Maestro, ¡quién le ha visto y quién le ve! Para este viaje no hacía falta alforjas. Por nosotros, puede usted continuar prejubilado porque ya no aporta nada. Las gaoneras las hace mejor Perera. El quite combinando reyneras y caleserinas le sale más garboso a El Fandi. Su quietud ya no llama la atención porque Roca y algún que otro novillero como San Román se quedan más quietos que usted. Torear con el pico lo hace usted igual que Curro Díaz. Y el destoreo vil que usted practica es el mismo que el de El Juli, Manzanares, Castella, López Simón, Mora y tutti quanti. No nos aporta ninguna novedad.
Respecto al ganado que se trajo bajo el brazo, una ternera de Sayago tiene más casta que esos borregos.
Como es nuestra costumbre, no hemos leído absolutamente nada de los panegíricos que a buen seguro le habrán dedicado por todas partes. Más de uno va a tener trabajo en explicarnos cómo es que el toreo puro era el de Roca en Sevilla, luego el de Aguado, antes el de Juan Ortega y ahora éste de Tomás que se diferencia en muy poco del de nuestras queridas figuras. Y ¿cómo van a convencernos de que burlarse de estas babosas indignas es lo mismo que lo de Román en Madrid o lo de Pacheco en Vic?
Ahí lo tienen en redondo. De ida, ubicado totalmente fuera de cacho y citando con la cadera sin dar el medio pecho:
De vuelta, escondiendo la pierna para seguir dando gato por liebre
a ese bondadoso público que lo jaleaba de manera enloquecida:
Las terneras que toreó tenían claros síntomas de autismo. Vean el de Cuvillo papando moscas y despreciando al diestro. El choto estaba bien entrenado para colaborar pero le faltó aprenderse que tenía ante él al gran maestro y no debería dejarlo tan desairado:
Lo mismo sucedía con el de El Pilar, qué poco respeto:
¿Es posible que este toro fuera hermano de los tremendos de san Isidro? Sí, aquéllos que cobraron en el caballo de manera terrorífica y cuya sangre era tan espesa como contábamos aquí. Si vio la corrida, José Tomás llamaría con urgencia al ganadero para que en lugar de sangre espesa el suyo tuviera leche merengada.
Ahí está de nuevo fuera de cacho y destoreando a conciencia (tienen la faena completa excepto la estocada aquí a partir del 1'50''):
Si llega a estar en Madrid, suponemos que los del pico no lo hubieran dejado vivir. Ni por la derecha...
Ni por la izquierda:
Dentro de ese toreo de salón pero de pago que tuvo a bien realizar en sesión abierta al público, saltó algún natural bien dibujado. Hombre, sólo faltaría que toreando de salón no fuese capaz de templar y de rematar bien un pase:
Estamos ante un torero que no es un piernas pero sí un aprovechado de esa legión de corifeos que le ríen las gracias. Ahí entran los del tendido y los de la prensa. Los primeros tienen una disculpa porque se han gastado mucho dinero por ver esta sesión de toreo de salón. A los de la prensa vendida también los disculpamos porque tienen que dar de comer a sus hijos.
Por cierto, en las imágenes que hemos visto aquí y allá no aparece ni una sola verónica. Ya intuíamos en san Isidro que es un lance en peligro de extinción. Viene siendo sustituido por los delantales. Algún listo nos quiere vender la mula ciega de que son verónicas a pies juntos...¡qué risa! Eso no existe, señores, son vulgares delantales que nunca pueden tener la hondura ni el riesgo de la verónica porque no enseñas el muslo al toro. Qué casualidad que prefieran el delantal para esconder una vez más la pierna, ¿no les parece? Aquí está el gran maestro recibiendo al de Cuvillo. Le pegó diecisiete delantales de salida (los pueden contar aquí a partir del 5'05''):
Advertiremos de que de los diecisiete, diez le salen enganchados mientras que a Perera en san Isidro le vimos un quite con cuatro que fueron mucho más elegantes, templados y enjundiosos que éstos de Tomás. En Granada le hubieran jaleado ciento cincuenta que hubiera pegado pero el diestro decidió cortar la serie antes del decimoctavo con una revolera y esta brionesa:
En la faena al cuvillo se nos saltan las lágrimas pero no de la emoción sino de la pena que da el pobre animal. Empieza embistiendo moviendo la cabeza como haría un borreguillo retozando en el prado. Al poco, se va convirtiendo en una babosilla para que el maestro siga con su clase de salón. Ya ven que no le enseña el muslo ni una sola vez, no vaya a ser que cargando la suerte se cargue al torillo:
Algo bueno le habrá visto usted, nos dirán. Hombre, pues que la muleta no es XXL como la de Manzanares, que se retuerce pero no tanto como El Juli y que va templando la embestida en ocasiones aunque la verdad es que ya viene muy templada del campo. Son tres cosas que no tienen ningún valor ante esas monas sin respeto.
Destaquemos la estocada a éste de Cuvillo porque está bien ejecutada. Se perfila a la distancia correcta y con la mano donde tiene que estar. Además, no alarga el brazo para darse ventaja:
Arranca con lentitud y sigue sin alargar el brazo para pegar la puñalada. No tapa la cara del toro:
Cruzará correctamente pero la estocada se le irá trasera aunque no es culpa suya por llevar la mano alta, es mala suerte:
Si alguno de ustedes nos viene con la milonga del 'sí, pero a mí me emocionó', ya no tenemos nada más que hablar. A nosotros nos emociona lo de Román aquí o lo de Pacheco aquí. Pagar por ver torear de salón unos animales que parecen sacados de un circo no sólo no nos emociona sino que nos indigna soberanamente.
Maestro, para hacer esto, mejor no vuelva. No sabemos si desde su retiro dorado habrá oído hablar de toreros como Juan Ortega, David de Miranda o Pablo Aguado. Son de los pocos que intentan torear bien o medio bien. Igual hasta le recuerdan a usted mismo hace años, muchos años.
Ellos le tienen a usted como un dios y ahora se les aparece en carne y hueso para decirles que no, que no hace falta que se esfuercen en hacer las cosas bien porque con una ternerica asfixiada se pueden montar las mismas posturas fuera de cacho que las figuras del Belén y te van a aplaudir igual.
Seguramente nos vamos a quedar más solos que la una criticando al gran maestro pero alguien tiene que decírselo. Alguien que no viva de esto porque los críticos paniaguados tienen que hincar la rodilla ante el insultante espectáculo vivido en Granada.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Sólo hay que ver los títulos de las dos últimas crónicas de Antonio Lorca: "Y que no se jubilan..." Vs " Con JT se hizo presente el toreo". Bien podía haber repetido el primero.
ResponderEliminarDespués de lo de Román es un insulto lo que se vende como espectáculo. Nos tachan de antitaurinos por no aceptar estas prácticas.
Pues sí, cuando sólo exista el monoencaste en los carteles y estas charlotadas seré un antitaurino belicoso, denunciando las tropelías que se cometen y recordando que hubo una vez una cosa que era "el toreo" y que se perdió, (cómo usted viene advirtiendo en su magnífico blog).
Rafa no está solo en esta lucha aunque veo pocas esperanzas.
Pongo aquí su comentario, que llegó a la entrada anterior. Califica lo de Granada como 'charlotada', que es lo que yo he dicho en privado pero no he dejado aquí por escrito. De todas formas, si hace una lista de los calificatovos que dedico a los toros, se deduce lo de la charlotada.
EliminarLorca para mí, y con todos los respetos, está totalmente desprestigiado. Pone una vela a Dios y otra al diablo con una incoherencia típica del que quiere quedar bien con unos y con otros y al final queda mal con todos. La cuestión es seguir en el machito viviendo de esto.
Nuestra esperanza es que este año hemos visto corridas como la de El Pilar, Victorino en Domingo de Ramos, Ibán, Escolar, tres toros de Aguirre y la de Cebada en Vic... Menos da una piedra, ¿eh? Y si a ello añadimos lo de Román y lo de Pacheco, casi nos podemos dar con un canto en los dientes. A ver lo que dura...
Saludos.
¡Amén! .¿Donde hay que firmar?.
ResponderEliminarUn saludo
Seguro que se habrá fijado en que la única vez que aparece en la entrada la palabra TORO es cuando me refiero a la estocada.
EliminarSaludos.
¿Es posible que haya aficionados de ésos más o menos íntegros que se hayan bajado los pantalones con este lamentable esperpento? Al estar al margen de redes sociales y no haber leído nada sobre el asunto, no doy crédito a lo que usted comenta. Que el del clavel, el millonario del este o del oeste, el de la farándula y los de la prensa comprada se deshagan en elogios lo entiendo porque responde a sus intereses. Pero ese supuesto aficionado serio...¡no me entra en la cabeza!
ResponderEliminarSaludos.
Le sorprendería saber hasta que punto. Algunos de ellos incluso son asiduos a esta bitácora. Sé que no es muy afín a ello, pero de vez en cuando podría echar un vistazo por Twitter. La conversación taurina es fantástica. La polémica también.
ResponderEliminarMe da mucha pereza lo de twitter, la verdad. No sólo en el ámbito taurino sino en cualquier otro. Algunos de esos aficionados asiduos a esta bitácora que se hayan entusiasmado con Tomás tienen un buen problema: en este modesto cuaderno el toro es el protagonista y en esa performance de Granada no hubo toros sino sabandijas. Si a ello añadimos que el maestro destoreó a gusto, ya me dirá usted.
ResponderEliminarPara mí es totalmente incompatible el toreo tal como lo entiendo yo y lo que protagonizó Tomás con sus monas traídas bajo el brazo. No puede ser que se defienda una cosa y la contraria. Como dicen que dijo un tocayo suyo y mío, "no puede ser y es imposible".
Saludos.
¿Pero el de la famosa sentencia no había sido Jesulín? Jejejeje
ResponderEliminarHola Rafa.
ResponderEliminarNo hay mención a las verónicas al tercero de la tarde (sí al capote pequeño tan bien utilizado toda la tarde, aunque hubo enganchones propios de cuando se quiere torear tan despacio). Ni al comienzo de faena al quinto por bajo (sin traer concebida la faena del hotel). Tampoco al temple que imprimió a todos los quites, variados y sin repetir (me sorprende la crítica al quite por caleserinas, tan despacio y levantando lo justo el capote sin levantar una polvareda precisamente como hace El Fandi). No mencionas que las faenas tuvieron una medida justa sin alargarse lamentablemente en el tiempo (lo que dieron de sí los toros y suele pasar tarde sí, tarde también: los diez minutos mínimos de rigor y la retahíla de avisos consecuente). Falta mención a dos buenos puyazos, uno de Iturralde y otro creo que de González (con el toro bien puesto en suerte).
Puede que falte la visión de la tarde entera y no guiarse por los mínimos minutos que José Tomás concede a los medios. Es un riesgo aventurarse por apenas tres minutos. Aunque también es cierto que la tarde estuvo desbocada, que José Tomás tiene casi 45 años y que el tiempo pasa para ti, para mí y para él, faltaría más. También aciertas en que en esta ocasión mostró ciertos "avances" en su tauromaquia que tampoco recibí con demasiado agrado: a veces, demasiado lineal y "moderno".
Pero sí: a pesar de que en algunos momentos me dejó bastante frío, lo volvería a hacer. José Tomás ya escribió con letras de oro aquello que debió dejar para la historia. Lo hizo. Y haré lo posible por seguir creyendo en alguien que a cuentagotas continua dejando por la plaza algo que brilla por su ausencia: torería y personalidad. Una manera de torear que, y no pido perdón, brilla tantas y tantas veces por su ausencia. O yo no la veo. Y te aseguro que miro. Vaya que sí miro.
La torería y la personalidad no se la puede negar nadie aunque esa personalidad sería bueno que la demostrase en el ruedo en buena lid y con sorteo, no trayéndose los chotos bajo el brazo y sin permitir la rivalidad.
EliminarSi es seguidor del blog habrá visto que no se trata de una crónica de la corrida sino de un comentario general basado en las imágenes que he ido recabando de aquí y de allá. No obstante, casi mejor así porque si hubiera tenido que hacer la crónica me temo que habría sido mucho más despiadado.
No se puede montar ese número con esas babosas. Sí he visto ese inicio por abajo rodilla en tierra que está bien y también el final de faena con ayudados por bajo muy toreros. Pero insisto en que los aficionados serios tienen en su cerebro lo que hizo Román en Madrid (lo de Pacheco no, porque no lo vio nadie) y cuesta un mundo no indignarse ante esto de Granada.
Saludos.
Sí soy seguidor del blog, que, dicho sea de paso, me parece interesante lo que en él publicas.
EliminarPor tanto y por lo que dices, habías omitido partes de la actuación buenas o muy buenas. Vuelvo a insistir en que comparto ciertas críticas. Pero tampoco consideremos a todos los que acuden a sus actuaciones como forofos y sin ningún sentido crítico. El público, bien lo sabemos, es soberano y no volvería si se sintiera estafado o con una mano metida en su bolsillo.
Para muestra, la tarde anterior ante toros peor presentados (sí, sí, peor y horriblemente presentados en el enésimo matillazo) se convirtió en insoportable contemplar a un copioso Morante, a un deslavazado Juli (que además estuvo insolente y descarado con un pequeño sector que protestó la oreja del quinto) y el trabajo en cadena de producción de un honrado Fandi. De esos doce mil que contemplamos ese horror, pocos volverán en "procesión" como se les acusa al resto. Ni por los toros (elemento esencial, por supuesto) ni por los coletas.
Soy el primero en querer ver a José Tomás en corridas normales, sorteando y en mayor número de tardes. Sortear, por cierto, los toros que traen debajo del brazo todos los toreros de ese rango, aunque sea de seis en seis, pero elegidos al fin y al cabo. Sea como sea, estas apariciones siguen marcando ciertos conceptos para nuevas generaciones, tanto del tendido como a los que quieran ser toreros.
No me veo incompatible con admirar a Román, a Pacheco o a cualquier otro. Es más, es admirable. Como me dijo un amigo a la salida de la corrida del sábado, en la ópera (género que desconozco) María Callas reapareció cantando ópera sin el mismo éxito que antes de una retirada. Pero siguió siendo la admirada Callas. Algo así debe ser.
Me considero un aficionado serio, Rafa. No es bueno poner etiquetas, algo muy de taurinos y tú no creo que lo seas. No veo problema en disfrutar por distintos palos. Con la naturalidad de José Tomás o con la entrega verde de Román. Caminos hay muchos y mezclarlos dejaría desnudo a muchos. ¿Desnudo JT con una de Aguirre en Vic? ¿Desnudo Pacheco con una de Garcigrande en Granada?
Intento no poner etiquetas y al ser seguidor del blog, cosa que le agradezco, lo habrá comprobado. El ganado que se trajo bajo el brazo es el mismo de las figuritas en sus corridas de seis toros pero alguna vez ha saltado la liebre y en el sorteo El Juli se ha quedado con dos garcigrandes malos y otro torero (Del Álamo, por ejemplo) con los buenos.
EliminarTiene que hablarme usted de esas babosas que 'toreó' Tomás. Es que ésa es la clave. Yo veo esos pases y me quedo igual que antes. Bueno, igual no, me quedo peor porque me va hirviendo la sangre al ver la mucha pena que da el torillo. Insisto en que para mí sí es incompatible ver cómo un torero se juega la vida de verdad ante un toro de verdad con otro que torea de salón a un choto y encima sin enseñar el muslo en la mayoría de ocasiones (cosa que ya veo que a usted no le pasó desapercibida).
El público es soberano y llena san Isidro con el clavel y el gintonic. Luego, desaparece y si te he visto, no me acuerdo. Bien es verdad que ese público triunfalista y orejero es el que mantiene el espectáculo. Diez veces al año que montase su número Tomás, diez veces que se agotarían los billetes, no lo dudo. Pero conozco bastantes aficionados, muchos son lectores también de nuestro blog, que no irían a ver eso ni con la entrada regalada.
Saludos.
Lo de las etiquetas me refería a lo que anteriormente tu has escrito: "Pero insisto en que los aficionados serios tienen en su cerebro lo que hizo Román en Madrid". ¿Serios los de Román? ¿Graciosos los de Tomás? ¿Y el resto? ¿Trastornados?
EliminarClaro que te hablo de esas babosas que dices. Esas babosas que le podían haber salido como comentas que le salen a veces a Juli. Esas babosas con las que se retuercen como culebras y muelen a mantazos en faenas interminables. Es que a esos torillos que dices no son capaces de lidiarlos con dignidad julis, Morantes y compañía. Y te pongo un ejemplo: antes ya comenté los dos buenos puyazos que hubo de manera especial. Pero es que no hubo ni un puyazo trasero, ¡ni uno! (entendamos por traseros los escandalosos). La dimensión del castigo ya puedes imaginar cual fue. La colocación del toro en suerte y la de la puya fue mucho mejor (en algunos casos perfectas) que lo que es habitual en esos mismos picadores con otros diestros. Algo tendrá que ver José Tomás, ¿no? Puede que un "oye, lo justo pero delanterito, ¿estamos?". Pues dicho y hecho (por cierto, el de El Pilar acudió y empujó bien al caballo).
Con los mismos toros que el resto, tan elegidos y tan empalagosos. Como se quiera, hubo cientos de detalles que marcan una diferencia abismal con el resto. Detalles para que los que empiezan se fijen porque no son mala escuela, más bien al contrario. Otra muchas claro que tampoco las enseñaría.
No fue la tarde perfecta, ni el José Tomás que reventaba Madrid, ni salió el toro de Céret. Y te entiendo a ti y a todos los que no os guste. No formé parte del público orejero. Y estaré en Céret, donde también se sacarían lecciones para enseñar en las escuelas.
No era mi intención molestar a nadie con lo de 'aficionados serios' y menos a usted. Para mí es serio quien antes que nada mira el toro. Me reconocerá usted que el noventa y pico por ciento de los presentes en Granada miraban al torero y les daba absolutamente igual el toro.
EliminarUsted y yo no estamos tan alejados como parece porque repara igual que yo en las faenas interminables, los mantazos, las babosas y los retorcimientos. No tengo inconveniente en reconocerle esos detalles que me cuenta de la lidia de Tomás, pero en las imágenes que circulan se ve un torero que no da mantazos pero que tiene delante una babosa, la faena al de Cuvillo a mí se me hace interminable y atención porque se retuerce peligrosamente dejando definitivamente de lado aquel Tomás de hace lustros que mantenía la figura erguida. Estuve tentado de capturar imágenes de su destoreo de pierna atrás violentando el torso para acompañar la embestida y buscar las mismas en Perera, Juli, Manzanares o Castella para ponerlas una detrás de otra y comparar. Me dirá que no es comparable pero yo le digo que ése no es el Tomás clásico de muchos años atrás. Digamos que se parece más a estos figurillas y menos a los Ortega o Aguado.
Usted estuvo en Granada viendo este espectáculo y acudirá a Céret a ver algo completamente distinto. No me queda otra que felicitarle porque tiene la mente más abierta que yo y eso le permite disfrutar el doble. Como dice un lector amigo para criticarme'¡a los toros hay que ir a disfrutar!' Aunque ya sabe lo que decía Vidal, que comparto plenamente:
"Aquello de que a los toros hay que ir a divertirse es una falsedad. A los toros hay que ir dispuesto a sufrir; provisto de lupa para comprobar la casta y la fortaleza de las reses, la integridad de sus astas, el discurrir de la lidia, el mérito de los lidiadores, la calidad de los lances, el respeto a los cánones, el correcto estado de la cuestión. Y si algo de todo esto falta, el aficionado conspicuo lo exigirá con la vehemencia que sea del caso; y si se cumple cabalmente, lo celebrará gozoso e incluso puede que entre en trance y crea que se le ha aparecido la Virgen".
Ya ve que Vidal también etiquetaba cuando pone 'el aficionado conspicuo', o sea, 'ilustre'.
Saludos y muchas gracias por discrepar.
Buenas tardes,yo me siento solo para ser italiano y aficionado,y màs solo que la una para ser italiano y aficionado y detractor de José Tomàs.
ResponderEliminarEsta claro que el "tomasismo" es una religiòn construida sobre fanatismo,ciega admiraciòn y slogan comerciales:"el Mesias","el torero samurai",etc.etc.
Tomàs construyò su nombre sobre las muchas cornadas recibidas.Yo voy a los toros a ver un hombre que con oficio y tecnica domina un animal bravo,los "tomasistas" esperando el harakiri de su samurai.
Saludos desde Envie,Italia
Enrico
No está usted tan solo porque hay bastantes aficionados italianos que siguen nuestro modesto blog y a quienes tengo el gran placer de conocer personalmente.
EliminarEl seguimiento a Tomás sí es verdad que tiene algo de 'religioso', como el de Morante, el de Curro o, en su día, El Gallo. Pero dice usted una cosa que coincide con lo que yo siempre critiqué y era las veces que invadía el terreno del toro y se llevaba la cornada. Aquello no era valentía como decían sus 'sectarios' sino temeridad, la misma que critico ahora cuando la protagoniza Roca. La temeridad es una vulgaridad al alcance de cualquiera. La valentía, no.
Distinti saluti.
Perdón, Enrico:
Eliminar¿Algún "tomasista" le ha confesado lo del harakiri? ¿De verdad? ¿No será un invento de otra religión a la cual, quizás pertenece?
Hago las preguntas porque no me llevo demasiado bien con las religiones e intento evitarlas.
Ahora me siento menos solo,me alegro.Yo tambièn intento evitarlas.
ResponderEliminarLo del harakiri era para explicar esto:para mi el gran torero es lo que conoce el terreno del toro,las distancias correctas y EVITA los cuernos.
Si el torero màs grande es lo que recibe mas cornadas,a la primera oportunidad me pongo yo delante de un toro como espontaneo y seguro me convierto en un gran torero!
saludos(y Fran me gusta hablar de toros y toreros cuando hay diferentes opiniones,es por eso que tambien yo intento evitar religiones)
Enrico
Me alegro Enrico que sea Ud italiano y aficionado al arte de Curro Cúchares.
ResponderEliminarYo por mi parte, y visto lo visto en mi país (Expaña), he decidido declararme finlandés, y al ser aficionado a la tauromaquia, con algunas primaveras asentadas en mis sienes, creo que seré el primer finlandés entusiasta del arte de Pepe-Hillo.
Más allá de la broma... no es menos cierto que hoy además de torear (mejor o peor) se necesita una parafernalia de marketing en paralelo para publicitarse, ya que sino mediaticamente "no vendes"...Estamos en la época de la estupidez colectiva.
Recuerdo haber visto a JT, aquí en Pamplona, allá por 1999-2000, y sí, era un torero valiente, que pisaba "terrenos comprometidos"pero nada del otro mundo.
Luego vino la mística (entrevistas donde dejaba entrever sus deseo de inmolarse en el ruedo) y Aguascalientes. Eh ¡Hale Hop!Negocio a la vista.
Dosificar el momio,escasas tardes, sin tele, con chotas y con hoolligans dispuestos a viajar desde las antípodas, y a pagar lo que les pidan
¡Allá ellos, son muy dueños, de lograr orgasmos como prefieran y gusten!¡Qué con su pan se lo coman!
Por mi parte le confieso que vi 30 segundos de una de sus "faenas" en Granada. Cuando reparé en la babosa moribunda, preagonica que tenía delante, con una cabeza "presuntamente arreglá en la barbería", y a la que manteaba inmisericorde, paré el vídeo y hasta hoy. Cuestión de no contaminar el cerebro con imágenes escabrosas.
Me han dicho que Elvis Presley vive.. yo ya empiezo a creerlo y puede ser un pingüe negocio. Hay mucho crédulo ¡Hay gente pá tó!
Saludos desde la vieja Iruña ¡Ya falta menos para el Glorioso San Fermín!
El problema es lo que dice Ignacio.En mi opiniòn el torero que hace historia debe torear frente toros integros,ni mas ni menos,de todos los encastes y en todas las plazas.
ResponderEliminarEs un placer hablar y discrepar con ustedes sobre el mundo del toro que tanto me apasiona,gracias y un abrazo a los amigos de Pamplona,donde vi mi primera corrida.Gora San Fermin!
Enrico