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sábado, 30 de octubre de 2021
COPA CHENEL (y 6): ADOLFO MARTÍN - JOSÉ VÁZQUEZ
martes, 26 de octubre de 2021
NOVILLADA DE HERMANAS AZCONA: 'A ESTO LE FALTA ALGO...'
Ése fue el comentario de nuestro vecino de localidad. Concretamente la frase entera fue: 'esto de Azcona ya tiene toda la nobleza del mundo pero le falta algo... no sé, tiene que meter algo porque si no... hombre, igual metiendo un poquico de casta navarra...'
Nos sonreíamos y le decíamos que si hacía eso, todos los que bailan el agua al ganadero le dirían que se había vuelto loco. A la salida abordábamos a varios amigos aficionados, les decíamos eso mismo de que a estos toros les faltaba algo y todos estaban de acuerdo. Unos decían que gasolina, otros que empuje, otros que casta y alguno que napalm. Lo que sea pero cualquier cosa que evite que nos durmamos durante la lidia.
Quizás les falta vida. Nosotros titulábamos la crónica de una corrida suya poniendo TOROS SIN VIDA y en la casa se molestaron muchísimo. Pues que sondeen entre los aficionados que asistieron a la novillada y, si no son palmeros, coincidirán con nuestro diagnóstico (que fue el mismo que el de Esaú cuando lo entrevistaban en el callejón, recuerden aquí).
En Tafalla esta novillada pudo haberse celebrado perfectamente sin caballos. Con un par de medias verónicas bien dadas, esos novillos estaban picados. Por consiguiente, ya se hacen ustedes una idea de lo que aconteció. Eso sí, humillación, clase, bondad y colaboración, para dar y tomar. Pero al final, la misma conclusión: nos aburrimos, falta algo... Pero ojo porque este mismo comentario que ponemos en este párrafo es aplicable a muchas ganaderías de postín cuyas corridas de toros se podrían lidiar perfectamente eliminando el tercio de varas.
Todas las reses mostraron una gran querencia hacia la puerta de toriles y es que hacía menos de tres horas que habían pasado por allí. Sepan que el encierro fue a las nueve y la novillada a las doce del mediodía.
Se presentaron dos novilleros afincados en Madrid y ambos de veinte años: Diego García, en San Sebastián de los Reyes, y el francés de Béziers Clemente Jaume, en San Martín de Valdeiglesias. Lidió un eral Nabil El Moro, éste de Pamplona.
La empresa ofreció entradas rebajadas a 10 euros a los jóvenes entre catorce y treinta años y a 5 euros a los menores de catorce, con lo cual había abundante chiquillería. Uno de los niños de seis años protagonizó la anécdota de la corrida cuando la madre de Diego García gritó el tristemente habitual '¡no lo mates!' en uno de los novillos del hijo. El niño se giró y le dijo muy serio: '¡lo tiene que matar!' La madre ignoraba que en Navarra sólo se puede indultar en Pamplona pero el rollo penoso del indulto de chichinabo a petición de una voz estentórea coreada por el público borreguil se ha convertido en algo frecuente (así empezó lo de Cobradiezmos aunque ya nadie se acuerda).
Tampoco hubo banda de música ni la charanga prevista, a la cual los de la banda titular aconsejaron que no se presentaran. Así, los pasodobles y clarines fueron grabados. Sobre esta cuestión, vayan a leer abajo el primer comentario de un miembro de la banda de Tafalla que nos da su diferente versión sobre la polémica.
Buena entrada para lo que se esperaba y deducimos que aquí sí salieron las cuentas. En el encierro matinal hubo dos heridos. Uno fue por asta de toro en el muslo con alcance de diez centímetros. El otro fue por un golpe en el cráneo contra el asfalto de Tafalla (por experiencia propia en otro encierro, les diremos que se nos antoja el asfalto más duro del mundo).
DIEGO GARCÍA. Vino acompañado de muchos y sonoros seguidores que lograron su objetivo de que saliera a hombros.
El primero hizo honor a su nombre, se llamaba Dulzón.
Se estiró de inicio García porque vio que el novillo era un amigo. Antes se había echado de rodillas para una larga en tablas. Los tres actuantes hicieron lo mismo:
Empuja en un puyazo pero le levantan el palo con rapidez y al salir se va al suelo. El quite posterior por chicuelinas confirmó que tenía las patitas de mantequilla. García puso banderillas aunque clavando un tanto desigualado:
El novillo se puso berreón y embestía con ganas pero sin fuerza. Era un quiero y no puedo o sea que García lo condujo a media altura gustándose, ya nos entendemos, ¿verdad?
Vimos el buen detalle de que no echaba la pierna atrás con descaro como la mayoría. En el debe, que es hombre derechista y la izquierda la tiene de adorno. Inevitable arrimón final con el animal entregado:
Pinchazo y esta estocada de abajo sin mirar el morrillo, horrible por trasera y bajísima. Mal el presidente Goñi cediendo con la orejica sin aguantar la presión que además era minoritaria aunque ruidosa por la peña que había acompañado al novillero. No sabemos si fue cosa de él o del asesor Sagardía pero la última palabra es suya y por eso lo criticamos.
Desde aquí le diremos que buena parte del barullo y del ruido lo protagonizaron Venturita y Campillo, dos de los peones más resabiados del planeta. Se taparon la boca y delante de nuestra posición se dedicaron a berrear y a silbar. Dieron mucha pena.
Su segundo fue el de más trapío, este castaño, listón y bocidorado:
Ordenan al picador que no le pegue pero como si oyese llover. Al salir del peto, al suelo. Acertado Venturita poniendo banderillas, se le dio tan bien como abuchear al presidente para forzar la casquería:
Otro novillo nobilísimo y repetidor pero tan blandengue como sus hermanos. Ahí anduvo García pegando pases pero sin terminar de sentirse a gusto por el ligero rebrinque del tal Barbero.
Ah, y como en el anterior, sólo una tandita breve y embarullada con la izquierda. En la suerte suprema se dedicó a perder o tirar la muleta. Lo hizo las dos veces: la primera, pinchando y la segunda, dejando esta entera pasada también sin mirar:
Petición alborotada y esta vez sí que estuvo bien Goñi aguantando el chaparrón sin conceder la segunda oreja. Es buen aficionado y seguro que tenía cargo de conciencia por haber regalado la otra que a la postre propició la salida a hombros del chaval.
CLEMENTE JAUME. Recibió a su primero con dos faroles de rodillas:
La lidia no es lo suyo porque fue un desastre. Masacró su novillo en el caballo permitiendo que su abyecto picador le diera más cera que en un velatorio mientras el pobre animal aguantaba sin irse aunque con la cara alta.
Como había matado al pobre bicho en el peto, lo de la muleta fue absolutamente insufrible. Lo lleva Juan Ignacio Ramos, que desde la barrera le decía: '¡a la cara! ¡Échasela a la cara!' Pero el de Azcona no se movía porque estaba muerto en vida. Ramos tuvo que oírse detrás de él en el tendido a uno que le dijo: '¡lo habéis matado en el caballo y ahora queréis que embista!' No se inmutó pero se alejó caminando con la cabeza gacha ya que sabía que ese aficionado llevaba razón.
Pinchazo y casi entera contraria y perpendicular más cuatro descabellos:
El último era negro mate, astracanado y tan aleonado como falto de fuelle:
Dos agujeros le hizo el piquero para enviarlo al piso cuando se fue. El chaval hizo un valiente quite de frente por detrás en el platillo que remató de esta guisa:
En banderillas Rubén de León sufrió un percance cuando no sabemos exactamente si se quedó sin toro en el embroque o los palos resbalaron. El caso es que vean cómo el toro lo arrolló y le rozó con el pitón la cara. Tuvieron que darle dos puntos de sutura en el párpado derecho. Salvó el ojo de milagro:
Inicio con ganas en los medios de rodillas:
El novillo embestía con esa distracción típica de los animales comerciales y estaba loco por irse a la madera. El francés nos aburrió pegando pases sin piedad.
Mató con una muy defectuosa primera estocada tendida, contraria y trasera, otra media pasada y una entera contraria. De momento, Jaume no ocupará mucho sitio en nuestros recuerdos.
NABIL EL MORO. Nabil Essaouari Martínez, vive en Pamplona, hijo de padre marroquí y madre de Olivenza. Imagínense: un navarro musulmán en tierra de carlistas y que debutó de luces en Puebla del Río en lo que organiza Morante. Si esto no es la globalización, que venga Dios y lo vea. Le ha enseñado a coger los trastos el padre de Manolo de los Reyes y luego ha estado en la escuela de Zaragoza, concretamente aquí. Lleva seis novilladas. Éste fue su farol de hinojos:
El eral era negro lombardo, ¿o castaño muy oscuro? Recuerden aquí que no todos los toros negros son iguales:
Hizo este quite Francisco Expósito, que había venido de sobresaliente. Recordemos que él mató de novillero una de Hermanas Azcona en este mismo coso hace siete años. Pulsen aquí y den su respuesta personal a la pregunta que planteábamos en aquel titular:
Vimos a El Moro más a gusto con la muleta que con el capote. Ya saben que la teoría dice que es más fácil torear con la muleta que con el capote excepto si te llamas Ordóñez de primero y Araujo de segundo.
La lidia fue una capea pero eso hay que atribuirlo a los talluditos subalternos que estaban en el ruedo, no al chaval de diecinueve años. Con la muleta lo vimos intentando que no se la puntease y colocándose bien, sin ubicarse al hilo del pitón para darnos gato por liebre.
El problema grave lo tiene a la hora de matar. No tapa la cara pero no cruza sino que da un salto y se queda peligrosamente en la cara. Así pegó dos pinchazos y esta tendida trasera:
Hombre, debería preocuparse porque puede tener una cogida grave pero toreros como Ureña hacen lo mismo y ahí están. El Juli pega un salto igual de atrabiliario pero no se queda en la cara porque se sale de la suerte con contumacia.
Así se acabó lo que se daba en Tafalla. Será, si todo va como debería, hasta la feria de 2022 en las fechas habituales de mediados de agosto. No sabemos si esa iniciativa pamplonesa de alargar tres días los sanfermines se copiará aquí dando más festejos. Ya veremos y, Dios mediante, por aquí se lo contaremos.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.