PARTIDO DE RESINA EN CUÉLLAR:

 '¡ES QUE NO HEMOS VISTO NI UNA P... OREJA!'

Así se lamentaba un espectador a la salida de la corrida. Imagínense ustedes cómo deberíamos lamentarnos nosotros después de haber hecho 580 km para asistir al festejo. Menos mal que la casquería nos da igual porque si no...

Pues la verdad es que no tuvimos la sensación de haber perdido la tarde. Los resinas salieron bien presentados aunque sin ir sobrados de fuerza. No obstante, lo mejor fue que tuvieron un juego variado, desde el notable primero hasta el muy guasón sobrero al que Morenito no quiso ni ver.

En varas todos dieron la impresión de querer pelear mejor de lo que lo hicieron y creemos que fue porque se afligían ante la inutilidad de su esfuerzo. Pero es una ganadería que va al caballo, no como otras que tardean lo indecible y cuyas reses terminan acudiendo al peto como quien va al dentista.

Pensamos que don José Luis de Pablo-Romero no les hubiera pedido más trapío pero si más poder. Quizás hubiera preguntado qué pasaba con unos pitones aplatanados que verán más abajo. De todas formas insistimos en que han sido los resinas que mejor impresión nos han dejado comparados con los de las dos últimas corridas venteñas.

Antes de continuar digamos que hubo una más que aceptable media entrada y que el público no era el habitual de pueblo sino que aficionados cabales de Madrid y Castilla hicieron acto de presencia.

Éstos fueron los toros. El primero estaba muy en tipo y fue en conjunto el mejor de la tarde:

El segundo también tuvo gran trapío y remató con fiereza en los burladeros:

El tercero se llamaba Zapatón aunque el del cartel no se enteró:

Fue protestado por cojo o por esos pitones que ven:

Aquí tienen dos vistas más, ¿qué me dicen?

El cuarto era el más guapo de cara pero tenía las patas de alabastro:

El quinto no se mantenía en pie:

Mientras arreciaba la protesta, favorecida por el color verde del papel del programa, Fernando Sánchez lo mató en banderillas.  Observen cómo lo deja seco y provoca la devolución:

A su jefe le supo a cuerno quemado que saliera el sobrero tal como contaremos después. Parecía de Miura por alto, zancudo y cornialto:

El último eran más bonito en la plaza que en la foto del campo que puso la ganadería en su Facebook. Llamaba la atención por lo badanudo:

JAVIER CASTAÑO. Sólo su primero y el sobrero fueron tres veces al caballo. Nos las prometíamos muy felices porque entre Castaño, Galán y Morenito lo pusieron largo para lucirlo. Pensábamos que toda la tarde sería igual pero fue un espejismo:

El toro mostraba codicia y alegría en banderillas. 

La nómina de banderilleros era excelente como van a poder comprobar. Sin ir más lejos, aquí tienen a Ferreira:

El toro protestaba un poco en la muleta pero acudía sin tardear.  Castaño estuvo bien dándole distancia y dejándolo respirar:

Estocada que cayó perpendicular y trasera por lo que fue necesario el descabello. Si no, corta la oreja.

Ferreira es buenísimo en banderillas pero un caradura cuando capitanea la rueda de peones. El toro fue muy justamente aplaudido en el arrastre.

Su segundo es el que tenía las patitas de cristal y pasó con un picotazo. Ferreira volvió a dar una soberana lección con los palos, ¡sensacional!

Castaño hizo un bonito inicio por abajo quizás obligando demasiado al torito, que luego pegaba la tarascada por su falta de fuerzas.

Empezó a hacer hilo y a poner en un compromiso al diestro, que terminó naufragando y escuchando la disconformidad del público. Ya hemos dicho que no era el típico de las fiestas de pueblo. La cosa acabó con media atravesada, una entera caída y dos descabellos. Observen que no se alivia pegando el telonazo. Hubo aplausos al toro para fastidiar al maestro:

MORENITO DE ARANDA. Lo sorprendimos dos horas antes del festejo entrenando por los aledaños de la plaza y con mascarilla. Si llega a saber que le tocaba matar ese sobrero, no para de correr hasta Burgos:

Lo mejor de la tarde con el capote se vio con su primer toro. 

Fueron unas verónicas aseadas de Morenito y una media con que remató su quite Gómez del Pilar:

Excelente Fernando Sánchez en un par de poder a poder que son los que le gustan y por eso los provoca. Tiene muchísimo mérito:

El toro iba más largo por el izquierdo que por el derecho pero el maestro saco la faena hotelera:

Fue una pena porque cuando se echó la mano a la izquierda el toro iba ya en reserva:

Estuvo siempre bien colocado como se comprueba en las fotos. Corrió la mano con gusto porque es uno que sabe torear aunque sólo cuando quiere. 

Pinchazo hondo que escupe, media mala y rinconera, todo con el brazo elástico, la mano alta y pegando el telonazo:

Salió el sobrero al que las cuadrillas habían dejado fuera por su aspecto. Morenito ya tenía el morro torcido con desagrado antes de verlo salir. Observen el tamaño del toro comparado con el torero:

La orden terminante fue pegarle en el caballo de forma inmisericorde, cosa que el picador cumplió a rajatabla tapando la salida y barrenando de manera absolutamente criminal:

Pero al tal Chicharrero le daba igual ocho que ochenta y ahí lo tienen papando moscas ante el gesto preocupado del diestro:

Un banderillero tan seguro como Sánchez se vio en graves apuros:

Nos fijamos en que el maestro salió con el estoque de verdad lo cual era una señal clara de que no iba a querer ni verlo. Así fue y tras cinco mantazos por la cara, se perfiló mientras el toro lo miraba como diciendo 'oye, ¿tú quién eres? Llevo quince minutos en el ruedo y no te conozco':

Siempre a paso de banderillas y tapando la cara, Morenito dio un sainete que no les ahorraremos: pinchazo, media tendida que escupe, otra tendida baja, pinchazo sin soltar, media que escupe, pinchazo en el pescuezo y, por fin, bajonazo más descabello:

Sus paisanos lo obligaron a saludar en medio de una fuerte división de opiniones. Habíamos comido este rabo de toro antes de la corrida. Si al maestro le cocinan el rabo de Chicharrero, le provoca una gastroenteritis aguda:

GOMEZ DEL PILAR.  Su primero es aquel que tenía esos pitones tan llamativos y lo dejamos aquí:

Eso no quita para que empujase bien en el caballo y estuviese a punto de derribar:

Excelente Rafael González en banderillas, clavando en la cara y con los pies en el suelo, qué bien. Este par lo firma Gallito, Pepe Bienvenida o Manolo Montoliú:

El toro se había resabiado por los excesivos capotazos de Macías en el segundo tercio, por eso nos sorprendió que Gómez se echase la muleta a la izquierda. El resina lógicamente no tragó y el diestro cambio rápidamente a la derecha:

Embestía al paso y se quedaba en la axila al tercer pase por su poco aliento. Lo mató de una entera atravesada y caída pero marcando bien los tiempos:

El último fue ese toro badanudo que veíamos antes. Cebadera había estado excelente en el tercero jugándose la vida clavando con los chiqueros detrás pero ahora se alivió. Total, lo aplaudieron igual:

Gómez del Pilar se había desentendido vergonzosamente del primer tercio permitiendo, creemos que ordenando, una barrenada infame de su picador. ¿Sería la psicosis del sobrero anterior?

Como ya les hemos dicho que había muchos aficionados cabales en el tendido, escuchó protestas al muletear por no meterse a conciencia con el toro desde el principio:

El animal no era ningún Barrabás pero Gómez del Pilar dio la impresión de que tenía ganas de irse. Llegó a sufrir un desarme y acabó dándonos la imagen de haber perdido la batalla. 

Marró peligrosamente porque el estoque debió de resbalar en alguna banderilla:

Después dejó está casi entera muy fea por atravesada y baja:

Como ven, tarde entretenida, con magníficos banderilleros. Se nos habían quitado las ganas de ver a los resinas tras sus últimas corridas pero se vuelven a anunciar y cruzamos media España para verlos. No tenemos remedio. Lo bueno es que nos dejaron una imagen global con ganas de repetir.

Y sepan que mientras íbamos en el coche hacíamos esfuerzos por intentar recordar quiénes eran los tres toreros anunciados y fuimos incapaces. Nos enteramos al ver el cartel encima de la taquilla.

Saludos cordiales desde Olmedo. Rafa.