LIQUIDACIÓN DE CEBADAS
Hay unos amigos de Sevilla, de Zafra y de La Algaba que vienen cada año a Vic los cuales, como supondrán ustedes, no tienen nada que ver con el típico público maestrante.
Ellos se ponían la venda antes de la herida y nos avisaban: ojo que lo de Cebada está muy mal, no te vayas a equivocar.
Nosotros no confiábamos desmesuradamente, y menos después del entusiasmo desbordado con la magnífica corrida matinal de Ibán, pero teníamos el recuerdo del buen encierro de Cenicientos el año pasado.
Mal presentados como irán viendo, excepto primero y quinto, además sin raza, sin temperamento, sin fuerza y sin el mínimo poder exigible para que en esta plaza aguanten el tute del caballo. Y encima, sin malas ideas.
Pero es que estamos hablando de toretes que podrían haber pasado todos el primer tercio con un simple alfilerazo. Con eso se hacen ustedes una idea de lo que tuvimos que soportar viéndolos acudir al caballo en peleas que no valían nada y sabiendo que en la muleta estarían fritos.
Por lo menos tuvimos las satisfacción de ver un picador como David Prados, que no se caracteriza por picar bien, pero que clavó en el morrillo. Es una cosa absolutamente novedosa y sensacional, ya lo verán más abajo (sepan que el hermano de Fundi ha llegado a romper con la puya la costilla de algún toro y no ha sido el único).
Pero es que estamos hablando de toretes que podrían haber pasado todos el primer tercio con un simple alfilerazo. Con eso se hacen ustedes una idea de lo que tuvimos que soportar viéndolos acudir al caballo en peleas que no valían nada y sabiendo que en la muleta estarían fritos.
Por lo menos tuvimos las satisfacción de ver un picador como David Prados, que no se caracteriza por picar bien, pero que clavó en el morrillo. Es una cosa absolutamente novedosa y sensacional, ya lo verán más abajo (sepan que el hermano de Fundi ha llegado a romper con la puya la costilla de algún toro y no ha sido el único).
Y hubo otro como Juanan Agudo que no clavó trasero y mantuvo la puya quieta sin barrenar, de forma que era el propio toro el que se castigaba cuando empujaba. Es otra cosa que es noticia cuando tanto esta como la anterior deberían ser lo normal en cada tarde. El puyazo trasero, sanguinario, recargando y barrenando tendría que verse una vez en cada diez corridas y no hace falta que les contemos que lo vemos una o dos veces ¡en cada toro!
1. MORENITO DE ARANDA. Su primero era un negro zaíno rabicorto sin trapío ninguno para esta plaza:
El diestro dio orden clara de no pegarle en las tres entradas al caballo de las cuales seguramente sobraban dos y media. Lo mejor que hizo en toda la tarde fue esta media en el quite:
El problema fue que con la muleta lo vimos sin coger el sitio al toro aparte de que con la izquierda no lo quiso ni ver. Éste es uno de los dos pases que dio. Ya ven cómo embiste el toro:
La verdad es que nos demostró más bien poco ante un cebadita más bien amistoso. Lo mató de esta rinconera con su telonazo marca de la casa.
Se anunció un colorado y salió este castaño con bragas, feo por un poco ensillado, cariavacado y descolgado del vientre:
Nada reseñable en las tres entradas de las cuales sobraban varias. En la muleta embestía sin molestar y vimos otra vez a Morenito sin sitio, queriendo pero sin que le saliera nada aceptable, como no fuese gritar al toro en cada pase.
Otra rinconera esta vez atravesada, sin puntilla pero con nuevo telonazo:
2. LAMELAS. Es un diestro inevitable en esta plaza y nuestra pregunta es: ¿hasta cuándo? Su primero era un negro meano corniapretado y astifino al que recibió con una larga en tablas:
Empuja ya afligido en el primer puyazo, o sea que sobraban los otros dos. Ya decimos que los cebaditas no tuvieron ni fuerza, ni poder, ni nada de nada. Es que lo ponían en suerte y se iba a los capotes. Lo hizo no una sino tres veces con lo cual quedaba demostrado que el pegapuyacismo en esta corrida era absurdo. Mil capotazos le dieron para volverlo a poner en suerte y al final lo dejaron en tablas debajo del caballo. Ya me explicarán ustedes la ridiculez.
Sumen más capotazos en el herradero que fue el segundo tercio, con las banderillas puestas de una en una. Y esperen porque lo que siguió fue una faena plúmbea de Lamelas con un arrimón pueblerino y dos desarmes.
Pinchazo y estocada desprendida girando la cara y sin puntilla:
El quinto ya hemos dicho que sí que tenía trapío y era castaño ojinegro:
Y entonces fue cuando asistimos a algo tan extraordinario como ver a un picador clavando en el morrillo. Aquí lo tienen y salvo que alguien nos rectifique es David Prados:
Daba gusto ver lo poco que había sangrado el toro que es una cosa innecesaria en la suerte de varas. Vean:
Señores ¡se puede picar en el morrillo! Que no nos vengan con milongas los picadores de carne. Y la hazaña la llevó a cabo quien creemos que sigue siendo el presidente de la Unión de Picadores, o sea que urge una reunión para que les enseñe cómo se hace.
No nos entró en la cabeza por qué el público aplaudió a González por clavar de esta guisa:
El toro era pronto y noble pero no tonto del todo y como Lamelas no lo llevaba toreado le dio un susto para avisarlo:
Recurrió a pegarnos otro tostón con un segundo arrimón pero nadie protestó porque estamos ante uno de los dos niños mimados de Vic junto a Chaves.
De pronto el toro se echó ya que el pobre estaba casi tan aburrido como nosotros. Lo levantaron para que recibiese un pinchazo sin soltar y este bajonazo girando la cara, que es su vicio permanente:
3. CABRERA. Tomaba la alternativa con este castaño salpicado y rebarbo:
Lo de salpicado más que bragado y meano corrido se aprecia mejor en esta otra imagen:
Partió dos puyas en el primer tercio pero no por su bravura sino por la deficiente calidad del material.
Puso banderillas el diestro con buena voluntad. Con la muleta le ponemos en el haber que enseñó siempre el muslo pero en el debe, que su muñeca no mandaba nada y el toro iba a su aire.
En varas hubiera ido servido con un simple picotazo pero las tres entradas lo dejaron para el tinte y el diestro vio cómo se le diluyó igual que un azucarillo. Casi entera contraria y el toro que se fue a morir a chiqueros.
El último fue justamente protestado de salida por no tener trapío aunque la foto que hicimos le favorece bastante:
En este toro vimos ese primer puyazo de Agudo manteniendo quieta la puya y haciendo que el toro se castigase él solo en caso de empujar. Eso no lo vemos nunca dado que el pan nuestro de cada día es la barrenada repugnante.
De nuevo banderillas como siempre las pone Cabrera, que son dos pares por el derecho y uno al violín lógicamente por el izquierdo al llevar los palos en la mano derecha:
El diestro insistió en presentar mal la muleta con lo cual el toro lo veía y empezó a hacerle caminar hacia atrás.
Desde dos burladeros le hablaban sendos peones volviéndolo completamente loco. Mientras, el toro se le fue subiendo las barbas. La verdad es que Cabrera no nos demostró mucha cosa. Encima lo mató muy mal, primero con un casi golletazo espantoso y después con un bajonazo digno de película gore:
Los amigos sevillanos nos pasaban adecuada factura al final de la corrida recordando nuestras pequeñas esperanzas en la corrida de Cebada Gago. Teníamos que agachar la cabeza y aguantar el chaparrón porque no había por dónde salvar semejante fiasco.
Para dejarles preocupados nos despedimos de ellos diciéndoles que fuesen con cuidado con su forma de ver los toros, con esa exigencia y ese amor por la suerte de varas, no fuese que de vuelta se encontrasen a la entrada de Sevilla un control de la guardia civil que les prohibiera la entrada. A ver si van a contagiar al público maestrante y se propaga una epidemia.
No obstante, ya vamos sumando varios sevillanos que podemos contar entre nuestros amigos lectores. Imaginamos que viven su afición en la clandestinidad como si fuesen integrantes de un comando terrorista. De hecho, seguro que para los taurinos del clavel, eso es lo que son, auténticos terroristas de la fiesta.
Saludos cordiales desde Vic-Fezensac. Rafa.
En seconde visite au campo l'organisateur avait trouvé le lot mal rematé. L'eleveur restreignait l'alimentation , pour raison économique , peut-etre une explication a cette mauvaise presentation ? Miguel de Francia.
ResponderEliminarSi es como usted dice, esta ganadería no debería volver aquí en los próximos 10 años .
EliminarSaludos
Buenas Rafa .
ResponderEliminarPues parece que sí se puede picar en el morrillo , yo siempre escuchaba mil excusas para justificar su puyazo trasero . A ver si cuando vuelvan a entrevistar a un picador les ponen este toro como ejemplo a seguir y se les acaban las excusas .
Saludos
Efectivamente, por eso he puesto la foto ya que yo también he escuchado mil excusas para no picar en el morrillo: que no se puede porque la puya resbala, que el toro sangra demasiado, que si lo tienes debajo no ves el morrillo y es obligatorio clavar atrás...
EliminarExcusas de mal pagador. Ese toro recibió el castigo, sangró poco (ni falta que hace) y la suerte de varas se convirtió en algo decente. Ahí queda la foto para imprimirla y enseñársela a los picadores que vayan a coloquios con aficionados.
Saludos.
Buenas noches,
ResponderEliminarReferente al penúltimo párrafo de su artículo.
Artículos atrás hice un comentario en el que echaba de menos en sevilla un cordón sanitario que pusiera cierto orden y cordura como lo hace el 7 en Madrid.
Sin retranca ni ironía quiero proponer algo que no dejo de darle vueltas a la cabeza.
Soy abonado en tendido de sombra, pues no me importaría dejar mi localidad y abonarme en un tendido de sol con el fin de concentrarnos en una misma zona los aficionados que compartamos ciertos aspectos que consideramos esenciales.
En estos momentos si protesto la sevillanía se me echa encima y de malas maneras, este hecho lo vivo en mis carnes constantemente.
La unión puede hacer la fuerza además de implantar cierta cordura.
Ahí lo dejo.
Nos tiraría Muñoz su almohadilla ante tal sacrilegio?
Saludos.
Eso sería lo mínimo porque no dude usted de que habría una campaña orquestada para hacerles la vida imposible si es que la sangre al final no acababa llegando al río.
EliminarAunque para plantearse lo que usted dice muchos de los sevillanos serios tendrían que decidir volver a la plaza, eso lo primero.
Saludos