En los portales comerciales no hay vídeo oficial a la hora de escribir estas líneas pero en youtube, sí. Lo que vemos no nos impresiona nada. Ni el torillo de Cuvillo, un animalito brocho de 506 kilos con el que da la impresión de que han forzado la báscula para que pase de los 500; ni la ubicación del diestro al hilo del pitón; ni su quietud que otrora sí llamó la atención pero hoy ya no; ni su toreo de capa, donde no se aprecia ni una verónica; ni, en fin, su estocada baja...o directamente bajonazo.
Pulsen aquí para ver el vídeo y les vamos comentando.
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FOTO: EFE |
De salida ya se ve que el choto viene picado del campo. Tomás no lo recibe con verónicas sino con los socorridos delantales, que nunca quebrantan tanto al toro porque no lo obligas (a partir del 2'36''). Si fuese uno que empieza, lo acusarían de codillear, fíjense.
El animal está loco por rehuir la pelea ya que casta no es precisamente lo que le sobra. Vean que se distrae a la salida de varios lances despreciando al maestro:
Remata con esta bonita media donde envía el toro al suelo y, como no es tonto, en lugar de pegarle otra y dejarlo para el tinte, le da una revolera para seguir cuidándolo. Es que el toro, como dicen hoy, 'tiene calidad', o sea, es una ternera bobalicona y colaboradora:
Galleo de frente al costado (nombre correcto de las chicuelinas) y el toro que embiste al peto con fe pero sin esperanza. Le falta poder y el picador está tan tranquilo, casi tanto como el monosabio del burladero, que parece apoyado en la barra del bar (3'42''):
Quite por delantales combinados con tafalleras donde el toro embiste tan pastueñamente que empalaga. Brindis al público tirando la montera sin contemplaciones en lugar de depositarla boca abajo de manera ridícula.
Deducimos que ha dejado respirar al torillo porque se ve que se viene arriba al inicio de la faena, cuando Tomás lo saca a los medios con la delicadeza que merece dada su 'calidad'. Allí, pases al hilo del pitón echándose el toro afuera. Ni más ni menos que lo que hacen cada tarde nuestras queridas figuras:
Ahí lo tienen, nada nuevo bajo el sol como no sea correr la mano con gusto y evitar que el toro toque la tela además, por supuesto, del valor de quedarse quieto por muy brocho que sea el bicho. Pero esto no es ninguna revolución sino que es el pan nuestro de cada día en el destoreo cotidiano que padecemos:
Ya van viendo que el toro no es 'Jaquetón'. Al contrario, el de Buenavista de Castella en Vinaròs el otro día se nos antoja bastante superior. Así, el diestro continúa pegando pases sin emoción. La cosa se sigue en ambiente de domesticación, al menos desde casa, porque el bondadoso público algecireño y el venido del resto del mundo se vuelven locos. El pase número veintiuno es esta monería con la muleta al revés, habitual también en nuestras figuras con sus babosas (5'40''):
Fíjense si el torillo es de cristal que en el pase inicial de la siguiente tanda, lo lleva en línea para no romperlo y aun así el pobre se va al suelo:
¿Ven cómo le ha abierto la puerta? El siguiente pase es el mejor de toda la faena, lo pueden comprobar en el 5'55'':
A estas alturas, el torete está tan aburrido como nosotros pero se sorprende cuando Tomás hace un pase cambiado que nadie esperaba (6'31''):
A partir de ahí, parones del diestro para que respire el animal, encimismo cargante y pases por delante y por detrás imitando a Roca Rey:
Resulta cargante para nosotros, pero en la grabación se oye a una señorita diciendo admirada '¡Mira, mira, mira...!', como si le embargase la emoción por el riesgo en que el torero pone su vida frente al choto en ese arrimón lamentable (recuerden lo explicado aquí):
El torete está harto de tanta monserga y tras el pase número cincuenta y uno se marcha:
La cosa culmina al fin tras cincuenta y seis pases. Los últimos son cuentos chinos, o sea, estatuarios del celeste imperio con la barbilla pegada al pecho y el animal loco por irse a tablas:
Suerte natural bien ejecutada pero la estocada se va tan abajo que roza el bajonazo:
Dos orejas para el maestro que, a partir de hoy, se planteará si sigue toreando o no, si lo hace en unas plazas o en otras y si le siguen buscando novillos brochos y bobalicones como el que nos ha ocupado aquí. En esas estamos...
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Hace más de diez años preguntaban a Castella en una entrevista a qué aspiraba en el toreo. Su respuesta fue
"Lo que quiero es mandar en el toreo...hacer lo que yo quiera, torear con quien quiera y los toros que quiera"
Ayer en Vinaròs cumplió el sueño más allá de sus deseos porque hizo lo que le dio la gana, hasta el punto de negarse a matar un toro.
Su justificación es ésta:
"Si queremos que la tauromaquia perdure, dejemos mostrarles a los animalistas que los toros se ganan la vida en el ruedo y que los ganaderos crían toros con esta clase y con esta bravura para esto"
¡Qué ingenuo! Se cree que los animalistas tragarán por más indultos absurdos que haya. El toro se cría para morir en la plaza y Castella es matador de toros. En su contrato debía matar dos toros ayer y sólo mató uno. Suponemos que ese incumplimiento y el desacato al presidente tendrán sus consecuencias...pero no estamos seguros.
En este vídeo pueden ver lo sucedido. El toro era de Buenavista, de nombre 'Lujoso'. Es un torete cornidelantero y corniapretado, casi brocho y poco astifino que, la verdad, es una máquina de embestir. Embiste pastueño, dócil, obediente, colaborador, todo lo que ustedes quieran, pero es incansable. Es el torillo de Duracell. El mismo diestro lo reconocía cuando al final afirmaba:
"El toro ha sido un colaborador fuera de lo normal"
Como Castella casi no lo obliga, el toro dura y dura siempre sin ninguna sensación de peligro. Hemos tenido la paciencia de contar los pases de su faena y nos salen sesenta y nueve. Personalmente les confesaremos que seguimos las imágenes con cierto sopor. La impresión es la misma que la de esos caballos de circo que van dando vueltas sin parar con una señorita haciendo cabriolas encima. El diestro dijo después que
"Ha sido un toro para hacer el toreo soñado; hoy he toreado como lo llevo entrenando y buscando toda mi vida, despacito, con ese ritmo... he podido ir reduciendo la velocidad del toro..."
Creemos entender lo que habrá sentido al templar de esa manera la embestida pero la sensación desde fuera es la de un toreo de salón ayuno de emoción y de transmisión.
El presidente le hace ostensibles gestos de que mate al toro pero él sigue toreando mientras van sonando los avisos. 'Morenito' se une a él girándose contra el palco y suponemos que 'El Soro', desde su localidad, hace lo propio (el francés le había brindado el toro).
Vaya desde aquí nuestra felicitación al presidente por haber aguantado el chaparrón provocado por el antojadizo diestro. Seguro que pasó un mal rato porque en España, todo el mundo quiere tener su torito indultado.
No es la primera vez que el torero francés se muestra caprichoso y displicente con el palco. Revisen este vídeo en el 5'50'' y vean cómo tira la oreja despreciando a la presidencia en Castellón porque quería las dos (con una estocada pasada y caída, tirando la muleta tras perfilarse fuera de la suerte). Hace ocho años se solidarizó con las protestas del público en México cuando salió un choto de sobrero y no quiso matarlo regalando otro sobrero (fue la tarde de estas imágenes). ¿Cuál será la próxima? Ahí lo tienen diciendo que no cumple el contrato que había firmado:
Y la ganadera, doña Clotilde, ¿qué dice de su juampedro?
"Ha sido un toro con clase, nobleza, bravura, todo lo que yo busco. Es una pena que en plazas de tercera no se pueda indultar. Resulta que de la línea de este toro no me quedaba nada por los problemas de tuberculosis que hemos tenido y que nos han obligado a matar mucho...una pena, tendremos que seguir buscando"
Por cierto, le quedan tres corridas en el campo sin colocar.
En España hubo un tiempo en que tres instituciones eran respetadas a carta cabal: el médico, el policía y el maestro. Hoy son humillados cada día. El que faltaba era el presidente de una corrida quien, gracias a Castella, pasa a engrosar la larga lista de cargos o personas a los cuales el español de a pie desobedece, desprecia, ignora y ningunea.
Dice Castella que
"Para mí lo fácil era matar el toro, ya sé que los reglamentos están para cumplirse y respeto la decisión del presidente...pero no la comparto"
Y como no la comparte, hace lo que le da la gana, que es lo que siempre quiso hacer desde que tomó la alternativa.
Castella cumplió su sueño que a la vez es nuestra pesadilla: un torete obediente, domesticado, al que apenas se castiga y con el que se monta un interminable ballet previsible y aburrido que culmina con el propio torero eliminando la muerte.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Empezamos mal porque 'girón' debería escribirse 'jirón'. La primera palabra no existe oficialmente en castellano. La segunda sí, y se refiere a un pedazo de tela desgarrado. Aquí tienen este toro de Cebada Gago que es castaño jirón por esa mancha blanca que da la impresión de que sea ese pedazo arrancado o roto de la piel castaña, como si le faltase un trozo:
Lo que sucede es que secularmente se ha escrito 'girón' y por eso ahora llama la atención escribirlo correctamente en lugar de lo acostumbrado. No obstante, la Real Academia no contempla aplicar la palabra al ganado bovino, ni con ge ni con jota.
La definición estricta sería la del toro que presenta una mancha blanca sobre fondo oscuro siempre que no sea en la cabeza, en las patas o en la cola. El lugar preciso de la mancha debe ser el ijar o ijada, esto es, entre el final de las costillas y la cadera. La mancha puede tener un tamaño variable pero su lugar debe ser el que hemos indicado. Observen este toro de Jesús Tabernero que es jirón pero con la mancha mucho más pequeña que el cebadita:
Si además de esa mancha blanca en el ijar tiene alguna otra, seguirá siendo jirón. Vean éste de la misma ganadería ya desaparecida, que tiene tres, sin contar el lucero de la cabeza y el rebarbo del rabo, que no cuentan para lo que nos ocupa, como hemos dicho al principio:
El falso jirón sería el que tuviera la mancha blanca sobre fondo oscuro en cualquier otro sitio que no sea el ijar. Por eso el toro de Valdellán que fue devuelto al corral en Vic lo era, ahí lo tienen:
Vean que en el campo es bragado y meano corrido. La pequeña mancha que se le expande a partir de los testículos no tiene la extensión suficiente para denominarlo jirón. Por consiguiente, falso jirón aunque para algunos tratadistas no existe tal falsedad y cualquier mancha blanca aislada merece el calificativo de jirón:
Y si hay más manchas blancas, ¿cómo distinguirlo del berrendo? Para nosotros, dos o tres manchas blancas no llegan a berrendo. No es el caso de éste de abajo, que ya no sería jirón sino negro berrendo porque el blanco menudea más de la cuenta:
En cambio, este bonito ejemplar de Justo Nieto sería falso jirón por la mancha de la grupa. También es cinchado por la tira blanca que cruza su cuerpo. Además es lucero, rebarbo, bragado, meano corrido, axiblanco y calcetero:
Éste de Jesús Tabernero es un precioso cárdeno oscuro ojalado, careto, nevado, bragado, meano corrido, gargantillo, falso jirón y calcetero. Añadiremos prestada esa bonita denominación argentina de 'corona blanca' referida a que el blanco no le llega a la pezuña como al del tío Justo sino que parece que lleve botines:
Hay tratadistas antiguos que se complican la vida excesivamente denominando jirón a toros con variantes de manchas blancas que se ubican fuera del ijar. No nos parece correcto. Por ejemplo, para algunos de ellos este novillo de Cebada Gago sería jirón por la raya blanca del espinazo. Para nosotros, listón sin más, aparte de castaño oscuro, bociblanco, facado, bragado, meano, axiblanco y gargantillo:
A veces hay toros que tienen canas concentradas en algún lugar sobre fondo oscuro y también se les denomina jirones pero es un accidental muy raro. Suele estar causado por afecciones de la piel.
Las ganaderías donde salen más toros jirones son las de Vega-Villar, Núñez, Santa Coloma por Buendía y los Domecq que vienen de Torrestrella (por ejemplo, la citada de Cebada Gago, San Román, Carmen Segovia, Fernando Peña, Santiago Domecq, etc.).
Nos despedimos con este toro de Dolores Aguirre claramente jirón además de negro mulato, bragado, meano, axiblanco y rabicano.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Antonio Bienvenida pertenece a ese olimpo reducido de toreros de quienes todo el mundo habla bien. Si se paran a pensar, no son muchos. De Bienvenida se habla bien tanto dentro como fuera del ruedo.
Fueron seis hermanos toreros. Por orden de antigüedad, Manolo, Pepe, Rafael, Antonio, Ángel Luis y Juan. El de andares más toreros fue el malogrado Rafaelito. Murió asesinado por Antonio Fernández, quien le daba clases particulares y era el administrador de la familia. Se ve que no quería que se fuera de Sevilla y se presentó en la casa un día con una pistola. Disparó al pecho de Rafael y amenazó con el arma a Pepito Sánchez, que estaba presente y que era el sobrino de Sánchez-Mejías, dueño del inmueble: "vete, que si no te mato". Instantes después se oyeron dos detonaciones más, una segunda bala fue a la cabeza de Rafaelito y la tercera a la del homicida. Nunca se esclarecieron las razones de esta barbaridad.
Volvemos con Antonio para recordar que mató seis toros él solo en nueve ocasiones. La que nos ocupa es la tercera de la lista que tienen aquí abajo y que publicó en el ABC Suárez Guanes, fallecido justo hace un año:
Antes de ir a la plaza, Antonio coincidió con Alfredo Corrochano, el hijo torero del crítico, quien le preguntó que cómo era que se había metido en ese lío. Bienvenida le dijo: "por culpa de tu padre; estoy leyendo un libro suyo sobre Joselito y como insiste en la gran facilidad con que mataba seis toros..." Efectivamente, 'Gallito' se encerró con seis toros en veintitrés ocasiones en España más otra en Lima. Hay que añadir la corrida de El Pilar de 1913 en Zaragoza cuando tuvo que matar seis veraguas por cogida de Gaona en el primero.
Los toros de la tarde que nos ocupa fueron de Graciliano. Guillermo Pérez Tabernero tranquilizaba al diestro en su casa poco antes de ir hacia Las Ventas: 'has tenido suerte en el sorteo, te han tocado los mejores'. Era una corrida que Bienvenida había visto en la finca y le había gustado para su compromiso (tuvieron que pedir a Balañá que la cediera porque estaba destinada a Barcelona). Aquí le ven en el patio de cuadrillas:
Se ofrecieron como subalternos sus hermanos Pepe y Juan pero Antonio se negó para no dar un toque sentimental al evento, decía. Recuerden que Juan y él torearon mano a mano la primera corrida en que se exhibió la tablilla en Las Ventas, pulsen aquí.
Iniciando el paseíllo:
Aquel día estaba Gregorio Corrochano en el tendido y Bienvenida se dirigió a él para brindarle la muerte del quinto toro. Al crítico no le gustaba nada que le brindaran toros. El ponerse firmes y escuchar el brindis pendiente de atajar la montera como un guardameta le ponía nervioso. Y luego se preguntaba qué hacer con ella en caso de que el torero acabara en la enfermería o qué cara poner cuando viniera a recogerla si la cosa había acabado torcida. Total, un compromiso. Ahí tienen el instante:
El brindis del maestro fue el que transcribimos a continuación:
"Le brindo a usted este toro, precisamente a usted, porque no es toro de brindis, no es un toro fácil y lucido; hay que saberlo torear y usted ha escrito un libro que se titula 'Qué es torear' del cual los toreros tenemos mucho que aprender"
De ese libro, publicado por una editorial catalana, les hablábamos aquí en su día ¿Cuántos toreros leen de toros? ¿Qué saben de los encastes quienes no salen de las mismas ganaderías desde hace lustros? ¿Conocen la historia de la tauromaquia? ¿Saben distinguir un toro rebarbo de un falso girón? Tampoco es cuestión de que sean catedráticos pero ¿conocen algo más de la lidia que no sea la faena que traen del hotel?
Ese quinto toro fue de los gracilianos que abren la boca. En el tendido estaba 'Magritas', que comentaba al periodista de El Ruedo que los toros de Graciliano se dividían entre los que la abrían y los que no. Aquella tarde la abrieron sólo el cuarto y el quinto, señal de que hubo bastante que torear. 'Magritas' ha sido uno de los mejores banderilleros de todos los tiempos:
Cuando volvió Bienvenida a recoger la montera, Corrochano no tenía a mano ni un papel ni una pluma para dejarle escrito lo que tuvo que decirle de palabra:
"Hace mucho tiempo que no he visto lidiar una corrida de toros que son toros como estás lidiando esta tarde. Se ven los toros con gran claridad porque se dejan donde se deben dejar para ver su bravura. Los picadores van al toro por derecho sin hacer la carioca y los peones están en su sitio. Así se lidian los toros"
Aquí ven a Luis Fariñas 'Cicoto' picando al cuarto. Se darán cuenta de que el de Graciliano hoy no entraría ni de novillo en Las Ventas. Pues derribó dos veces y tomó cinco varas. Los toros pesaron 482, 483, 474, 493, 490 y 449. Acudieron veinticinco veces al caballo y dieron cuatro caídas (en aquel año regía el artículo 61 del reglamento con lo de 'cuatro varas en regla'):
Por delantales, esa misma tarde (hemos leído a cuenta de este lance la expresión 'verónicas a pies juntos', cosa que no terminamos de comprender):
Por cierto, hablando de lidiar bien, destaquemos que toreó toda la corrida con el estoque de verdad, como tendría que ser siempre. Esa media cayó en lo alto, no trasera como vemos ahora cada tarde:
Cortó dos orejas, una al sexto y otra a este cuarto que torea al natural sin retorcimientos grotescos ni poses artificiosas. La muleta, plana y sin arrastrarla:
Se habla de que unas tres mil personas se acercaron tras la corrida a su casa en la calle General Mola y lo obligaron a salir al balcón a saludar. Esta foto de abajo está hecha en esa casa bajo una imagen del patriarca Manuel:
Abajo tienen al Papa Negro en un festival iniciando un pase cambiado. Antonio lo hacía muchas veces sin desplegar la muleta, cosa que casi le cuesta la vida con uno de Ignacio Sánchez en Barcelona (aquí pueden recordar el grave percance):
Don Manuel Mejías ha sido de las cinco personas que más han sabido de toros en el siglo XX. Dos ideas suyas son fundamentales para quien esto firma. La primera es que 'nunca hay que llevar los muletazos pensados', esto va al hilo de lo que comentábamos antes de la faena traída del hotel que sufrimos cada tarde. La segunda es lo único que a nosotros nos hace perder los nervios en el tendido y caer en el insulto al diestro. No podemos soportar al torero despistado o durmiendo a la hora de hacer un quite. Manuel Mejías siempre insistía en estar pendiente del compañero, no admitía ni la menor distracción. Decía a sus hijos:
"Si un toro cornea a un torero realizando alguna suerte, ¡qué le vamos a hacer! Pero si lo tira al suelo sin haberle herido y en el suelo le pega una cornada, ¡os hago responsables a vosotros de esa cornada! Tenéis que tener el capote siempre preparado"
Un amigo lector se enfadaba hace poco por la costumbre que ya damos por buena del maestro que sale a cuerpo limpio ante el percance de un compañero ¡No! Ninguno de los Bienvenida hubiera perdonado esa desidia. El no llevar el capote es signo de no estar pendiente.
Ya vieron en la lista de encerronas que Antonio repitió el año siguiente matando seis galaches gratis para el Montepío de toreros. Entonces cortó tres orejas, dio cuatro vueltas al ruedo y salió a hombros. Esta imagen es del ecuador de la corrida, cuando bajaron toreros retirados y otros beneficiarios del Montepío a agradecer el gesto del torero (el más alto es Nicanor):
Antonio Bienvenida dio nada menos que veintiséis alternativas, la sexta en la plaza situada a veinte metros de donde les escribimos:
El lleno en Madrid aquel 30 de mayo de 1954 fue de no hay billetes. Nadie se movió hasta que dobló el sexto. Se decía en los tendidos aquel día que eso no se veía desde los tiempos en que Manolete iba anunciado en tercer lugar.
El padre de los Bienvenida tenía a sus hijos hasta las cinco de la mañana hablando de toros. Su madre le decía '¡Manolo! ¿Qué haces con los niños? Déjalos descansar, hombre'. Pero uno de ellos, Ángel Luis, reconocía que es ahí donde nacen los grandes toreros, en esas conversaciones, "es en esos momentos donde nace la torería".
Pongan ustedes 'aficionados' en lugar de torero y 'afición' en lugar de torería y ésas son las conversaciones que queremos tener en nuestro modesto blog.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.