jueves, 18 de septiembre de 2025

SI SE CAE EL TORO...

 ... se cae la fiesta. Esta era una de las frases que Victorino padre repetía más. Cuando su familia montó  la web de la ganadería la usaron como lema. Era lo primero que se leía al entrar. Lógicamente la tuvieron que eliminar hace ya unos cuantos años. No solamente desapareció de la carátula sino que cuando aparecían citas literales del paleto la incluyeron pero cambiando sibilinamente el sentido. Pusieron 'si cae el toro, cae la fiesta', frase que no tiene nada que ver con lo que quería decir el abuelo.



Anotamos esta anécdota porque de las diez ganaderías punteras ésta es en la que más toros se caen actualmente. Nadie lo dice pero Victorino hijo tiene que verlo igual que nosotros. En Albacete únicamente el quinto no claudicó. Los demás se fueron al suelo en un total de doce ocasiones: una el primero, tres el segundo, una el tercero, cinco el cuarto y dos el sexto. Recuerden aquí que en su día el alabado Cobradiezmos se cayó en cinco ocasiones, lo que demuestra que desde hace tiempo hay una blandura bastante alarmante en la vacada.

La corrida estuvo bien presentada, dando 521 kilos de media pero con 146 de diferencia entre el más pesado y el menos. Fue, como decimos, blanda de remos, tuvo poco poder y se saldó con cinco monopuyazos españoles más dos varas al sexto, no sabemos por qué (encima a cargo del sanguinario padre de Marín).

Salvamos de la quema al quinto, de nombre Cobradiezmos también, que fue el único que mantuvo el honor de la A coronada. Fue un victorino de verdad, listo y con una cierta fiereza, poco que ver con su homónimo sevillano.




PINAR. Su primero era este cárdeno veleto, un poco chato, con trapío, escarbador y husmeador, que quiso chulear a Pinar de salida pero no pudo:



Puchano le zurró trasero y caído. Cuando le levantó la puya se vino arriba y derribó... o el caballo se trastabilló:



Como todo es toro, los palos cayeron en cualquier sitio. Luego se distraía, blandeaba de manos, escarbaba, no respondía al cite... ¿Qué vio Pinar para brindar esto al respetable?



Metisaca y bajonazo, ambos escupiéndose sin ninguna vergüenza y aprovechando su largo brazo:



El cuarto era cárdeno oscuro, veleto y silleto, de 501 kilos:



Carioca criminal recargando donde ven, con el pobre toro que al principio quiere pero que termina dimitiendo y soltándose para zafarse de esa carnicería abyecta:


Suave brega de García haciendo de enfermero y mal Ruiz con los palos. Otra vez brindis al público de este pobre animal que tenía las patas de cartón. Quería pero no podía, una pena. Vaya dos animales que brindó. Siendo sus paisanos eso no está bien, hombre. Encima se puso pesadísimo.


Pinchazo y estocada delantera levemente contraria, alargando el brazo, tapando la cara y sin puntilla:



GALVÁN. Su primero era un cárdeno con mucha cara y hocico de rata:



Empuja bien sin que le tapen la salida, le quitan la puya y cambio. Acto seguido, no se puede clavar peor: una en el testuz, otra en el lomo, una tercera en la paletilla...

Humillación buena, con la marca de Saltillo, pero viaje corto. Galván estiró el brazo para alargar ese viaje y, como el toro no le tocó la tela, su trasteo resultó lucidito a pesar de descomponer la figura.



Cuchillada atravesada en el lomo como ven abajo más una entera que esta vez sólo se le fue un palmo trasera:



El quinto fue el que se llamaba Cobradiezmos, cárdeno nevado, rabicorto y caribello, bien encornado:



Miró la pecera de forma exasperante en el primer y único puyazo. Por fin se arrancó y entonces empujó con ganas pero de lateral. Es imposible valorar su juego porque observen que el carnicero le clavó en el espinazo tapándole la salida con esa mano izquierda asesina, mientras barrenaba con criminal vileza. Todo repugnante, pobre animal:


Laborioso segundo tercio a toro parado y orientándose. Bien Rey, arriesgando con vergüenza torera porque el toro lo esperó con mala idea. Este par fue lo mejor de la tarde:



Resultó ser el más interesante en la muleta. Incierto, probón, arreando con codicia cuando le daba por ahí, pegando el tornillazo, ciñéndose, pegajoso... Un victorino de los nuestros sin ser una alimaña ni mucho menos. Las generaciones jóvenes apenas han visto lo que eran alimañas de verdad en esta ganadería. La palabra se utiliza con mucha alegría hoy en día.



Seguro que tras el sorteo la cuadrilla felicitaría a Galván por su buena suerte a cuenta del nombre del toro. Pues visto su juego, estaremos atentos a partir de ahora a cualquier otro que se llame igual porque no tuvo nada que ver con el indultado. Anduvo a su aire y el diestro no supo cómo meterle mano. Pero ¿qué torero de los que están hoy en activo se la hubiera metido?

Estocada arriba, pasada, saliendo perseguido y tirando avíos, más tres descabellos.




MARÍN. Su primero era un cárdeno, bragado, meano, cornivuelto, alto, con badana, rabicorto y de 465 kilos:



Venía picado del campo. Lo puso fatal en suerte porque a Marín esto del primer tercio toda la vida le ha dado igual. Metisaca duro del carnicero pero que cesa enseguida porque si no, lo mata ahí mismo.

El toro no tenía fuelle y era blando, otro victorino ful. Espadazo trasero, tendido y caído que basta. Ah, y tapando la cara como acostumbra. Eso que nos venden de que con el estoque este diestro es poco menos que el Mazzantini del siglo XXI siempre lo hemos puesto en duda:



El sexto era negro entrepelado, gordo, de 611 kilos, ojalado, con mirada tan brillante como inquietante, que en esta foto no se aprecia: 



En el caballo venía montado uno de los capitanes de la banda del castoreño, de apellido Marín. Cuando tuvo al pobre animal a tiro, pareció el loco carioco porque barrenó  enloquecido mientras carioqueaba. Vean los dos agujeros caídos que le hizo pero no por marrar y rectificar sino agujereando ambas veces con mala idea. Y en la segunda entrada perpetró dos más iguales. ¡Qué asco!



Del Pozo clavó fenomenal. Toro sin alma, que embestía al paso, quedándose debajo por su propia abulia. Nada, sólo la agilidad de pies del diestro y la tabarra que dio porque no acababa nunca. Seis pinchazos, siempre atrás y sin soltar, una media y se echa.

Decepción global por la blandura y la poquita raza de tres de los toros. Dos más vulgares y uno que nos gustó, el único, ese quinto que quizá haya dejado preocupado al ganadero porque no ha hecho honor a la clase, el ritmo, la profundidad y el descuelgue de aquel Cobradiezmos de Escribano.

Como no tuvo ninguna de esas características citadas, que son las que gustan a los taurinos, a nosotros sí que nos dejó muy satisfechos. Menos mal que viajó a Albacete porque si no, corrida para olvidar, se mire por donde se mire.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

domingo, 14 de septiembre de 2025

¿EL INFIERNO?

Nos fuimos a echar la tarde a Peralta para ver la novillada de Raso de Portillo. El titular no va dedicado a la localidad navarra sino al ganado. Este verano desayunaba en un hotel un torero con su cuadrilla y estaban hablando de toros. Alguien sacó a relucir el nombre de Raso de Portillo y uno de los subalternos levantó la voz para decir: '¿Raso de Portillo? ¡Eso es el infierno!, ¡el infierno!'

Lo remarcó dos veces, la segunda casi a voz en grito. ¿De dónde saca esta gente el miedo que tienen a estos toros? ¿Quizá de su mirada? ¿O de que son cornidelanteros y ellos prefieren que levanten un poco y cierren arriba? Oiga, ¿no será que sus propietarios se niegan a afeitar?



En Peralta volvimos a asistir a una novillada claramente desorejable. Está claro que son animales que reponen, con los que tienes que estar firme y que si cometes un error te lo van a hacer pagar. Pero es que la novillería parece que solamente espera que le salga el norit con el que puedan abrir su alma y expresar lo que llevan dentro.

Estos de Raso lo que te piden es torear bien y si lo haces, se entregan. Lo hemos visto multitud de veces y seguro que lo volveremos a ver el próximo viernes en Riaza. El problema es que entre el peonaje cunde el pánico ya no en la plaza sino desde la furgoneta y entre unos y otros hacen una pelota en la cabeza a los chavales.



En Peralta esta vacada no suele fallar aunque de salir con cuatro o cinco orejas en el esportón, la cosa se ha saldado estos últimos años con cero o una como ayer y eso es lo único en que se fijan los profesionales cuando miran los portales taurinos. 

Conste que la de este año no sacó la guindilla de la del año pasado pero fueron variados de juego. Se lo anotamos: primero, un juampedro; segundo, codicioso y noble; tercero, con genio pero sin maldad; cuarto, se fue sin torear; quinto, noble con gas y sexto, muy encastado, de los rasos que nos gustan y de los que si plantas cara y ven quién manda, se achantan.

Todos fueron duros para morir, sufrieron lanzadas infames, siempre traseras incluidas las dos de su propio mayoral, todos mantuvieron la boca cerrada excepto el quinto. En la muleta obedecieron repitiendo a pesar de esos primeros tercios despreciables. Dejamos aparte el empalagoso primero por su bondad de ursulina, algo que en esta ganadería no nos gusta un pelo.



Hubo casi tres cuartos de entrada, con la pesadez de aguantar el altavoz que traen las peñas con su música repugnante. Excelente como siempre el programa de mano. Había seis animalistas con una pancarta gritando a tres metros de las taquillas bajo la supervisión de un teniente de la Guardia Civil. Agradeceremos al Benemérito Instituto su protección pero criticaremos al Ayuntamiento peraltés por tanta permisividad. Debería autorizar la manifestación pero a ochocientos metros del recinto.




ARRUZA. Venía de estar muy bien con estos mismos novillos en la excelente novillada de Calasparra. Allí perdió las orejas por ser un pinchaúvas y aquí, lo mismo ya que podría haber salido en hombros. Su primero era este negro zaíno, cornidelantero y un tanto escurrido al que recibió de hinojos en tablas:



La tarde empezó con una carioca en el lomo con Arruza durmiendo. Aquí está iniciando la rueda infernal. Lo del primer tercio sí que es un infierno cada tarde:



Saltó la sorpresa cuando los peones llevaban en las manos banderillas negras. Tuvimos que pegar unas voces que oyó el delegado foral, a cinco metros de nuestra localidad, quien tomó cartas en el asunto pero tarde porque el primer par estaba ya clavado, vean. El que parea es Pavón:



¿Dónde estaban los alguacilillos para haber evitado el desaguisado? En el tendido, debajo de la banda de música. Comprenderán que con tan tierna edad, no vamos a echarles en cara su dejadez...



Embestida de dulce haciendo un surco con el morro pero Arruza no paró de perder pasos y eso en esta ganadería suele provocar el gazapeo. Era un animal para hacer el toreo güeno y no lo hizo. ¿Qué quieren, entonces?



Sainete con la espada sin preocuparse de si suerte contraria o natural, únicamente de la memez de cuadrar las patas (recuerden lo que dejábamos claro aquí pero no hay manera). Los seis novillos eran de suerte natural y ninguno de los tres actuantes  se enteró de la película. Cinco pinchazos, cinco descabellos y dos avisos, con la atenuante de que intentaba pinchar arriba:



El cuarto era negro mate, bragado, meano, carinevado, astifino y con trapío:



Esta vez asistimos a una doble carioca recargando, con tres agujeros por el precio de uno. ¡Arruza, ya está bien!

Canguis en banderillas con el toro haciéndose el amo. El palco cambió el tercio con tres palos mostrando gran incoherencia. Es que en el segundo novillo habían obligado a pasar otra vez cuando ya tenía cuatro. El asesor, que en Navarra es quien sabe, tiene a su disposición la sección de comentarios para aclararnos qué paso ya que lo contamos entre los selectos lectores de nuestro modesto blog.

Era otro de morro por la arena. La mala suerte que tuvo Arruza en el sorteo de Escolar en Villaseca aquí fue al revés. 



El problema es que se vio superado por la repetición del novillo. El animal lo miraba como diciendo: 'no puedes conmigo ¿eh?' Al final lo derribó y lo buscó sin consecuencias antes de irse al desolladero sin torear. 



Dos pinchazos y entera pasada saliéndose, con bella muerte del tal Dominador:




ALBERTO DONAIRE. Su primero era este negro zaíno, cuajado y bien encornado:



Cobra traserísimo con lógico cabeceo pero se sobrepone y lleva el caballo a tablas. Afortunadamente aquí no saltó ningún monolisto a hacer el indio como en Villaseca.



Bien su tío Donaire con los palos:



El animal repetía incansable a pesar de la lanzada trasera. Donaire se olvidó del hierro y se puso a torear con una primera tanda más que aseada. Al natural no se aclaró, demostrándonos que es novillero de derechas. La taleguilla, bien recauchutada, que nunca se sabe. Si la llevan los mayores, los chavales con más razón, ¿no creen?



El de Raso iba notando que no lo conducían con firmeza y terminó embistiendo peor que al principio. Un pinchazo y esta media trasera y ladeada, a capón y con el gañafón que ven. Después, dos descabellos hiriendo vilmente al novillo en el morro del que le caía la sangre a chorro. No tienen vergüenza ni respetan al toro pero, claro, ven que lo hacen los de alternativa, el primero Roca, y los imitan...



El quinto era negro, bragado y cornicorto pero gordo:




Al relance recibe una barrenada y en el segundo galopa de largo pero sale suelto hasta chiqueros. Acto seguido se puso abanto y distraído e hizo sudar a Donaire en la brega:



Bien Alonso con los palos aunque le quedaron caídos. Posterior brindis a los ganaderos:




Había que dejársela puesta para que solamente viese la tela y no se despistase. Lo consiguió aunque el calagurritano nos volvió a demostrar que es de la ultraderecha. Ni siquiera con esa mano terminamos de ver que obligase del todo al novillo a tragar.



Pinchazo malo equivocándose en la suerte contraria. Fue el preludio de un sainete que dejó al animal como un acerico: seis pinchazos más, estocada perpendicular y trasera más descabello. La tarde fue de quince pinchazos.




IGNACIO BONÉ. Su primero era negro mulato, cornidelantero y con culata. Le hizo un muy decente recibo capotero sin echar la pierna atrás, ¡albricias!




Lo picó Juanan peor que trasero. El animal lo sentó en el primer envite. En el segundo se le vino de largo y le recetó una carioca de unos 300º, tela marinera. A pesar de ello, vimos que este es un novillero que demostró interés por dar lustre al primer tercio. Anoten su nombre por ello ya que no es normal:




Bien Alfredo Cervantes, salvo error. En el segundo tercio iba echando la cara arriba y mostrándose díscolo por lo que intuíamos que podría dar problemas:



Se confirmó en la muleta, llevando la cara a media altura y protestando pero también dejando claro que si veía quién mandaba, tragaba tal como contábamos al principio de éstos del Raso. Vean:




No se amilanó el oscense en ningún momento y eso a pesar de un par de coladas. Estocada caída y atravesada con saltito más ocho descabellos y dos avisos que desactivaron cualquier posibilidad de premio:



El sexto era negro bragado y meano, degollado y bien comido:



El picador, Saúco salvo error, dio un recital: en el primero, tres o cuatro agujeros cayendo uno de ellos en el costillar como ven abajo; en el segundo pincha en el lomo y en el tercero casi en la paletilla. En este último el toro se dolió ostensiblemente y se marchó suelto. ¿Eso es de manso o es lo mismo que haríamos ustedes y nosotros si sufriéramos en nuestras carnes tamaña masacre?



Mieditis en banderillas con palos de uno en uno. Pues héteme aquí que a pesar de las lanzadas recibidas el tal Abalorio sacó una buena dosis de casta y repitió con ganas hasta el punto de desarbolar por momentos a Boné:



La buena noticia es que no se retuerce, a ver si cunde el ejemplo entre los novilleros:



Media desprendida, sin puntilla, con muerte en los medios y oreja:

La oreja fue de pueblo pero hace un favor a los ganaderos porque se leerá en los portales que se puede cortar orejas a estos novillos de Raso de Portillo sin que tengas que bajar al infierno. A nosotros nos leen cuatro aficionados contados y no logramos convencer a nadie de que no estamos ante una ganadería satánica ni mucho menos. Ya veremos qué pasa en Riaza...

Ignoramos qué rumbo tomará la feria de Peralta cuando se retire el actual empresario como es su intención. Se irá cuando parece solucionarse su mayor quebradero de cabeza, que siempre fue buscar tres novilleros para enfrentarse a lo de Raso de Portillo. Ahora dispone de los tres de Riaza, con un González que ya ha cortado orejas a esto; Arruza sabe que si llega a matar medio bien hubiera salido en hombros tanto de Calasparra como de aquí; Boné guardará buen recuerdo de esta novillada y seguro que repetiría. Vilau toreó bien uno de Raso en Navacerrada pero resultó corneado en el glúteo al entrar a matar. Entró en la suerte contraria y el novillo se abrió hacia su terreno natural. Ya ven que no sirvió de nada lo que le decíamos en esta entrada

Al final estos chavales harán bueno lo de que la letra, con sangre entra y es una pena.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.