Para calificar sus actuaciones, era habitual lo de 'valentísimo', 'honrado', 'se la ha jugado', 'muy en torero', 'lo dio todo'... Se le conocía como el legionario de Las Ventas, cosa que le molestaba bastante. Decía en esta entrevista que él era un torero y no un legionario, 'pero como sé que lo decían con admiración y respeto...'
Mató todo lo que nadie quería. Decía que toreaba perros ante los que había que tener 'dos c... para ponerte delante y aguantarlos, eran del tío Picardías'. En esta imagen de 1975 lo vemos ante uno de Jaral de la Mira (todas las fotos que hemos encontrado por casa son de Botán). La anunciada de Cuadri se rechazó entera y se sustituyó por dos hierros de la empresa, el citado y El Pizarral. Sánchez intentó sacar petróleo de dos toros con sentido y sufrió varias volteretas sin consecuencias:
El titular de Zabala padre fue éste:
Hablábamos de él en nuestro modesto blog cuando salió la ganadería de Luciano Cobaleda en la serie que dedicábamos a los patasblancas (recuerden aquí). Puede que haya sido la vacada más temida en Las Ventas desde su inauguración. Sánchez estuvo presente con ella más de una vez, ahí lo tienen:
Esta vez el titular fue éste:
En la crónica, Zabala dice que los toros no desprendían el aroma de la bravura sino olor a quirófano. Resulta que el bueno de Raúl los había visto por casualidad en el campo:
'Con los tres Bienvenida fuimos a la finca de Luciano Cobaleda. Sabíamos que tenía una corrida para Madrid y alguien dijo de ir a verla. Cuando llegábamos al cercado, Antonio ni se bajó del coche. Dijo: '¡madre mía!' Como yo solía torear en la inauguración de la temporada, tenía la mosca tras la oreja pero me aseguraron que esa corrida no era para entonces y menos estando ya anunciado Bernadó. Menos mal porque yo pensaba 'pobre desgraciado el que tenga que matar esto'. Pues fue la de inauguración para mí, para Bernadó y para el pobre Antonio Rojas, que no pudo confirmar la alternativa porque fue directo a la enfermería'
El toro lo atropelló de salida tras regatearlo sin parar y terminó pisoteándolo y buscándole el cuello sin encontrarlo. Vean:
Sánchez anduvo entre los pitones aunque visto lo que está saliendo en los últimos años en Madrid, habría que revisar eso de 'pavorosos':
Aquí abajo tienen algunos de esos pitones, nada que ver con las encornaduras antediluvianas que salen hoy por chiqueros y que provocan la ovación de algunos incluso cuando el toro se para en la raya y no han calibrado aún el trapío (porque el trapío no son los cuernos, lo hemos repetido hasta la saciedad):
A la verónica la misma tarde de los lucianos:
Lo de legionarios se aplicaba a los toreros del verano madrileño, los de las corridas que Casas eliminaría si pudiera. Hoy ya no son tan duras como en aquella época ni de lejos.
En agosto de 1977 nuestro protagonista pasaportó un sexto toro de Luis Albarrán que anunciaron con 675 kilos. Tiempo después, Livinio le confesaría que no quisieron poner en la tablilla la verdad, que era 726 kilos. Fue un camión de carne mansa que se movió poco y al cual mató con decoro llevándose una ovación.
Relacionado con esto, hace poco hablábamos con un picador conocido por todos ustedes. Le afeábamos el fraude habitual, consentido por los presidentes, en el peso de los caballos. Nos respondía que él estaría de acuerdo en acabar con ello 'cuando salgan en Madrid los toros con su peso auténtico en la tablilla porque muchos que anuncian con 570 kilos pasan de 600'. Si esto es verdad, ya ven que el engaño no es de ahora.
Sánchez toreó dos veces seguidas en julio de 1974. Cortó una oreja a este sexto saltillo de Charco Blanco el día de san Fermín (precisamente con estos saltillos debutó Simón Casas de novillero en Las Ventas). Véanlo al natural agarrando el palillo por el centro:
El tercero lo cogió dos veces. El titular vuelve a confirmar que iba siempre a la guerra:
Esa oreja cortada provocó su repetición días después. Esta vez fue ante toros de Camaligera. Otra cogida sin sangre y otra oreja.
En octubre volvieron a contratarlo para matar más toros de Camaligera con dos sobreros que salieron de El Pizarral y María Teresa Osborne. Lo de Camaligera era de Marín Marcos, una mezcla de Clairac y Albaserrada.
Precisamente el 11 de agosto de 1974 había corrida en Céret con toros de Marín Marcos. El director de lidia iba a ser el portugués José Falcón, quien en su día tuvo que salir huyendo de su país por saltarse la ley y estoquear un toro. El valentísimo diestro cambió la corrida ceretana por presentarse en Barcelona ignorando que iba a una cita con la muerte.
El toro Cuchareto, de Hoyo de la Gitana y de 506 kilos, le partió la femoral del muslo izquierdo cuando toreaba al natural echando la pierna adelante:
Murió en la enfermería. Se acababa de casar con Rosa Gil, de la Casa Leopoldo del Raval de Barcelona, y un mes después de la tragedia nacía su hija Carla, que nunca conocería al padre.
En octubre, como decíamos, se montó en Madrid un homenaje al difunto maestro con un mano a mano entre dos que eran tan valientes como él: Raúl Sánchez y El Hencho, que ese año había salido a hombros y era ésta su quinta tarde consecutiva en Madrid. Pero en el primer toro dejó media estocada a cambio de una cornada entera con el toro estrellándolo contra la madera, aquí la tienen:
Fueron 20 cms. en la ingle que afectaron el peritoneo además de la rotura de un dedo. Sánchez se quedó con cinco toros para él solo. Su balance fue de tres ovaciones, fuerte petición con dos vueltas y la oreja de este quinto:
El titular nos remite a lo ya sabido (a pesar de la falta de ortografía):
Su toreo podría resultar tosco pero se pasaba los toros muy cerca. Cedemos la palabra a Vidal:
Observen su muleta plana mientras tira de un encinas de Galache:
Sus estocadas serían ejemplares hoy en día cuando nos han aburrido con tanto alivio y tanto ratimago. El toro es de Campos Peña:
Esta otra, a uno de Camaligera, sin pegar el telonazo, sin saltar, sin cerrar los ojos, sin alargar el brazo para darse ventaja...¡excelente!
Como fin de fiesta hemos rescatado del ABC esta estocada a otro de Luciano. Es de septiembre de 1979. Ya ven dónde ha echado la cara el toro y, a pesar de ello, el maestro ha dejado casi media en todo lo alto:
Ese toro pesó 465 kilos y nadie se quejó de su lámina (hoy los pitos empezarían nada más ver la tablilla).
Han leído el pie de foto, ¿no? Aquella tarde El Lupas le gritó desde el 7:
'¡OLE LOS TOREROS HONRADOS!'
El bueno de Sánchez, ya retirado, decía siempre lo mismo:
'Yo quise ser torero pero me quedé a mitad de camino'.
Quizás como torero puede ser que tuviera razón. Pero como matador de toros, hemos querido dejar claro con nuestro homenaje que Raúl Sánchez Herrero no fue un legionario sino el jefe de todos los centuriones de las legiones romanas sin que aceptemos discusión al respecto.
No olviden que les escribimos desde la Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco, capital de la gran provincia Tarraconensis.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Que bien suena eso de"emoción en el tendido"Torero de valor,valorado por críticos y aficionados y fuera de órbita para público y empresarios Nada nuevo bajó el sol.Gracias por el entretenimiento
ResponderEliminarSaludos José I.
Gracias a usted por leerlo. Sobre la emoción en el tendido le remito a la próxima entrada. A ver si la tesis que sostengo allí la compartimos.
EliminarSaludos.
¡Ave, estimado Rafa! :
ResponderEliminarGracias por la entrada.Los que no conocimos a Raúl Sánchez, así le recordaremos.
Carlos. CTP Pamplona.
¡Ave, morituri te salutant! Morituri son los aficionados a toros, de los que hablaremos mañana en la próxima entrada.
EliminarSaludos.