Los seguidores de nuestro modesto blog saben de sobra que Juan Ortega es santo de nuestra devoción. Y lo es desde el principio, cuando vimos que era un diestro que tenía una insobornable decisión de torear como mandan los cánones.
Lo pasó mal y no había manera de que sacase la cabeza fuera del agua, recuerden esta entrada de hace cinco años donde nos planteábamos con desesperanza de qué les servía torear bien tanto al ingeniero como a su mentor, el poeta.
Afortunadamente la cosa cambió a mejor y a día de hoy es un torero muy bien considerado tanto en Madrid como en Sevilla.
La Asociación El Toro de la capital lo invitó a su tertulia pero el maestro nos dejó un regusto más agrio que dulce. Se duchó y no se mojó, vio los charcos pero no pisó ninguno y ni tiró la piedra ni tuvo necesidad de esconder la mano. Fue todo un ejemplo de diplomacia taurina que nos defraudó sobremanera.
Le preguntaron qué era para él el toreo y ya empezábamos mal cuando dio una definición propia de un taurino de clavel: 'para mí el toreo es expresar una necesidad interior'.
Menos mal que acto seguido indicó que había que torear con pureza y que ello consistía 'en echar la pata p'alante, dar el medio pecho y llevar al toro en la panza de la muleta, todo ello, a ser posible, haciéndolo despacio'. Acerca de lo de la pata, recuerden esta entrada con el combate pugilístico entre él y Perera.
A la pregunta de si le sirven muchos toros, nosotros tenemos claro que no. Pues héteme aquí que coincide con nuestra apreciación porque dijo que 'la pureza va reñida con la regularidad', dando a entender que si su toro no se desplaza despacio, él no puede construir ese toreo puro al que aspira.
Creemos que es mejor hacer una sola pregunta en cada intervención y después volver a tomar la palabra para la segunda. Lo decimos porque en una misma intervención le pidieron que contase una anécdota de su exitosa tarde en Linares y a la vez que explicase lo que para él era la naturalidad en el toreo.
Resultó que se entretuvo con la anécdota y se olvidó de hablarnos de esa naturalidad que hoy brilla por su ausencia en la tauromaquia. Recordemos que aquella tarde de Linares la comentábamos aquí y fue cuando toreó de salón ante este pobre animal desmochado.
Hemos alabado muchas veces sus cualidades a la verónica y cuando le preguntaron al respecto, habló de lancear bajando las manos y soltando el toro atrás 'en lugar de despedir los toros para afuera o echar las manos arriba para darles más salida... yo intento buscar lo contrario, despedirlos con las manos abajo'.
Es curioso que interprete que elevar las manos es darse ventaja. Es que se le podría haber recordado lo que comentó Morante al respecto, diciendo que no tenía mérito bajar las manos con el capote ('es como sacudir una alfombra, cuando queráis que baje las manos me lo decís'). Lo pueden recordar aquí.
No les negaremos que nos dio un poco de pena ver que cuando le preguntaron por Pepe Luis Vargas liquidó al maestro simplemente diciendo que le había hecho ver sus defectos. Poco homenaje nos parece ese para uno como Vargas que seguramente es quien le ha metido en la cabeza torear como Dios manda.
Una nueva pregunta interesante fue sobre la estocada pero aquí no dijo nada, decepción total. Fue algo parecido a lo que hizo Morante cuando le preguntaron qué era cargar la suerte o Justo Hernández cuando balbuceaba sin saber definir qué era la casta. Ortega se limitó a dudar durante bastante segundos antes de responder diciendo que la estocada era 'como comprar un décimo de lotería' (¡sic!):
'Yo cojo la espada con toda la ilusión y noto que ahora me gusta sentir la suerte, no como antes... Una tarde que pinché, Ferrera me dijo que lo que me faltaba era coger cariño a la espada'
Se nos saltaban las lágrimas escuchando esto. Ya nos dirán ustedes qué les parece la respuesta porque a nosotros se nos antoja una verborrea inane acerca de la suerte suprema.
Otra pregunta certera fue sobre el toro que le gusta y aquí lo volvimos a ver metido en las entretelas del taurinismo:
'Yo en el tendido exijo que haya verdad en el torero pero es que a veces el toro no cabe en la panza de la muleta y entonces hay que abusar del pico y echarlo para afuera. Creo que la seriedad y el trapío no están reñidos con las buenas hechuras. Eso para mí es que el toro sea bajo, tenga cuello y, sobre todo, una buena expresión en la cara, con su mirada, su cara p'alante, colocada... ése es el toro que me va a dejar hacer el toreo tal como yo lo entiendo'
Parece Emilio Muñoz o Cristina Sánchez en televisión, sólo le faltó lo de 'estrechito de sienes y agradable de cara'. Estuvo muy bien el presidente después de un rato cuando le dijo que los aficionados serios de Madrid no tragaban ni con el pico, ni con la pierna atrás, ni con el toreo en línea pero fue una pena que no le pidiese su opinión al respecto, aunque no dudamos de que hubiese pegado un par de mantazos sin meterse en berenjenales.
A Garcigrande le dio palo y zanahoria:
'Con sus toros lo paso muy mal con el capote porque es que te arrollan...me veo cogido, además desparraman la vista, parece que no ven bien pero tienen un fondo de raza y el bueno se entrega mucho y te permite torear despacio'
Con Garcigrande en El Puerto de Santa María (2021) |
Volvió a estar bien otro de los aficionados cuando le habló del posible agravio comparativo que puede sentir en su interior cuando ve otros toreros a los que regalan las orejas toreando con menos pureza. Pues si cuando le preguntaron por la estocada no dijo nada, imagínense lo que iba a decir sobre este tema:
'¿A quién le voy a echar la culpa de eso? Bastante tengo con preocuparme de lo mío'
Pero se notó que en el callejón ve lo mismo que nosotros desde arriba.
Llegó una sobre si tenía pensado torear diferentes encastes y volvió a pegar una larga cordobesa no sabemos si con desparpajo o con desfachatez:
'No soy de encastes y ganaderías sino de ganaderos: el que tiene sensibilidad y un concepto del toreo y le dedica la vida a ello es el buen ganadero y el que no lo hace pues no'
Vaya explicación, que intentó aclarar citando dos ejemplos: el de Victorino padre y el de Juan Pedro Domecq y Díez pero no terminó de mojarse diciendo si estaría dispuesto a torear albaserradas.
Insistió el aficionado en que dijese el nombre de un ganadero que mereciera actualmente sus respetos y que no fuese ni de Núñez ni de Domecq. Cuando esperábamos otro mantazo, soltó el nombre de Rehuelga con Rafael Buendía. Por cierto, habló un buen rato y muy bien de un veedor que tiene sin decir el nombre y sin que nadie le preguntara quién es.
Nos sorprendió cuando dijo que estaba convencido de que el toreo interesaba a los jóvenes y que era muy optimista en ese aspecto. Por supuesto que no compartimos semejante optimismo. Es algo que tendremos ocasión de discutir en las próximas Jornadas sobre el Toro de Lidia en Pamplona, donde habrá una mesa redonda titulada, con tanto entusiasmo como ilusión, 'A los jóvenes les gusta la tauromaquia'.
Así como en otras tertulias de la Asociación nos hemos quedado con las ganas de hacer alguna pregunta al interviniente, en esta ocasión creemos que no merecía la pena ya que Ortega nos hubiera liquidado con un vulgar abaniqueo.
Aunque sólo por molestar al diestro y sacarlo de su discurso tan políticamente insulso sí que le habríamos preguntado por ejemplo esto:
- ¿No le sabe a cuerno quemado que la crítica paniaguada diga un día que usted hace el toreo puro para decir al día siguiente que también lo hacen otros colegas que esconden la pierna, citan con la cadera y se echan el toro fuera?
- ¿Por qué algunas veces sale usted al ruedo con la mandanga como por ejemplo al inaugurar la temporada en Valdemorillo hace un par de años? ¿A qué se debe esa apatía? ¿Es verdad que aquel día se ganó una buena bronca de Vargas? Recuerden aquí nuestra crónica.
- ¿Qué pasó en los despachos para que usted tuviera cerrada durante tanto tiempo la puerta de la Maestranza cuando otros con mucho menos mérito han entrado a las primeras de cambio? ¿Hubo algo relacionado con el maestro Vargas?
- Si ha dicho que usted nota la sensación de pureza .al torear 'cuando te pasas el toro por la barriga y te lo echas atrás', ¿qué opinión le merece que el premio del público y las loas de la crítica taurina sean para los que jamás rematan los pases atrás sino que torean en línea y abren la puerta al toro?
Pulsen aquí si, a pesar de lo dicho en esta entrada, quieren estar un par de horas escuchando vaciedades políticamente correctas. Y conste que esta vez los aficionados de la Asociación no tienen culpa porque el problema radicó en el invitado.
Sí el toro posmoderno precisa de un toreo posmoderno- toreo en línea- para poder aguantar esos 100 muletazos que parece ser el público demanda, yo me pregunto cómo puede ese toro posmoderno adaptarse a la pureza en el torear de Juan Ortega.
ResponderEliminarUn saludo.
Simplemente durando la mitad porque lógicamente rematando atrás como le gusta a él el toro se rompe.
EliminarEs lo que le decían a El Viti y que comentábamos aquí:
http://toreoenredhondo.blogspot.com/2018/02/las-verdades-del-toreo-de-verdad-14-asi.html?m=1
Eso que usted comenta era otra de las preguntas que antes de ver la tertulia tenía apuntada para ver si alguien se la hacía. Después ni la he anotado porque tal cómo iba la cosa no valia la pena preguntarle. No hubiese dicho nada interesante, me temo.
Saludos
Buenas Rafa.
ResponderEliminarÚltimamente casi todos pecan de ser muy políticamente correctos, ¿dónde quedan esos piques en el ruedo que hacía que no se dieran ni la mano en el patio de cuadrillas o incluso llegar a las manos?
De los más recientes el que yo siempre recuerdo que se ha mojado sin problemas ha sido Joselito el verdadero (así es como se llama su libro), lo que corrobora mi comentario.
Saludos
Esta fue la entrada en la que comentábamos el libro de Joselito Arroyo a quien nos referíamos como Joselito El Moreno:
Eliminarhttp://toreoenredhondo.blogspot.com/2019/11/joselito-el-moreno-y-la-critica-taurina.html?m=1
Pues claro está que nuestro amigo Ortega se pule y esfuerza aquí por quedar 'bien y amable' con todos, aun a cuestas de salirse por la tangente a la hora de compartir o explicar su arte y oficio. Menos mal que es por esto y no por aquello de cumplir con el deber mayor, el primordial.
ResponderEliminarGracias Dn. Rafa. // Atte., Torotino
El veedor de Ortega al que alabó durante el coloquio es Curro Molina, que anteriormente lo fuera de Castella.
ResponderEliminarNo he visto la charla y no creo que la vea. A los "ídolos" no hay que conocerlos. Pero no me sorprende nada lo que dices. No os lo toméis (te lo tomes) a mal pero vivís(es) en babia. Je, je.
ResponderEliminarSobre lo de Garcigrande y el capote. Me he acordado de un dato, corre entre el taurineo profestional (yo se lo he oído decir a Urdiales y a Fortes) que el año pasado los toros embistieron mejor de salida en el capote porque los ganaderos no los prepararon (corrieron) porque no sabían si los iban a lidiar o no. Curioso.
¿A qué viene lo de Babia? Un coloquio con Paula, con Chenel, con Camino, con Palomo o con Curro daría para aprender y recordarlo durante años. O también con Ruiz Miguel, con Manili...o con toreros de los años 70 y 80 que no eran figuras pero conocían el oficio.
EliminarAquí han venido Morante y Ortega y tal como se han ido ya no recuerdas nada de lo que han dicho. Menos mal que Justo Hernández nos dejó aquella perla inolvidable de que si nos dábamos cuenta del afeitado es que quién lo había hecho era un chapucero.
Saludos
No te ofendas, que se me acumula el trabajo.
EliminarNada, que Ortega ha dicho pues lo que piensa. Él y el 95% de los matadores de toros. Y si son del corte artista ya... Pues eso. El sentimiento, expresarse, los vuelos, la despaciosidad...pero si te lo dice un pegapases más malo que la tiña no te lo va a decir Ortega.
Como ejemplo conclusivo: Si un matador de toros no te justifica (incluso te defiende) el afeitado es que te está mintiendo.
No me ofendía, simplemente no sabía por dónde iban los tiros pero si van por lo que tú dices... Hombre, de dos que saben torear como Morante y Ortega yo esperaba algunas explicaciones técnicas que por lo menos sirvieran para que el aficionado distinguiera el grano de la paja por boca de los protagonistas ya que no lo descubren por la pluma de la crítica paniaguada. De ahí mi decepción.
EliminarY eso de ningunear al torero de arte pensando que solo se puede dedicar a soltar lugares comunes sin interés te lo tira por tierra un Paula o un Curro Romero cuando hablan de cuestiones técnicas. Dan mil vueltas a estos dos. Por eso quizás la recomendación para los amigos de la Asociación Madrileña sería que llamasen a la tertulia a Pepe Luis Vargas
EliminarBuenas tardes Rafa. Te he leido, y me da, que ire a Arnit, a verle a este señor. Veo que es un cartel de "viejos", aquello del toro de 5 y el torero de 25 debio de ser hace decadas ya. Veo que anuncian para ese dia una macrogranja, espero no indigestarme....
ResponderEliminarAprovecho Rafa, con tu permiso,dar la enhorabuena al club este de los 3puyazos. Hojala les salga todo bien, ganen dinero, y que salieran mas peñas de esas por la iberica peninsula..!!!hojala!!!!
Un saludo a la tropa, y a ti Rafa.
Kaparra
Me temo que no coincidiremos en esa macro corrida...
EliminarSaludos
¿Cómo interpreta lo comentado profusamente por Juan Ortega sobre que los toros de Garcigrande le desbordan al salir y más de una vez ha tenido que tomar el olivo?
ResponderEliminarUn saludo.
Igual le ha pasado desapercibido lo que Joan comentó más arriba cuando entrábamos en diálogo anteayer, o sea que se lo copio a continuación:
Eliminar"Sobre lo de Garcigrande y el capote. Me he acordado de un dato, corre entre el taurineo profestional (yo se lo he oído decir a Urdiales y a Fortes) que el año pasado los toros embistieron mejor de salida en el capote porque los ganaderos no los prepararon (corrieron) porque no sabían si los iban a lidiar o no. Curioso"
Saludos