jueves, 30 de junio de 2022

SOBRE LA PRIMERA FERIA DE 3PUYAZOS... A TORO PASADO (5)

Comentaremos en la presente entrada algunas de las cosas acaecidas en la Feria del Club 3Puyazos más que nada con la intención de que ustedes en los comentarios aporten también sus ideas al respecto. 

Empezaremos no sin antes transmitir nuestra efusiva felicitación a los cuarenta y ocho miembros del club. Si el propósito básico era dignificar la suerte de varas, con el primer tercio a ese sexto toro de Peñajara lo consiguieron:



EL NOMBRE. El club se llama Club Taurino 3Puyazos y no 3Puyazos3 como se escribe o se habla por ahí.


EL CARTEL. Para nosotros, manifiestamente mejorable. Es cuestión de gustos la elección casi monocroma quizá por un aspecto económico. También lo es su diseño pero no lo es que se pueda leer el contenido con claridad. Eso no sucedía con éste. 



Quizá esos detalles de tauromaquia antigua que vimos en el ruedo con el paseíllo de los caballos sin peto, por ejemplo, podrían trasladarse al cartel del año que viene. En Almazán hemos visto algunos carteles con sabor añejo y, por hacer crítica constructiva como es el caso de esta entrada, adjuntamos éste:




EL CALOR. No terminamos de entender tanta queja por el calor. A ver, los aficionados a toros sabemos perfectamente lo que es aguantar corridas a cuarenta grados o más. Lo son todas las de cada verano en Las Ventas, o las de Cenicientos, o las matinales de Céret, o cualquier nocturna de Sevilla cuando no corre un pelo de aire. Hemos estado en Vic-Fezensac en corridas concurso de casi tres horas a treinta y pico y nadie se ha quejado.

Hombre, ya puestos a quejarse, no estaría de más valorar la prestación de los novillos viniendo del horno de los chiqueros y teniendo que luchar bajo ese calor que, salvo error, estaba en torno a los treinta y ocho grados. No eran, por ejemplo, los cuarenta y tres de los últimos resinas que vimos en Madrid (recuerden aquí).


LA PRESENTACIÓN DE LA NOVILLADA. Casi todo el mundo se ha quejado. No ha sido nuestro caso. Nos pareció correcta para lo que es la plaza y para el dinero que habría en el cajón del club. 

Podemos comparar este primer novillo de Raso con uno de Miura que se lidió en Francia (recuerden esta entrada donde pueden ver los otros cinco).




O comparen con el que encantó a todos en Vic el año pasado y que fue azuleado. Primero vemos el segundo de Raso en San Agustín y debajo el premiado en Francia:




Comparen también éste de Valdellán con un cebada de Villaseca de la Sagra o con uno de Los Maños en la pasada feria de Cenicientos:




Estamos seguros de que si llegan a dar el espectáculo en varas que esperábamos todos, se callan todas las bocas. A no ser que haya algún lector que prefiera el trapío a la bravura. En San Agustín de Guadalix el trapío era correcto en nuestra opinión. La bravura ya fue otra cosa.

Los propios ganaderos de Raso lamentaban que el juego de sus novillos no había sido el esperado 'el día en que era más necesario' (sic). Ahí se ve el interés de los dos hermanos en apoyar esta iniciativa.


LAS TRES VARAS. Ya comentamos en la crónica de la novillada la actitud del presidente obligando a la tercera entrada (más abajo leerán sus declaraciones). No tenía nada que ver con el nombre del club. Era para evitar lo que hemos visto en San Isidro, esto es, monopuyazo criminal en el primero y trámite en el segundo donde la mayoría de toros se afligían invariablemente.

Algo de eso decía también un amigo de nuestro modesto blog, el veterinario Julio Fernández. Comparaba las tres entradas obligadas en Vic con lo de Madrid. Cambien en el siguiente texto Vic y pongan San Agustín de Guadalix para las futuras feria de 3Puyazos. Copiamos:

Tiene mucho que ver la ESTRATEGIA del picador. En Madrid, los picadores suelen aplicar puyazos de máxima intensidad en el primer encuentro para después “perdonar” en el segundo, sin dosificar el primero casi nunca. En Vic, como lo habitual son tres o más encuentros, no tienen más remedio que dosificar, y cuando caen por detrás de la cruz el público protesta, cosa que no ocurre en la primera plaza del mundo.


FOTO: Andrew Moore

Dirán ustedes que si el toro está visto ¿qué estamos haciendo? En la novillada sucedió eso pero los motivos del presidente nos parecieron totalmente plausibles con el fin de obligar a dosificar el castigo. Sí, y por la tarde, ¿qué?


LA CUARTA VARA. Antes que nada decir que eso de que se quería hacer un festejo muy francés es un poco equivocado. En Francia hay de todo y las plazas donde se valora la suerte de varas se cuentan con los dedos de una mano: Céret, Vic, Parentís (con la comisión anterior), Saint Martin-de-Crau, Mont-de-Marsan y... 

La idea de 3Puyazos era que si el presidente consideraba que el toro podía acudir una cuarta vez, se pusiera en suerte con la puya de tientas. Escuchamos ahora quejas de que los tercios de cuarto y sexto de Peñajara duraron más de diez minutos. Quizá son los mismos que darían la razón a los televisivos encabezados por Muñoz cuando dicen que una corrida no es un tentadero.


Otra cosa aparte es que se te haya ido la mano como a Navarrete en esa imagen anterior.

Nosotros hemos criticado el pegapuyacismo por sistema cuando un toro está visto. Entendemos por visto que se haya repuchado con una pelea vulgar en los dos primeros y que, puesto otra vez, en el tercero se distraiga, husmee y escarbe o directamente se vaya hacia los capotes.

No fue el caso de los dos toros de Peñajara. Ambos estuvieron fijos mirando al caballo en esa cuarta vara. No escarbaron ni se distrajeron. ¿Qué había que hacer al cabo de ese tiempo en que no se arrancaban? Era absurdo acercarlos o picarlos más cerca de la querencia precisamente porque ya estaban picados. Cambiar el tercio hubiese sido la solución... o que salga el picador a buscar al toro con valentía para señalarlo en el centro del ruedo. Pues esto último fue lo que se hizo y nos parece bien.

Entiendan que no se trataba de castigar más sino de brindar un espectáculo en varas, que es la esencia que subyace en la fundación del Club Taurino. Y los que piensen que con ello el toro se acaba y en la muleta no rinde se engañan. Un tercio de varas bien realizado, sin recargar ni barrenar y dosificando el castigo no deja el toro muerto ni muchísimo menos. Carnicerías infamantes como las que vimos en la corrida de la Prensa sí matan al toro (recuerden aquí nuestra crónica).


EL PROGRAMA DE LA FERIA. Alabado por tirios y troyanos. Podemos decir con orgullo que fue redactado por uno de los selectos lectores de nuestro modesto blog. Únicamente anotar el gazapo de escribir mal el apellido del presidente.

La frase de Celestino Cuadri sobre la necesidad de los tres puyazos era de esta entrada. Por cierto, allí verán que el ganadero añadía esto:

"que los espadas, sabiendo esto, acomoden su acción y la de su picador a la fuerza del toro que han de matar después"


Por supuesto que se informó del orden de lidia puntualmente

LOS DETALLES EN EL RUEDO. Impecables. Sorprendieron a todos con cosas en que no habíamos caído como el paseíllo de picadores sin peto o el cartel doble incluyendo el nombre y peso del caballo que picaba. Y las mulillas, rasuradas con el nombre del club. Quizá el mejor detalle fue reabrir la venta del Batán.



LA CUADRA. Por nuestra parte, ninguna queja. Sepan que nada más llegar nos dirigimos a la zona caballar para ver el tamaño de las bestias. Nos alegramos porque no vimos los T-34 de Las Ventas sino caballos muy adecuados para el objetivo de la feria. 

Los que tanto alaban los caballos de Bonijol igual hace tiempo que no los ven porque podemos certificarles que los de Equigarce en Guadalix eran todos más ligeros que los que sacó el francés en Vic-Fezensac.



Y además, los monosabios no dieron la nota como en San Isidro. En seriedad y orden dentro del callejón, San Agustín de Guadalix pasó la mano por la cara a Las Ventas. 




LA CARPA. Excelente idea que además debió de suponer una bonita fuente de ingresos para las arcas del club. Censuramos la actitud de los aficionados que se fueron a comer por ahí ya que pensamos que era el momento de arrimar el hombro pero que cada uno haga lo que quiera, faltaría más.

Lo del volumen para nosotros insoportable de la música ya lo comentamos con la novillada. Después nos hemos enterado de que no fuimos los únicos en ir al operario a rogarle que bajase los decibelios aunque sin éxito alguno. Y luego encima apareció la charanga...

Nos preguntarán que cuál es el volumen que nos gustaría. Pues no nos tapamos y les respondemos claramente: cero, ¡sin música! Es el día para hablar de toros y esa carpa era el sitio ideal. Encima con aficionados que tienen la misma visión de la fiesta de toros. Íñigo Gamazo, el ganadero de Raso, estuvo todo el rato por allí hablando con unos y con otros. Fíjense en la grabación que hizo el Club como resumen de la feria y verán que el pobre tiene la voz hecha polvo de forzarla por culpa de la locura musical (vayan al 1'15'' aquí).


LA ENTREVISTA A LOS GANADEROS. No fue una tertulia y es que las condiciones invitaban a abreviar. Ya pueden buscar otra alternativa para la próxima vez: o que se queden los que quieran cuando acabe la corrida o entrar al tendido una hora antes de la misma para que sólo estén presentes los realmente interesados. Y que esté también el presidente en un coloquio donde haya un micrófono para que cualquier aficionado pueda preguntar lo que desee.


PRIETO DE LA CAL. El ganadero se llevó una desilusión monumental. La corrida respondía a la forma de entender la lidia que tiene él. Además, era un escaparate con aficionados venidos de muchos sitios diferentes. Al final, lo que queda en el recuerdo son las salidas fulgurantes de todos sus ejemplares pero después... poca cosa y creemos que su desilusión, compartida por todos los aficionados, viene dada porque en el caballo no mostraron el poder y la casta que se esperaba.



PEÑAJARA. No hay queja porque los tres ejemplares mostraron un nivel de notable alto. La pregunta es si cuarto y sexto en el pasado San Isidro hubieran lucido tanto. Quizá un monopuyazo asesino en el primero los hubiera dejado para el arrastre y en el segundo se van sueltos como hicieron tantos toros en la feria. 

Aquí hay que agradecer a los diestros su colaboración en el lucimiento aunque seguimos sin entender que Imanol colocase al sexto a veinticinco metros en el primer encuentro. Eso no debería ser.

Nos dicen que Rubio hubiera querido ver más al sexto toro en la muleta. Sostiene que en la espera al cuarto encuentro el toro se desangró mucho y lo acusó en el último tercio. No estamos de acuerdo con ello porque fue bien picado, no como el segundo, que sí perdió mucha más sangre por las lanzadas asesinas que recibió. De todas formas, quizá sea el único ganadero de los cuatro de la feria capaz de poner peros a que un toro suyo acuda por cuarta vez al peto.

No creemos que repita Peñajara el año que viene con 3Puyazos. Es posible que ya haya recibido llamadas de Francia para ver qué tiene disponible en 2023.




DOS IDEAS PEREGRINAS. La primera es dotar al presidente de un micrófono. Podría haber hecho una alocución antes del festejo aclarando qué indicaciones habían dado a picadores y cuadrillas. Asimismo, a la muerte del primer novillo, podría haber aclarado la razón de no querer conceder el cambio con sólo dos puyazos. Eso evitaría malentendidos posteriores que nosotros hemos querido aclarar hablando personalmente con el señor Ferra como verán más adelante.

La segunda es que cuando se retiren los toreros al terminar la corrida, atraviesen también el ruedo los mayorales para que el público pueda expresar su opinión (en este caso, Doblado habría pasado un mal trago sin duda).


LAS PUYAS. Para el año que viene sería ideal poder picar con las puyas innovadas del maestro Sales y de Julio Fernández. Sabemos que hay picadores que no tienen ningún inconveniente en usarlas, por ejemplo, Iturralde, Borja Lorente, Juanpa Molina, Óscar Bernal, Iván García o Tito Sandoval. Y seguro que Réhabi tampoco. A ver si hay suerte. Recuerden lo explicado aquí.




EL PRESIDENTE. Ya dijimos que lo conocemos como lector de nuestro modesto blog y es un aficionado a carta cabal. Compartimos con él un interés común por hacer pedagogía en el aficionado. En su caso, a través de la ANPTE, de la que es presidente, y, en el nuestro, desde las páginas de este cuadernillo.

Una semana después de lo de San Agustín de Guadalix estuvimos hablando con él de la feria y entresacamos para ustedes esta parte del diálogo:

- ¿Qué les dijo a las cuadrillas antes de los festejos?

- Es importantísimo que el presidente hable con ellos. Les dije que tenían que ser los verdaderos protagonistas del festejo y que sobre todo se tomaran todo el tiempo preciso en el primer tercio, sin prisas. Les avisé claramente de que no se iba a cambiar sin tres entradas, que eso era seguro y que, por tanto, dosificasen el castigo. Esto lo sabía Carballo cuando pidió el cambio con dos puyazos en su primero.

- ¿Les hizo alguna indicación acerca de cómo picar? 

- Aparte de que no tapasen la salida ni barrenasen les dije que si en caso de accidente la puya se les iba trasera, que levantasen rápidamente y sacasen el toro para volverlo a poner en suerte.

- ¿Estuvo pendiente de las puyas?

- Sí. Hubo una cosa que no gustó a los picadores. Compré un adhesivo rojo para pegarlo en la cara superior de las puyas una vez estuvieran montadas. Dio la casualidad de que dos de los piqueros tuvieron que desmontarla para montarla bien ya que la tenían al revés... ¿por descuido?


La idea viene de lo visto el año pasado en Vic-Fezensac con las puyas de Bonijol

- ¿Hubo alguna desavenencia más en la suerte de varas?

- Sí. A Lorenzo Cuello, que además es el asesor jurídico de la ANPTE y que estaba conmigo en el palco, lo mandé antes de la novillada a medir los faldones de los petos. Resultó que eran más largos de lo reglamentario. Le dijeron que no podían levantarlos porque las correas no daban para ello. Transigimos en la novillada porque no había tiempo de arreglarlo pero yo les dije que para la corrida hicieran los agujeros correspondientes para levantarlos a la altura reglamentaria. Y así lo hicieron. No sé si los espectadores se fijaron en que ese detalle del peto fue diferente en la novillada y en la corrida.


Réhabi da el pecho hasta el último instante, en lugar de esperar con el caballo atravesado

- ¿Le comentaron algo los picadores?

- Sí, uno me dijo: 'y eso de levantar el faldón, ¿por qué motivo?' Le expliqué que era, aparte de cumplir el reglamento, para dar al toro una mínima oportunidad de poder sentir que podía luchar contra el caballo. Está claro que para recuperar la suerte de varas hay que buscar una puya menos lesiva y picadores más profesionales.

- ¿Alguna indicación más a los actuantes?

- Sí, insistí a las cuadrillas en que llevasen a cabo una lidia correcta y completa. Les comenté que eso se valoraría a la hora de conceder una segunda oreja.

- Y ¿cómo reaccionaron?

- Me dijeron que eso era injusto pero les dije que era innegociable. Que la primera oreja sería del público pero en la segunda yo iba a valorar mucho la suerte de varas, la lidia realizada y la ejecución de la estocada.

O sea, les dijo que iba a cumplir el reglamento, ni más ni menos. El problema es que es algo a lo que no estamos acostumbrados cuando en tantos palcos se sientan turistas.

Por cierto, dado que estuvimos hablando con él largo y tendido, le hicimos llegar nuestra peregrina idea de dotar al palco de un micrófono para dar explicaciones y evitar malentendidos. No nos dejó terminar la frase ya que nos interrumpió: 'eso hace años que lo vengo diciendo yo'.


LOS CORRILLOS. Lo que se comentaba en ellos: 

- Se hablaba de la posibilidad de lidiar seis novillos en lugar de cuatro pero nos tememos que la cosa aún está verde por cuestión económica.

- El cambio de fecha es una cosa que el club debería valorar. No sabemos cuál sería la adecuada porque si se hace a principio de temporada, la meteorología podría echar por tierra todo. Y si ahora ha habido quejas por el calor, entonces serían por el frío. 

- Pensamos que la corrida vespertina debería adelantarse una hora o incluso más si se cambia la fecha y se celebra antes. Es simplemente para no terminar con luz artificial y no porque la espera se haga larga. Charlando de toros entre aficionados el tiempo pasa volando.

- Alguno comentaba también si no surgirían desavenencias entre miembros del club, algo, por otro lado, tan español y más cuando la empresa es exitosa. Esperemos que no...

- Y el tema recurrente: ¿pondrá palos en la rueda el sistema corrompido de los taurinos? Esperemos que tampoco. Total, esas 2.000 personas, las de la portátil, pensamos que no tienen por qué molestar al chiringuito del taurineo. Aunque vaya usted a saber...

Precisamente el éxito redondo de esta primera edición habría consistido en ver la plaza llena. O, por lo menos, tres cuartos de las 2.545 que es el aforo oficial. 

¿Se imaginan un NO HAY BILLETES  en la edición de 2023 buscando una fecha más adecuada y visto lo visto este año? Soñar es gratis aunque el simple hecho de que los amigos de 3Puyazos tengan ya in mente la organización de una segunda edición es un triunfo en los tiempos que corren. ¡Ánimo!

Insistimos en que tienen a su disposición aquí abajo la sección de comentarios o el mail para enviarnos sus impresiones, sus propuestas y sus quejas, si las hubiere, acerca de la primera feria de 3Puyazos. Seguro que los miembros del club lo leerán con sumo interés.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.







lunes, 27 de junio de 2022

MIURAS DE PENA EN CASTELLÓN

Lo que nos faltaba era que una corrida de Miura diese pena y eso fue lo que sucedió en Castellón. Los toros no tuvieron poder, ni fuerza, ni casta, ni genio, ni siquiera malas ideas. Fueron una colección de animales poliomielíticos a los que el público pedía que se los matase no por ser unos asesinos sino por no valer ni para carne.



Nos bajamos a Castellón con la esperanza de que la corrida no podría ser peor que la lidiada aquí hace unos meses por Victorino Martín pero el niño salió feo y le pusieron Doroteo. Lo de Miura fue peor que cualquier otra corrida de las que hemos visto este año... e incluso en años anteriores.

Dieron una media de 570 kilos y sólo hubo uno que estaba en tipo de la casa, que fue el quinto. Los demás tuvieron hechuras raras y poca cara. Nada que ver con este Zahonero que recorrerá las calles de Burriana en septiembre:


FOTO: Diago


Por cierto, y sin mirar la señal de la oreja, ¿ustedes hubieran acertado diciendo que este toro es de Miura? 

La corrida fue masacrada en el caballo con unas lanzadas que llovían más cerca de la penca del rabo que del morrillo. Merecen mención especial en este crimen los dos picadores de Rafaelillo, que cumplieron como siempre escrupulosamente las órdenes del maestro recargando sin piedad y tapando la salida con desvergüenza.

Hubo media entrada:




RAFAELILLO. Su primero era un cárdeno bien rellenito de carnes y cuya blandenguería se vio nada más salir:



Tras el primer puyazo no es que blandease de remos sino que directamente se echó, con lo cual vio el verde. Salió el sobrero, un cinqueño de El Pilar, colorado, cornigacho y bizco del derecho:



De salida se veía que metía el pitón izquierdo de cine y además hizo una muy buena pelea en la única vara que recibió. No olviden que con este maestro la suerte de varas siempre es una carnicería y aquí vimos una carioca barrenando no de una sino de tres vueltas.

El toro era un bombón pero el diestro sacó la faena del hotel olvidando ese pitón izquierdo de lujo y ubicándose de perfil la mayoría de las veces como ven:



Era el torete ideal para Ortega o Aguado pero no para el murciano. Dio mil pases y no nos pareció bueno ni uno, esa es nuestra desgracia. Sólo hubo una tanda por el izquierdo y eso que por ahí el animal se comía la muleta cruda, ¡qué lástima!



Lo mató de estocada baja con degüello y con el telonazo que ven. Antes Rafaelillo apuntaba con el palillo al morro pero se ha dado cuenta de que no vale la pena arriesgarse a hacer las cosas bien:



Los aplausos fueron para el toro en el arrastre y no para el maestro. Le tuvo que saber a cuerno quemado y es que zapatero, a tus zapatos...

Su segundo era un cárdeno al que le sobraban 50 kilos de los 619 anunciados:



Era curiosamente caribello en lucero como se ve:



Lo del primer tercio fue para meter en la cárcel al maestro y a su picador, que debía de ser Esquivel salvo error. Le pegó sin piedad y además sin intentar disimular lo más mínimo. En la segunda entrada le hizo dos agujeros en sitios diferentes. Pero no olviden nunca que el responsable es el maestro porque el caballista es un asalariado que cumple siempre órdenes. Y a Rafael ya lo conocemos.



Observen que echó los cuernos a la cara de Mora en banderillas (creemos que es él):



En la muleta embestía a paso de burra como se aprecia en la foto y encima con las patitas de alabastro. A la segunda tanda se echó y casi hubo que traer una grúa para levantarlo.



El público pedía que lo matase y así lo hizo en un volapié dejando esta estocada baja alargando el brazo:




PACO RAMOS. El de Onda repetía con miuras después de hacer un papel airoso el año pasado, recuerden aquí. Su primero era un negro listón, bragado, meano corrido, axiblanco y berreón:



Estaba tan débil que tras un primer puyazo musical el público protestó al ver que lo ponía para una segunda vara.

Lo mejor de la tarde fue el segundo tercio que protagonizaron Esteve y Carrero a quien ven en la imagen:



El toro viajaba brincando y rebañaba por el izquierdo pero tenía menos fuerza que un gorrión. 



Ramos quiso llevarlo a media altura lo cual era un poco arriesgado pero el oficio que ha adquirido en Perú hizo que el torillo no le diese ningún problema.



Todo anduvo desangelado y acabó con un pinchazo malo y una atravesada habilidosa sin cruzar nunca y con dos descabellos. Eso de meter la mano sin cruzar también lo habrá aprendido matando moruchos en los Andes:



El quinto era el más en tipo del encierro:



En ésta se aprecia mejor:



Su comportamiento descompuesto en la muleta pudo deberse a la demencial suerte de varas que sufrió ya que el picador clavó en el espinazo haciendo dos agujeros diferentes a cuál más trasero:



Observen que la sangre manaba por detrás del brazuelo, signo inequívoco de que el picador tendría que haber sido detenido al finalizar el festejo:



Enfadado por semejante trato, el toro empezó a pegar la cabezada y lo sufrió Carrero en su par que ven abajo e Ibáñez en el suyo, cuando fue arrollado sin consecuencias.



Como decimos, tuvo una embestida bronca en la muleta, alejada de la bobería de sus hermanos. Fue el tuerto en país de ciegos:



Poco pudo hacer Ramos excepto demostrar nuevamente su habilidad para enterrar la espada saliéndose totalmente de la suerte como ven en la imagen. Luego dio un sainete con hasta diez descabellos:




ROMÁN. Su primero era este negro, bragado y meano. De salida ya se veía que necesitaba la silla de ruedas de Ironside:



Román tuvo interés en colocar los toros largos en el caballo pero la pelea de este fue totalmente olvidable. Pablito Simón le iba echando el capote al cielo porque no sabemos si había segundo sobrero. Gómez Pascual clavó con su solvencia habitual:



El diestro humilló al respetable brindando este choto. A la primera tanda se echó y ya van tres como han podido sumar. La foto no es tras la estocada, ¿eh? ¡Es después del cuarto pase!



Desesperación en el maestro, que tenía que llevarlo con el brazo a la altura del hombro para que no se derrumbase. Observen, eso no es torear sino hacer de enfermero:



Lo mató de este pinchazo hondo escupiéndose, después del cual el pobrecillo animal se volvió a echar rápidamente y fue apuntillado. De pena ¿no les parece?



El último era un cárdeno de cuello largo y con buenos jamones atrás:



Se fue al reserva y recibió un pinchazo en las costillas pero luego Román quiso hacer un favor a la familia Miura poniéndolo de largo para ver si la cosa remontaba:



No pudo ser porque en el siguiente, de muy largo, el toro empezó a tardear y decidió irse por los capotes, donde no paraban de moverse, todo hay que decirlo.

Esperábamos que Simón pusiese banderillas con brillantez pero se pasó de listo a toro completamente pasado. La foto del primer par engaña pero la del segundo no la hemos querido poner por si cuando vayamos a Tafalla viene a buscarnos su familia:



Resultó ser el miura menos malo en la muleta pero tenía tan poco empuje que el valenciano tuvo que limitarse a evitar que le puntease la muleta:



Sigue sin saber matar después de su accidente en Madrid. Se perfila fuera de la cuna y luego se escupe con descaro. Así pegó dos pinchazos malos y esta fea atravesada, tendida y trasera, que fue una auténtica puñalada. Debe pedir hora urgentemente con el psicólogo:




Siempre hemos preferido los toros de Miura que ostentan el hierro abajo de Cabrera. Pues en Castellón lo llevaban todos menos uno, para que vean...  Perfectamente podría colocarse esta corrida en el ránking de las diez peores de nuestra vida, con lo cual está dicho todo. No sabemos qué apuntaría el bueno de Antonio como no fuese dar matarile al semental en caso de que fuesen todos hijos del mismo. Se tuvo que oír gritos de ¡brinda el toro al ganadero!, ¡Miura, embustero! o ¡poca vergonya! 



Si ya no teníamos ninguna gana de aguantar a Ferrera en Pamplona, con estos miuras se nos ha disipado cualquier posibe duda de acudir.

El pésimo sabor de boca que nos dejó el festejo casi nos está obligando a ir a Teruel a ver lo de Baltasar Ibán. Peor que esto es imposible que salga aunque lo mismo pensó todo el mundo en Castellón después de la de Victorino...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.