Cervantes ponía en boca de Alonso Quijano el Bueno que hay personas de entendimiento desnatado. Lo que sufrimos en Las Ventas fueron seis toros de un comportamiento tan desnatado que rozó lo insoportable.
Así como estábamos encantados de contarles lo de Ureña el día anterior, ponernos a hablar de esto de El Pilar nos causa un tedio infinito. Por eso, si usted tiene cosas que hacer, no pierda los siguientes tres minutos en leer lo que sucedió en la plaza ya que no valió nada.
CASTAÑO. Vestía un terno azul cobalto y oro y no esa ridiculez de denominarlo color azafata. Y a ver si se pone bien el fajín. Su primero era un colorado oscuro, ojo de perdiz, terciado y abrochado de pitones. Agradecemos al maestro Moore su colaboración:
Venía picado del campo y hubo que tratarlo con mimo en el peto. Ortega pegó en el quite dos verónicas muy templadas pero sin llevar al toro en la panza. Como él sabe hacerlo bien, que vea que nos dimos cuenta.
El toro empezó yendo y viniendo de forma insulsa pero de pronto pareció que no le gustaba la forma en que Castaño lo conducía y se puso a hacer tonterías. La cuestión es que no se sacó nada en claro. Creemos que a muchos otros toreros en esa situación se les habría silbado pero con el helmántico hubo mucha comprensión ya que para nosotros estuvo muy por debajo de la calidad del toro.
Afortunadamente fue breve, algo que debería copiar el cien por cien de los toreros. Estocada arriba, delantera y perpendicular, pegando un gran telonazo más descabello. Castaño es valiente y mira al morrillo pero con él la suerte suprema será siempre una lotería:
El cuarto era un negro listón, astracanado, bien encornado pero justo de cuello:
Lo recibió de rodillas en tablas igual que si lo hubiera hecho en un cementerio. El toro se cayó al ir hacia el peto y luego se dejó pegar una paliza que no venía a cuento. Eso sí, autorizada por Castaño, faltaría más.
Muy mal Ortega haciendo un quite con dos medias verónicas que machacaron las vértebras del toro. Hacer eso en el tuyo está mal pero en el de un compañero es de juzgado de guardia.
El de El Pilar no se dio por enterado de los intentos de Galán por encelarlo ya que salía siempre distraído. Castaño llevó en el pecado la penitencia y la zurra que toleró en varas hizo que el toro se diluyese como un azucarillo dentro de un mar de sosería.
Cuando quería seguir castigándonos con más pases el público lo obligó afortunadamente a cortar. Estocada hasta el arriaz, en buen sitio pero con el brazo elástico y tapando la cara. Castaño tiene que regresar con urgencia a los aguirres, los escolares, los veraguas y los saltillos y debe olvidarse de este ganado atontado y anodino.
ORTEGA. Su primero era un castaño ojinegro, albardado, bragado y astracanado, protestado por su poca cara. Era un torito sevillano:
Entre el titular y el reserva dejaron al pobre animal como un colador. Los agujeros que le perpetraron nos dolieron a nosotros sólo de ver dónde cayeron.
Si el toro ya iba bastante a su aire, tras ese primer tercio demencial lo que esperábamos era bastante descomposición en su embestida. Añadan a ello su tendencia a la distracción y su falta de oxígeno. Lo mejor, este pase de trinchera, que para Bleu no era torear. Recuerden que decía que 'no interviene el brazo izquierdo sino sólo la muñeca derecha y el toro se limita a moverse por delante y a guardar una misma posición respecto al torero; eso no es un pase de muleta por mucho que El Gallo se empeñe':
El aburrimiento fue inevitable mientras nos entreteníamos en observar que el maestro es otro que usa taleguilla recauchutada. Buena estocada arriba, hasta la tela, dejándose ver pero tirando la muleta.
El quinto era un colorado ojo de perdiz, alto de agujas, que se tapaba por la cara ya que estaba un poco descarnado:
En el primer puyazo empujó con fe hasta que se rindió viendo que aquello era una lucha absurda contra un muro infranqueable. En el segundo se repuchó al notar una criminal lanzada trasera más un siete contrario que le hizo el de la banda del castoreño. Qué desastre...
El toro era probón y desaborío pero como también era tonto no presentaba excesivos problemas. Bueno, sí, había un problema grave y era que todo lo que se hiciera ante él no solo no propiciaba el lucimiento sino que provocaba una gran somnolencia. Aquí se aprecia lo que decíamos antes de la taleguilla y el boquete contrario que le había hecho el asesino a caballo:
FOTO: Sánchez Olmedo |
No sabemos a santo de qué Ortega se dedicó a porfiar como un torero barato escuchando protestas a las que nos uníamos desde casa. La siesta terminó con un pinchazo y esta tendida pasada y desprendida:
AGUADO. Su primero era un colorado ojo de perdiz que se tapaba por sus cuernos levantados:
Venía bien picado del campo embistiendo al ralentí de salida. Se fue de cualquier manera al reserva donde fue carioqueado y agujereado dos veces con vileza. Aguado tuvo un ataque de autismo que no nos sorprendió ya que sabemos que el primer tercio le importa un pimiento. Sus verónicas también fueron llevando al toro con la puntita del capote y no en la panza. Anda que ellos no saben la diferencia...
La suerte es que ante un torillo aborregado como éste quien estaba delante no es el típico torero de sacacorchos sino uno que intenta torear con naturalidad. Pero el pilarista no valía ni para carne y encima el diestro se puso pesadísimo. Comparen su trinchera con la anterior de Ortega:
Corta atravesada, con rueda de peones para evitarle una segunda entrada a matar, y dos descabellos.
El sexto era un colorado ojo de perdiz, listón, alto y protestado creemos que no por rabicorto sino por estrecho:
Se llevó dos cariocas asquerosas con sendos puyazos en el lomo. La sangre le caía casi por el costillar mientras nuevamente a Aguado esta abyecta carnicería lo traía al pairo.
Estará mal decirlo pero deseábamos que el diestro se quedase sin toro y acabase esta tortura de corrida de una vez. El animal se dedicó a topar transitando a paso de burra como se aprecia en la imagen y el diestro, a pasárselo por allí sin más teniendo que oírse oles de recochineo.
FOTO: Sánchez Olmedo |
Medio sablazo atravesado y caído, ejecutado de cualquier manera, apoyando la mano izquierda en el testuz para cegar al toro y todos a casa liberados tras dos horas y pico de inaguantable sopor.
Por fin se acabó la corrida más aburrida del año, al menos para quien esto firma. Luque desde su casa debió de alegrarse al no haber venido. Lo que no sabemos es si aguantó despierto todo el festejo. Nos extrañaría mucho.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Rafa ni pongo ni quito una sola coma de tu crónica, la suscribo totalmente.
ResponderEliminarSólo apuntar la inquina de cierto sector del 7 hacia Ortega y Aguado. Ninguno de ellos representa el concepto que a mí me gusta pero no se puede ir a reventar la labor del torero de esa forma. Además, cuando debieron protestarles es cuando sus picadores se ensañaban con los toros, y con quien se cebaron fueron con sus picadores que no hacen más que cumplir órdenes. Como los de todas las figuras y los no tan figuras.
Para más Inri, el Pope del 7 se dirigió a Juan Ortega, nada más comenzar la faena de muleta de su primer toro, con la lindeza de: “No nos gustan los toreros cursis”. ¿A santo de qué viene decir esa gilipollez? Si no te gusta no aplaudas o incluso puedes dar palmas de tango entre tanda y tanda. Leía en el panfleto de la Asociación El Toro una esquela que decía algo así como “La Plaza de Madrid ha muerto”. No sólo la plaza, también el tendido 7 ha muerto.
Saludos de un aficionado venteño.
Calificar a Ortega de cursi es una sandez de consideración a no ser que el concepto de cursi lo sometamos a discusión. Resulta que aplauden el destoreo atroz de Castella y Ortega ahora es cursi. No hay por dónde cogerlos aunque está claro que ese grito extemporáneo es para arrastrar a los demás compañeros de tendido. A ver quién se atreve a discutir esa memez.
EliminarLa tarde que dieron los picadores fue de una desvergüenza total pero como intento dejar claro en la crónica los responsables últimos son los maestros, como usted muy bien dice.
Saludos
No le quito ni pongo una coma a su crónica, así vi la corrida desde la plaza. Y esta ganadería nos la volverán a colar el año que viene, como si lo viera. Todavía alguno dirá que las protestas de ayer son falta de respeto. Fisgues con los prismáticos a Garrido que miraba hacia el tendido más protestón con cara de pocos amigos. Un petardo, un naufragio completo. Y esos toreros¿no son capaces de anunciarse con otra cosa? Mucha estética la de los dos sevillanos, sin duda, pero vacía ante la ausencia de lo que da sentido a la fiesta: el toro.
ResponderEliminarNo estoy tan seguro de que el año que viene repita esta ganadería porque lo que se vio ayer fue muy malo incluso para los taurinos.
EliminarRespecto a lo de que se anuncien con otros hierros los dos artistas es problemático porque ya sabrá que por ejemplo Aguado no quiere ver lo de Garcigrande ni en pintura.
El que tiene que hacer bueno lo de zapatero a tus zapatos es Castaño. E imagine qué impresión habría causado Luque ante este ganado porque estamos ante otro que se apunta siempre al medio toro y nadie le dice nada.
Saludos
Buenas Rafa.
ResponderEliminarDesgraciadamente estuve allí. Un sopor y una estafa de corrida. Un detalle que vi en la plaza, al inicio de la faena de Ortega, hubo mucho siseo para pedir silencjo como si estuviésemos en Sevilla.Por supuesto dimos unas voces diciendo que en las ventas nadie exige el silencio. El silencio sale cuando aparece el toro. Por cierto tb me do cuenta de los trucos del capote.
Saludos
Hombre, me alegro de no haberme quedado solo viendo esa triquiñuela de la puntita del capote. Estos dos, igual que Morante, son tan buenos lanceando que saben perfectamente llevar al toro por dentro o por fuera. Lo censurable es que a estos torillos los podrían haber embarcado bien, con la panza, porque no tenían ningún peligro.
EliminarNo sé cuántas personas se darían cuenta de eso pero ya le garantizo que los de televisión no porque se deshicieron en elogios.
Saludos
Buenas tardes, como casi siempre, de acuerdo. Posiblemente la corrida más tostón que me he tragado en directo. Respecto a Castaño, cuando los toreros "salen de su liga" ...
ResponderEliminarY las masacres de los de la banda del castoreño es para que se lo hagan mirar sus matadores.
A los matadores les da igual, por lo menos a los de ayer, especialmente a los dos artistas. Si en el cartel está Roca o incluso Castella, hubieran ordenado el picotazo a sus toros viendo que eran de mantequilla. Castaño está acostumbrado a toros teóricamente más duros (teóricamente, insisto) y a él no le exijo tanto porque no está acostumbrado al guante blanco en varas. Pero los sevillanos no tienen perdón de Dios por su desidia y falta de afición.
EliminarSaludos.
Al grano. La corrida, olvidable. Sobre Damián, siento tener razón. No manda, no lleva, no torea. Medios muletazos con postura flamenca. Siempre con el agua al cuello.
ResponderEliminarMadrid es una catástrofe. El aficionado tradicional ha desaparecido, queda el 7 y aledaños que son un estereotipo, un arquetipo. Secuestrado por sus guerras infantiles. Todo lo condicionan a sus batallitas. Los de este lado todo bien y los del otro todo mal. Lo jodido es que algunos saben de toros, pero yo creo que se les ha olvidado.
Saludos
Se les ha olvidado o los han liado y ya no saben con qué carta quedarse. Se echa la culpa a mucho público joven al que se acusa de indocumentado. No sé si será verdad pero lo indiscutible es que nunca en la historia hubo más y mejor material de toros para documentarse que en la actualidad.
EliminarSaludos
Pues lamentablemente nada que objetar a lo que se dice en la crónica y en los comentarios del resto de compañeros lectores. De las más soporíferas y aburridas a las que he asistido en directo...
ResponderEliminarSobre el público de Madrid, coincido también en que la cosa se ha polarizado hasta extremos insufribles. Con un 80% de público de aluvión y quizás me quede corto, más preocupados del gin tonic, el postureo y el subir la foto a redes sociales que a lo que ocurra de verdad en el ruedo. En cuanto se protesta algo con cierta razón, saltan cual resortes a recriminar.
En cuanto al 7... Pues me temo que también perdiendo el norte. Carta verde para medias faenas de muchos diestros que podríamos decir protegidos. Por poner nombres y apellidos: Castella (cuando le obligan a dar la vuelta al ruedo el otro día...), Castaño, Robleño (saliendo al tercio a saludar después de tres avisos), etc.,... Pero luego recriminando eso mismo que aplauden a otros toreros.
Y ya por último, el tema del palco. Orejas completamente devaluadas, y salidas a hombros dignas de plaza de tercera. De la suerte de varas mejor ni hablamos, ya que nos han robado el primer tercio en la supuestamente primera plaza del mundo. Primer puyazo asesino por sistema, sin medir castigo, para luego dar un picotazo y pedir el cambio. Esto en el 99,99% de las ocasiones.
Deseando leer su crónica de lo acontecido ayer. Ojalá todos vinieran a Las Ventas con la disposición de Borja Jiménez.
Saludos desde Madrid,
Rulan
De acuerdo con todo lo que comenta y respecto a la corrida de Victorino nos vemos en la siguiente entrada.
EliminarSaludos