Un aficionado de los taurinos, que ejerce como obispo de la religión morantista, dice que 'Cobradiezmos' es el mejor toro que ha visto en su vida. Esa es la mejor señal de que aquí ha habido un monumental error.
Los taurinos no se esperaban que en los blogs y ambientes toristas se aplaudiese casi unánimemente ese indulto. Han tenido que quedar gratamente sorprendidos cuando los que en teoría buscan el toro bravo y con poder han rendido sus armas ante un animal que no dista mucho de los de las ganaderías comerciales que tanto denigran.
En nuestro modesto blog ya nos postulamos contra aquel desatino al día siguiente (recuerden aquí y lean sobre todo los comentarios donde alguno nos recomendaba cambiar de afición). Se cuentan con los dedos de una mano los que al cabo de unos días se apuntaban a nuestra idea. A destacar la Unión de Abonados de Sevilla (pulsar aquí) y dos blogs amigos, de los pocos, por no decir los únicos, que han coincidido con nosotros (pulsar aquí y también aquí). Por eso decimos que los taurinos han metido un gol a la parroquia torista a cuenta del tal 'Cobradiezmos'.
Y esa cursilada de la 'profundidad' ¿qué es? Ya nos meten en la trampa del lenguaje nefasto de los taurinos que denunciábamos aquí (fíjense que en la Maestranza ya casi no se oye el 'ole' sino el 'bieeen', qué catástrofe).
Pero Victorino tiene razón, esas tres fueron las características básicas de ese toro, no fue un toro con poder ni con una cierta dosis de fiereza. Tampoco sabemos si fue bravo porque su pelea en varas fue discreta y faltó un tercer puyazo. Por eso, para nosotros, no es un toro ni siquiera de vuelta al ruedo.
Además, fue muy blandito de remos. Los mismos toristas que lo aplauden no perdonarían que un toro del encaste que ellos llaman 'bodeguero' blandease como este. Pero como lleva la A coronada, dicen que se cae por la propia codicia, en fin... En el cuarto lance, nada más salir, ya pierde las manos (1'07'' de este vídeo donde analizaremos lo que pasó):
En el primer puyazo lo dejan correctamente en suerte y hace un intento de arrancarse de lejos pero ya saben que Victorino padre siempre ninguneó el primer puyazo diciendo que al primero iba hasta una vaca suiza (y Molés le reía esa gracia):
Pero es que se arranca... ¡y se para! (3'10''):
Al final va, mete los riñones pero empuja un tanto de lateral. No pasa nada porque es el primero y hay que esperar:
El toro se autocoloca en suerte él mismo y escarba por primera vez. Se distrae con los toreros y vuelve a escarbar. Vuelve a distraerse y vuelve a escarbar por tercera vez hasta que al fin se arranca galopando y con alegría:
El puyazo cae vergonzosamente en el lomo, el picador rectifica mientras el toro empuja pero siempre ya con el palo levantado:
Morenito le dio esta media verónica que fue, con diferencia, lo mejor que se le hizo al toro en toda la tarde:
Por cierto, el toro vuelve a perder las cuatro patas y no por culpa de la media verónica sino cuando sigue el capote de Morenito, por eso digo que lo anterior no fue un resbalón (5'36''):
Insisto en su blandura porque no se puede indultar un toro que no tiene poder y este ni tuvo poder en el caballo ni lo demostró después en ningún momento.
Se viene alegre en banderillas y Escribano pone un buen par, el segundo, los otros dos, no. Ojo porque el toro escarba de nuevo entre el segundo y el tercero.
Escarbar en un toro es dudar. Equivale a ese gesto en una persona de rascarse la cabeza o tocarse la barbilla porque no sabe qué decisión tomar. Un toro bravo no debería escarbar jamás porque nunca duda, siempre acomete a todo lo que se mueve. Este 'Cobradiezmos' se distrae y escarba. Lo hace por séptima vez cuando al fondo va Escribano a iniciar la faena:
En la muleta se ve que va franco por ambos pitones. Ya podría habernos dado una alegría Escribano echándose la muleta a la izquierda pero no, lo de siempre. Y el toro sigue escarbando ¡ante la muleta! Lo cita dos veces y no hace ni caso, se para y vuelta a escarbar (11'56''). Inconcebibles ambas cosas en un toro realmente bravo:
Cuando se decide, embiste con gas y con codicia. No es tan revoltoso como las alimañas históricas de la casa pero hay que tener los cinco sentidos para llevarlo embarcado en la muleta. Por eso Escribano se da un largo paseo antes de volver a la cara del toro (12'34''). El toro quizá se cansa de esperar y se repite la historia: no obedece a los dos primeros cites sino que se dedica a escarbar otras dos veces más.
Escribano le baja la mano a placer y el toro no se va al suelo porque saca la casta que indudablemente lleva dentro. Es verdad que el toro humilla excelentemente, ya sabemos que, cuando humilla, no hay nada igual a lo que lleva sangre de Saltillo:
Por fin se echa la muleta a la izquierda tras tres tandas con la derecha más la de recibo. Ningún natural es bueno, todos componiendo la figura al paso del animal y apartándose de él en lugar de ganarle terreno (15'15''). El toro se cae otra vez mientras el diestro se lo echaba una vez más hacia afuera con su enorme muleta:
Siete pases más con la izquierda. El toro ha perdido gas y también pierde las manos por quinta vez en el de pecho (17'04''). En ese momento, Escribano se fue por la espada y, según un amigo nuestro presente, alguien gritó '¡no lo mates!' y muchos se unieron a la petición. El resto de la historia ya la saben.
Escribano le dio treinta y nueve pases. El toro se fue al suelo cinco veces. Escarbó en trece ocasiones diferentes. Tomó un puyazo y un picotazo. Embistió muy humillado y boyante por los dos pitones pero hasta ocho veces fue citado sin que se moviese excepto para escarbar. Ese es el balance ¿Ustedes creen que esto es de indulto? No es ni de vuelta al ruedo... Un toro sin poder, blando y no sabemos si bravo.
Los taurinos pueden estar orgullosos de haber llevado a su terreno a muchos aficionados que uno consideraba serios. Han caído en la trampa de olvidar la suerte de varas para centrarse en la 'profundidad, humillación y duración', que son los tres valores máximos de los ganaderos comerciales.
Y también es un triunfo para los antitaurinos. Sus ataques están haciendo que se pierda el norte. Se regalan orejas y se saca a hombros a todo el mundo como diciéndoles '¿veis como esta es una fiesta bonita? ¡Mirad cómo nos divertimos!' Y la culminación es indultar a este buen toro a secas, blandito y sin poder, para decirles ahora '¿Veis como no somos unos asesinos?'.
Tranquilo, tú no tienes la culpa de nada |
En Cataluña se prohibieron los toros el verano de 2010. En la siguiente Feria de Abril se indultó a 'Arrojado' de Núñez del Cuvillo. Este año, justo cuando se recrudecen los ataques antitaurinos, en Sevilla vuelven a indultar otro toro que tampoco lo merecía. Quizás Freud vería aquí un caso de público peligrosamente acomplejado. Íbamos a titular la entrada 'El indulto de los acomplejados' pero al final lo hemos cambiado.
Pues quien esto firma no se va a acomplejar ni va a bajar la cabeza ante los antitaurinos, que, además, son unos hipócritas salvo honradísimas excepciones. Este es un espectáculo cruel, donde muere un animal y puede morir una persona. La sangre salta a la vista de principio a fin y puede ser sangre de toro o sangre humana. Es lo que hay.
Seguramente se trata de un espectáculo que hoy no tiene sitio. Es probable dados los tiempos buenistas que corren. Pero lo poco que dure vamos a intentar conservarlo con la máxima seriedad, por lo menos desde nuestro modesto blog.
Y esa seriedad es la que brilla por su ausencia con indultos pueblerinos como este de 'Cobradiezmos'.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.