Poco antes de morir, el bueno de Cañabate reconocía que había perdido miserablemente el tiempo en sus quince años haciendo crítica taurina. Decía literalmente 'no siento absolutamente ninguna satisfacción por haberla ejercido y no la echo nada de menos'.
Para quien esto firma, Cañabate pertenece a la trimurti de los grandes críticos del siglo XX. Los otros dos serían Corrochano y Navalón. Añadan si quieren a Vidal y nos sale un póquer de ases. Nuestras razones son dos: escribían bien y siempre aprendías algo leyéndolos. Ésas son las dos claves de una buena crítica taurina. Por supuesto que tenían sus manías, como cualquier aficionado, pero eso no merma un ápice la consideración que nos merecen.
Con los críticos actuales, no se aprende nada y respecto a la forma de escribir se han contagiado del vicio de twitter: frases cortas, muchas veces sin verbo y unidas por puntos. Aquí tienen un ejemplo cogido a vuelapluma del que no les anotamos el autor:
'Plenitud de Perera. Firmeza, seguridad y quietud. Soberbia faena. Obra grande. Se llegó a pedir el indulto para el toro, que embistió con humillación y transmisión. La emoción en cada una de sus acometidas'.
Su lectura se hace insufrible aunque, si se paran a pensar, así escribe cualquiera. Aquel cuarteto de grandes críticos echaba sus reprimendas al público de toros en la línea de lo que decía Fernández Salcedo:
'La crítica ha perdido totalmente su misión orientadora del público, la de contrariarle sus gustos, que es la principal aunque la menos grata. Ahora son muchos los aficionados que ya no leen las reseñas, lo cual hace treinta años era inconcebible, y es porque echan de menos ese tono serio de reprimenda paternal'
Esto lo escribía en 1943. Volviendo a Cañabate, hemos entresacado algunas de sus opiniones sobre el público de toros que iremos apuntando al lado de imágenes de sus cuatro toreros favoritos, por orden cronológico. Éste fue el primero en una foto curiosa porque parece más alto de lo que era:
Es Belmonte en 1916 adornándose en un remate a un toro brocho. Ahí va la primera perla de Cañabate:
'El público es el responsable de casi todo cuanto sucede en el ruedo. Mediatizado por la propaganda o por una crítica excesivamente benevolente e inexperta (...) ha dejado de exigir lo que siempre se había tenido por toreo auténtico'
Él siempre recalcaba que el público había cambiado a peor. Cañabate nació en 1897, ténganlo en cuenta cuando dice que
'el público de mi primera juventud era cruel; el de mi madurez era duro y a partir de los años cuarenta, bondadoso y connivente'
¿Qué diría del público actual?
Belmonte haciendo un quite al picador Cañamero en Madrid. Es el 4 de mayo de 1917 y el toro, de Santa Coloma |
Cree que la causa es el desconocimiento:
'El público se ha hecho más pasivo y mansurrón, como el toro mismo (...) Quizá es así porque es más consciente de lo difícil que resulta entender de toros pero indudablemente también porque entiende menos'
Cañabate se veía obligado a tragarse cien corridas al año por su labor en ABC. Decía que llegaba a la feria del Pilar completamente agotado. Éste es su segundo torero tomando la alternativa:
Se la da Gitanillo de Triana en Barcelona el 8 de marzo de 1931. Va de blanco y oro y se llama Domingo Ortega. El toro fue este 'Valenciano' de Juliana Calvo (lo de Albaserrada que se quedó Victorino). Le pegó esta estocada:
La labor de la crítica era fundamental para Cañabate:
'Pues sí, señores, hay que decirlo todo y no engañar a la afición. Hay que enseñar al público lo difícil del auténtico toreo. Una voz que clamara en el desierto apenas tendría eficacia pero muchas voces aunadas en una verdadera campaña podrían obtenerla'
Un amigo discrepó abiertamente con nosotros en este blog cuando nos mostramos totalmente en contra del indulto a 'Cobradiezmos'. Nos dijo que éramos unos inconformistas y nos recomendaba que cambiáramos de afición. De momento, no le hemos hecho caso. Pero es cierto que muchos aficionados entienden que a los toros hay que ir 'a pasarlo bien'. Lean lo que dice Cañabate:
'La inmensa mayoría de gente que va a los toros, como al cine o a cualquier otro espectáculo, va a divertirse, a pasarlo bien. Y las actitudes frívolas están reñidas con el auténtico toreo tradicional y la seriedad de la fiesta'
Esto lo comenta en una crítica del 1 de agosto de 1965. Fue una corrida en Madrid de Zaballos que, como curiosidad, dio una media de 490,6 kilos:
De ahí a valorar la calidad de una corrida por la cantidad de casquería repartida, va un paso. Sigue el crítico del ABC:
'Este tipo de público está más predispuesto a la mojiganga que a sufrir durante muchos momentos una lidia clásica exigente porque, además, ha pagado un buen dinero por ese espectáculo'
Al hilo de esto, escribía lo que sigue en crónica del 3 de septiembre de 1963:
Su tercer torero fue Pepe Luis, a quien vemos con veintitrés años junto a su madre, doña Concha Garcés:
Se casó con 'El Chico de san Bernardo' y Pepe Luis fue el mayor de sus siete hijos: Rafael, Manolo, Consuelo, Antonio, Juanito y Carmelita. Aquí abajo tienen el homenaje de Pepe Luis a Gallito en el inicio de un kikirikí. Es la plaza de Manzanares en 1944, toro de Albaserrada:
Volviendo al 'Caña', notaba una cierta reticencia del público a lo que decía el crítico, observen:
'Nuestro público es cada vez más permeable a lo que le diga la publicidad y menos conformista con lo que le diga el crítico. Esta es la paradoja: el público de toros es hoy mucho menos dócil y dúctil que antaño, tanto porque se interesa menos por lo auténtico de los toros como porque, de todas formas, opina más. Tarea difícil la del crítico'
Hombre, tarea difícil la del crítico serio que no vive del cuento ni cobra de los toreros. Si vive de esto, el crítico se une a la publicidad y nos hace creer que estamos en el mejor de los mundos y que 'hoy se torea mejor que nunca' ¿Cuántas veces oiremos esto durante la temporada que se avecina?
Y éste es el cuarto torero de Cañabate viendo rodar un condeso en San Sebastián (1968):
Ya lo han identificado: Antonio Ordóñez. Ese mismo año cortó tres orejas y un rabo en la plaza de Murcia. La siguiente foto es de esa tarde frente a un murube de Bohórquez:
Insiste Cañabate en las dos características del público actual:
'A partir de 1939 y hasta nuestros días, el público de toros va progresivamente creciendo tanto en bondad como en ignorancia. Apenas entiende ni exige lo verdaderamente arriesgado y meritorio del arte de torear'
Él asistió a los inicios de la programación sistemática de corridas por televisión. Lo juzga una ocasión perdida porque piensa exactamente lo mismo que nosotros, lean:
'La televisión ha venido a ser un tamiz de la emoción que se debería vivir en la plaza como en ningún otro sitio. La pantalla se ha convertido en una galería para el toreo bonito, un testimonio de la monotonía en que ha caído la fiesta (...) El toreo televisado ha venido a ser un producto más de consumo barato, a no ser que intervenga una auténtica labor crítica en el mismo medio. Ésta es su gran responsabilidad que no siempre ha cumplido como debiera'
Domingo Ortega lanceando. Cañabate tenía treinta y tres años cuando se hizo esta foto (deducimos que es Barcelona) |
¿Qué quieren que digamos de todo lo apuntado por don Antonio? Pues que lleva razón de principio a fin. Lo único que se puede añadir es que esto lo escribió en los años setenta y que actualmente la situación ha ido a peor, como no podía ser menos con tanta mercantilización y tantos intereses espurios alrededor de las corridas.
Nos despedimos copiando una reflexión de Díaz-Cañabate esta vez sobre la fiesta de toros en general, a ver qué les parece. Decirles que esto se lo comentaba a Joaquín Vidal en julio de 1979, más que nada para que vean que está de palpitante actualidad a pesar de los cuarenta años transcurridos:
'A mí no me aburre ni me aburrió nunca la fiesta de toros; por el contrario, me apasiona. Lo que en cambio me aburría soberanamente es esa fiesta que nos impusieron los apoderados y los empresarios después de la guerra, y sobre todo en los años sesenta. Le quitaron el instinto al toro, con lo que el espectáculo perdió emoción; los toreros no tenían personalidad y redujeron su técnica a los dos pases, con lo cual el toreo carecía de variedad y belleza'.
'Yo había conocido la etapa anterior, la de los grandes maestros, con el toro íntegro y de casta, y, por tanto, no me podía gustar lo que vino después. Así que vamos a precisar: soy un enamorado de la fiesta de los toros; no de este sucedáneo'.
Amén.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Interesantísimo post Rafa. Cañabete un grande sin duda, los jóvenes deberían devorar los libros de los clásicos. Yo lo hago.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con los cronistas que citas, pero para mi, por encima de todo, Joaquín Vidal. Por el concepto que defiende, la rigurosidad en la crítica, la ironía y su humor divertidísimo y afilado y su calidad literaria. Además es el cronista más odiado por los profesionales (incluso por encima de Navalón) eso es un mérito, sin duda, jajaja...
En la actualidad el panorama es peor que desolador. La prueba es que uno acude exlusivamente a los blogs (como este) y portales de aficionados (que no viven de esto) para saber "realmente" lo que ha sucedido en un festejo. Nula credibilidad de la crónica "profesional". Sólo se salvan algunas contadísimas excepciones como Barquerito (tiene cierto rigor) y Andrés Amorós, que diga lo que diga es un placer leerle por lo bien que escribe.
El tema da para una tésis.
Gracias. Coincido con lo que alabas de Vidal. Y, además, su costumbre de no mezclarse en absoluto con nada que tuviera que ver con el mundillo taurino. Ignoro si alguna vez tuvo algún problema serio a la salida de algún festejo -ya nos entendemos- pero no dudo de que hoy, con tanto interés económico de por medio, lo tendría.
EliminarExcelente su libro con recopilación de crónicas que recomendamos a todos los aficionados jóvenes:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/04/09/actualidad/1333985922_222735.html
Eso que dices de huir de la crítica oficial y refugiarse en blogs es tan verdad que debería hacerles reflexionar. Respecto a las excepciones que citas, de Amorós no puedo hablar porque no lo he leído tanto como para opinar (que escriba bien, se le supone porque figura como 'ensayista, crítico literario e historiador de la literatura').
Barquerito es demasiado complaciente con toros y toreros. Está viciado también por el twitter y las frases cortas y absurdas. Pero es que además cada vez es más retórico y redicho, con lo cual sus crónicas me resultan bastante insoportables. No tiene nada que ver con el Barquerito de Diario 16 cuando compartía tribuna con Posada y con Castro. Aquí te pongo un ejemplo de lo que digo donde habla de Juan Mora (leer esto resulta muy fatigoso para mi gusto):
"La fortuna: primero, la mano derecha, sin que el toro rompiera en serio, sólo que seguía el engaño bien templado; y luego, la que fue, casi de sorpresa, la mano buena, la otra. Se aplomó el toro un poco, pero, dócil, humilló y, embebido en los vuelos, hizo el semicírculo enroscado. Muy despacio entonces Juan. Inteligente la solución de torear en un solo terreno, entre rayas y tablas. Ni un metro más. Detalle privativo de maestros".
Saludos cordiales.
Enhorabuena por hacer algo de "justicia". Cañabate para mi gusto fue muy superior y con el q me identifico mucho mas q con a. navalon o con corrochano del cual admiro su estilo y literatura, pero para mi no es comparable a ninguno de los anteriores. Cañabate fue como su primo garrigues un fenomeno y quizas fuese su primo en abc en su muerte quien mejor lo explico.
ResponderEliminarGracias rafa y acertadisimo hablar del Caña en estos años de toros escachifollados e indultados.
Por cierto, dice verdad con lo q dice del publico y es cierto el inicio del articulo como tambien lo es q sus mejores momentos fueron en una plaza de toros.
El hombre q describio a un buen numero de los personajes del planeta de los toros, un torero y un intelectual. Y el hombre q vio claro y primero el problema del toto, ls falta de personslidad o el ribo de su verdadera casta.
Gracias. Cuando murió, el titular fue 'muere el escritor costumbrista y crítico taurino...' No sé por qué pensaba que usted sería corrochanista dada su pertenencia al partido gallináceo.
EliminarEfectivamente, Cañabate fue azote del toro dócil y descastado. Decía que 'hoy se hacen perrerías con los toros, que es algo que se lleva a cabo con ese animal doméstico que es el perro'. Y fue también azote de cordobesistas ('ese cómico disfrazado de torero').
Mire esto que decía sobre su paisano Cavia porque le gustará: 'Mariano de Cavia es uno de los pocos grandes escritores que se han ocupado de la crítica taurina. Pero, con su sabrosa amenidad y estilo, hace más y mejor literatura que crítica'.
En la entrevista que le hizo Vidal antes de morir se lee entre líneas el gran respeto que tenía por Cañabate. Entró en la crítica taurina del ABC por un artículo que hizo sobre Baroja y Gallito que gustó mucho a Luis Calvo. Lo estoy buscando pero, de momento, no lo encuentro.
Saludos cordiales.
En sus alrededores se percibian los comienzos de un bullicio que se sentia aumentar por momentos. No tenia aun 20 años. Mis ojos todos los dias descubrian risueños horizontes desconocidos. Uno de los mas luminosos eran las corridas de toros. Las estocadas, la bregs, los pases de muleta de vicente pastor se me aparecian como el espectaculo de los crepusculos matutinos y vespertinos, siempre igual y siempre distinto. Nunca me defraudaba. Era fiel como las enamoradas de verdad. !AQUELLOS MOMENTOS DE LAS estocadas de vicente pastor! Momentos de una emocion tan estremecedora como los instantes de amor. Vicente pastor se perfilaba para entrar a matar. Mi tierno corazon palpitaba con fuerza, con la misma fuerza q cuando la novia avanza hacia mi al doblar la esquina de su calle. La figura del gran matador madrileño no era armoniosa ni sandunguera. Era recia, maciza fuerte. Vicente padtor se perfilaba en corto. D alfredo sanz me aleccionaba: "ves, asi, a esa distancia se perfilaba frascuelo. Es la distancia justa para matar en lo alto. La mano q sostiene la espada a la altura del corazon. La muleta baja para empapar bien la cara del toro. Los ojos fijos en el morrillo."....
EliminarCañabate, al final de su años recordaba como mataba vicente pastor. Te lo paso porque te gustara saberlo. Gracias una vez mas por hacer justicia.
Lo que parece no recordar el bueno de Cañabate es el saltito que pegaba Pastor al entrar a matar. Para algunos era un alivio, para otros, un mérito. Nos hicimos eco de ello en nuestro blog a partir de lo que decía Corrochano. Pero no creemos que lo haya llegado a leer El Juli. Puede consultarlo aquí:
Eliminarhttp://toreoenredhondo.blogspot.com.es/2014/02/el-julipie-de-vicente-pastor-una.html
Volveremos con Cañabate, no lo dude. Pensábamos ir también con Navalón pero se nos ha acabado el invierno y ha quedado aparcado de momento.
Saludos.
Deberiamos distinguir cuando se trata de una "medidina" como el 0aso atras y cuando es un vicio y cuando no es ni mas ni menos q no saber matar. Lo de pastor era una "medisina" como a veces tambien las tomo un genial torero en sus lagartijeras.
EliminarPor cierto, q el salto de pastor poco tiene q ver ni con la altura ni con la longitud de los plus marquistas modernos q optan por esta indecorosa forma de matar por gravedad y aplastamiento. Dicho sea de paso, se te ha olvidado poner el enlace a la foto del super canales matando.
No obstante, cañabate sigue describiendo aquellas estocadas de su idolo de juventud y del q mandaba en españa, con permiso del rey, como decia la chata.
Deduzco que el que mandaba en España era Nicanor ¿no? El que dejará a El Juli como un aprendiz en lo del salto es el novillero Manolo Vanegas, alumno aventajadísimo. Y Cayetano no acaba de depurar su estilo en plancha.
EliminarLo del paso atrás se ve que lo hacía Lagartijo para darse una especie de impulso. Rafael Ortega lo censuraba.
Pero, oiga ¿usted cree que interesan a alguien todas estas zarandajas que nos traemos entre manos usted y yo?
Saludos.
Sigue cañabate diciendo:
EliminarVicente pastor, bien seguro sobre las piernas poderosas avanba. Por la plaza se extendia el silencio. Fugaz la carrerita del torero. Feugaz pero penetrante.se ahonda en nuestra emocion. Nos traspasaba la angustua. Ya el torero iba a tropezar con los cuernos. ¿los salvaria? El segundo tiempo del volapie lo consumaba. Quedaba el tiempo final, la salida por el costillar, que tenia q ser airosa, mezcla de ligereza y reposo, muy dificil de obtener. Cuando estos tres tiempos se realuzaban sin defectos gozabamos la plenitud de la suerte de matar, tan sabrosa de ver como de gustar el beso de la amada.
Asi, ni mas ni menos.despues de esto se comprendera q terminaramos uniendonos, en union indisoluble, con ls fiests de los toros. Mas de sesenta años hace q vivimos juntos.
Decia cañabate y por eso y otras no tiene comparacion: d eugenio ( habla de eugenio d ors - dio de lleno en el clavo. Yo la gozaba escribiendo narraciones del planeta de los toros y, cuando me entregaban unas pesetillas por ellas, me daban ganas de rechazarlas diciendo al cajero del periodico:no no de ninguns manera, digsle usted a la empresa de mi parte q tengo mucho gusto en regalarle mi colaboracion". Creo firmemente en esto q se notaba sin expresarlo con palabras. Y lo creo porque asts es la hora en la q todavia, con los años q llevo llenando cuartillas, no he podido comprarme un seiscientos.
que personaje.
Rafa, realmente no creo q haya muchos interesados, quizas solo usted o ni usted pero la gran educacion le hace responder. Gracias. El q manda en españa era alfonso xiii, es una parte del romance de la infanta isabel la chata en los toros, se lo aclaro. Cañabate como la chata, fueron de vicente pastor. Y ez curioso como a en 1976 cañabate al hablar de toros se acuerda de aquellos años y de la estocada. Fue un fenomeno, en el cossio dejo clara su postura y la deriva de nuestra querida fiesta.
Tenga por seguro que me interesa mucho todo esto, aparte de la educación. Pensé que usted se refería al que mandaba en la estocada, por eso se me fue la mente a Villalta, ni caí en que la pista estaba en La Chata.
EliminarSobre la deriva de esto, ya leerá mañana otra entrada que he preparado sobre nuestro amigo, a ver qué le parece.
Cuento las horas, y m gracias nuevamente.
EliminarHay una anécdota de Cañabate que les comento aquí, fuera de la entrada, porque no es muy taurina que digamos. Y la pongo porque la contaba el propio 'Caña' (espero que no moleste a alguna de nuestras lectoras, si las hubiere).
ResponderEliminarResulta que con veintipico años se fue a un piso de Madrid donde se habían instalado unas señoritas francesas que hacían felaciones previo pago. Dice que acudió 'porque esas cosas no las hacían las españolas'. Al llegar, había lista de espera y le adjudicaron el número 34. Pues resulta que cuando estaba sentado esperando, le tocaron en el hombro y un señor bastante mayor que él le dijo 'joven, haga el favor de cambiarme la tanda que mi tiempo es mucho más valioso que el suyo'. Cañabate lo identificó y le cambió su 34 por el 55.
Era don Santiago Ramón y Cajal.
Avisamos a los amables lectores de esta entrada que hemos añadido un par de recortes del ABC donde Cañabate amplía sus comentarios sobre el conformismo del público y sus ganas de divertirse.
ResponderEliminarUna de las cosas que más me molestan de la crítica actual es que ha pervertido el lenguaje. Han creado una neolengua basada sobre todo en el punto de vista del torero, el cual es legítimo pero parcial. La mayoría de los críticos han asumido el punto de vista del torero pero al exponerlo ellos lo que han hecho es convertir una visión relativa en la visión absoluta. Por ejemplo, suelen catalogar como "bueno" al toro que es solo "bueno para el torero" (noble, clase, etc.), de manera que parece que ese toro es el realmente bueno, cuando no ha tenido todas las condiciones que definen a un toro bravo (casta, fiereza, afán de lucha, bravo en varas…) y al que podríamos definir como realmente un "buen" toro, teniendo solo las que interesarían al torero (nobleza, obediencia…). Así, han acabado por imponer que ese es el buen toro, cuando solo lo es para una de las partes de la fiesta. De esta manera que un toro que obedece, dócil, blando, tonto es lo que se considera un buen toro, el toro bueno, así sin más. Solo hay que ver las retransmisiones televisivas, donde los toreros suelen comentar y afianzar esa visión. De manera que el toro que da pena es lo que ellos consideran un buen toro, algo que va contra la fiesta, ya que ese toro que da pena es el que más antitaurinos crea, el que da lugar a decir que el toro está indefenso, etc. Lo cual es verdad, porque salvo excepciones, en manos de un torero un poco espabilado ese toro no da la sensación de peligro y si no genera peligro es cuando parece indefenso, etc. Y el otro día al parecer Manzanares dijo que no quiso matar al toro de Illescas porque le daba pena. Lógico, es que ese animal da pena: y si encima colabora y no pelea, es normal que le de pena matarlo, ya que ha obrado junto a él y no contra él. El toro ya no es la adversidad que el torero ha de superar mediante el valor y el arte, sino un colaborador con el que crea formas. Es lógico que no quiera matar a ese toro artista, ya que el artista no es lo sacrificado en la obra de arte. Lo sacrificado es la materia y ese es el papel que antes cumplía el toro. Pero si desde hace tiempo el toro es también artista, es por tanto creador. De manera que, ¿cómo lo vas a matar? Sería como si un bailarín matara al otro al terminar el baile, lo cual es absurdo, ya que su obra es una colaboración y no un enfrentamiento. Al haber eliminado el factor lucha no se dan cuenta de que nos llevan de cabeza a la corrida sin muerte. Que oye, que a lo mejor hay gente a la que le gusta, pero que lo digan claramente y se dejen de apaños, para que los que preferimos el otro rito lo sepamos. Desde luego, desde mi punto de vista no está justificado matar a un animal que “colabora”, que es "bueno", lo que se confirma con la actitud de Manzanares del otro día. Y que creo que está en el fondo de la indultitis que padecemos. la gente, el público, ve que el toro ha sido “bueno”, un alma de cántaro que ha colaborado con toda su clase, sus ganas de colocar la cara, su nobleza, etc., y es normal que no quieren que muera.
ResponderEliminarEs tremendo además como los toreros van dando razón a lo que los aficionados suelen decir: toda la vida diciendo que sus toros dan pena para que al final lo digan también ellos. También se decía que sus animales eran gatos y ahora ellos nos dan la razón diciendo que, efectivamente, sus toros gatean. En fin, todo esto daría para un artículo entero. A ver si me animo, aunque de momento lo mío es la fotografía. Si alguna vez queréis echarle un ojo, aquí os dejo el enlace. Todo sea por divulgar esto.
http://www.poresasplazasdedios.com/
Un saludo,
José Cepeda
Estamos de acuerdo al cien por cien. Si es lector de nuestro modesto blog lo habrá podido comprobar. Respecto a lo que dice del toro bueno o malo, lea aquí lo que pusimos que dijo Unamuno en su día porque coincide con usted:
Eliminarhttp://toreoenredhondo.blogspot.com.es/2017/01/cobradiezmos-en-la-niebla.html
Sobre lo de los indultos, también de acuerdo, recuerde nuestra opinión aquí:
http://toreoenredhondo.blogspot.com.es/2016/11/indulto-al-toro-de-lidia-si-o-no-no.html
Y lo de Manzanares en Illescas no tiene nombre. Esa bonita localidad ha pasado en seis meses de ofrecer un espectáculo ciertamente presentable con los victorinos a un vodevil lamentable con una ternera en el ruedo y un 'maestro' que se niega a matarla por pena.
Pues ojo porque acaba de abrir la espita para que otros 'matadores' dejen de serlo por pena. Así se ahorran el entrar a matar y salen al día siguiente en los papeles cn otro triunfo no de la Tauromaquia sino de los taurinos acomplejados que intentan hacer la pelota a los animalistas. Al tiempo.
Un saludo cordial.
Totalmente de acuerdo sobre el neolenguaje. Lo peor de todo es que se ha transmitido al aficionado. Ahora el aficionado valora al toro en función de si es "fácil" (bueno) o si "molesta" (malo) al torero. Incluso si "coloca la cara"...como si el aficionado fuese el que se tiene que poner delante. Eso sin duda es responsabilidad de las retransmisiones televisivas en especial de Canal Plus.
EliminarSobre el futuro. Parece que vamos a una corrida incruenta (sin muerte ni puya...) con pitones afeitados o embolados (como Portugal). Sin sangre del toro ni del torero. Conmigo que no cuenten, el día que eso pase me hago militante del PACMA.