miércoles, 11 de mayo de 2022

FERIA DE SAN ISIDRO, 2022 (1). EL PILAR: FRITURA DE DERECHAZOS

Esperábamos con interés esta corrida tras la grata sensación que nos dejó aquella durísima del último San Isidro a la que los picadores pegaron con una saña que nunca habíamos visto (recuerden aquí). Poco después José Tomás se llevó a Granada un hermano de aquellos que fue una ursulina (recuerden aquí). ¿Veríamos cal o arena en Madrid?

Pues no decepcionaron porque fueron variados de juego, con trapío, con opciones de triunfo, atractivos en varas a pesar de ser maltratados en la lidia y mostrando una cierta chulería, muy alejada del comportamiento del choto comercial.




Estuvieron en general muy por encima de los actuantes. Cuando uno va a Romerijo en El Puerto o a Los Diamantes en Granada, pide una fritura de pescado y se queda con ganas de repetir. En Las Ventas los tres diestros nos frieron a derechazos inmisericordemente. Nos quejábamos en la entrada anterior de que sólo un natural de Morante había sido de categoría. Pues entre estos tres no dieron ¡ni uno! Fue difícil de soportar.

CORTÉS. Su primero era este astracanado, además bien encornado, sin exageraciones (ya ven que contamos con la ayuda del maestro Moore):



Primer puyazo de bravo levantando al caballo por la barriga y segundo en que se va suelto harto de que de Pedro le clavase trasero. ¿Ustedes ven dónde ha clavado?:



El toro estaba deseando embestir y repetía con ganas. Cortés estuvo mucho más a gusto con la ayuda que al natural confirmando su condición de torero derechista. Para nuestro gusto peculiar, toreó con el compás demasiado abierto.



Se equivoca entrando en la suerte contraria y también con el toro muy abierto pero mete la mano con habilidad para dejar una entera contraria tirando la muleta. Muerte de bravo del toro. Fue una maravilla ver cómo Bastardero había caído patas arriba y se arrastró para volverse a levantar y dar una lección de casta ante la parca:



Oreja para un torero muy querido en Madrid y que ha tenido en esta plaza muchas más oportunidades que otros.

Su segundo fue este negro mulato, listón, ligeramente salpicado, astifino y casi veleto:



Pisó mal durante toda la lidia con esa pezuña hinchada del pie derecho pero nadie protestó. Ahí se aprecia:



Primer puyazo musical pero Óscar Bernal es de los picadores más en forma y estuvo muy bien. En el segundo, lo pone largo y el toro va para que Bernal vuelva a exhibirse. ¡Qué raro es ver a un picador hacer las cosas bien!



Buen segundo par de Molina con el toro galopando, cosa que aprovechó Cortés para empezar por estatuarios y dar un trincherazo que casi mata al toro. De forma inconcebible repitió el pase más veces y en todas envió el toro a rodar por el suelo, ¿no se dio cuenta de esa circunstancia ya en el primero o qué?

Confirmó el toro sus bondades siguiendo la muleta con nobleza y con cierto carácter. Con la izquierda lo volvimos a ver un tanto tosco, muy por debajo del toro, con lo cual la cosa se diluyó.



Dos pinchazos mal ejecutados que escupe, medio metisaca y casi entera atravesada y pasada.


CAMPOS. El segundo de la tarde fue este ojo de perdiz, veleto y aleonado:



A Campos no le interesa nada el primer tercio y dejó el toro de cualquier manera pero asegurándose de que su picador le tapase la salida y recargarse sin piedad en los dos puyazos.

Alegría del toro en banderillas y acto seguido demuestra su codicia poniendo en evidencia a Campos desde los primeros muletazos.

Ya nos extrañó que teniendo ese toro en Madrid no lo brindase al público cuando lo habitual es insultar al respetable brindándole borregos.

Anduvo a merced del tal Mirilla, un animal que se fue enfadando conforme veía que no era toreado como se merecía. Echamos de menos en la retransmisión televisiva lo que reclamábamos a Germán Estela en persona cuando lo abordamos en Pamplona: la presencia de un abogado del toro. Dávila  era todo lo contrario diciendo que el toro se había quedado sin picar, que no era de triunfo y que había ido a peor durante la faena. Tiene suerte de que los toros no hablen.



Culminó Campos su despropósito entrando en la suerte contraria con el delantal para perpetrar un bajonazo indignante aunque sí resultó muy digno como rúbrica a lo mal que estuvo.

Su segundo era este castaño carinegro:



Muy celoso de salida en los capotes, nada que ver con las terneras que vienen picadas del campo y con las que te puedes estirar a gusto:



El primer puyazo fue de bravo y el pobre toro tuvo que aguantar a un González enloquecido que le pegaba como si fuera su suegra. En el segundo aún empujó el bicho recibiendo una lanzada en el lomo como para poner al picador a pan y agua durante un mes. Estaba claro que la orden del maestro era que el toro quedase para el tinte y evitarse el trago que había pasado con su primero.

En cuanto sonaron los clarines de muerte estábamos ya totalmente de parte del toro por la vileza con que lo habían tratado.

Iba un poco rebrincado y como encima tocaba la tela sumió a Campos en la confusión. A un toro que no era malo lo hizo peor con su muy deficiente trasteo.



Además no sabe matar. No lía la muleta ya que avanza con ella como con un delantal y sin ninguna intención de cruzar. Pinchazo, bajonazo casi en el costillar, de cárcel taurina, y el toro que se echa para que no le pinche más. Suponemos que tardará en volver a Madrid.




ESPADA.  Su primero fue este negro zaíno, cornialto y cornipretado:



El Legionario vio que el toro intentaba romanear pero que dimitía enseguida y es de agradecer que no lo apretase en el primero y señalase simplemente en el segundo. Clavó siempre un palmo atrás pero para el locutor el primero fue en lo alto y el segundo arriba, siguiendo con su política de engañar con desahogo al sufrido televidente.

En el segundo tercio el toro pareció pensar más de la cuenta. Bien Iván García, como siempre, pero había inquietud por ver qué había decidido hacer el toro.

Pues decidió pararse mirando al torero y luego pegaba el arreón con lo cual había que tener mucho aplomo y valor para aguantarle. Además, en cuanto le bajaba la mano, el animal pegaba la espantada. Fueron reacciones curiosas que el toro había ido rumiando en el segundo tercio. En nuestra opinión, todo lo que sea salirnos del Norit nos parece agua de mayo aunque sean comportamientos de manso.



Estuvo bien Espada, que no quiso que le ganase la partida y lo hizo dejándole la muleta en la cara para que repitiese. Su problema fue que se puso muy pesado y cansó al público.


En la suerte contraria se tiró encima del toro de manera demencial para dejar una estocada contraria mojándose los dedos con el toro saliendo rodado. Perfectamente pudo ser él quién acabase patas arriba.


El último era castaño oscuro albardado:



Pelea muy vulgar en varas, el peor de la tarde con diferencia.

García trató al toro con mano de terciopelo enseñando al diestro su buen pitón izquierdo. Espada no hizo caso y sacó la faena hotelera. Pegó tres tandas con la derecha que aburrieron al toro casi tanto como a nosotros.



Cuando se echó la mano a la izquierda, el toro arrastró el hocico por el suelo pero se dejó enganchar la tela con torpeza o sea que terminó por no demostrarnos nada. Dio tres naturales para olvidar y retornó a la fritura de sus derechazos.

Estocada casi entera, delantera y caída echándose otra vez encima del toro y tirando la muleta antes de huir. Un completo desaguisado como pueden comprobar. 



No entendemos quién aconseja a estos hombres desde la barrera porque Espada tendrá un susto muy gordo más pronto que tarde. Tampoco sabe descabellar y sufrimos catorce golpes rondando el tercer aviso. La culpa no era del arma toricida sino suya.

En un telegrama les resumimos la tarde:

- Toros: que en la peor de San Isidro salgan como éstos.

- Cortés: fue el tuerto en país de ciegos y contó con el cariño del público tras el percance en el ojo con el del Marqués de Albaserrada.

- Campos: entre mal y fatal, escojan ustedes. No sabe matar.

- Espada: entre regular y mal pero con valor. Lamentablemente eso no es suficiente y menos cuando no sabes ni matar ni descabellar.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.







2 comentarios:

  1. Viendo la faena, descargada, despegada y despatarrada de Cortés (aunque corrió bien la mano) valoro más lo de Morante.

    Muy de acuerdo en todo Rafa.

    Hoy la Quinta, ojalá me equivoque pero saldrá noble y pastueña (como la novillada de los Maños) y ya verán como recibirá todos los piropos del "torismo" maniqueo.

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    1. No entiendo por qué ese torismo maniqueo valora el juego de los toros en función del hierro que lleven. Deberían darse cuenta de que caen en el mismo error del que acusan a la feligresía torerista.

      Saludos

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