TARJETA AMARILLA PARA MANUEL ÁNGEL MILLARES EN EL BURGO DE OSMA

Por no decir roja directa. Sacó cinco toros en una mixta y los cuatro de a pie no tuvieron un ápice de fuerza. Embistieron con calidad, eso sí, pero la calidad de los taurinos se la regalamos toda. Nosotros queremos poder y una cierta dosis de fiereza. La calidad y la clase no son plato de nuestro gusto porque nos aburren soberanamente.

Todos claudicaron y a varios hubo que colearlos para levantarlos de la arena. Vean qué imagen. Piensen que no es que el toro esté muerto y lo giren para el arrastre sino que estamos en plena faena de muleta de Galván:

Todos fueron terciados, corniapretados y cornicortos, como los toros certeros, ¿verdad, Víctor?

En varas, el balance de los cuatro fue señal y tres picotazos. Y aun así, no podían con su alma. Presidió la corrida la concejal Susana Gómez, que propició un diluvio de orejas como si cobrase por cada una.

No obstante, en el cartel había dos toreros que saben lo que llevan entre manos: Morenito de Aranda y David Galván. Otra cosa es que se tiren a lo fácil, total arriesgan menos y se les aplaude igual...e incluso más. O que delante no tuvieran nada mejor que unos chotos sin fuerza, sin fuelle, sin casta y sin poder. Hubo un cuarto de entrada en una plaza que se inauguró en 1905. Los billetes, a veinticinco euros con descuento para jubilados y jóvenes:

Abrió plaza el rejoneador burgalés Óscar Borjas, que cortó una oreja clavando siempre al estribo y no dejando que el toro le golpease el caballo como sí hace habitualmente quien le dio la alternativa:

Le falta calentar al público gesticulando y haciendo el indio porque ya saben ustedes que el 75% del triunfo de un rejoneador está en excitar al personal y no en clavar correctamente. Fue más aplaudido cuando hizo cabriolas como ésta que cuando realizó bien su labor:

MORENITO DE ARANDA. Sabe torear y tiene gusto pero a veces se muestra indolente y desganado. Como sabe torear, nunca le perdonamos sus momentos de alivio o destoreo, que son muchos. En El Burgo le echó ganas porque toreaba al lado de casa y porque la señora Gómez regalaba orejas a tutiplén. Actualmente posee una de las tres mejores medias verónicas del escalafón, vertical y apolínea:

Observen la diferencia con la de Chacón, que es más barroca, con más vuelo, esforzada sin resultar cargante, como la de Chenel: 

Junto con la de Morante son las tres mejores de la actualidad a nuestro modesto entender ¡y las tres diferentes!

Su primero fue éste, negro listón, con esos números tan grandes que ponen en 'La Dehesilla':

El toro tardeó pero se fue al caballo con intención de meter la cabeza con fijeza. La cosa quedó en señalarle, nada más, lo que vendría después aún sería peor. Ese caballo es de la cuadra de Israel de Pedro. El año pasado acabaron la temporada con sesenta y cuatro corridas y éste la cosa pinta igual de bien:

Buen quite de Moreno con esta verónica:

Y otra media marca de la casa que envió el toro al suelo. Fue el segundo puyazo que no dio el picador:

Sólo dos pares ¿para qué más si no ha habido quebranto en varas? El problema es que con estos toros de Millares, podría haberse eliminado el primer y el segundo tercio. Una cosa buena de la tarde fueron los peones que vinieron: Campillo y Zamorano con Moreno y Aguilar y Ochoa con Galván. Éste es Zamorano en un buen par:

El toro tenía esa 'clase' que a los taurinos les sirve para su onanismo y que a nosotros nos resulta insufrible. Iba y venía sin novedad por el derecho:

Y también por el izquierdo. Moreno, a placer, toreando con el corazón a treinta pulsaciones por minuto. El nuestro iba a la mitad entre tanto sopor:

Observen que se perfila bien, no estira el brazo y con el estaquillador apunta al morro:

Pero es un tramposo y en el momento del embroque lo gira para pegar el telonazo:

Rinconera sin puntilla y dos orejas.

Su segundo fue éste, un poco rabilargo:

Nueva media de la que dejamos testimonio por lo dicho al principio. Tienen en nuestro reportaje todas las que dio en El Burgo. Recuerden que lo mejor que aconteció en la lidia de hace tres años al tal 'Cobradiezmos' fue la media que le pegó Morenito en su quite y que lo mandó al suelo, pero no ligeramente con las manos sino con las cuatro patas:

El problema fue que el toro se había pegado un topetazo contra el burladero que lo quebrantó. Leve picotazo en varas y Moreno que dio la instrucción de no pegarle ni un capotazo y no dejarle que volviera a oler las tablas. '¡Que no llegue!', decía, y los subalternos lo cumplieron a rajatabla, señal de que cuando los toros llegan y se estrellan contra la madera es porque ellos lo provocan. Saben perfectamente cuándo hacen las cosas bien y cuándo hacen trampas, créannos. Campillo se queda sin toro en su par porque el pobre bicho no podía:

Muleta a media altura y aun así, el toro se derrumbaba tras el pase de pecho para desesperación del maestro:

Somos legales y la foto que abre la entrada no es de este toro al que otorgamos el beneficio de la duda por el trompazo citado. Moreno se lamentaba ostensiblemente cada vez que remataba y veía rodar al animal ya que creía que la señora Gómez no iba a darle la oreja. Se equivocó porque, tras un nuevo telonazo, cobró esta estocada caída:

Y a pesar de su deficiente colocación y de la no menos deficiente condición del de Millares, cayó la oreja para el diestro (llevamos cuatro):

DAVID GALVÁN. Dice que le gusta el toreo puro y la gran sorpresa salta cuando afirma que se inspira en los vídeos que ha visto de Rafael Ortega. Señores, es noticia que un torero en activo sepa quién fue Rafael Ortega. Galván juega con ventaja porque es del mismo pueblo que 'el as de espadas' del que tantas veces hemos hablado en nuestro modesto cuaderno (por ejemplo, pueden pulsar aquí sobre la estocada, aquí sobre su terrorífica cornada en Pamplona o, especialmente, aquí sobre sus argumentos contra el destoreo).

Su primero fue éste, negro zaíno y ligeramente cariavacado:

Antoñito Muñoz se ganó bien el sueldo porque le pegó algo menos que un picotazo. El toro se vino a nuestra posición tras el 'puyazo' y vean que la herida era como si le hubiese reventado un grano:

Aguilar cuidó al toro echándole la cara arriba porque era de porcelana:

Ochoa banderilleó bien, ya les decimos que vinieron varios subalternos de postín:

El torete se dolió de los palos y escarbó, cosa ésta última que ya no hay que mirar después del recital que dio 'Cobradiezmos' (trece veces). Pero luego mostró una colaboración muy de agradecer por el diestro, con una embestida 'de calidad' aunque sin poderle bajar la mano porque besaba el suelo:

Galván es torero de corte elegante y no deja que los toros le enganchen la muleta. Se recreó mirando al tendido:

Luego llegó la pesadilla en forma de insoportables redondos de espaldas, todo sea por cortar orejas pero no hacía falta forzar la máquina estando la señora Gómez en el palco. Pinchazo trasero y estocada trasera a capón, como pueden ver por la posición de la mano, que debería estar a la altura del pecho (tiene que volver a ver los vídeos de Ortega porque no se ha fijado bien). Dos orejas:

Al último lo recibió con una larga en tablas mostrando buena disposición. Fue éste:

Se llevó un picotazo al relance. Ante la inconsistencia manifiesta del ganado, no pudimos comprobar algo que le hemos visto en ocasiones y que podrán confirmar los aficionados venteños este domingo con los de 'El Torero': Galván es de los que suele matar los toros en el caballo. Demostró buen criterio al no rematar con una media sino con una revolera porque si le pega una media, el choto rueda allí mismo sin puntilla:

Con ese animalico se permitió todo tipo de monerías:

Hay más emoción cuando usted torea de salón en su casa citando a la mesa camilla que en lo que vimos en el ruedo. El problema para el gaditano fue que el toro quería morirse sin sufrir la estocada:

La foto que abre la crónica es de este toro. Cuando se levantó, la oveja permitió este desplante que no puso el corazón en vilo a nadie (recuerden lo comentado aquí):

Si desde el tendido tienes la sensación de que tú podrías estar ahí abajo toreando, es que el espectáculo más serio del mundo se ha convertido en una farsa por culpa del ganadero. Estocada trasera caída a capón y otra oreja:

Si han sumado bien, fueron siete orejas en cinco toros. En 2015 fueron once orejas y tres rabos en esta misma plaza...En fin, ya han visto que la corrida la salvaron las medias verónicas de Moreno, el buen trabajo de los subalternos y las ganas de triunfar de Galván. 'The rest is silence', como decía Hamlet.

Ante la posibilidad de que la corrida fuese un fiasco, por la mañana habíamos hecho una bonita ruta ciclista de 80 kms por la sierra de Madrid, a los pies de Peñalara:

Después nos metimos entre pecho y espalda este excelente lechazo en el hotel Rivera del Duero de San Esteban de Gormaz. Nos lo sirvieron con un plato de lechuga, como tiene que ser:

Gracias a toda esa previa, el señor Millares no logró amargarnos el día a pesar de que se esforzó con el ganado que envió a El Burgo. Las penas, con pan, son menos.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

La foto anterior con la bici está hecha en la montaña del centro al fondo