Estamos absolutamente convencidos de que esos toros actuales no satisfarían al padre, un hombre que siempre pontificaba reclamando casta, poder y dureza de patas. Son tres cosas que hoy brillan por su ausencia en esta ganadería.
Ahí tienen a nuestro protagonista:
Ya ven que es cornivuelto y no cornipaso, como nos advierte sabiamente un amigo lector. Además es curiosamente negro:
No abundan los negros en Las Tiesas, ni siquiera los entrepelados. Lo que más se acerca es cárdeno oscuro, ¿será algo deliberado? Recordemos que en el siglo XIX el 70% de los saltillos eran negros e incluso colorados cuando el marqués los compró.
Está claro que en lo del marqués de Saltillo se fue eliminando lo negro para ir tendiendo a lo cárdeno. Lo mismo parece que se haya hecho en casa de los Victorino. Aquí tienen a 'Mecenas' saltando al ruedo de Vic en esta preciosa foto de David Cordero:
Pueden seguir nuestros comentarios en este vídeo a partir del 5'25''.
En los lances de recibo, salta a la vista que este toro no viene picado del campo. El problema es que Ureña lo torea sin demostrarle quién manda. Lo hace en línea recta y sin ganarle terreno sacándolo a los medios para quebrantarlo. Está permitiendo que el toro piense que puede ganar la partida:
En los lances de recibo, salta a la vista que este toro no viene picado del campo. El problema es que Ureña lo torea sin demostrarle quién manda. Lo hace en línea recta y sin ganarle terreno sacándolo a los medios para quebrantarlo. Está permitiendo que el toro piense que puede ganar la partida:
En el caballo tomará tres puyazos con abundante castigo. Antes de seguir, ¿cuál es el último victorino que han visto ustedes acudir tres veces al peto? Hay que hacer mucha memoria ¿verdad?
Ése que ven encima es el primero (en el 6'14''), vergonzosamente trasero. El toro empuja con fijeza y con seriedad dejándose pegar.
En el 6'44'' pueden ver el segundo donde el toro se arranca con alegría mientras vemos a Ureña mal colocado (un amigo nuestro no perdonaría el '¡a tu sitio!'):
El picador es malo con avaricia. Verán que clava en la paletilla y rectifica fatal dejando el toro como un colador ¡Qué desastre! 'Mecenas' empuja con fe a pesar de la vileza del carnicero a caballo:
En el 6'55'', la tercera entrada. Otro puyazo casi en el lomo y el toro que simplemente se deja pegar. La gendarmería debería haberse llevado esposado a ese picador:
Ya han visto que la pelea en varas no es de mansurrón pero tampoco es nada del otro mundo. No obstante, piensen que si a cualquiera de los victorinos que se han lididado este año se les pega en varas como a éste, los dejan para el tinte. A los victorinos del padre se les pegaba así e incluso más y no doblaban las manos como los actuales.
El último tercio lo pueden seguir a partir del 7'20''. El toro es pronto, revoltoso y encastado. Esa forma de embestir que se aprecia en esta foto de nuestro amigo Christophe no tiene nada que ver con los animales pastueños que vimos el Domingo de Ramos en Madrid:
Observarán que en el segundo pase se revuelve como un gato y en el tercero prende a Ureña y lo levanta del suelo:
Le dejó una cornada interna de seis centímetros en la nalga derecha con fuerte hematoma que afectaba al bíceps femoral. Tuvo suerte cuando el toro lo arrolla después. Vean el instante porque en situación parecida dejó su vida Fandiño:
El de Lorca no se retira sino que vuelve con coraje a la cara del toro. Su valor rayano en la temeridad es algo que nunca le negaremos, pero ya ha visto que con este victorino tendrá trabajo:
A partir del 8'07'' los aficionados más jóvenes pueden hacerse una idea de cómo se las gastaban los victorinos antiguos. Eran las alimañas de Ruiz Miguel, que se revolvían en un palmo de terreno, no perdonaban un fallo y te dejaban exhausto al terminar la faena.
A Ureña le falta brazo firme, muñeca de hierro y quedarse quieto. Con esas tres cosas, fáciles de decir pero dificilísimas de hacer, victorinos como éste, de los del padre, terminaban entregándose porque se acobardaban.
A partir del 9', el diestro lo intenta al natural ayudado pero lógicamente no se fía. Ya ven que está fuera de cacho e intenta alargar el brazo para que el toro pase bien lejos:
La impresión es que 'Mecenas' ha ganado la partida. Victorino hijo comentó en su valoración de la corrida que este toro 'había sido muy bueno por el pitón izquierdo'...
Cañabate reconocía el valor que tenía enfrentarse a toros así. Lean:
La estocada que verán en el 9'35'' es marca de la casa: el brazo estirado para darse ventaja, a la carrera y con la mano alta para clavar a capón. Por lo menos, no tira la muleta para aliviarse como el bueno de Ureña suele hacer en tantas ocasiones:
Lógicamente llevando la mano por encima de la cabeza, la estocada se va trasera y además, contraria:
Si ya han visto el vídeo, se habrán dado cuenta perfectamente. Ese toro parece de otra ganadería diferente de los victorinos actuales. Ha ido tres veces al caballo y se le ha pegado mal pero a conciencia. Ha seguido con casta el engaño sin tolerar errores. Ha vendido cara su vida y, para nosotros, ha salido vencedor del duelo. Toda la faena se sigue con interés porque el toro tiene interés. Como espectador, no pedimos más.
Entenderán que los que en el pasado vimos muchos victorinos como éste nos demoralicemos sin remedio con los actuales. Y la cosa sólo puede ir a peor... Al tiempo.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Ése que ven encima es el primero (en el 6'14''), vergonzosamente trasero. El toro empuja con fijeza y con seriedad dejándose pegar.
En el 6'44'' pueden ver el segundo donde el toro se arranca con alegría mientras vemos a Ureña mal colocado (un amigo nuestro no perdonaría el '¡a tu sitio!'):
El picador es malo con avaricia. Verán que clava en la paletilla y rectifica fatal dejando el toro como un colador ¡Qué desastre! 'Mecenas' empuja con fe a pesar de la vileza del carnicero a caballo:
En el 6'55'', la tercera entrada. Otro puyazo casi en el lomo y el toro que simplemente se deja pegar. La gendarmería debería haberse llevado esposado a ese picador:
Ya han visto que la pelea en varas no es de mansurrón pero tampoco es nada del otro mundo. No obstante, piensen que si a cualquiera de los victorinos que se han lididado este año se les pega en varas como a éste, los dejan para el tinte. A los victorinos del padre se les pegaba así e incluso más y no doblaban las manos como los actuales.
El último tercio lo pueden seguir a partir del 7'20''. El toro es pronto, revoltoso y encastado. Esa forma de embestir que se aprecia en esta foto de nuestro amigo Christophe no tiene nada que ver con los animales pastueños que vimos el Domingo de Ramos en Madrid:
Observarán que en el segundo pase se revuelve como un gato y en el tercero prende a Ureña y lo levanta del suelo:
Le dejó una cornada interna de seis centímetros en la nalga derecha con fuerte hematoma que afectaba al bíceps femoral. Tuvo suerte cuando el toro lo arrolla después. Vean el instante porque en situación parecida dejó su vida Fandiño:
El de Lorca no se retira sino que vuelve con coraje a la cara del toro. Su valor rayano en la temeridad es algo que nunca le negaremos, pero ya ha visto que con este victorino tendrá trabajo:
A partir del 8'07'' los aficionados más jóvenes pueden hacerse una idea de cómo se las gastaban los victorinos antiguos. Eran las alimañas de Ruiz Miguel, que se revolvían en un palmo de terreno, no perdonaban un fallo y te dejaban exhausto al terminar la faena.
A Ureña le falta brazo firme, muñeca de hierro y quedarse quieto. Con esas tres cosas, fáciles de decir pero dificilísimas de hacer, victorinos como éste, de los del padre, terminaban entregándose porque se acobardaban.
A partir del 9', el diestro lo intenta al natural ayudado pero lógicamente no se fía. Ya ven que está fuera de cacho e intenta alargar el brazo para que el toro pase bien lejos:
La impresión es que 'Mecenas' ha ganado la partida. Victorino hijo comentó en su valoración de la corrida que este toro 'había sido muy bueno por el pitón izquierdo'...
Cañabate reconocía el valor que tenía enfrentarse a toros así. Lean:
La estocada que verán en el 9'35'' es marca de la casa: el brazo estirado para darse ventaja, a la carrera y con la mano alta para clavar a capón. Por lo menos, no tira la muleta para aliviarse como el bueno de Ureña suele hacer en tantas ocasiones:
Lógicamente llevando la mano por encima de la cabeza, la estocada se va trasera y además, contraria:
Si ya han visto el vídeo, se habrán dado cuenta perfectamente. Ese toro parece de otra ganadería diferente de los victorinos actuales. Ha ido tres veces al caballo y se le ha pegado mal pero a conciencia. Ha seguido con casta el engaño sin tolerar errores. Ha vendido cara su vida y, para nosotros, ha salido vencedor del duelo. Toda la faena se sigue con interés porque el toro tiene interés. Como espectador, no pedimos más.
Entenderán que los que en el pasado vimos muchos victorinos como éste nos demoralicemos sin remedio con los actuales. Y la cosa sólo puede ir a peor... Al tiempo.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
'Mecenas', en el campo |