En Madrid, ha matado Victorino, Miura, Valdefresno y Adolfo. Pero es que también mató miuras en Sevilla, Pamplona, Bilbao y Albacete. En Valencia y Azpeitia cayeron cuadris. En Cuenca, Cebada Gago y en Villacarrillo, los resinas de la polémica (recuerden aquí). Además ha matado dos toros de Benítez Cubero, uno en Illescas y otro en Zaragoza.
Por cierto, cuando le preguntaron sobre esos resinas de Villacarrillo, se notó cierta amargura en su respuesta:
"Estaba anunciado con Fortes pero se quitó el día antes y los compañeros que podían haber toreado no lo hicieron. Tanto el Ayuntamiento como el empresario confiaron en mí y yo me veía capaz de hacerlo. Fue una tarde dura pero la responsabilidad de un torero es tirar para adelante".
El maestro ha matado siete encastes diferentes en una temporada. Eso es más que todas nuestras queridas figuras juntas en toda su vida, a excepción de Ponce. El de Chiva llegó a matar patasblancas en Tarragona anunciado con José Nelo (ambos compartían vivienda cuando los apoderaba Luis Álvarez). ¿No se lo creen? Ahí está, Ponce tenía dieciocho años y llevaba cinco meses de alternativa. El nombre de la ganadería está mal escrito, son los patasblancas de Jesús Tabernero Hernández, que terminaron en el matadero como les contábamos aquí:
Volviendo a Pepe Moral, tiene también nuestro respeto porque es uno de los mejores estoqueadores de la actualidad. Recuerden lo comentado aquí y también aquí. No tapa la cara del toro ni va con la mano alta para pegar la puñalada. Este año ha tenido mala suerte y ha pinchado más de lo debido pero un pinchazo realizando la suerte como Dios manda no debería ser un baldón para el matador a pesar de que hasta los propios críticos lo ven así.
Al contrario, un pinchazo arriba bien ejecutado vale más que los cientos de estocadas ventajistas que sufrimos cada tarde. Pero como lo único que interesa es enterrar la espada en la carne, en el momento en que pinchas, el público se lamenta cuando perfectamente podría aplaudirse un gran pinchazo (Rafael Ortega sabía lo que era oír aplausos tras pinchar).
La estocada que pegó en Valencia al de Cuadri que hirió a Rafaelillo es la mejor que hemos visto este año.
Con la muleta, Moral a veces quiere torear bien y a veces, no. Al 'Jarretero' de Victorino indultado en Illescas el año pasado lo toreó fatal, recuerden que lo criticábamos aquí. Eso no quita que fuese alabado por tirios y troyanos en pleno ambiente triunfalista con el recuerdo al abuelo:
En Bilbao sí quiso torear bien, observen que no se retuerce ni se echa el toro afuera. Además ¡así se coge la muleta! Lo de ir descalzo es una costumbre que tiene que erradicar:
FOTO: www.aplausos.es |
La foto anterior no tiene absolutamente nada que ver con este esperpento en Illescas. Parece mentira que sea el mismo torero (otra vez descalzo):
|
En este vídeo pueden ver cómo se aparta de la embestida del toro del Conde de la Maza en Sevilla para ubicarse fuera de cacho y simplemente aprovechar la embestida del toro. En esos casos, Pepe Moral es uno más a pesar de lo que opinen sus admiradores, que se han inventado esa cursilada del 'natural eterno':
Por cierto, habrán notado que no nos hemos hecho eco de la presunta desaparición de la ganadería del Conde como sí han hecho otros medios. Es que leímos esto sobre el traslado de la ganadería a El Garrobo con su nuevo propietario y otorgamos credibilidad a la noticia.
En 2017 Moral toreó nueve corridas y en 2018 ha subido a veintitrés. En la de Nimes con victorinos sufrió el percance que da título a nuestra entrada. El toro embiste con nobleza y sin aparentes complicaciones:
Sigue la muleta sin distraerse y se revuelve menos que las antiguas alimañas:
Pero tras rematar este pase de arriba, Moral se confía e inicia el destoreo. Cree que el toro es la babosa boba que no se fija en las piernas del torero porque sufre hipnosis con la muleta. Vean que se coloca mal y cita con la muleta retrasada aunque ni de broma le negaremos el valor que supone quedarse ahí quieto incluso con la pierna atrás:
No te puedes poner así ante un toro que no sea tonto del todo porque te verá y se irá por ti, como así sucede:
Pepe resulta volteado sin consecuencias pero en el suelo el toro se ensaña y es cuando lo cornea:
Tuvo suerte de no lesionarse en las vértebras, aunque varios días de preocupación y mareos sin poder dormir bien no se los quitó nadie. Aparte de eso, se llevo una cornada en la ingle, una herida en el pecho y una raja en el escroto que podría haber provocado el aplazamiento sine die de su reciente boda en la catedral de Sevilla:
Tras la cogida, Pepe fue don José y siguió la faena hasta que dio cuenta del toro. Los aficionados nimeños no olvidarán ese gesto torero:
Se lo llevaron con fuertes muestras de dolor. A nosotros nos dolía sólo de leer el parte médico...
FOTO: www.cultoro.es |
Pulsen aquí para ver la secuencia de la cogida que hemos comentado.
A pesar de la fea herida y de los problemas cervicales, seguro que el bueno de Pepe da por bien empleado el percance porque, afortunadamente, quedan atrás los años en que él mismo contaba a Lorca estas historias:
“Estuve trabajando como camarero, en tareas agrícolas y disfrazado de indio en un espectáculo teatral, pero nunca abandoné el toro, entrenaba todos los días y no perdí la confianza en mis posibilidades”
Sus corifeos del 'natural eterno' le dirán que todo lo hace divinamente pero nosotros intentamos ser imparciales. Hemos comentado lo que nos gusta de él y lo que no. Aun así, estamos convencidos de que, si quiere, sabe hacer las cosas bien. Por eso nos molesta tanto que se retuerza al torear, que se descalce, que se eche el toro afuera o que arrastre la muleta. Pero no nos molesta nada que pinche al matar mientras siga ejecutando la suerte con verdad, como hasta ahora.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.