Rafaelillo tuvo el detalle de recordar su durísima cogida en san Fermín y pedir un aplauso para el doctor Hidalgo, presente en el auditorio. Sonó una ovación de gala.
Por orden de alternativa, intervino en primer lugar El Fundi, que recordó la primera vez que se puso delante:
'Estábamos en las fiestas de Fuenlabrada. Hubo una novillada y después anunciaron una becerra "para las mujeres y los niños". Con el mantel de la mesa camilla había improvisado un capote pero mi hermano me prestó uno más decente. Había tantas mujeres y niños que no se veía la becerra por ningún sitio. De pronto, se abrieron y vi que se me venía encima, la esquivé con un capotazo y ya me creí que era torero'
Rafaelillo rememoró una miurada en Arles donde coincidieron los dos:
'En el cartel estábamos El Fundi, Padilla y yo. Cuando salió el sexto, El Fundi llevaba dos orejas, Padilla una y yo ninguna. Los saqué al tercio para brindarles aquel toro y les dije, porque lo recuerdo perfectamente: "vaya p... me habéis hecho ustedes hoy cortando orejas, ahora ¿qué hago yo aquí?" Y El Fundi me dijo "nada, no te preocupes, que estamos todos contigo, vamos a ir todos a una, ¡como en Fuenteovejuna!"
Luego Rafaelillo detalló lo que sucedió durante la faena:
'Empecé de rodillas un tanto embarullado. Me levanté y entonces desde el callejón oí cómo el maestro Fundi intentaba tranquilizarme. Me fue radiando lo que tenía que hacer, era como si tuviera un walkie-talkie: "pon la muleta ahí, tira ahora del toro, suéltalo, quieto ahora, deja respirar..." Corté la oreja y al llegar a la barrera le dije "maestro, esta oreja es suya". Nunca he olvidado cómo me ayudó aquel día'
Cuando se abrió el coloquio, quisimos preguntar algo que ya hemos tratado en nuestro modesto blog (recuerden aquí):
'Me permitirán una pregunta impertinente relacionada con algo de dentro del ruedo y sobre lo que tienen derecho a guardar silencio: ¿se está pinchando a los toros no para sedarlos sino para que saquen más fiereza o más pimienta? Si quieren, lo oriento de otra manera, ¿han visto ustedes durante la lidia reacciones extrañas o anormales de los toros?'
Como nos habíamos identificado por nuestro nombre, tras escuchar la pregunta Rafaelillo dijo 'tiene peligro el tocayo, ¿eh?' Respondió él en primer lugar diciendo que 'a los toros que yo mato preferiría que los pinchasen para tranquilizarlos (carcajada general), pero sobre lo que preguntas, yo no he visto nada que pueda indicar esos comportamientos raros. De todas formas, no soy veterinario...'.
FOTO: Alberto de Jesús |
Tal como terminó, el moderador Sagüés saltó como un resorte para decir si había alguna otra pregunta.
Como estábamos en las primeras filas le avisamos sonoramente de que faltaba la respuesta de Fundi quien, por cierto, le estaba tocando en el antebrazo indicando que quería intervenir. Dijo esto:
'Sí que pudo haber hace tiempo algo de lo que comentas. Me refiero a que hemos tenido algún problema con ganaderos que digamos que no se comportaban normalmente. Hablo de hace unos diez o doce años. Era en ganaderías que flojeaban o que no pasaban por buen momento. Hoy creo que ya no pasa pero entonces sí se veía algo que parecía que les afectaba al cerebro y causaba reacciones raras. Algo pudo haber como te digo pero hoy, con la selección que se hace del toro, dándole más aguante y más fuerza, creo que ya no hay nada.'
FOTO: EFE |
Como pueden suponer, Sagüés intervino rápidamente para decir que 'por favor, pido que las preguntas se circunscriban al torero como héroe, que es de lo que se trata'.
Rafaelillo contó lo que le sucedió cuando se recuperaba de la cornada de Pamplona. Tiene su interés, por eso lo transcribimos:
'A mediados de noviembre empecé a coger los avíos pero notaba dentro de mí que no tenía ilusión, estaba vacío. Justo entonces me llamó Juan Bautista para lo de Arles: miuras y dar la alternativa a Solera. Estaba en un momento de bajón total, incluso Juan me pidió disculpas por ofrecerme la reaparición con miuras. Me temblaba el pulso cuando hablaba por teléfono con él. Me dio dos semanas para pensármelo y en esos días salió Rafaelillo en lugar de Rafael Rubio Luján. Se despertó en mí el torero y mi corazón me dijo que tenía que enfrentarme a mi miedo y hasta a mí mismo. Acepté y será la forma de volver a empezar desde donde lo había dejado.'
Ya pueden suponer que la ovación sólo fue superada por la citada al doctor Hidalgo.
FOTO: Miguel Osés |
Al terminar el acto estuvimos conversando con los dos por separado. Éste fue nuestro diálogo con El Fundi, empezábamos nosotros:
- Gracias por aclarar lo de los pinchazos porque el moderador me miraba como si yo estuviese loco.
- No, no, ya te he dicho que algo de eso pudo haber hace tiempo pero estoy convencido de que ahora ya no pasa.
- Otra cosa: yo te considero uno de los mejores estoqueadores que he visto. Recuerdo una estocada sensacional a un toro de La Quinta que ganó el concurso de Vic-Fezensac (fue en 2004, se llamaba 'Negrero').
- (Sonriendo). Sí, me acuerdo, sí que fue buena, es verdad.
- ¿Y no te da rabia ver que mientras otros se alivian, nadie valora a los que os tiráis con verdad?
- Pues claro, pero ¡qué le vamos a hacer!
- Vosotros no podéis hacer nada pero los críticos tendrían que enseñar al aficionado a distinguir, ¿no crees?
- Sí, claro, pero es todo muy difícil.
- Cuando has comentado tu labor en la Escuela de Tauromaquia, estoy seguro de que si fueses tan duro con tus alumnos como lo fue en su época Martín Arranz, los padres te denunciaban y acababas en la cárcel.
- (Se ríe). Hombre, no sé si se llegaría a eso pero de todas formas a mí me falta ese carácter, no me sale ser tan duro pero sí quiero que los chavales se den cuenta de que esto del toro no son actividades extraescolares sino algo muy serio.
- Pues el carácter no lo has sacado a tu madre... ¿Te acuerdas de que en Madrid se levantaba para insultar a los del 7 cuando se metían contigo? Les gritaba "¡alacranes!"
- (Vuelve a reírse con ganas). Sí, claro, pero es que una madre es una madre y ella veía que se metían con su hijo y saltaba.
Luego estuvimos con el maestro murciano. Comenzábamos el diálogo nosotros:
- Rafael, espero que no te haya molestado la pregunta de antes.
- No, no pasa nada. Después de oír lo que ha dicho el maestro Fundi sí he caído en que alguna vez se han visto cosas raras... sobre todo la mirada perdida del toro, que parece que mire más allá de donde estás tú...
- ¿Y la sangre?
- Sí, también, tardan en sangrar y les sale espesa... pero eso hoy ya no se da tanto por lo que ha contado el maestro
- Ya, pero puede haber una corrida concurso o una de especial compromiso para el ganadero y entonces... Bueno, dejémoslo. Otra pregunta: ¿no te da rabia ver que no se valore cuando tú matas los toros sin salirte de la suerte y sin pegarles un telonazo como otros para cegarlos?
- Sí, ya he dicho algo de eso antes. Me he quejado de cuando a algunos les regalan portadas por ser quien son o por ser hijo de alguien. Y yo pienso muchas veces que a ver qué tengo que hacer para que me saquen en portada.
- ¿Te queda alguna secuela de la cornada?
- Sí, aquí tengo un dolor en las costillas (se toca con la mano derecha en la parte trasera de su costado izquierdo, justo en el sitio donde se ve el pitón derecho del toro en la foto de más arriba) pero no tiene solución más que esperar a que se pase.
- ¿Has querido ver en televisión cómo fue la cornada o prefieres no recordarlo?
- Sí, sí, la he visto siete u ocho veces, no pasa nada
- Y ¿crees que fue culpa tuya?
- A ver, es que yo me puse de rodillas y cuando pasaba al toro así (gesticula como si tuviera la muleta), cambió de trayectoria y se me vino encima.
- Pero quizás ese mismo pase deberías haberlo hecho en...
- Sí, ya, en la raya, o más abierto. Sí, seguramente, pero en ese momento...
FOTO: Miguel Osés |
FOTO: Miguel Osés |
- Oye, una última cosa sobre algo de lo que te has quejado en la charla.
- A ver.
- Es cuando has dicho que tú no puedes torear como te gustaría por el ganado que lidias y que a veces vuelves vacío y desmoralizado al hotel por no haber podido torear como quisieras.
- Sí, claro.
- Pues no deberías pensar eso sino lo contrario: estar orgulloso de dominar y matar los toros que lidias en lugar de que una ternera te permita expresarte y sentirte.
- (Nos interrumpe visiblemente molesto). Sí, ya... pero eso ¿cuántos aficionados lo valoran?
- Pocos, la verdad, pero la culpa es de ésos (y señalamos a los periodistas, que estaban un poco más allá).
Queríamos compartir con ustedes estos momentos para que tengan la sensación de haber estado presentes. Esperemos que hayan llegado hasta aquí y lo que han leído haya sido de su interés.
Para clausurar las jornadas hizo acto de presencia el alcalde Maya. Tuvo una cosa negativa y otra positiva. La negativa fue el feo detalle de presentarse sin corbata mientras Purroy, Fundi y Rafaelillo iban impecablemente trajeados a su lado. La positiva fue que se mojó bastante a favor de los toros, eso hay que agradecérselo.
Se matricularon en las Jornadas unas ochenta personas procedentes de toda España y Francia. Aparte de ellas, fueron veintidós las que subieron a la tribuna. De aquí a dos años se celebrarán las próximas si Dios quiere. Bueno, ya veremos si quiere tal como está el patio político y social. Recuerden que los musulmanes utilizan una frase como consuelo cuando las cosas no les van bien: 'Alá no está obligado a ser justo con las cosas de aquí abajo'.
Por lo menos, el bueno de Antonio Purroy sigue inasequible al desaliento y continua encontrando patrocinadores. Ojalá dentro de dos años no pinche en hueso. Con ellos nos despedimos porque merecen que se les vea.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.