En las dos entradas anteriores, que pueden localizar bajando en la columna derecha de su pantalla, les dábamos cuenta de las dos jornadas del Primer Congreso Nacional de Tauromaquia celebrado en Madrid.
Los inscritos estuvieron en torno a las 140 personas y se echó en falta a algunos socios de la propia ANPTE, que era la entidad organizadora. Tampoco había apenas profesionales del sector. Excepto aquéllos que vinieron para exponer su opinión en las diferentes mesas, el panorama profesional entre el público asistente era desolador pero ya sabemos que ellos no tienen interés en acudir a reuniones como ésta.
A continuación les resumiremos las conclusiones a que se llegó en las mesas de trabajo que se montaron por la tarde según lo que se había expuesto por la mañana. Las hemos puesto en cursiva para intercalar con letra normal nuestros comentarios.
- Cuando se habló de unificar el reglamento, se concluyó hacer todo lo posible por unificar criterios manteniendo el paraguas de la Ley 10/1991. Dentro de la reglamentación se consideró imprescindible aplicar de manera efectiva el régimen sancionador. Totalmente de acuerdo en todo a pesar de que ya les dijimos que intentar unificar criterios entre comunidades autónomas es tarea digna del tormento de Sísifo y no sólo en tauromaquia. Lo de aplicar el régimen sancionador, depende de la voluntad del presidente, como remarcaremos en la próxima entrada, dado que la posibilidad de sancionar está claramente descrita en todos los reglamentos vigentes actualmente en España.
- En cuanto a la integridad se recalcó que debe ser entendida de forma integral en todas las partes del espectáculo taurino. Por ello, se debe mantener una normativa legal para el desenfundado de los cuernos de los toros mediante la presencia de un veterinario y con diez o quince días de antelación para que los toros cojan el sentido de la distancia. Añadiremos que se debería tomar fotos de los cuernos tal como aparecen tras extraer las fundas y además que la autoridad tendría que estar presente también en el embarque y precintado de los cajones para comprobar cuando lleguen a la plaza que no se han manipulado.
- En el desembarque y el reconocimiento de las reses son fundamentales los reconocimientos ante mortem y se deberá reglamentar el uso de la cámara térmica para analizar científicamente los cuernos de los toros y novillos a lidiar puesto que con ello se garantiza el cumplimiento de los reglamentos vigentes. Esos reconocimientos en los corrales se supone que no plantearían problemas córneos si se ha hecho lo propuesto en el párrafo de más arriba. La inevitable discusión recaería en el peso y en el trapío.
Respecto a la ínclita cámara termográfica discrepamos con que sirva para garantizar el cumplimiento de los reglamentos vigentes. Ya saben que no terminamos de verla clara dado que de momento no sirve para detectar la bolita y además pone en un brete a ganaderos honrados que no enfundan ni tocan los pitones pero que pueden verse en la tesitura de que alguno de sus toros no dé exactamente la proporción 1:7 sin haber sido manipulado. ¿Qué hacemos entonces? Imaginen que por redes trascendiera que este ganadero ha visto desechados varios de sus toros por ello. ¿Qué imagen se daría de él? ¿Acaso tendrán que poner todos fundas? Que no lo vemos claro...
- Asimismo, se debe establecer medidas que puedan salvar la cadena de custodia, como vigilancia privada o de cámaras de seguridad. Del mismo modo, se debe establecer de forma aleatoria el envío reglamentario de cuernos al laboratorio para el reconocimiento post mortem, y mantenerse la base de datos de toros rechazados dentro de la OCAT de la Dirección General de Policía. Eso del envío aleatorio ya se hace en el País Vasco (y estamos sobre ascuas esperando los resultados de los análisis de algunos cuernos de la pasada feria de Azpeitia, donde los animales no eran astigordos como dijeron en televisión para curarse en salud sino claramente sospechosos de pitones).
La vigilancia privada o las cámaras de seguridad suponemos que estarían en las dependencias de las plazas pero es que la cadena de custodia empieza antes. Por ello, creemos que podría blindarse perfectamente desde su inicio sin demasiados problemas. En primer lugar, un representante de la autoridad estaría presente en el momento de quitar las fundas y podría hacer fotos de los animales desenfundados, ya lo decíamos antes. Volvería a hacer acto de presencia en el momento de precintar los cajones durante el embarque y se acabarían las suspicacias actuales con ellos. Sería el momento de verificar que los cuernos son exactamente los mismos que se desenfundaron días antes. Una vez en los corrales de la plaza, se cierran éstos a cal y canto o se pone una webcam para vigilar, cosa que supondría muy poco gasto, aunque tampoco garantizaría al cien por cien la ausencia de golfería en caso de connivencia entre los golfos y la empresa. Tomando estas precauciones desde la finca hasta la salida al ruedo, pensamos que ningún juez tiraría por tierra una posible sanción por barbería alegando que se había roto la cadena de marras.
- Respecto a la formación de los presidentes, debe exigírsela a los mismos así como que haya una asociación profesional obligatoria para todos. En cuanto a los nombramientos para el palco, se ha incidido en que el acceso a la función de presidentes se haga con arreglo a los principios de igualdad, mérito y capacidad, estableciéndose un procedimiento administrativo específico para la solicitud, acreditación y resolución en los nombramientos que se deben realizar. En todo lo que sea evitar que el palco lo ocupen turistas, siempre estaremos de acuerdo. Ojo porque habría que lidiar con los políticos de esos ayuntamientos que se ponen de presidentes aunque lo más redondo que han visto en tauromaquia es un edificio. Les puede su ansia de figurar y cuando están ahí arriba se dedican a dar gusto al vulgo. La plaza de Pamplona es uno de los ejemplos más clamorosos de ello.
En Las Ventas seríamos partidarios de montar un equipo que fuera rotatorio tanto en la presidencia como en la asesoría. Ésta dejaría de llamarse artística y la ocuparía otro de los miembros del citado equipo y así se contribuiría a unificar criterios. En cuanto el personal se acostumbrase a que con estocadas defectuosas o mal ejecutadas no caería nunca la segunda oreja, se terminarían las peticiones tanto de los tendidos como de los televisivos. Cabría la posibilidad de que viendo con el paso del tiempo la seriedad imperante, el público rebañego pidiese la primera pero cesase en su actitud sabiendo que con equipos presidenciales serios sería inútil perder el tiempo. Eso sí, habría que ver qué actitud adoptarían los críticos paniaguados ante medidas como ésta, que cercenarían de raíz ese triunfalismo barato que tanto les gusta. Seguro que don Luis Espada nos daría la razón en todo esto. Recuerden pulsando aquí nuestro homenaje con ocasión de su fallecimiento:
FOTO: Santos Cirilo |
- Respecto no sólo al tercio de varas sino a toda la lidia, se pide una modificación de los útiles; que se use la puya cuadrangular, elevar el número de puyazos mínimos y que se tenga en cuenta la influencia de la correcta ejecución de la suerte de varas en la obtención de la segunda oreja. Aplicando esto último, con lo que comulgamos totalmente, la segunda oreja desaparecería de las plazas. O, al menos, tardaría lustros en volver a aparecer hasta que los profesionales decidieran dignificar el primer tercio. Esta medida tan radical la discutirían no sólo los mismos toreros sino también los paniaguados de la crítica, el público festivo y, no lo descarten, una mayoría de ganaderos.
Lo que quedará pendiente es el problema de las lanzadas traseras, que se repiten cada tarde tanto si el toro acude a la carrera como si se viene al paso desde la segunda raya. E incluso pican trasero cuando rectifican, clavando en el espinazo. Esto que ven en la foto es desesperantemente habitual en cada festejo:
- De lo tratado en la mesa del indulto destacar que se exige que se cumplan los reglamentos vigentes. Asimismo, se indica que el auge de los indultos conlleva dos grandes problemas para las corridas de toros: el primero es la pérdida de la muerte del toro en la plaza junto a la ejecución de la estocada y el segundo, la pérdida de la bravura ya que se indulta una mayoría de toros que no han cumplido con la suerte de varas. Por ello, el indulto del toro sólo debería realizarse de forma excepcional cuando el animal haya cumplido todas las suertes de la lidia de forma excepcional. Para mejorar los reglamentos, se sugiere entrar un mínimo de tres veces al caballo empujando con presteza y pujanza. Del mismo modo, las conclusiones aluden a no otorgar premios al torero en caso de indulto, excepto el de la vuelta al ruedo puesto que no ha habido suerte suprema. Las conclusiones de esta mesa también recogen que con los avances científicos de las medidas de reproducción asistida no sería estrictamente necesario contemplar el indulto. Además, se apunta que no se puede indultar en corridas de rejones, festivales y novilladas sin picadores.
A lo de empujar con presteza y pujanza añadiríamos sin salir suelto, aunque otorgando siempre al toro en esta tesitura el beneficio de la duda cuando no haya un cante de gallina clamoroso. Perfecto lo de ausencia de casquería para el diestro pero ya sabemos que eso les daría igual porque tanto ellos como el ganadero buscan el titular del día siguiente en los portales comerciales. Que no haya habido orejas para el de luces o que el animal indultado no sirva después para la cría son circunstancias anecdóticas ya que lo que persiguen ambos es el triunfalismo. Nuestra opinión sobre el indulto la dejábamos clara en esta entrada y también en esta otra a cuenta de aquel Muralista de Victorino.
Finalmente decirles que se hizo un redactado oficial de todo esto y se decidió trasladarlo a las Administraciones Públicas que tienen competencia en la materia.
Hasta aquí todo lo sucedido en este primer Congreso de Tauromaquia de la ANPTE celebrado en Madrid.
Sepan que las noticias aparecidas en portales comerciales sobre el citado congreso han tenido que ser convenientemente pagadas a los medios por la Asociación (hablamos de más de dos mil euros). A nosotros estas entradas con las que esperamos haberles entretenido nos han costado dinero. Pero dudamos mucho de que encuentren en cualquier otro medio taurino una información más exhaustiva e independiente que la ofrecida por nuestro modesto blog.
Si sirve de algo lo comentado aquí para mejorar la fiesta, lo daremos por bien empleado aunque nos van a permitir que seamos muy escépticos al respecto. Es que, en primer lugar, ya saben que los propios presidentes de plazas de toros están divididos en asociaciones diferentes, lo cual es abracadabrante. En segundo lugar, nos parece de perlas dar guerra en muchos de los aspectos aquí tratados pero mucho nos tememos que hay batallas que podemos dar por perdidas de antemano. En tercer lugar, el enemigo es muy poderoso y su golfería deja en pañales la de algunos de los mafiosos más célebres de la historia.
Vienen ganas de tirar la toalla cuando vemos los monopolios taurinos, los tejemanejes de empresarios, la caradura de algunos apoderados, las comodidades de muchos toreros, las prácticas de esos ganaderos que quieren vender sus toros por encima de todo, los triunfalistas comentarios televisivos intentando dar gato por liebre, los turistas que suben a la mayoría de palcos y la poca ilustración taurómaca de un alto porcentaje del público orejil -aunque sea él quien sostiene el tinglado-.
Un presidente de ANPTE nos decía en la cena: 'es que los taurinos nos van ganando ya por cuatro a cero y si bajamos los brazos nos va a caer una goleada humillante'. Sí, lleva razón, pero es que tenemos la desgracia de que siempre hemos sido de los de la botella medio vacía y en esto de los toros, incluso más todavía.
Nos queda mostrarles una última entrada donde les daremos cuenta de lo que se habló en los corrillos del congreso aunque lo haremos con la inevitable discreción respecto a los autores de algunos de los comentarios.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa