacar por la Puerta del Príncipe.
FOTO: Arjona |
El toro de las dos orejas era la quintaesencia del animal comercial: venía picado del campo como se ve en los lances de recibo y tenía una alarmante tendencia a tablas que el diestro supo sujetar a tiempo, no lo podemos negar. Además, otra señal de descastamiento comercial: se distraía al final de alguna tanda como en este pase de pecho, vean:
Pero ojo porque, cuando el diestro consigue captar de nuevo la atención del toro, le da el mejor pase que hemos visto desde el inicio de temporada. Es un natural que inicia a pies juntos y continúa al paso, pleno de temple y bien rematado, excelente (lo pueden ver a partir del 0'38'' de este vídeo):
Lo demás es citar como manda el destoreo al uso y mantener la muleta en la cara del toro para que no vea otra cosa que la tela, lo cual, no sabemos hasta qué punto es torear:
Y no faltaron las monerías habituales con la muleta invertida. Mucho nos tememos que uno como 'Platino' no hubiera tragado con ellas:
En la estocada, Roca tiene cosas buenas: se perfila bien, echa la muleta al morro sin intención de tapar la cara dándose ventaja, no alarga el brazo con desvergüenza como otros pero...
¡Pierde (o tira) la muleta! ¿Dónde se ha visto conceder dos orejas habiendo perdido el diestro la muleta en la estocada? Eso no nos parece cosa de plaza seria:
Antes de despedirnos, haremos hincapié en confirmar lo que desde aquí hemos dicho muchas veces: Manzanares es infinitamente mejor recibiendo que al volapié. Al volapié siempre se sale escandalosamente de la suerte para aprovecharse de su largo brazo. Observen que se perfila sin alargar el brazo pero demasiado lejos para nuestro gusto. Hemos marcado el sitio adonde se va a ir a clavar:
Aquí ven cómo arranca no por derecho sino hacia el sitio al que nos referíamos, fuera de la suerte:
Deja una entera desprendida...
Sin haber terminado de cruzar:
Volviendo a la chiquilla maestrante, el otro día le pidió para salir un chico formal ante un toro encastado y con problemas. Pero la niña bonita no acabó de entrar en lo que allí aconteció. A día de hoy prefiere las pinturerías ante un torillo ayuno de casta que torear con verdad un toro de verdad. Es una mujer como la Luisa de 'El primo Basilio' o la Anita Ozores de 'La Regenta'. Alguien debería recordarle que tanto Luisa como Anita acabaron mal al final. Las dos tenían su bonita cabeza llena de pájaros.
Pero la Maestranza es así y a estas alturas no la vamos a cambiar.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
El mismo chico formal del toro encastado a que nos referíamos en la entrada (Ferrera) se puso ayer sábado de perfil ante dos torillos que a duras penas se mantenían en pie y que eran de una sosería nauseabunda y ahí sí que la niña maestrante aplaude a rabiar.
ResponderEliminarRafa, por favor la cronica. Y de niña nada, niñata caprichosa llena de borjamaris q creen q un toro es un caballo, y por cierto q hace llorar las caras que hay en su berja.
ResponderEliminarPor cierto reflexione sobre el publico q cree q un toro es un caballo o burra, excepto el de picar, q como bien saben nadie se atreveria a ir a la feria con el, por anticaballo hispano.
Realmente ¿cree usted que vale la pena la crónica de lo de El Pilar? Yo pienso que no. Esta mañana yendo en bici pensaba en hacer un comentario transcribiendo lo que dijeron en los medios comerciales de Ferrera con los victorinos y lo que dicen ahora los mismos con los de El Pilar. Sería ilustrativo ver cómo, al vivir de esto, tienes que justificar lo injustificable. Pero me da mucha pereza, la verdad.
EliminarQue no me vengan con que los toros eran diferentes. No sirve. Y el drama es que el propio Ferrera ve que le han aplaudido más ayer por hacer posturas de perfil, sin arriesgar, sin tener que pensar y con las pulsaciones que no pasan de 120 que el otro día ante un toro encastado al que había que hacer tragar.
Son dos espectáculos diferentes. El de 'Platino' tiene un pase. El de ayer es anodino y, por momentos, insoportable. O eres de uno o del otro, de los dos no puede ser y además es imposible (como decía su amigo y mi tocayo Rafael).
Saludos.