lunes, 10 de abril de 2023

Y BELMONTE LLORÓ

Este viernes será su cumpleaños. El 14 de abril hará 131 años de su nacimiento. Para nosotros ese día no es el de los vítores a la Segunda República como nos bombardearán desde los medios de comunicación sino el del ¡Viva Belmonte! como contábamos en esta entrada.

Para felicitar a Terremoto hemos echado mano de la tarde de su mayor triunfo en Madrid. Fue el veinte de junio de 1920 apenas un mes después de la muerte de José. Su memorable éxito le granjeó esta portada de La Lidia:



Para titular la entrada podíamos escoger entre tres curiosidades que tuvieron lugar en el mismo festejo: los puñetazos que soltó el maestro al final a los que se acercaban a él entusiasmados, el rabo que cortó o las lágrimas que bañaron sus ojos en el callejón tras la vuelta al ruedo con los máximos trofeos.

Nos hemos decantado por lo lacrimógeno ya que dice mucho de Belmonte como persona. Y eso que no es la primera vez que sabemos que lloró, aunque sí en público (recuerden aquí, cuando estaba jugando a póker). Además su desconsuelo no es una leyenda urbana sino que esa emoción del diestro no pasó desapercibida para varios de los que comentaron la corrida al día siguiente, como veremos después.

Estamos en la antigua plaza de toros de la carretera de Aragón, ésta que ven aquí abajo. Se anuncian toros de don José Bueno, antiguo Albaserrada, para Curro Martín Vázquez, Juan Belmonte y Diego Mazquiarán Fortuna. Aunque Bueno compró oficialmente la ganadería a la viuda unos meses después, en la prensa de la época figuraban los toros ya a su nombre.



La historia de aquel tratante de cerdos que fue el señor Bueno y que empezó con toros veragüeños de Trespalacios la contábamos en esta entrada a cuenta del hierro que llevaría el primer toro que se lidió en la plaza de Céret. Nos planteábamos allí si pertenecería a su nueva ganadería con lo del Marqués o venía de lo que tenía anteriormente, ya lo leerán.



Corrochano estuvo en la finca donde el mayoral de Albaserrada tenía apartados los toros, cerca de Utrera. Estaba preocupado porque no sabía si pasarían todos el reconocimiento ya que consideraba que quizá en Madrid los verían con el trapío justo. El crítico lo tranquilizó y le dijo que eran todos tan parejos que o aceptaban toda la corrida o irían los seis para atrás. Llegaron a Madrid un mes antes. Aquí tienen a uno de ellos en un ayudado por alto del trianero:



Por cierto, cuando Corrochano contaba esa visita a la finca, aprovechaba para comentar algo que puede estar de actualidad aunque lo escribiera hace 103 años. Lean:

'A Madrid vienen los toros por sus arrobas y no por su nota; habría que pensar si sacrificamos algunas arrobas de carne que sólo pueden interesar al contratista a cambio de bravura. Esto no es elogiar el toro chico sino protestar contra el toro grande, pasado, preparado en exceso, que no es ágil y no resiste una lidia tan movida y complicada como esta lidia moderna. La edad es más importante que el peso. En el toro de lidia, lo sustancial es la edad y el tipo'

Hubo una buena entrada pero la plaza no se llenó. Los de Albaserrada reciben alabanzas de tirios y troyanos. En todas las publicaciones que hemos rastreado los ponen como bravos, bien presentados, con codicia, con poder y con temple. Todos negros, tomaron veintiséis varas, dieron quince caídas y mataron siete caballos. Dicen que fue la mejor corrida del año. Este es Jardinero en la muleta de Fortuna:



Merece una mención especial el picador Catalino, que se encargó del segundo toro de nombre Toronjito. Aquí tienen un dibujo de su actuación en la primera vara cuando fue derribado:



El primer toro noqueó a Curro Vázquez en la faena de ahí que Belmonte matase cuatro al final del festejo. Aquí se lo llevan con conmoción cerebral, erosiones en una pierna y un hombro magullado:



Destacaremos que el trianero mató los cuatro de tres estocadas y un pinchazo hondo. Precisamente ese pinchazo, que fue casi una corta, acabó con este primero de Vázquez ya que le acertó en una vértebra y lo descordó. Sabemos que Belmonte no está en la lista de grandes estoqueadores pero esa tarde pasaportó a los otros tres toros con gran eficacia: estocada contraria, otra baja (tras la que el diestro se dio públicamente una fuerte bofetada) y una media en las agujas que fulminó al que cortó el rabo. 

Fortuna sí que era un matador de muchos quilates y al sexto toro le pegó una estocada sensacional, de las suyas. Corrochano dijo que era de ésas que todavía mantienen, aunque con tibieza, la afición a la suerte de matar. Imaginen lo maltrecha que está esa afición a la estocada en la actualidad cuando ni los propios críticos paniaguados parecen tener otro interés que ver la espada enterrada en las carnes del pobre toro. Este es Fortuna, de quien hablábamos aquí explicando los cuatro tipos de matadores que hay. No salta y la cabeza está a la altura de la mano derecha porque está matando el toro con el pecho, como decía Jaime Ostos (recuerden aquí):



A Belmonte se lo criticaba por derechista. Se decía que desde que cortara una oreja en Madrid a un toro de Murube en la Beneficencia de 1915, la mano izquierda se la dejaba olvidada en casa. Quien más cargaba contra él con esta monserga era don Pío, el comandante del partido gallináceo.

Pues en esta corrida triunfal las crónicas coinciden en que toreó muy bien al natural. Se habló de que su muleta había sido un trapo milagroso.



En el tendido del 2 hubo bastantes que agitaban los bastones hacia el palco de don Pío, quien no terminó agredido de forma casi milagrosa. No obstante, no le dolieron prendas al escribir esto al día siguiente: 'aunque yo fuera el más obcecado antibelmontista, tras lo de esta tarde no tendría más remedio que sentirme preso por la admiración hacia Belmonte'.

La faena a ese quinto toro desató la locura. Se llamaba Flor de Jara, tomó cuatro varas y mató un caballo. Belmonte cortó dos orejas y rabo como decíamos antes y en la vuelta al ruedo arrojó los trofeos al tendido del 4.



Cuando terminó de recoger los aplausos y entró en el callejón no pudo resistir más y rompió a llorar con un nudo atravesado en la garganta. Corrochano dice que 'el público se ensañó tanto con él aplaudiendo que le hicieron llorar de emoción... vaya esto por las veces que la emoción de su toreo hizo llorar al público'. 

En El Imparcial, Barbadillo escribe esto:



Los de La Lidia también se dieron cuenta y esto escriben en su hebdomadario:



Y Clarito en El Liberal también lo vio:



Corrochano, a pesar de tener todavía vivo el recuerdo de Gallito, escribió:

'Como Belmonte no tiene rival -¡ay, Joselito!- y la rivalidad es la salsa de estos caracoles, se ha buscado un competidor en sí mismo. Sale un toro y queda bien pero en el siguiente va a mejorarse, a borrarse a sí mismo, sin tenerse compasión. Se ha transformado en un adversario terrible para él mismo'

Ya pueden suponer que los panegíricos al día siguiente hablaban de ídolo popular, árbitro del toreo, incomparable, inconmensurable, inenarrable maestro, Don Juan El Único, eclipse de los astros del cielo taurófilo, mago de la torería, Su Santidad Juan I, público ebrio de júbilo, aficionados borrachos de toreo...

Lagartijo, Guerrita, Bombita y Gallito lucían con el toro duro, bronco y difícil. Belmonte, no. Pero los de Bueno salieron pastueños, bravos, dóciles, nobles y dejándose torear y ahí es donde este diestro es único en su modo de estar y causa entusiasmo (sic en La Acción). El citado Don Pío dijo que le habían salido sus toros pero que 'los toros ideales son para los toreros ideales'.



Aquella tarde estuvieron muy bien Magritas y Maera a los que en el ABC se dedicó un artículo especial tres días después. Recuerden que hace poco hablábamos de las malas lidias que resabian a toros que causan pánico a las cuadrillas, como son especialmente los de Reta y los de Cuadri. Pues fíjense ustedes en la alabanza que hacía Corrochano a la lidia de Maera con el capote:

'Cuando sale ese toro difícil y peligroso al cual casi todos torean de pasada tirándole el capote, lo que hacen es aumentar las dificultades porque el toro se entera de que detrás del capote hay un hombre que huye. En esas situaciones, hemos visto numerosas veces a Maera llegar a un terreno donde el primer sorprendido es el toro pues no sospecha que alguien pueda llegar hasta allí. Y Maera le da con el capote en la cara, espera la acometida terrible, aguanta las cornadas y deja que el toro descargue su furia en la tela. Con ello no solamente corrige defectos del toro sino que va advirtiendo al matador de lo que hay que hacer'

Éste es el trianero Maera cuando quiso volar solo. Tomó la alternativa pero se malogró porque en tres años unas fiebres se lo llevaron por delante antes de poder demostrar que habría sido un grande:



Antes de irnos, digamos que lo de los puñetazos que comentábamos más arriba fue porque al finalizar el festejo, el maestro se zafó de malas maneras de los que querían sacarlo en hombros. Salió por su propio pie.



Hay una última circunstancia que no vamos a dejar pasar de largo. Viene al pelo por las tabarras que nos suelen dar hoy en día los toreros con sus faenas interminables.

¿Saben ustedes cuantos pases dio Belmonte en los cuatro toros que mató ese día de su mayor triunfo? ¡Sesenta en total! Y como estuvo muy certero con la espada tal como contábamos antes, liquidó los tres que lidió enteramente en catorce minutos.

En la Copa Chenel, sesenta pases los da el menos pintado en una sola faena. Esta corrida de Belmonte duró ochenta minutos. La última de la Chenel, dos horas y cuarenta. Nosotros creemos que Cataclismo se quedaría dormido con Telemadrid antes de la muerte del segundo toro, ¿no les parece?

Nuestra entrada por el cumpleaños del maestro ya ven que nos ha permitido divagar sobre diferentes cuestiones. Igual que Rafael dijo aquello de 'me falta el pobre Salvador, aquí a mi lado', Juan lloraba en el callejón porque le faltaba José. Las lágrimas eran por él.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

10 comentarios:


  1. Me ha gustado mucho la entrada.

    Apunto en mi memoria:

    - que en 1920 se le considera revolucionario claramente a Belmonte.
    En la actualidad es difícil escuchar “revolución belmontina”
    La ligazón del toreo en redondo y “ el hilo del toreo” parece lo ha borrado todo.

    -creía que la mejor faena de Belmonte era la de 1917 a uno de Concha y Sierra-“Barbero”-en Madrid.

    Las crónicas- la que recuerdo de Corrochano- hablan de la ligazón de la faena (sería ligazón de natural y el de pecho, pero entiendo que de una forma asombrosamente en continuo).

    -en cuanto a la cortedad de la corrida en tiempo, supongo le dirían a usted que no es lo mismo torear en redondo ligando que el toreo cambiado de Belmonte, que cada tipo de toreo precisa una duración distinta.
    ¿No se abusa en demasía de tanta distinción del toreo natural y cambiado olvidando simplemente lo qué es torear?

    Son apuntes a vuela pluma que se me han pasado por la mente, puede que tengan fundamento flojo o incluso no lo tengan pero la lectura placentera de la entrada me los ha provocado.

    Un saludo.

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    1. El placer es mío al ver que ha echado un rato entretenido leyendo el texto.

      Sobre la mejor faena de Belmonte hay división de opiniones, con la diferencia de que en ésta que he comentado a las alabanzas se sumó don Pío quien, como comandante del partido gallinaceo, siempre le escatimaba los elogios.

      Lleva razón en lo que dice de ligar porque en una de las crónicas que he rastreado hablan de que quedaron maravillados al ver que Belmonte con la izquierda ligaba varios naturales girando simplemente los talones para rematar con el obligado de pecho. Eso causó sensación.

      Y respecto a la tabarra que dan hoy los diestros con sus interminables faenas, no creo que sea cuestión de técnica al torear sino que se ponen pesados y no hay más que hablar. El propio Pepe Luis hijo decía que le daba mucho coraje pensar que alguien en el tendido estuviese comentando que él se estaba poniendo pesado al torear. Me temo que hoy en día no hay ningún torero que tenga esos escrúpulos.

      Saludos

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  2. Buenas Rafa .

    Yo soy de los que piensa que la amistad ente Belmonte y Gallito fue muy sincera y por lo tanto no me extrañan esas lágrimas del primero . Realmente los dos se tenían que agradecer cosas , Belmonte a Gallito porque si este hubiera querido se lo hubiera quitado de enmedio a las primeras de cambio eligiendo ganado más difícil , donde el era muy superior, y Gallito a Belmonte pues le ayudó a no quedarse en solitario en la cúspide y por lo tanto repartirse las críticas de la afición . Yo por eso no creo mucho en lo de la revolución Belmontina .

    Saludos

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    1. Estoy de acuerdo en lo de la amistad y también en lo del agradecimiento mutuo hasta el punto de que por aquí he comentado que el cambio de toro orientado por Gallito fue para él pegarse un tiro en el pie. Recordará usted esta entrada:

      http://toreoenredhondo.blogspot.com/2020/05/centenario-de-la-muerte-de-gallito-10.html?m=1

      De ella copio esto con permiso:

      "El toro va a ser a partir de entonces 'una pobre bestia vencida sin ningún interés; por este camino la fiesta se convertirá fatalmente en un espectáculo de circo donde subsistirá la belleza pero sin el elemento dramático y emocionante'.

      ¿Saben quién dijo eso años después? Pues don Juan Belmonte. Y esperen, que sigue:

      'El toro ha ido evolucionando, ha aprendido a ser toreado, se fabrica el toro tal como los públicos lo demandan..."

      Pero ese toro nuevo permitirá una nueva forma de torear y ahí sí que entrará esa revolución de Belmonte cuyo camino había marcado Rafael el Gallo.

      Saludos

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  3. Buenas noches. Acabo de despertar del sueño profundo en que me han sumido los ochocientos pases de la corrida de hoy en Sevilla. Y al leer este homenaje al Pasmo, me he quedado pensando en esto que dice: "[U]na de las crónicas que he rastreado hablan de que quedaron maravillados al ver que Belmonte con la izquierda ligaba varios naturales girando simplemente los talones para rematar con el obligado de pecho". ¿No les parece a ustedes que hay ahora una insistencia algo desmesurada en resaltar la figura de José como origen del toreo ligado y en redondo y en negar a Juan el pan y la sal en este asunto? Vienen a decir los desmesurados que lo de Belmonte fue casi un mito inventado por los intelectuales que eclipsó durante 100 años a José; hasta que ellos (los desmesurados), claro, nos han hecho ver la luz.

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    1. Pienso que todo el mundo tiene su parte de razón en esta cuestión lo que pasa es que a veces en esto de los toros se reacciona como en el fútbol. Con los cien años de la muerte de Gallito se exageraron para mi gusto demasiado los panegíricos. Si es seguidora del blog, recordará que dediqué aquel año una serie que puede rastrear a la derecha en la etiqueta que pone "centenario de Gallito". Se lo digo porque desmitificaba algunas de las cosas del maestro que o se alababan injustificadamente o directamente se tapaban.

      Saludos

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    2. Espere porque acabo de comprobar que ese enlace que le digo no sale en las etiquetas. Mañana por la mañana lo arreglo pero de momento puede leer esto en esa línea que le decía de desmitificar:

      http://toreoenredhondo.blogspot.com/2016/09/a-joselito-se-le-fue-un-toro-vivo.html?m=1

      Saludos

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    3. O esta otra:

      http://toreoenredhondo.blogspot.com/2016/10/joselito-y-sus-abusos-como-figura-del.html?m=1

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  4. Estimado Rafa: Tu vítor del 14 de abril es ya todo un clásico. Un nuevo gran artículo por tu parte en el necesario recuerdo a Belmonte.

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    1. Gracias, me alegro de que le haya gustado. Saludos

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