domingo, 1 de octubre de 2023

FERIA DE OTOÑO, 2023 (1). EL PUERTO: HASTA SIEMPRE... O ¿HASTA CUÁNDO?

Pocos son los que tragan con que El Juli se vaya a quedar definitivamente con la pata quebrada y en casa. Como argumentos a favor de que no vuelve tenemos dos: que Roca aprieta mucho y que él ya tiene el riñón muy bien cubierto. Por contra, a favor de un futuro retorno hay más razones: los críticos paniaguados comen en su mano, los ratimagos de su toreo hacen que arriesgue poco, el medio toro que mata habitualmente es más dócil que nunca y por último, tanto los barberos como el del boliche siguen perpetrando sus desmanes con total impunidad.

Sea como fuere, Julián nos quiere hacer creer que su mutis es definitivo. Pero en lugar de hacerlo de forma discreta a final de temporada, lo anunció coincidiendo con aquella cogida de Roca en Santander, recuerden aquí. Ésa es la razón de que ahora asistamos a sendas despedidas, primero en Madrid y luego en Sevilla.



Los toros de El Puerto fueron negros, con cara, bien presentados y de comportamiento dispar en varas, sin ser ninguno bravo. En la muleta todos se comportaron de manera noble y repetidora pero faltó pimienta al guiso. La excepción fue el cuarto cuya actitud casi rozó la de un manso de carreta.




UCEDA. El primero era un negro zaíno, de pezuña basta, con muy poco cuello pero con mucha cara y bien encornado. Las fotos de los toros son del maestro Moore:



Nada en varas con blandeo de patas. Brindó a Julián y no sabemos si le dijo que se fijase en cómo iba a torear, enhiesto y sin retorcerse lo más mínimo, nada que ver con el toreo de sacacorchos.

El toro tenía un pequeño geniecillo que Uceda neutralizó al no permitir que le tocase la muleta. Terminó con una entera muy defectuosa por muy trasera y caída pero jaleada desde el tendido de manera pueblerina, simplemente al comprobar que había desaparecido el acero en la carne del toro.



Su segundo era un toraco negro zaíno, largo, con borlón y balano muy peludos. Era cornalón aun siendo cornigacho:



Huyó tres veces del titular y dos del reserva emulando a Zatopek hasta pararse en chiqueros. Luego Gómez Escorial se ganó bien el sueldo bregando.

El toro no quería muleta sino madera y Uceda no pudo o no supo cómo meterle mano. Quizá doblándose por abajo de inicio con dureza habría conseguido algo más.

Le tapó la cara para dejar una casi entera trasera y caída de nuevo pero aplaudida igualmente porque a Uceda le aplauden siempre aunque cada vez mata peor. Descabello y silencio por ser vos quien sois ya que a muchos otros los hubieran pitado a base de bien.


EL JULI. Se presentó de nazareno y oro con los cabos blancos. Su primero era un toro tostado o chorreado y corniapretado, chato de cara:



Lo recibió con verónicas sin echar el paso atrás y con las manos bajas sacudiendo la alfombra, como diría Morante. Le perpetró tres medias seguidas y desde casa oímos crujir el espinazo del pobre toro.



Empezó empujando de bravo pero enseguida se afligió al notar la puya en la columna vertebral. En el quite el propio maestro le pegó otro puyazo de su parte con otras tres medias verónicas aplaudidas desde el tendido en lugar de protestarse. Señal en la segunda entrada de la que se va suelto.

El toro se distraía pero no hay nadie como El Juli para corregir ese defecto y mantenerlo bajo la tela. Lo que pasa es que luego empezó a blandear de manos aunque repetía con nobleza un tanto boba. La taleguilla iba bien recauchutada. Amplíen la foto aunque el nazareno disimula mucho el refajo:


FOTO: Ignacio Sánchez Olmedo

Se resumió todo en un derechismo bastante vulgar ubicándose fuera de cacho más de lo reglamentario. Terminó con una estocada marca de la casa pegando el telonazo, el salto olímpico, la salida de la suerte y la colocación trasera y desprendida. Bien Carracedo al aguantar la petición sin conceder nada. Luego emborronaría tristemente su actuación.

El quinto era cinqueño, también corniapretado y tocadito arriba, como dicen los taurinos. La verdad es que el lote de Julián fue casualmente el más cómodo de cara, qué cosas...



Simulacro en varas con posterior decepción del respetable, que esperaba ver banderillear al maestro. Brindó al público el que muchos consideramos que no será su último toro en Madrid.

El tercer pase de recibo fue un hachazo más que un trincherazo y envió el toro al suelo con las cuatro patas. El animal era muy parecido a su anterior, noble, repetidor y un poco rebrincadete pero sin ninguna malicia.



Parece Ferrera, ¿verdad? El público se dividió entre los que estaban dispuestos a aplaudirle cualquier cosa y los que seguían la faena con somnolencia. Nosotros éramos de los segundos, como ya habrán deducido.

Volapié en su mismo estilo atrabiliario de siempre que no vamos a repetir, con la espada cayendo un palmo trasera por entrar con la mano alta.



La cosa no había sido ni de una oreja pero en televisión calentaban el ambiente para que cortase dos. Carracedo ahora estuvo verbenero y regaló la puerta grande de forma bastante barata. Si el premio fue por toda su carrera, podrían haberle entregado un azulejo en vez de dos orejas. Es que ni de broma su tarde fue para que saliese en hombros.




RUFO. Su primero era un negro listón, badanudo y casi veleto si no fuese porque abrochaba un poco:



De salida se comía el inmenso capote de Rufo con el que podríamos montar la carpa de un circo. Después vimos un gran romaneo del toro con un muy justo batacazo a Espartaco en venganza por haberle clavado casi en la penca del rabo. 




El reserva le pegó un repugnante puyazo trasero y caído, con el toro empujando curiosamente menos ahora a favor de querencia que antes. En el quite Rufo templó al toro pero no pudo evitar retorcerse de manera artificiosa ya que es un torero que no conoce la naturalidad.

Era noble y sin problemas por ambos pitones. El talaverano le hizo la faena hotelera aderezada con sus muecas cargantes y sus movimientos de cadera.



Según nuestras manías estuvo por debajo del toro, con un trasteo de gran vulgaridad. Se le vio visiblemente molesto por los merecidos silbidos que le dedicaban algunos. Debería bajar un poco los humos y tomar nota del comportamiento siempre educado de El Juli en esas situaciones. Rinconera con telonazo y cinco descabellos.

El sexto era otro negro zaíno, un poco astracanado, con cuello y bien encornado:



Desastroso el primer tercio entre el maestro sin saber ponerlo en suerte, el picador marrando y luego recargando y el toro marchándose suelto. Le hicieron un mínimo de cuatro agujeros y el animal con toda lógica huyó de semejante carnicería.

Fernando Sánchez ha puesto pares muchísimo mejores que los dos de esta tarde pero se le aplaude igual. Rufo se puso de rodillas con valor ante un toro que no era claro por sus distracciones. 



Luego hubo una buena ración de destoreo echando la pierna atrás y ubicándose en la pala. De nuevo se dedicó a pegar pases quedando otra vez por debajo de la bondad del toro.



Otra rinconera juliesca que bastó pero su entorno debería desengañarlo porque le tocaron dos toros que desaprovechó. Carracedo rubricó su penosa actuación regalando una oreja que en televisión parecía pedida sin mayoría.


FOTO: Ignacio Sánchez Olmedo


Don Eutimio sacó toda la ropa al tendedor con El Juli y convirtió la corrida en la Verbena de la Paloma. El sentimental público madrileño, que es el más sentimental del mundo como comentábamos aquí, salió contentísimo viendo a Julián en hombros.

En cambio, los cabales quedaron muy preocupados al observar que una vez más se imponía el corazón a la razón, cosa disculpable en el público orejil de aluvión pero imperdonable en un presidente serio.

Otra cosa es que las imágenes de la euforia final contribuyan a la buena salud de la fiesta pero ése es un tema que nosotros no entramos a analizar en lo que es puramente la crónica de lo sucedido en el ruedo.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

8 comentarios:

  1. Este triunfalismo exacerbado será el que de la puntilla a la Fiesta. No sé si más cabreado por la dos orejas dignas de plaza de talanqueras o por las escasas protetestas una vez consumada la infamia. Más por lo segundo me temo. Ya no quedan ni los cimientos de lo que en su día fue Madrid.

    Saludos,
    Rulan

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    1. Nos sirve perfectamente su testimonio ya que estaba presente. En televisión no se pudo apreciar si había protestas o no por la algarabía que llegaba de fondo mezclada con las alabanzas sin cuento del comentarista con su verborrea y de los dos toreros haciendo coro. Tal como estaba la cosa de triunfalista si usted protesta o hace algún comentario que se salga del pensamiento único igual acaba teniendo algo más que palabras.

      Saludos

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  2. Madrid ya fue. España ya fue consecuentemente los toros ya fueron.

    Frascuelista

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    1. Oiga, es usted casi más pesimista que yo pero piense que hay una gran mayoría de personal que está encantada de que las cosas en los toros y en otras disciplinas vayan por el triste camino que van.

      Saludos

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  3. Tarde para olvidar en todos los sentidos. El único atisbo de toreo que hubo fueron los muletazos templados de Uceda al primero de la tarde. Aunque, teniendo en cuenta la calidad del rival que tenía enfrente, eso y nada es exactamente lo mismo.

    Rufo personificó el destoreo, lo triste es que esta pantomima le sirve para cortar orejas baratas que ponen muy contentos a los taurinos.

    De Juli lo has dicho todo. Personalmente, me importa un pimiento que haya salido por la Puerta Grande. Según mi criterio no debería haber cortado ni una por esa faena a base de retorcimiento, falta de naturalidad, toreo por las afueras, abuso del pico y esa forma de matar tan horrible que hemos visto decenas de veces. Su tauromaquia sólo dice algo cuando enfrente tiene un toro al que poder, como frente al toro de La Quinta del año pasado, no al que cortó la oreja sino con el que se la tuvo que jugar. Más merecida fue la puerta grande con el toro de Victoriano del Río que la de ayer aunque tampoco es que la mereciera, según mi criterio por supuesto.

    ¿Qué será lo próximo? El rabo de Morante, no vayan a pensar los sevillanos que son más que los madrileños. Faltaría más!

    Saludos de un aficionado venteño.

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    1. Estaba todo preparado para que el rabo cayera este 12 de octubre en presencia del rey pero con la lesión de muñeca deberá esperar hasta el año que viene. Ahora es Sevilla quien tiene que demostrar que no es menos que Madrid y sacar en hombros a Julián esta tarde. Veremos lo que haya sucedido en la próxima entrada.

      Saludos.

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  4. Buenas Rafa .

    No seré yo quien eche de menos al Juli en la fiesta y lo peor de todo es que aunque se retira deja detrás a muchos imitadores de todas sus triquiñuelas de destoreo . Esperemos sea definitiva , no quiero volver a tener que ver un Julipié en la vida .

    Saludos

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    1. Efectivamente ha creado escuela con su telonazo, sus estocadas traseras al llevar la mano alta o su arrastrar la muleta descomponiendo la figura. Los retorcimientos grotescos al torear también los copian hasta los novilleros.

      Pero no cante usted victoria porque yo soy de los que piensa que más pronto que tarde volverá a vestirse de luces y a pegar sus mandobles.

      Saludos

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