jueves, 14 de enero de 2021

LAGARTIJO (5): MEDIA HORA LUCHANDO CONTRA 'CUCHARERO'

La ganadería de José Anastasio Martín la tenía atravesada el bueno de Lagartijo. Recuerden aquí que en el capítulo anterior de nuestra serie dedicada al gran maestro nos hacíamos eco de lo mal que lo pasó contra Sevillano en Madrid. Fue el 27 de junio de 1875 y la lidia se alargó hasta los treinta y cuatro minutos cuando lo normal eran menos de quince. El presidente estuvo muy condescendiente con el maestro.

La vacada la formaron en 1834 con reses murubeñas de la misma sangre que las de doña Carmen de Federico. 



Con el tiempo, este hierro que han visto junto a la divisa verde y encarnada fueron a parar a la família Sánchez-Urbina quienes, a partir de 1965, herraron con él sus reses:



Dos años después, el 3 de junio de 1877, se anunciaban Lagartijo y Chicorro frente al mismo ganado en Málaga. Ambos iban de azul y oro, pero el de Algeciras, con los cabos negros. A plaza llena, Cucharero se lidió en tercer lugar. Siempre se recuerda esta anécdota:



En otros sitios dicen que las palabras fueron:

'A este pájaro lo va a matar su padre'

El toro era negro azabache, bragado y astracanado, bastante astifino y muy alto de agujas. Se ve que se acercó a la barrera y se rascó el morro en el filo de las tablas sin levantar la cabeza. Su peso en canal equivaldría como máximo a unos 530 kilos en vivo (aunque sobre el peso lean la polémica abajo en los comentarios).

Ese nombre fue típico en las ganaderías de Concha y Sierra, de Laffite, de Martínez, de Miura e incluso en algún jabonero del Duque. El que mató a José Falcón en Barcelona, de Hoyo de la Gitana, era Cuchareto y no Cucharero como se lee en algún sitio (recuerden que lo contábamos aquí). Hubo un banderillero que llevó ese apodo, el madrileño Emilio Pinar. Anduvo en la cuadrilla de Paco, el hermano de Frascuelo quien, junto al propio Lagartijo, inauguró en 1883 la plaza de toros de Tarragona, a veinte metros de donde escribimos estas líneas.


La plaza de Tarragona, llena hasta la andanada en 1925

Volviendo a Málaga, el toro iba barbeando las tablas haciendo amago de saltar nada más acceder al ruedo. El picador Julio Fernández, tuvo este diálogo con el banderillero Antón:

- Mariano, hasta luego.          

- ¿Dónde vas? 

- A la enfermería, allí nos veremos todos.

Fue el primero en hacer frente a Cucharero. Cuatro varas le puso de las que una no cuenta porque resbaló sobre la divisa. Tuvo dos caídas y la segunda lo llevó de cabeza al callejón 'y por poco no lo acompaña el caballo' según la crónica. 

Siguió José Calderón: tres varas más, dos caídas y dos caballos muertos.

Continuó Antonio Calderón: dos varas, dos batacazos y un caballo muerto. Cayó sobre el poste de la barrera y se rompió la clavícula izquierda.

Finalizó la sesión el reserva, José Pérez, con dos varas, dos caídas y los dos caballos muertos.



En total, diez varas, seis caídas y cinco caballos muertos pero el toro apenas sangraba. Resulta que pegaba el certero gañafón al caballo y salía de naja, nada que ver con un toro mínimamente bravo. Ya pueden deducir que las varas debieron de ser como los picotazos actuales. En una de las crónicas lo dejan claro:



Entre el tamaño del toro y su comportamiento en varas, la inquietud de Lagartijo iba en aumento. Se sentó en el estribo a ver cómo intentaban poner los palos sus banderilleros con el bicho aquerenciado en tablas. Tuvieron trabajo porque no podían al sesgo y era laborioso sacar al animal de la madera. Al final le pusieron dos pares de los cuales sólo quedó prendido uno muy bajo en el costado.

Cuando el maestro salió con la muleta lo hizo acompañado de toda la cuadrilla y de su colega Chicorro. Dicen que había un gran silencio en la plaza, mezcla de expectación y preocupación. A otro torero no lo hubieran respetado tanto.



Le pegó cinco pases de cualquier manera mostrando una desconfianza que no se esforzó en disimular. Los otros siete fueron ya para intentar cuadrar al díscolo Cucharero. A la hora de matar dio un sainete por no querer meterse en tablas para pegarle un mandoble en su querencia. No obstante, el cariñoso público malagueño siguió mostrándole su consideración:



Primero fue una estocada a paso de banderillas, el toro hizo hilo con él y fue su hermano Paco quien desde el callejón arrojó su sombrero cordobés y le hizo el quite oyendo una ovación. 

Juan capitaneó una semi-rueda de peones intentando ahondar el estoque, cosa que lograron, pero el toro no parecía acusarlo. Todo el mundo vio la prevención del diestro para no hacer la suerte en los adentros:



Con la espada clavada, entró Lagartijo de nuevo entre dos caballos muertos, donde el toro se había hecho fuerte, y pegó un metisaca. Nueva estocada que queda clavada a centímetros de la primera y golletazo final también a paso de banderillas.

Con los tres estoques clavados, el toro dobló pero aún se levantó tras el primer cachetazo fallido de Paco Molina. El reglamento prohibiría con el tiempo que se entrase a matar con un estoque clavado en el cuerpo del animal.

Se dice que Lagartijo tardó treinta minutos en acabar con Cucharero. Deducimos que hablan de toda la lidia y no de la faena de muleta. El público orejil aplaudió pero los aficionados no perdonaron a Rafael:



El califa ordenó cortar la cabeza del toro y se la llevó a su casa. Se suele leer que pesaba 101 kilos pero no se dice que ese peso incluía el cajón donde iba metida. Y debía de ser un cajón muy pesado porque en aquella época las cabezas se disecaban sin el cuello, no como ahora.

También leerán ustedes que el diestro la emprendía a bastonazos con ella muchos años después cuando estaba enfadado. Pocos meses antes de morir, la regaló a la Asociación de la Prensa de Madrid.

La cara alegre de aquella corrida para él fue el toro Cigarrero, que tomó dieciocho varas, en una de las cuales la garrocha le penetró medio metro. Lagartijo clavó banderillas cortas junto a Chicorro y después de cuatro pases lo pasaportó de un buen volapié. Pueden suponer que fue muy ovacionado por el bondadoso coso malagueño. 

La corrida se saldó con sesenta y ocho varas, diecisiete batacazos y veintiún caballos muertos.


En Málaga, pasados 11 años, con toros de Arribas

Dos meses después se anunció el maestro en Cartagena junto a Cara-Ancha. Los toros eran otra vez de Anastasio Martín y entre ellos había otro Cucharero hermano del de Málaga. Como pueden suponer, Lagartijo no quería ver más cucharas ni en pintura y lo mató Cara-Ancha. Salió en cuarto lugar, tomó once varas, con nueve caídas y dos caballos muertos. Tras diez pases y una toma de olivo, Cara-Ancha lo liquidó de media delantera, pinchazo y estocada. Tuvo suerte porque el toro se fue resabiando con el paso de los minutos:



Lagartijo había confirmado la alternativa de Cara-Ancha en 1875, la tarde en que uno de Miura mató al valenciano Mariano Canet, Llusío. La cornada fue en la yugular a la salida de un par.

Ya que estamos, el compañero de Lagartijo aquella tarde malagueña de Cucharero fue este hombre, José Lara, Chicorro, también de Algeciras, como Cara-Ancha: 



Aprovechando su presencia, recordaremos su excelente prestación en Madrid un año antes ante Mediasnegras, un berrendo en negro botinero de Benjumea. Iba de esmeralda y oro y fue el 29 de octubre de 1876. Hizo el salto de la garrocha y recortó al toro a cuerpo limpio arrancándole la divisa para subir al palco real a ofrecérsela a Alfonso XII:



Luego puso tres pares de banderillas y entusiasmó a todos con la muleta:



Mató de pinchazo y entera sin puntilla. Entonces sucedió esto:



Lo del manicomio de Las Ventas pudo aplicarse perfectamente a lo que se vivió, de manera que se regaló el toro muerto al diestro. Éste se acercó con la puntilla, le cortó una porción de la oreja y la paseó en triunfo. Fue la primera vez en la capital que sucedía algo de ese género pero no llovió a gusto de todos:



Pues ya nos hemos entretenido a cuenta del mal rato que pasó el bueno de Rafael ante el manso Cucharero. Han podido comprobar que la fama de que goza el animal no es por sus propios méritos. Se la debe a quien tuvo delante y no a su comportamiento, alejado totalmente de lo que cualquiera entiende por bravura. Esas diez varas y los cinco caballos muertos son un espejismo total, como en muchos otros toros de antaño. Cucharero fue un buey, ni más ni menos. 

Si les apetece echar otro rato con algunas andanzas del gran maestro califal, pulsen en cada capítulo y así acceden sin tener que buscar en las etiquetas:


-  EL DÍA QUE LLORÓ PONIENDO BANDERILLAS                    

-  EL CHICO DEL MATADERO                                                          

-  ¿QUIÉN CALENTÓ A FRASCUELO EN GRANADA?                

-  EL DÍA QUE OYÓ TRES AVISOS EN MADRID...LOS    MISMOS QUE FRASCUELO EN SEVILLA


Para despedirnos, dos fotos de otro Cucharero bastante más dócil que el de Lagartijo:



Era un contreras de los hermanos Peralta. Le daban de comer en la mano y deambulaba por la finca con total libertad sin hacer ni un mal gesto, fisgando por todas partes con esa curiosidad que muestran las imágenes.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa


Lea Vicens aprendió a rejonear en casa de los Peralta
con un pariente de Cucharero del mismo nombre 




20 comentarios:

  1. Muy buenas Rafa. Por dar un dato te diré que según dicen (yo nunca lo he podido comprobar) el toro de Santa Coloma de la rama Ibarreña que padreó en la ganadería creada por José Vega se llamaba Cucharero también. A ver si tú puedes confirmar este dato y la supuesta procedencia ibarreña del Santa Coloma.

    Saludos

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    1. Salvo que alguien nos rectifique, aquel toro que compró José Vega se llamaba Cuchareto, como el que mató a Falcón de Hoyo de la Gitana. Era negro zaíno de Ibarra.

      Saludos.

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  2. Una entrada de un frascuelista revisionists con muy mala uva. Saludos, un placer leere sin así.

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    1. Me alegro de que se lo tome con deportividad. Pensé en usted al escribir ya que es el último lagartijista vivo. Pero fíjese en que en la entrada critico al toro que, como digo, fue un buey. Si lee sobre Cucharero en cualquier sitio da la impresión de que el maestro no pudo con un gran toro en trapío y en bravura por su tarjeta de presentación en varas. No fue así y yo dejo claro que la fama del toro la debe al califa.

      Ya sabe que soy un poco iconoclasta y eso hace que nos caigan los calificativos de frascuelista o belmontista. Pero recuerde que ya nos hicimos eco de que a Frascuelo se le fue un toro vivo (el enlace está al final de la entrada en la de los tres avisos) y de que Belmonte afeitó sus toros para su sobrino:

      http://toreoenredhondo.blogspot.com/2018/10/multado-por-afeitar-sus-toros-para-su.html

      En esos casos deberían calificarnos como lagartijista y gallista, ¿no le parece?

      Y la prueba de que me acordé de usted al escribir es que no quise hacer más sangre con el bueno de Rafael y omití que cuando entra a matar por primera vez y el toro hace hilo, salió corriendo y tiró de mala manera la muleta a la cara del toro antes de que su hermano le hiciera el quite con el sombrero cordobés.

      Saludos (oiga, lo de revisionista es de los comunistas de hace cincuenta años, lo moderno es 'negacionista').

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    2. jajaja

      que alegría ver la correspondencia entre el anónimo y Usted

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    3. Discutiendo amistosamente sobre el califa parecemos dos marcianos. Pero es un placer para mí y un honor para el modesto blog.

      Saludos.

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  3. Le parece poca sangre usar solo la crónica de Peña y goñi para desacreditar a lagartijo? , hablar del peso del cajón cuando sabe q lagartijo mato toros de 800k, o de la suavidad del público malagueño porque felicito al califa, plaza importante y región muy taurina q fue...? 530k dice cuanto menos ese toro era igual a otros que mato: https://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/20150823/sevi-tauromaquia-pleno-cordoba-201508221909.html

    Y no se engañe mi admirado rafa, no soy el último lagartijista, muchos aficionados no han caído en la herejía belmontista, y salvo de ella a JB.

    Usted sabe mejor q nadie lo q lagartijo aporto a las reglas del arte y valores, antes escritas: elegancia, majeza, grandiosidad, hondura... Estética. Pero sin variar un atomo las reglas aprendidas e innegociables (excepto por la llamada medicina, q eso sí se lo crítico un poco) . Y si, me lo tomo con deportividad, pero: viva lagartijo.

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    1. Me temo que Peña y Goñi no estuvo en Málaga aquel día y se hace eco, como yo, de lo que dicen el Boletín o El Toreo.

      Respecto al peso del toro, el dato real es que dio 198 kilos en canal. Dígame cómo hace usted el cálculo para deducir el peso en vivo porque a mí no me salen más de esos 530 kilos tirando a lo máximo.

      Y comparto todo lo de su último párrafo, como no podía ser menos.

      Saludos.

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  4. El toro dio 397 libras carnicas en canal, la libra malagueña de carne son 36 onzas, lo q nos da en vivo entre 750 y 850 kg. Un toro así si q puede llegar su lomo a las tablas perfectamente y rascarse como dios manda.

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  5. Pues ese dato no corresponde a las 198 libras que he leído yo (no kilos como puse antes). Es que hablaríamos de la mitad...

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  6. https://aulataurinadegranada.blogspot.com/2010/12/lagartijo-y-cucharero.html?m=1

    http://lafiestaprohibida.blogspot.com/2012/01/lagartijo-temporadas-y-cronicas.html?m=1
    Aquí lo pone, está en más sitios. Ese ruedo se puede descargar.

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    1. Me ha hecho usted volver a los apuntes para ver el cálculo que hice. Veamos si es correcto. El toro dio esas 397 libras cárnicas, efectivamente, ya lo vi en el Boletín y en ese artículo de El Ruedo. Busqué que una libra de carne son 0,42 kilogramos o sea, medio kilo redondeando. Por eso, las 397 divididas por dos darían el peso en kilos en canal: 198,5 kilos, que es lo que puse en la entrada (en el comentario anterior me he equivocado pensando que eran libras).

      198 kilos en canal creo que no pueden irse a esos más de 700 kilos que dice usted. A no ser que esas libras antiguas sean más del medio kilo actual.

      ¿Se ha fijado en que el redactor de El Ruedo es peor incluso que yo? Dice que cuando Lagartijo estaba sentado en el estribo durante el segundo tercio 'salió con intención de no arrimarse', lo cual nos parece un juicio de intenciones sin demasiada base. Y fíjese también en que debajo del titular dice que el toro murió 'con tres espadas clavadas en el cuello', lo cual es falso completamente porque sólo la tercera estocada fue un golletazo.

      Aún hacemos más justicia a Rafael nosotros que otros textos sobre 'Cucharero'.

      Saludos.

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  7. Allí puede q radique tu error, la libra cárnica es de 32 o 36 onzas, o sea casi 900 u 800 gramos. http://www.enciclopedianavarra.com/?page_id=13172

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    1. Pues muchas gracias en nombre de los lectores por las molestias que se ha tomado en aclarar este entuerto. Pondré un aviso en la entrada.

      Saludos.

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  8. Sobre el calificativo de buey, ya sabe lo q yo opino de los toros menos bravos, ya sean huidizos, bravucones... Siempre me han encantado verlos. Y más aún ver a los toreros delante de ellos, serenos, con recursos con valor y entrega, no para adornarse y estirarse sino para cumplir el primer mandamiento de pedro romero o uno de ellos: si pasta se mata, sea castellano andaluz...
    La paleta de Goya, aquellos versos de alberti: torero pedro romero y el desangrado en amarillo pepe illo...
    Siempre digo lo mismo, para analizar la historia del toreo hay q pensar en Martin Ho esperando, en su silla, encadenado, con un sombrero... La perca q sale por toriles.
    Quizás con lagartijo y el sr. Frascuelo, Goya se entendería mucho mejor.

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    1. Es la primera vez en mi vida que uso ese calificativo de buey. Lo hice precisamente para dejar muy por encima de ese toro al maestro.

      Lo de 'menos bravo' justo saldrá en la próxima entrada sobre la bravura que acabo de escribir.

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  9. Hola a todos:
    Según he leído la libra cárnica pesa entre 800 y 900 gramos, entonces si este toro tenía 397 en canal y teniendo en cuenta que la canal suele ser el 56 por ciento del peso de un toro de Lidia, este toro estaría entre 570 y 620 kilos que es un peso normal para un toro grande actual
    Un abrazo muy grande para todos desde Banjul, Gambia.

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    1. Gracias por su aportación. En mi cálculo aplique un 60%. Un toro que rondase los 600 kilos hace 150 años sería ya muchísimo para la época.

      He observado en las estadísticas del blog que se sigue entrando regularmente en él desde Gambia. No sé si habrá muchos aficionados o es siempre usted quien repite... cosa que le agradezco.

      Saludos.

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  10. Hola a todos:
    Cómo dices este es un blog muy seguido entre los mandingas, filas y serehules aquí en Gambia. Jeje
    Yo creo más bien que es que lo veo yo muchas veces.
    Un abrazo de vuestro amigo Iñaki desde la tierra libre de Coronavirus

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    1. Le transmito los saludos cordiales de nuestros selectos lectores, entre los que hay varios amigos suyos y no precisamente de la tribu de los mandingos. Creo que desde Alemania se fletan aviones repletos de féminas deseosas de conocer las costumbres de esa tribu especialmente. Tampoco creo que sean lectoras del blog...

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