domingo, 3 de mayo de 2020

BIENVENIDA (2): LA CRÓNICA DEL PAPA NEGRO (2ª parte)

En la primera parte que pueden recordar aquí, hablábamos de las veleidades vaticanistas del crítico don Modesto. Él fue quien se sacó de la manga lo del Papa Negro. Antes había proclamado Papa a secas a su admirado Bombita (admirado suyo y nuestro, uno de estos días volveremos sobre él). Lo ponía como el sucesor del Guerra:



Ricardo era Bombita II. El primero fue su hermano Emilio y el tercero su otro hermano Manuel, más conocido como Manolo Pescuezo porque rivalizaba con Nicanor en la longitud del cuello:



Hubo un Antonio García Bermúdez, Bombita IV, que estuvo de banderillero en la corrida de Talavera junto a Cuco, Almendro, Blanquet y Cantimplas. Fue peón de Mejías, El Gallo, Maera, Cañero o Bienvenida. Se pegó un tiro en la puerta del cementerio de Tomares en 1968 (el apodo le venía de ser del mismo pueblo que los Bomba). Hay dos Bombitas más, uno colombiano y otro mexicano pero que no torearon en Madrid ni de novilleros.

La corrida en que nuestro Bombita alcanzó el solio pontificio fue la del 24 de octubre de 1908. Éste fue el cartel:



A su primero, que no era fácil, 'lo convirtió en un dulce borreguillo' y lo mató de pinchazo arriba y gran estocada, cosechando una ovación. Pero la gran faena según don Modesto llegó en el segundo, Rastrojero de nombre, berrendo en castaño. 

Atención porque estamos ante una faena glorificada ante un manso de carreta, 'un buey de los mayores que ha salido de los chiqueros de Madrid'. Recuerden que la primera oreja en Madrid la cortó Pastor dos años después también en un trasteo de dominio ante un manso de Concha y Sierra. La segunda la cortará Machaquito y la tercera, el Papa Bombita.

El año pasado hubo la ocasión en Las Ventas de premiar a Sergio Serrano por una faena a la antigua usanza ante un barrabás de Saltillo. La cosa se quedó en vuelta al ruedo, ¿por qué? Si nosotros somos el presidente aquel día y vemos que los cuatro (o cuarenta) aficionados cabales piden la oreja, la concedemos seguro. ¿Por qué no la pidieron? Luego tendríamos nuestra polémica por habernos saltado el reglamento pero ya nos defenderíamos y por lo menos daríamos pie a popularizar la idea de valorar ese tipo de faenas. Recuerden aquí a partir del 0'25'' porque alguno de los pases que arranca al tal Palmito tienen más valor que faenas enteras premiadas con orejas ante terneras al uso:



El manso de Bombita estuvo a punto de ser tostado por su mal comportamiento ante los caballos. Tuvo trabajo el maestro para mantenerlo pendiente de la tela porque su descastamiento lo llevaba a la huida. Don Modesto disfrutó viendo esta pelea:

'El bicho que se quiere marchar y Bombita que no le deja, que te corro la mano con soberano arte y que no te marchas, que te meto la pierna contraria en la cuna y que no te vas, y que me libro de tus puñaladas, y toma muleta...'

Estocada sin puntilla y ovación memorable que puso a todo el público de pie, 'borracho ante aquella faena'. Esa tarde Bombita mató cuatro porque el primero de Machaquito lo cogió atravesándole el muslo izquierdo con orificio de entrada y salida tocándole el fémur. 



Manuel Mejías Bienvenida tuvo una primavera triunfal dos años después consiguiendo el éxito en tres corridas consecutivas en Madrid. El título de Papa Negro le llegó con la tercera.

La primera fue el 2 de mayo de 1910 con toros de Benjumea acompañado por El Gallo y Manolete. En el primero banderilleó brillantemente y destacó un quiebro que hizo al toro cuando iba hacia él con la muleta plegada. Sin desplegarla le hizo un cambio marca de la familia mientras con la mano derecha se secaba el sudor con un pañuelo al paso del toro. Estocada baja y ovación. En el segundo, estocada caída y palmas. Esta imagen es de aquel día:




La segunda fue el 26: toros de Olea para Pastor, Bienvenida y Gordito, que sustituía a Manolete. Con su verbo florido, don Modesto dice que en el segundo de Bienvenida, 'multitud de corazones femeninos palpitaban ante la bravura del diestro'. Se alegra el cronista de que el diestro haya dejado de lado su falta de valor y de resolución, cualidades que se le achacaban desde su alternativa. 



Se valoró mucho que matase ambos toros recibiendo, cosa que en 1910 era ya difícil de ver. Al del triunfo, Marismeño, le sacó el estoque con una banderilla y lo descabelló con la misma espada. Éste es el instante en que lo fulmina:



La tercera fue el 29, con tres de Gama y tres de Trespalacios. El cartel era éste:



Rafael era entonces Gallito y José, cuando empezó, Gallito Chico. Los hermanos Casimiro eran los rejoneadores portugueses anunciados,  que solían venir a España junto a Da Veiga o Nuncio y que tuvieron que enfrentarse con Cañero. 

El triunfo de Bienvenida vino con Pepillo, de Trespalacios. Faena breve culminada con pinchazo arriba y gran volapié 'digno de Mazzantini', con eso está dicho todo. Ahí es donde surge lo de Papa Negro:



En el segundo, un tal Carita de Gama, poco pudo hacer porque era 'un buey indecoroso y, para los bueyes, la carreta'. Pinchazo tras una corta y estocada. 



Don Modesto dice que pronto podrá exigir las 6.000 pesetas por corrida que entonces cobraban las figuras. Avisa de que el diestro puede hacerse el amo porque 'antes había partidarios de Lagartijo o Frascuelo pero ahora sólo hay enemigos de Machaquito o de Bombita'. Faltaría un nombre para su cuarteto vaticano porque Bombita era el Papa, Machaco el cardenal y Bienvenida el Negro. Su secretario ¿sería quizá El Gallo?:



Bienvenida podía poner de acuerdo a tirios y troyanos pero otro toro de Trespalacios parará en seco su carrera dos meses después.



Fue en la encerrona del 10 de julio de 1910. Iba de grana y oro y mereció la portada del ABC porque hacía diez años que no se encerraba un torero en Madrid. El último, salvo error, había sido Antonio Fuentes el 2 de mayo de 1900, con toros de Cámara. Salvo que alguno de ustedes nos rectifique, creemos que el gran Bombita no se encerró nunca con seis toros en Madrid:



Hubo lleno en los tendidos. Con el primero, Cometa, palmas. Con el segundo, Sardinero, división.

El tercero, Viajero, era cárdeno salpicado o más bien nevado. Tomó cuatro varas con un derribo y un caballo muerto. Ovación en banderillas y brindis a los tendidos de sol. Lo cogió muy feamente al principio de la faena. Dicen que estaba haciendo su habitual pase cambiado frente al 3 cuando el toro le pegó una cornada 'rápida y seca'. Vean la secuencia:





En el suelo hizo por él sin encontrar carne. Alguno lo censuró por la temeridad de hacer ese pase cuando aún no sabes de qué pie cojea el toro. Él lo explicó diciendo que no esperaba que el toro se le arrancase y que, cuando lo vio venir, dudó entre apartarse o improvisar el pase cambiado. Prefirió el pase para no quedar desairado quitándose de en medio.



Este hombre que ven abajo fue el sobresaliente aquel día, Alfonso Cela, Celita. Tuvo que matar cuatro toros. En El Globo, Corinto y Oro dice que salió por la puerta grande pero es el único que constata este noticiable hecho, o sea, que no sabemos a qué atenernos:



Celita era por entonces un novillero lucense. Dos años despues el propio Bienvenida le dio la alternativa ante sus paisanos en La Coruña.

En la enfermería le acompañaban su hermano Pepe y su apoderado Ángel Tejero. El parte médico fue éste:



Los cuatro de Celita salieron tan bonancibles que aún era mayor el desencanto del Papa Negro al verse en el hule. Siempre dirá que esa cornada... 

'Si no me coge y lo cuajo, acabo esa tarde con todos. Dios no lo quiso pero tengo que darle gracias porque me cogió para matarme'.

Durante la edad de oro alternará con Gallito doce veces y con Belmonte, once. De ellas, dos mano a mano: con José en Málaga en 1913 y con Juan en Lisboa al año siguiente. Precisamente con Joselito estuvo en el cartel junto a Ballesteros el día que el pobre Florentino dejó la vida en las astas de Cocinero. Fue precisamente Bienvenida quien mató el toro homicida (recuerden esta entrada).


Con los Gallos en Barcelona (1913)

Marchará a América a hacer dinero. Por eso Antonio nació en Caracas y en Cartagena de Indias está enterrada su hijita Carmen. Con los años nacería su otra hija, Carmen Pilar. Se dice que en la bonita ciudad cartagenera tuvo lugar un mano a mano entre él y El Gallo que fue memorable, quizás en 1917.

Aquella pierna izquierda de la cogida le dolerá toda la vida y todavía más cuando llovería sobre mojado al empitonarlo uno de Esteban Hernández en el mismo sitio en 1912. La corrida fue con El Gallo y Mazzantinito. En las crónicas que hemos leído pone que lo cogió Ropero, el sexto toro, al matar recibiendo (aunque el maestro decía que se llamaba Morito). 'Ese toro me retiró'.

Era su tercera cogida en Madrid tras la primera de novillero en 1904 y la segunda, la citada de Trespalacios. En ésta de Hernández él noto que la trayectoria era de media luna porque el toro lo había mantenido en el aire con el pitón dentro. Se lamentaba de ello el bueno de Manuel en la enfermería:

'Estuve colgao más tiempo que en la otra cornada... A otros los cogen los toros, van por lo alto pero no les cala y en cambio a mí... Aunque ustedes no me dicen , sé que es un cornalón'

Filiberto Mira, un buen amigo de la familia, contaba en su libro sobre Antonio que el padre siempre pedía ir en el asiento delantero del coche para poder estirar esa pierna izquierda maltrecha. Incluso cojeaba más perceptiblemente conforme pasaban los años.


Observen algo que ahora prohíbe el reglamento:
entra a matar y el toro lleva otro estoque clavado

La última alternativa que dio fue en su penúltima corrida. Estamos en Antequera y el misacantano fue el sevillano José Puertas, Pepete. También le conocieron como Pepete el de la Carne. No triunfó pero se retiró del toreo por su propio pie, cosa que pocos Pepetes pueden decir. 

Nuestro Papa Negro se despediría definitivamente de los ruedos españoles el 9 de septiembre de 1924 en Bélmez. Pero la coleta se la cortaron sus hijos la última vez que se vistió de luces y ello tuvo lugar en México en 1927, aquí tienen la historia. Fue la corrida en que debutaban con picadores Pepe y Manolito. Tenían doce y catorce años respectivamente.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.








6 comentarios:

  1. ¿Desde cuándo y porqué no se permite entrar a matar a un toro con un estoque ya clavado?
    Saludos.
    Paco B.

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    1. En el reglamento de 1930 se hablaba en el art. 93 de no poder descabellar sin haber entrado antes a matar. En el 94 prohibía ahondar el estoque, marear a la res, apuntillarla antes de que doble, herirla en los ijares, etc. El reglamento de 1962 prácticamente copió estos dos art. en los 115 y 116. Nada he encontrado en ambos reglamentos sobre dos estoques clavados.

      Pero en el de 1996, a lo anterior se añadió en el 80.2 esto que copio a continuación:

      2. El espada no podrá entrar nuevamente a matar en tanto no se libere a la res del estoque que pudiese tener clavado a resultas de un intento anterior.
      3. Los lidiadores que incumplieren las prescripciones de este artículo podrán ser sancionados como autores de una infracción leve.

      No quiero poner el nombre de un conocido maestro en activo que entró a matar de nuevo cuando el toro tenía un estoque clavado. Como me lo contaron y no lo he podido confirmar, lo dejamos en incógnita. Supongo que lo hizo porque se le echaban los avisos encima y deduzco que le caería la correspondiente multa.

      Saludos.

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  2. Habla de que la primera oreja cortada en Madrid es por Vicente Pastor, en 1910, ante un manso de Concha y Sierra.
    Las siguientes orejas fueron para Machaquito y Bombita; lo que nos deja es con la pregunta de si también frente a mansos.
    Saludos.
    Paco B.

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    1. La de Machaquito en 1911 fue al toro 'Zapatero', de Miura. Los que vean su foto quedarán sorprendidos porque era cornigacho y corniapretado, muy parecido a 'Bailador'. La clave fue que Rafael se echó de rodillas nada más coger los trastos pero el toro no se arrancó. Como a valentía sólo le podía igualar Bombita, el maestro no se levantó sino que fue aproximándose al toro de rodillas hasta que ya muy cerca consiguió arrancarle ese pase que puso al público en pie. Luego vino un aliño al uso muy breve y una estocada marca de la casa porque ahí Machaquito en su época no tenía rival. Ese inicio de hinojos y esa estocada fueron las claves de la segunda oreja.

      La de Bombita fue frente a 'Judío', de Santa Coloma, éste sí, un manso al que el maestro dominó y mató muy bien. Como tenemos pendiente dedicar una entrada al bueno de Bombita, ya nos extenderemos allí.

      Saludos.

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  3. Releyendo la entrada me percato que en la encerrona del 10 de julio de 1910 el sobresaliente era Celita que por entonces era novillero y le tocó pasaportar cuatro toros.
    ¿Hasta cuándo se permitió que el sobresaliente en una corrida de toros fuese un novillero?
    Parezco un niño chico preguntando pero es que conformo leo me asaltan preguntas.
    Un saludo.
    Paco B.

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    1. Pregunte usted todo lo que desee. El problema es para mí si no tengo la respuesta.

      En este caso, los requisitos del sobresaliente se fueron modificando para otorgarle más seriedad:

      - En el reglamento de 1930 consta en su art. 2 que 'deberá haber alternado como matador de novillos en plazas de primera categoría'. Sin más.

      - En el de 1962 ya precisa en su art. 49.d que tendrá que ser 'novillero que haya participado en un mínimo de 25 festejos en plazas de entre primera y segunda categoría'.

      - En el de 1996 ya se dice claramente en su art. 28.3 que deberá ser 'un profesional que se corresponda con la categoría del espectáculo'. Con ello queda claro que si es una encerrona de un matador de toros, no podrá ser un novillero el sobresaliente.

      Al menos, así entiendo yo la normativa. Si algún lector lo ve diferente o tiene más información legal al respecto, adelante con los faroles.

      Saludos.

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