FERIA DE SAN ISIDRO, 2022 (7). ARAÚZ: UNO DE SEIS

Los toros lucieron divisa negra por la muerte del ganadero que comentábamos en esta entrada. Ninguno remató en la madera, tuvieron pocas ganas de pelea y mansearon en el caballo. El único que hizo honor al ganadero fallecido fue el castaño cuarto. Esperábamos seis como ése y sólo salió uno.

JOSELITO ADAME. El primero fue negro, cornilevantado y rabilargo, con 580 kg pero apariencia de que le sobraban algunos (como siempre va nuestro agradecimiento al maestro Moore):

Se rompió una pezuña y salió el sobrero de Chamaco, un toraco casi seiseño que andaba pisando huevos:

No se tenía en pie y fue también para adentro. Salió el segundo sobrero, también de Chamaco, negro mulato y enmorrillado:

Huyó del caballo al notar el pinchazo y llevaba ya la boca abierta buscando aire. No auguraba nada bueno pero sorprendió repitiendo en la muleta para que el mexicano le pegara pases mientras el toro iba a su aire:

Estocada corta y otra entera desprendida perfilándose desde Alcorcón y entrando con el delantal, como se ve:

Su segundo era un castaño lavado de cara y astifino:

Derribó en la primera vara como quien no quiere la cosa y en la segunda simplemente cumplió:

Sánchez se recreó en la suerte aguantando hasta el último instante la arrancada del toro, ¡bravo!

En el primer celeste imperio arrolló al mexicano y a punto estuvo de enviarlo a una silla de ruedas:

A pesar de la paliza no se amilanó y volvió a la cara a plantear pelea. El tal Carantoña no tenía ganas de entregarse y rebañaba por ambos pitones. En una batalla como ésta de torero macho es en la única circunstancia en que nos interesa el diestro mexicano:

Estocada corta y otra desprendida hasta la tela que basta. El presidente estuvo mal enviando un aviso con despiadada puntualidad, cuando debería haber parado el reloj durante el par de minutos en que había sido atendido el diestro de su percance.

Ovacionado en el arrastre porque seguramente el público esperaba lo mismo que nosotros y era seis como éste y no sólo uno. 

MORAL. Su primero era alto, rabilargo y de presencia quizás un poco justa para Madrid:

Nada en el caballo con el toro viendo que no había ningún futuro allí ya que entre jinete y cabalgadura debían de irse a los 900 kilos.

El animal era desaborío y no tenía ganas de pelea. Reculaba y se rajaba, con lo cual Moral no pudo hacer otra cosa que mostrar un poco de buena voluntad e intentar matarlo bien:

Pinchazo, corta perdiendo y ocho descabellos con dos avisos. Para que no les confundan los de televisión ahí tienen lo que es una estocada corta:

Su segundo era negro, largo, con trapío y 515 kilos:

En el caballo tocó música con violencia. Aún no sabemos qué vio Moral en el toro para brindarlo al público. Se echó de rodillas en el platillo con el personal que parecía asistir a un velatorio. Tuvo que ser desmoralizante para el maestro.

Luego el toro pasaba por allí sin más, o sea que la cosa quedó tan desangelada como había empezado. Estocada caída pero bien ejecutada con el toro patas arriba:

TÉLLEZ. Su primero era negro azabache, vareado, cornijunto y cornilevantado:

Cumple en el peto y se aprecia rápidamente que por el izquierdo metía la cabeza de cine. Esa circunstancia la vieron hasta los ciegos pero Téllez nos aburrió empezando la faena hotelera.

Menos mal que alguien debió de avisarle y en la tercera tanda se echó la mano a la izquierda. El problema es que el toro no tenía gasolina por eso lamentábamos esos pases con la derecha que dio al principio sin darse cuenta de lo que había.

Téllez hace unas muecas desagradables y fuerza la figura en exceso. Pinchazo hondo y rinconera al volapié siempre tapando la cara. Bien De Villa mirando sin inmutarse la insuficiente petición. Inconcebibles aplausos al toro.

 El sexto era astifino y cariavacado:

Manseó en varas recibiendo mil capotazos. La lidia fue plúmbea. Solo faltaba que el diestro perdiese el tiempo buscando a quién brindar.

Creemos que el toro hubiera respondido mejor si lo cierra un poco pero se puso en los medios. Allí se dedicó a pegar pases sin más y a poner esas caras raras intentando impresionar al de Araúz.

Se equivoca en la suerte contraria y deja una entera tendida trasera y desprendida por supuesto que tapando la cara:

Terminó la corrida y fuimos felices porque se nos hizo muy pesada, la verdad. Pierde cartel Araúz de Robles ya que la decepción por sus toros fue directamente proporcional a la expectación que habían generado. Si estaba muy abierta de sementales, que nos avisen la próxima vez si vienen hermanos de Carantoña porque el resto...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.