lunes, 23 de mayo de 2022

FERIA DE SAN ISIDRO, 2022 (12). TORREALTA: PICANDO PIEDRA

La corrida transcurrió no con bronca en los tendidos pero sí con ruidosa división de opiniones entre aficionados, según nos llegaba el sonido ambiente por televisión (decidimos no castigarnos con los comentaristas triunfalistas).

Hubo protestas contra los toros, contra los toreros, contra los pares de banderillas, contra el palco, contra la empresa y entre los propios espectadores.



La corrida de Torrealta fue remendada con dos de García Jiménez y el baile de corrales más los pesos rondando los 500 kilos ponía en prevengan a más de uno. 

Pues los toros no fueron nada del otro mundo pero estuvieron todos por encima de lo que les ofrecieron los tres maestros. El titular se refiere a esa circunstancia.


VALADEZ. Confirmaba la alternativa con un toro de García Jiménez. Era este colorado anteado con esas dos velas:



Acudió al caballo con violencia y el primer puyazo fue de bravo. Quite de frente al costado de Fandi al que respondió el mexicano dando una buena media:



Puso banderillas aseadamente con el toro galopando a placer. Aprovechó la circunstancia hincándose de rodillas en los medios sabiendo que el toro acudiría como una bala.

El animal doblaba las manos pero embestía queriendo coger la muleta. Valadez, molestado por el aire, quedó por debajo del bravito animal y se pasó de faena. 



Rinconera estirando el brazo de la que salió el toro muerto:



El último era un colorado claro, ojo de perdiz, mosqueado más que chorreado y protestado:



Nada en varas y quite del hidrocálido por lopecinas. Invitó a parear pero el tercio no resultó nada brillante que digamos. No les engañamos, observen al terceto por orden de alternativa:





El torete era un amigo al que había que llevar con suavidad para que disfrutase colaborando con el torero pero el mexicano se dejó enganchar demasiado la tela y acabó haciendo que el toro pareciera peor de lo que era. Y era un bomboncillo.



Cuando todo transcurría de manera anodina, el diestro se puso al natural y antes de citar el toro se le arrancó y se lo montó en el testuz:




Se agarró a los cuernos para evitar males mayores pero recibió una buena ración de golpes. A pesar de ello volvió a la cara del toro. Por cierto, tanto Fandi como Escribano salieron raudos al quite con el capote y no a cuerpo limpio como solemos ver habitualmente, ¡muy bien!



Estocada arriba perdiendo la muleta por no liarla bien. Bella muerte del toro y oreja totalmente sentimental con inconcebibles aplausos al toro en el arrastre:



 

FANDI. Su primero fue protestado al ver la tablilla con los 507 kg. La verdad es que parecía un poco justo de remate:



Larga en tablas mientras seguían las protestas por el toro. El problema es que no doblaba las manos y no había lugar a que viese el verde tras su correcta pelea en el peto.



Compartió palitroques con Escribano y con Valadez. Los aplausos ahogaron los pitos cuando brindó este vulgar toro. La verdad es que no sabemos qué vio para brindar porque luego no hizo más que arrancar pases sueltos. Encima se llevó al toro cerca de chiqueros por el aire y allí se aquerenció.



Media lagartijera con el brazo elástico y a otra cosa:



Su segundo pesaba 516 con lo cual nos temíamos las protestas antes de saltar, como así fue. Era un castaño bragado, meano, listón, acapachado, astifino y carinegro:


 

Empuja de bravo en el primero pero nada en el segundo y desarma tres veces consecutivas antes de las banderillas. Fue demérito de los capoteros y no porque el toro fuese un granuja.

Mal Fandi a toro pasado, alguien tendrá que decirlo porque no hay derecho. Toda la tarde igual y él lo sabe mejor que nadie:



Al toro le quedaba fuelle y empezó respondiendo bien pero tuvo que ver cómo el granadino lo que hacía era pegar pases sin piedad. No es de extrañar que se hartase y se pusiese violento. Otro toro que estaba por encima del torero, con gritos acertados de ¡fuera! y ¡se va sin torear!



Corta ladeada saliéndose y con la mano por la estratosfera que bastó. Aplausos justos en el arrastre.




ESCRIBANOSe fue a portagayola a recibir a su primero. Por cierto, el día anterior había estado sentado en el tendido 7, desde donde la última vez que hizo esto mismo tuvo que escuchar a un desalmado que le gritó ¡Escribano! ¡Ya aburres con tanta portagayola! Teniendo al maestro ayer ahí sentado era la ocasión de haberle dicho esto a la cara, ¿no les parece?



También hubo protestas contra el toro: 



Nada en el caballo y las protestas se diluyeron porque el toro no claudicaba.

También compartió palos Escribano. Fandi se pasó de listo, ahí lo tienen, parece un OVNI:



El de Aguascalientes se quedó sin toro y el sevillano quebró al violín:



Cambia en los medios y de nuevo sufre la molestia del aire. Pero el toro tomaba la muleta con fe, más que cualquiera de los miuras que mató en Sevilla. 



Pues el maestro nos aburrió y en nuestra modesta opinión estuvo por debajo del toro. Casi entera, muy tendida y trasera, con telonazo marca de la casa que pueden ver aquí:



Se volvió a ir a porta gayola en el otro, cosa que tiene un mérito grandísimo en nuestra opinión (recuerden aquí). Y luego repitió en tablas:



El toro era un colorado ojo de perdiz y cornilevantado de García Jiménez. De éste no oímos protestas:



Fue una lástima que cuando quiso templar a la verónica y se esforzó en no dar el paso atrás, le salieron todas sucias. Ordenó a Peña dosificar mucho el castigo porque el torito era de cristal.

Rehiletes del maestro aliviándose en exceso excepto en el último por dentro. Cambiamos uno solo de los pares que ha puesto Fernando Sánchez hasta ahora por todos los de esta tarde:



El toro seguía galopando aunque tengan en cuenta que no había sido castigado en varas. Fue el típico toro posmoderno al que se puede lidiar eliminando el primer tercio.

De nuevo se nos antojó ver al maestro abriendo demasiado la puerta y estando por debajo de la nobleza y las ganas de colaborar del tal Filósofo. La faena se nos hizo eterna en el peor sentido. 



Terminó con un mandoble absolutamente horrible, atravesado y en el lomo. Con semejante cuchillada hubo una demencial petición, superior a la de Ureña con el de Mayalde. De Villa no la quiso atender y demostró que urge unificar criterios entre los presidentes:



Se saltó el reglamento. Si el nivel de exigencia de la plaza está bajo mínimos y se pide una primera oreja con el pañuelo en una mano y el licor en la otra, no es su problema. Debe limitarse a contar pañuelos aunque eso lo obligue a conceder el premio y arrastrar aún más por el fango el prestigio del coso.

La función acabó con la alegría del público más sentimental del mundo, que es éste de Las Ventas, al ver que De Villa no había negado la sentimental oreja del sexto al mexica (recuerden lo explicado aquí sobre ese sentimentalismo venteño). A ver si don Gonzalo también tendrá su corazoncito...

Fin de fiesta con otra corrida para olvidar. Y van...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


















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