La corrida
cinqueña de Cebada pasó por encima de los tres toreros, incluido Dufau a pesar
de su salida a hombros. El mayoral saludó al final. Toros variados, bien presentados y con comportamientos
interesantes que fluctuaron entre el listo quinto, el chulesco cuarto y el
noble tercero. Este último fue el sardo, un cebadita de triunfo grande:
Era polémica
su pinta. En la foto anterior no se aprecia pero estuvimos en los corrales para
certificar que era un sardo muy claro, botinero y con la corona colorada:
La corrida
fue picada de manera penosa en las diecisiete veces que acudió al caballo.
Destaquemos que había sólo tres cuartos de entrada. Al terminar el paseíllo, el
club taurino homenajeó a Vanegas, que tomó la alternativa aquí de Curro Díaz:
CHACÓN. Venía de cumplir treinta y cinco
años la semana pasada. Su primero no pasará a la historia del tercio de varas. Era
negro mulato y no castaño oscuro:
En el recibo capotero, Chacón había visto que el toro no iba sobrado de poder y no lo castigó con una media, ¡como debe ser!
Vimos un
anticipo de lo que iba a suceder toda la tarde, ahí lo tienen:
En los pases
de inicio se vio que rebañaba por el derecho y, aún con todo, Chacón se echó la
muleta a la derecha con la faena del hotel.
Tuvo oficio para llevarlo bien pero el toro iba perdiendo fuelle en
pases insulsos cuando el pitón era el izquierdo desde el principio.
Tras tres
tandas de derechazos por fin se echó la muleta a la izquierda cuando el toro ya
no podía y empezaba a defenderse llegando a meterle un pitón en la cara. Algún
aficionado nos habló después de un peligro sordo que nosotros no oímos ni de
lejos. Estocada
caída pegando su telonazo habitual.
Su segundo
fue este castaño salpicado de gran trapío:
Le hizo un recibo ‘chaconero’ muy
bueno pero en el caballo el maestro toleró con descaro la monumental paliza que
le dieron. Fue vergonzoso, con diferentes agujeros, barrenando trasero, venga
cera y más cera. Al día siguiente coincidimos con dos de la cuadrilla, que estaban junto a nosotros en el puesto de libros de toros recogiendo uno que había dejado pagado el maestro. Nuestro diálogo fue éste:
- No
estamos de acuerdo, a ese toro había que pegarle porque era un tigre.
- Yo no lo veo así, creo que no había que
haberle pegado tanto.
- Ya…y
luego, ¿qué? Cuando no se pica a los toros resulta que no se les pica y cuando
se les pega, que se les pega demasiado. A ver quién se pone delante de uno como
éste con la muleta.
- Pues
Chacón. Los aficionados venimos hasta Vic para ver un toro como ése delante de un
torero como Chacón ¡pero sin matarlo antes en el caballo! Decídselo de mi parte.
No le dirán nada y, si se lo dicen, igual piensa que somos de ese tipo de espectadores que se sientan en el tendido 'ayunos de conocimientos pero repletos de gintonic' (lo de los conocimientos puede ser pero nunca bebemos nada que no sea agua durante una corrida). Por lo menos, se dieron cuenta de que en el
tendido vimos lo mismo que ellos en el ruedo, o sea, la tolerancia clarísima
del diestro con la paliza del picador. Aquí tienen al Tigre Clemenceau:
El toro se vengó en la muleta con un gazapeo que obligó al gaditano a
hacer gimnasia corriendo para atrás. Cuando se le terminó el aire, dejó el
gazapeo pero se puso farruco y desarmó al maestro, que a estas alturas sudaba
tinta.
Por si no tenía claro quién mandaba, cuando estaba cuadrado le pegó dos
arreones tremendos. Cuatro pinchazos tapando la cara y estocada en el lomo casi
a capón.
PINAR. Perdió el cartel que tenía, si es
que realmente tenía alguno. A su primero, este castaño extrañamente calificado
como ‘entrepelado’ le hicieron no menos de cuatro agujeros en el lomo, de
vergüenza:
Echó la cara arriba en banderillas donde bregó muy bien Otero:
En la muleta iba y venía sin novedad. Pinar pegó pases sin ninguna
confianza destacando los naturales por ser especialmente zafios. Si decimos que el toro no
fue nada del otro mundo y que el albaceteño estuvo por debajo de él, no hay que
decir nada más.
Dos pinchazos sin soltar y lo mejor que hizo: una estocada que
quedó arriba como no hemos visto ninguna en Madrid en toda la feria, vean dónde estaba:
Su segundo era de diciembre de 2013, ahí lo tienen:
Estaba mermado de los cuartos traseros pero fue el único que metió los
riñones en el peto con fe:
Pinar se hacía el autista mientras el picador le daba más cera que en un
velatorio. Fíjense en la siguiente imagen porque es histórica. Ángel Otero pasando en
falso y dejando una banderilla ¡y lo hizo en los dos pares!
El toro hizo honor a su edad porque era muy listo y con dosis de genio para
disfrutar en el tendido más que en la arena. Pinar no lo castigó de inicio y lo
trató como si fuese una ternera al uso, con lo que el toro lo desarboló.
En
España habría engañado al público pero aquí se pusieron de parte del toro.
Bajonazo lamentable que fue un digno colofón a su tarde aciaga. Dávila no sabía
dónde meterse:
DUFAU. Su primero fue el sardo de antes:
De salida arrastraba el morro por el suelo más que ‘Cobradiezmos’. Lo vimos al vuelo justo delante de nuestra posición:
Había
que cuidarlo en varas y era de dos orejas. Pues que si quieres arroz, Catalina. Paliza trasera en el primero, con el
toro que empuja pero se desmoraliza, y más cera trasera ¡en el segundo y en el
tercero!
Fíjense por dónde sangraba el pobre ‘Fandango’, ultrajante:
Era un torito tan bueno que no se vengó y embestía pastueño sin que Dufau
se diera cuenta de lo que tenía delante:
Pero Thomas, ¿no lo ves? ¡Y por los dos pitones!
Estábamos ante un cebadita de lujo y se murió sin que Dufau se enterase
de la película. Espadazo en el lomo a capón, petición claramente minoritaria y
el presidente Amestoy que le regala una oreja de pueblo.
Hace dos años lo abroncaron por no conceder una a Chaves en la concurso
televisada. Aquí se bajó los pantalones de manera lamentable. Le gritaron
‘Amestoy, ¡qué poca seriedad!’. Como habla español perfectamente y es
perfectamente consciente de que actuó mal, tuvo que acusar la observación de
ese aficionado.
Ah, y el bueno de 'Fandango' nos ofreció una muerte preciosa al sol. Recuerden este nombre los aficionados de Pamplona por si sale allí algún hermano. Hemos dicho estocada en el lomo y lo mantenemos:
El sexto era este pavo aleonado de cinco años y nueve meses:
En el caballo se deja, lo cual tiene mucho mérito porque se dejó pegar
primero trasero y después en la paletilla. Curiosamente en su quite, Chacón lo
puso más largo que a cualquiera de sus toros para un tercer puyazo, qué
casualidad. No hubo tercera entrada porque el presidente cambió el tercio, qué
casualidad también, ¿no les parece?
A pesar de la carnicería en varas, el toro se venía sin maldad. Dufau dio
más pasos hacia atrás que hacia el toro. Tampoco hubo ligazón. Observen que la sangre le cae por detrás de la pezuña:
Al final, estocada caída tapando la cara y nueva petición netamente
minoritaria. La coherencia de Amestoy le llevó a conceder la oreja y propiciar una salida a hombros exageradísima. Más que coherencia fue contumacia, es decir,
insistencia en el error.
Curiosamente estaba de asesor Pétriat, que ya tuvo una muy discutida actuación como presidente aquí también con Dufau y también con Cebada, pulsen aquí.
Curiosamente estaba de asesor Pétriat, que ya tuvo una muy discutida actuación como presidente aquí también con Dufau y también con Cebada, pulsen aquí.
Corrida más interesante en conjunto que la mayoría de las de san Isidro excepto
la de Escolar. Toros por encima de los toreros y toreros que tendrían que pasar
el carnet de matador a sus picadores porque son ellos quienes les hacen el
trabajo de manera vil. Sí, vil pero muy profesional porque se ganan muy bien el
sueldo cumpliendo estrictamente las órdenes de sus jefes.
Saludos cordiales desde Vic-Fezensac. Rafa.
La alternativa de Vanegas en Vic |
Que fotón de Fandango, rafa no tienes otra donde no esté sangrando por la vara?
ResponderEliminarDedicado a usted, he añadido a la entrada dos fotos más de 'Fandango'. No le toca tan bien el sol como en la de la sangre pero espero que sean de su agrado.
EliminarSaludos.
Magníficas fotos Rafa, han sido muy de mi agrado. gracias por compartirlas.
EliminarMe alegro. A mandar.
EliminarPues servidor de vds. no lo ve sardo, salvo que haya nacido en Cerdenya, un cardeno claro.
ResponderEliminarLa polémica estaba en si era ensabanado con algún accidental o sardo muy claro como digo yo. Lo de cárdeno claro no se lo he oído a nadie hasta ahora con usted. El cárdeno resulta de la combinación únicamente de pelos blancos y negros. En caso de que aparezca también el rojo, tenemos los tres y estaremos ante un sardo. En el toro que nos ocupa, fíjese en que hay pelos rojos muy visibles: en la foto de los corrales se le ven pelos así más allá del morrillo, en las orejas, un poco en el testuz y en la corona, encima de la pezuña. Tiene que ser sardo por fuerza.
ResponderEliminarLe recomiendo esta entrada de nuestro blog donde hablábamos de pelajes y dedicábamos la parte final a los sardos:
http://toreoenredhondo.blogspot.com/2016/12/pintas-del-toro-de-lidia-2.html
Saludos.
El primer toro fue manso en varas, al que chacon no le saco todo lo que debia,mal!!!
ResponderEliminarEl segundo tuvo prontitud en el caballo , tres encuentros. Y otra vez el diestro Rubén Pinar despegado y sin ganas.
Tercer toro Dufour se dio cuenta en la 5° tanda de que el toro era un bombón! Oreja muy barata sin peticion mayoritaria con un presidente pésimo para Vic.
4° Toro muy interesante masacrado en varas por orden de Chacon! En ningún momento pudo con el..Ha dejado mucho que desear.
5° Mansión en el caballo y de nuevo Rubén Pinar no sabe lo que hacer con el y en toda la tarde. Bajonazo, y que se vaya con A. Nazare.
6° dos encuentros y chacon lo que no hizo en su 4° lo quiere hacer al toro de los demás! Venga hombre...voluntarioso Dufau cortando otra oreja esta vez con petición mayoritaria.
El mayoral por su cuenta salio a saludar.
Corrida no para el recuerdo pero si para tenerla en cuanta. Y por supuesto para haberle cortado las orejas, pero no se en que estaba pensado la terna. En fin....
Veo que a usted tampoco le pasó desapercibido ese detalle de Chacón de poner al toro en la otra punta del ruedo para un tercer puyazo...siendo el toro con el que podía salir a hombros Dufau. La verdad es que Chacón, entre Madrid y Vic, está defraudando no pocas de las expectativas depositadas en él. Y yo soy quien más lo lamenta.
EliminarDiscrepo en que la petición de oreja del segundo de Dufau fuese mayoritaria. La vi igual que la primera y de ahí que el mal presidente Amestoy dudase mucho en concederla y yo comentara con algunos vecinos franceses de tendido que era la misma que en el primero y que por coherencia tenía que darla. Se hizo de rogar pero sacó el mouchoir a regañadientes. Si fuese como usted dice, saca el pañuelo a la primera, no lo dude.
Estoy de acuerdo con su expresión de que no fue una corrida para el recuerdo pero dígame: ¿cuántas entre Sevilla y Madrid han sido para el recuerdo? Y las dignas de tenerse en cuenta las contaríamos con los dedos de una mano. De treinta nos sobran tres dedos.
Saludos.
Me gusta ver corridas cuando los toros salen vencedores, se hacen los dueños del ruedo, ofrecen reacciones de ser poco dóciles, un tanto agresivos e imprevisibles y generan o aparentan peligro, aunque me moleste que los toreros no puedan (o no quieran) aprovecharlos y más si está Octavio Chacon delante, porque tenia espectativas de que podia ser un torero que pudiera con estos toros.
ResponderEliminarY todo esto lo vi en la corrida, que los cebadas salieron ganado y los toreros perdiendo, como explica el título de esta crónica.
Me sale mi vena torerista y puedo entender que es muy dificil y arriesgado lidiar estos toros, pero tengo la esperanza de que no es imposible.
Como dijo Juan Belomonte: Que Dios libre a los toreros de un toro bravo. Y en esta ocasión, Dios no estubo de parte de los toreros.
Se notó mucho que Dufau era francés. De forma descarada. Entiendo que el público defienda a su torero paisano (ocurre en todas las plazas) pero con la presidencia no.
Por lo que comenté con la cuadrilla, no dude de que en la arena vieron ellos una corrida diferente. Para todos los aficionados con los que la comenté, claramente estuvieron los toreros por debajo de los toros pero ellos allá abajo está claro que detectaron mucho peligro. Hasta Dufau estuvo mareando la perdiz cinco minutos sin darse cuenta de que el cebadita sardo era de lujo.
EliminarRespecto al paisanaje, es producto del público más condescendiente porque hablé con franceses serios y eran más duros con el presidente que yo mismo, o sea que los aficionados franceses cabales están por encima de los nacionalismos baratos, eso se lo puedo asegurar. La presidencia parece que no.
Saludos.
Recyifico si realmente la corona,era colorada, en la,foto no se aprecia con claridas, pero ante la duda no dudo de su palabra.
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