Éstos fueron los carteles. En las corridas de Guadalest y de Miura, El Gallo sustituyó a Belmonte, herido por un toro de Santa Colmoma el día 18:
Belmonte regresaba de Lima, donde se encontraba siempre muy a gusto. Allí había matado una última corrida de Miura cortando cuatro orejas y dos rabos. Por cierto, los toros habían estado noventa días en los cajones y salieron 'ágiles y codiciosos' para sorpresa de todos. Esto comentaba el diestro metido a bailarín:
Recuerden que Belmonte se había casado con la peruana Julia Cossío de Pomar. Lo hizo por poderes a las seis de la mañana en el colegio san Agustín. Esto decía el diario 'La Prensa' de Lima:
En los años cuarenta y cincuenta llegaron a lidiarse toros a nombre de Julia Cossío. Pastaban en Gómez Cardeña junto a los parladés de Belmonte. Lo de su mujer era la mitad de lo antiguo de Guadalest que compró en 1940. Aquí ven al maestro con su hijita Yola a la vuelta de América:
La empresa de Sevilla no había querido comprar miuras dicen que para aliviar a Chicuelo. Algunos de los males que criticamos a nuestras queridas figuras de hogaño ya los encarnaba el diestro sevillano que en aquel abril cumplía diecinueve años. Vean lo que comenta Corrochano de él (recuerda a lo que algunos critican de Morante):
Y el ciclista y crítico Corinto y Oro (recuerden aquí) le afea que no destape el tarro de las esencias, como se criticaba tantas veces a Romero:
Chicuelo era criticado muchas veces porque no tenía inconveniente en salir a dar una vuelta por Sevilla, fumarse sus cigarros y tomarse sus vinos después de una tarde aciaga. Estaba en su derecho pero no podía evitar que lo mirasen mal. Estas veleidades dentro y fuera del ruedo quizás sean las responsables de que su toreo no haya sido valorado como se merece. Ahí lo tienen al natural:
Y aquí a la verónica:
Cuando Belmonte se enteró de que en la feria no habría miuras reaccionó airado:
"¿La primera feria en Sevilla después de Talavera y sin miuras? Pues yo no toreo. O Belmonte con miuras o ni miuras ni Belmonte"
Cabe también la posibilidad de que al trianero le molestase que todos pensasen que, si no había miuras, era porque Gallito era el único que no los temía. La cosa se solucionó y al final hubo miuras y Belmonte se anunció los cinco días.
Pero con los santacolomas sufrió un percance. Su toro no obedeció por dos veces al cite en un pase de pecho. Cuando Juan se retiraba, el toro se arrancó y le pegó un gañafón en la boca que le afectó a los cuatro incisivos superiores. La cornada fue tan espectacular que todo el mundo quedó sobrecogido. Éste es el parte médico:
La empresa tuvo que buscar un sustituto para las corridas de los dos días siguientes. Ya no habría más verónicas como ésta en la feria:
Sin salir de la ciudad, llamaron a El Gallo. La empresa lo anunció así:
La cosa fue recibida con escepticismo por más de uno. Corrochano escribía esto:
Y Corinto y Oro esto otro:
Pues en la corrida de Guadalest cortó dos orejas y en la de Carmen de Federico, otras dos. En medio estaban los miuras que había pedido Belmonte 'por culpa de Joselito'. Observen a Rafael en esta bonita foto rematando con una serpentina:
El Gallo toreó de luto, como en esta foto de abajo. Fíjense en la espada porque está en todo lo alto aunque quizás un pelín delantera, cosa que hoy en día no vemos ni de broma ya que todos entran con el brazo en alto para clavar a capón y enterrar el estoque inevitablemente trasero (recuerden lo que decíamos aquí):
Aquí Belmonte tampoco clava trasero aunque se queda en la cara si cruzar:
Rafael se anunció con Granero los tres días y alternaron en banderillas con brillantez. Piensen que El Gallo iba camino de los cuarenta y Granero tenía diecinueve recién cumplidos. El valenciano estudiaba para violinista y cambió el arco por el estoque:
En mala hora, porque ya saben que un toro lo matará un año después. Precisamente El Gallo le había dado la alternativa en Sevilla con este 'Doradito', un sardo de Concha y Sierra. Manuel iba de catafalco y oro, ahí lo ven poniendo banderillas sin saltar, como tiene que ser:
Se le veía como la esperanza blanca tras la muerte de José pero Corrochano lo ponía en duda. Era lógico viniendo de uno de los jefes del partido gallináceo:
Miren qué media más grácil de Manolet:
Ese mismo mes de abril viajaría de Sevilla a Madrid para confirmar la alternativa de manos de Chicuelo:
El berrendo en negro, capuchino alunarado y botinero era de Gallardo y se llamaba 'Pastoso'. El respetable protestó 'la insignificancia de la res'. El vestido es tabaco -o canela- y oro:
En su cuadrilla actuó Blanquet, que seguía luciendo brazalete negro en señal de duelo por Gallito a pesar de que ya se iba a cumplir un año de la tragedia. Les mostramos como curiosidad la ficha de la corrida donde figuran los puyazos, las banderillas 'frías' o de fuego y los pases que dieron los diestros. Vean que Blanquet no banderilleó porque fue el maestro quien lo hizo en sus dos toros:
De Granero tienen abundante información pulsando aquí. En la corrida de Miura fue el que peor estuvo. ¿Cuántas orejas cortó Chicuelo? Corrochano debía de estar ocupado con su copita de fino porque en el ABC pone una y mucho nos tememos que cortó las dos:
Los miuras no fueron nada del otro mundo:
Con ese astifino primero no sabemos a quién hacer caso. Aquí dicen que El Gallo estuvo medroso:
Y aquí, valiente (pasa lo mismo con Granero, para unos muy aplaudido y para Corrochano, silenciado en los dos ¿a quién hemos de creer?):
La verdad es que en su primero cosechó una ovación y en su segundo, silencio por matar mal. La foto no es de aquella tarde pero se aprecia el empaque del estatuario con los pies asentados en el suelo como los de una estatua griega. Curro Romero era otro ejemplo de torero donde prima el empaque por encima de la gracia. Sus zapatillas llamaban la atención por la solidez con que pisaban la tierra:
En la cuadrilla de El Gallo vino aquel 20 de abril de 1921 Manuel de la Haba Bejarano, 'Zurito', de quien se decía que era 'el último picador que queda'. Lo habrán visto en la ficha anterior picando con Carnicerito de Málaga, el suegro de Rafael de Paula (este nombre de torero era el apodo de Arias Navarro durante la guerra civil). 'Zurito' fue el primero de una dinastía de profesionales del toro que pueden repasar aquí. Más de una vez mató el toro con la puya en el primer tercio, literalmente, no es lenguaje figurado.
En esta foto coloreada de la feria de Córdoba se le ve tras un percance. Tiene el honor de que Gallito sea quien colee y Curro Posada el que vaya al quite. El toro es de Murube y el caballo lleva sólo un ojo tapado:
Salió airoso Rafael del trago con los miuras. Las dudas que había cuando se anunció la sustitución se disiparon y plantó cara con gallardía a sus dos compañeros de cartel. Y eso que el Divino Calvo tenía más años que Granero y Chicuelo juntos:
Hemingway decía que, pasados los cuarenta, Rafael "tenía más elegancia, más expresión y más gracia que cualquier otro torero que yo haya visto a cualquier edad".
Cuando le decían que cuarenta años ya eran muchos para torear, respondía: "bah, ahora yo tengo cuarenta años pero los toros siempre tienen cuatro y medio... o cinco, todo lo más".
Curro Romero, que guarda bastante paralelismo con el hermano de Gallito aunque seguramente queda muy por debajo como lidiador, decía de él que "a El Gallo le pasaba como a Caracol padre, que era un niño chico con más de ochenta años".
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.