La corrida de El Espinar quedó en mano a mano entre Ureña y Toñete por la lesión de Ponce en El Puerto. Nos las tuvimos que ver con dos estoqueadores nefastos, de los peores que nos ha deparado el siglo XXI.
Ustedes recordarán la fábula de Samaniego en que un burro sopla una flauta y queda encantando del sonido pensándose que es James Galway:
¡Oh!, dijo el borrico,
¡qué bien sé tocar!
Y sonó la flauta
por casualidad
En esta corrida podríamos cambiar esos versos por los que siguen:
¡Oh! Dicen estos dos,
¡qué bien sé matar!
Y la espada había entrado
por casualidad
Los toritos fueron escarbadores, con poco poder, con poca casta y con poca cara, culminando con este quinto, último de Ureña, que nos recordó a Fígaro, el barbero sevillano:
Fueron maltratados todos en el caballo sin excepción. En cuanto a presentación, nada que ver con el excelente trapío que lucieron aquéllos de Madrid (recordar aquí). Éstos salieron uno de su padre y otro de su madre. Estamos convencidos de que en esta vacada no habrá ido ningún ejemplar al matadero porque si los de El Espinar, anovillados y con caras impresentables, se han lidiado, señal de que todos sus hermanos seguirán paciendo en el campo tan ricamente.
Relacionado con toros que sorprendentemente no terminan este año en el matadero, pulsen aquí para leer una historia truculenta.
UREÑA. Su primero era un novillete que recibió un único puyazo, como todos excepto los dos del capacho segundo. Luego se dedicó a escarbar pero esta circunstancia no hay que tenerla en cuenta después del recital escarbador que dio el tal Cobradiezmos (recuerden aquí una vez más).
Azuquita quiso hacer las cosas bien en banderillas cuadrando en la cara y el toro casi le arranca los genitales de cuajo. Al final salió bien librado para lo que podría haber sufrido:
Ureña se puso de perfil para que el choto le durase lo máximo posible:
Pinchazo sin cruzar y media trasera y caída que ni de broma era de muerte a pesar de que el diestro gritaba '¡está muerto!' Se engañó a sí mismo y engañó también a los de televisión, que dijeron 'media en la yema'. Lógicamente tuvo que descabellar.
Su segundo era otro novillo corniapretado. El pobre tuvo la mala suerte de que quiso meter los riñones en el peto pero se encontró con Iturralde, quien le tapó la salida, le pegó durísimo como acostumbra y cuando levantó el palo siguió barrenando con el turmix. De vergüenza. Ureña se despreocupó totalmente del primer tercio como también es costumbre en él.
El torillo sacó geniecillo en los primeros pases pero se acobardó ante el aplomo y el sitio que demostró el murciano. A muchos otros este torete se les sube a las barbas si no se muestran serios desde el principio. El problema es que Ureña se puso pesadísimo cuando el toro ya no daba para más.
Casi entera desprendida que basta. Fue una estocada marca de la casa, pegando el salto en la cara, alargando el brazo, sin cruzar y saliendo trompicado. Oreja.
Su tercero y último fue aquel cornimaquillado que veían antes, un verdadero ultraje para todos los que habían pasado por taquilla. El bichejo se dejó pegar una infame carioca. Fíjense dónde ha dejado en suerte al toro el gran maestro:
Acto seguido comienza el festival asesino de Melgar mientras Ureña pasea por allí:
Sigue la carioca porque el criminal picador dio cinco vueltas sobre sí mismo en casi un minuto recargando mientras el maestro seguía pendiente de las musarañas:
No nos extraña porque sabemos de primera mano que Ureña es uno que en privado reconoce con total insolencia que el primer tercio le importa una higa. A la salida del caballo, el animal se pegó una voltereta y el diestro dijo después que el toro se había acabado por ese golpe. No, Paquito, nosotros no tragamos. No compares el terrorífico quebranto de ese tercio de varas carnicero que tú amparaste con la voltereta del pobre bicho.
Si lo hubiera cuidado sale a hombros pero en el pecado llevó la penitencia. El animal volvió a clavar los pitones en la arena de tanto que humillaba pero Melgar lo había crucificado. Bueno, Melgar no: Ureña, porque hay que llamar a las cosas por su nombre.
Ningún interés con la muleta en una faena que terminó aburriendo a las ovejas. Estocada baja protestada y cinco descabellos. Ureña, te quedaste sin toro y sin oreja por tu poca vergüenza, cosa de la que nos alegramos. Con tu pan te lo comas.
TOÑETE. Su primero no era cornigacho sino capacho, ahí lo tienen:
Por eso decíamos que si éste no ha ido al matadero, es que el millonario mexicano no ha condenado a ninguno. Mansea en dos entradas, tocando música y saliendo suelto. Gran segundo par de Gómez Escorial.
El chivo era distraído y gazapón. Toñete vino con la faena del hotel y no consiguió meterlo en la muleta cosa que tampoco era fácil. Horrible media atravesada perfilándose lejos, tapando la cara y pegando la puñalada con el brazo adelantado. En resumen, un despropósito colosal.
Su segundo sólo era capacho del izquierdo porque del derecho se quedaba en cornigacho. En Toñete lo mejor es que lleva un capote de dimensiones normales y sin almidonar, que lo coge mejor que la mayoría y que luego corre los brazos con cierto gusto. Del resto de su tauromaquia, lo que decía Hamlet, the rest is silence.
Con un puyazo de nada, el choto quedó para el tinte. Escarbó como sus hermanos y sólo duró siete pases.
Toñete se dedicó a retorcer la figura y hacer muecas que no venían a cuento.
Dos pinchazos horripilantes y media tendida con la mano por encima de la cabeza de forma absolutamente grotesca tras perfilarse fatal. ¿No ha sido Gómez Escorial su mentor? Pues no comprendemos cómo el maestro tolera semejante akelarre de su pupilo a la hora de matar.
Por fin le salió el último que ya sólo era cornigacho del izquierdo. El que hizo los lotes le puso las caritas acapachadas a Toñete y las de pitiminí a Ureña. Ahí lo tienen, ¿qué me dicen?
Escuchamos una incomprensible ovación a Vicente tras una nefasta carioca al toro acompañada por una barrenada de cárcel. César Jiménez nos intentaba vender una mula ciega diciendo '¡qué gran puyazo!' Observen esa mano izquierda, que es la que pica, tapando alevosamente la salida al pobre animal mientras recarga vilmente con la puya:
Consuma la carioca sin que Toñete se dé por aludido, todo esto no va con él, es un puro trámite:
El animalillo sacó carboncillo y Toñete lo recibió con un inicio de faena rodilla en tierra muy correcto. Pero enseguida se vio que el torete estaba loco por irse a tablas y el carboncillo se convirtió en cenizas rápidamente. Fin del festejo con media trasera que basta pero tras una ejecución nuevamente digna del museo de los horrores.
Menudo par de matadores de toros en el sentido estricto de la palabra. Las estocadas que perpetran son un ejemplo de todo lo que NO hay que hacer al entrar a matar. Para la suerte suprema que ambos ejecutan valen las últimas palabras de Kurtz: 'el horror...el horror...'
Quizás podríamos haber sido más benevolentes con lo visto en El Espinar dado el esfuerzo que hicieron sus gentes en organizar el festejo y la televisión de Castilla-La Mancha en retransmitirlo. Pero una cosa no quita la otra y cuando decidimos ponernos a contarles lo que estábamos viendo, optamos por no ir con paños calientes a pesar de la dramática situación que atraviesa la fiesta. No sabemos a ciencia cierta si es lo correcto por nuestra parte pero lo escrito, escrito está.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
¿Y no había nadie para sustituir a Ponce?
ResponderEliminar¿Con la que está cayendo no pueden repartir el pastel?
¡Que mundo más opaco este de los taurinos!
PD: soy aficionado a los toros pero me parece indecente repetir hasta la saciedad que los presupuestos generales tienen una partida de sólo 65.000€ sólo para la tauromaquia, cuando gran parte de los festejos vienen sustentados por los ayuntamientos locales. Esta bien denunciar lo de los ERTES pero con argumentos de peso. Si los impuestos se gastan en sufragar espectáculos como estos que termine esta fiesta.
Exactamente lo mismo que usted pensé yo al ver el paseíllo mano a mano. Hay toreros que viven ahí al lado y que si los avisan por la mañana, se presentan de luces por la tarde sin problemas. ¿Por qué no se avisó a nadie? ¿O se avisó y dijeron que no? Vaya usted a saber pero, como bien dice, un misterio más en ese submundo de los taurinos.
EliminarSaludos.
Se propuso a Emilio de Justo para sustituir al de Chiva y el entorno de Ureña se negó en redondo.
ResponderEliminarYa está bien, hay que denunciar las perrerías del torero llorón,
Vaya... sería un comportamiento digno de la figurita que le han dicho que es. Penoso. Ya se ha olvidado de cuando se arrastraba por los tentaderos pidiendo una oportunidad.
EliminarSaludos.
Hola Rafa y lectores.
ResponderEliminarBien sabido es que Paco Ureña pasa totalmente del segundo tercio. Tendrá algo que ver lo que le pasó con Agitador de Fuente Ymbro en Las Ventas?
https://vimeo.com/127382282
Creo que ese topro y ese día marcó un antes y un después respecto a ese tema para él.
Supongo que se refiere al primer tercio. Yo pienso que es su forma de entender esto, que es la habitual en el 90% de los diestros: la muleta es lo importante y yo soy el centro de todo, el toro es un vulgar instrumento para que me aplaudan a mí y gane dinero. No hay más.
EliminarSaludos.