miércoles, 10 de abril de 2024

LA ESTOCADA SEGÚN UCEDA LEAL

Un amigo del blog nos avisó de que en Youtube estaba este vídeo donde en seis minutos Uceda Leal explicaba cómo entiende él la estocada. Lo vamos a comentar para desgranar lo que compartimos y lo que no. Asumiremos el riesgo de que nos salga algún paracaidista a preguntarnos cuántos toros hemos matado (ya nos pasó en esta entrada, recuerden).



Habla de colocarse a tres pasos del toro y dice que como él tiene las piernas largas se pone un poco más lejos de lo que debería. Ostos decía de que al perfilarse deberías poder tocar el hocico con la punta del palillo. Rafael Ortega hablaba de dos metros o dos y medio dependiendo no de las piernas del torero sino del estado aplomado del toro. A más aplomado, menos distancia, recuerden su teoría sobre la estocada en esta otra entrada. No discutiremos a Uceda aquí porque no se va al quinto pino como hacen otros. En nuestra modesta opinión, más distancia implica asumir más riesgo innecesariamente.

Empezamos a discrepar cuando alarga el brazo al perfilarse. Uceda sabe que eso no es pero se justifica diciendo que lo hago para no dejarme el brazo atrás. ¿No lo hará para clavar antes y salir antes? Esa moda la empezó a practicar Tomás Campuzano y hoy es raro el maestro que no usa este alivio con mayor o menor exageración. En nuestras crónicas solemos denunciar lo de que estiró el brazo para darse ventaja. Observen:



Lo correcto sería mantener la empuñadura bajo la barbilla, sobre la tetilla izquierda, justo encima del corazón. Busquen ustedes a ver quién hace eso hoy en día. Lo que intentan es clavar antes de llegar al embroque precisamente para aliviarse pegando la puñalada. Manzanares lo hace aprovechándose de su larguísimo brazo y nadie dice ni mu. Lo pueden comprobar en cualquier vídeo. Observen cómo ha clavado casi media espada antes de llegar a jurisdicción:



Eso de darse ventaja alargando el brazo, cosa que también hacía Gallito, no es matar los toros... aunque se mueran, como decía Corrochano. 

Después Uceda gira los pies correctamente y enseña el pecho. Por cierto, ¿se han fijado en cómo gira los pies Talavante? Nosotros intentamos imitarlo de salón en casa y no somos capaces, nos hacemos un lío. Vean en la imagen dónde mira. Es que luego hace hincapié muy adecuadamente en que hay que mirar el sitio donde vas a clavar porque si miras a los pitones, estás perdido.



Efectivamente maestro, tiene usted toda la razón y los que son pinchaúvas reconocidos es por tener miedo al entrar y mirar los cuernos en lugar del morrillo ¿verdad, Manolo? (Manuel Jesús, El Cid, a quien los críticos paniaguados disculpaban por su mala suerte al matar cuando él y nosotros sabemos perfectamente el motivo de pinchar tanto). Desengáñense, mirar al morrillo en lugar de los pitones exige mucho valor. Como el que demostró Frascuelo a pesar de sus años en Céret, lo contábamos aquí. Vean dónde mira (aunque sobre cómo ha jugado la mano izquierda correremos un velo):



Pasados los dos minutos todavía no ha hablado precisamente de la mano izquierda, que es la que mata, como sabían todos los toreros antiguos e ignoran todos los modernos. 

Dice Uceda que la suerte la interpretará cada uno según sus características físicas y, sobre todo, según sus mañas. Se le escapa esta palabra porque maña es sinónimo de trampa, triquiñuela, artimaña, truco y martingala. O la usa en otro sentido que no es el del diccionario o aquí se está descubriendo porque las suertes del toreo deberían ejecutarse sin nada de todo eso, que no es más que una retahíla de palabras que encubren lo que toda la vida en los toros ha sido el alivio.

Afirma acto seguido que la estocada es un 50% de técnica y otro de decisión. Estamos de acuerdo aunque quizá haríamos la precisión de sustituir la palabra decisión por valor y cambiaríamos levemente el porcentaje: 70% de valor y 30% de técnica. Es que sin valor no hay forma de matar bien, cosa que nos demuestran los toreros a quienes siempre les faltó ese valor en el instante supremo, como Curro Romero, sin ir más lejos.

Por fin, pasados tres minutos nos dice que yo hago un movimiento de muñeca con la mano de la muleta para tapar la cara al toro. Pues por ahí sí que no pasamos, maestro. Usted antes no tapaba la cara al toro sino que echaba la muleta en el testuz con el palillo apuntando al morro, ¡como debe ser! Pero se ha tirado a la práctica falaz, llena de engaño, de pegar el telonazo. Lo hizo usted en el pasado San Isidro y a pesar de ello en televisión lo alabaron y después le concedieron premios aunque a nosotros no nos la dio con queso. Miren:




Se lo criticamos amargamente en esta crónica y defenderemos nuestra opinión con armas iguales, a pie o a caballo. Repase la secuencia porque ese telonazo no es de recibo. Se entiende que como usted es plenamente consciente de que la estocada no interesa a nadie, se ha tirado a lo fácil. ¡Qué pena!

No obstante, fíjense en la siguiente curiosidad. Dado que Uceda sí que sabe cómo hay que llevar la mano izquierda en el embroque, y aunque en la plaza hizo lo que han visto, ante el carretón ¡lo hace bien! No ha girado la muñeca y el estaquillador apunta al morro. Nada que ver con su premiada estocada isidril. Aquí lo tienen:



Otro que parece transitar por mal camino es Roca. Era el que mejor descubría la muerte, con mucho valor y sin telonazo. Sin embargo, el año pasado ya detectamos que se estaba pasando al lado oscuro yéndose del de los matadores al de los asesinos de toros. Fíjense únicamente en la mano izquierda. Esto hacía antes:



Y esto le vimos en Madrid el año pasado, nada que ver:



La primera imagen es la que nos debe ofrecer. Hace honor a lo que Peña y Goñi alababa de Frascuelo: 'Salvador baja la muleta hasta la arena sin apartar la vista del morrillo...'

Sigue Uceda con su explicación diciendo que hay que vaciar dando un pase de pecho. Hombre, sí, pero no el de pecho al uso cuando estás sin la espada sino uno que debería ser un sucedáneo ya que se ejecuta con la muleta liada. Porque ésa es otra. Maestro, a ver, ¿cuál es la razón de liar la muleta? Es que no lo explica en el vídeo. Pues justamente evitar tropezar con ella cuando apuntes con el palillo al morro. Hay que hacerla más corta liándola convirtiéndola en un cartucho. Por eso hablamos de un pase de pecho, porque el toro sale por el pecho, pero nada más. 

Fíjense nuestros desocupados lectores en que la mayoría de toreros no lían la muleta como Dios manda. Se limitan a pegarle una vueltecita a la que no dan ninguna importancia, deben de pensar que simplemente forma parte de la tradición. Es que saben que nunca tropezarán ya que avanzan ¡con el delantal al viento! Ahí tienen a El Juli. Ya nos dirán qué necesidad hay de liar la muleta si entras con el telón desplegado:



Recuerden esta entrada y comparen la foto anterior con las siguientes. Ruiz Miguel matando uno de Lisardo en el San Isidro de 1975 retratado por Botán. Fíjense sólo en la muleta:



O ésta de Antoñete a uno de Félix Cameno en 1965 donde el toro le pisa la muleta por no haberla liado más en corto:



O Martín Agüero:




Hoy los que no se alivian pegando el telonazo se cuentan con los dedos de una mano y sobran. No obstante, merecen nuestro elogio porque ninguno de los críticos paniaguados lo recalca ya que hacerlo sería incomodar a la gran mayoría de tramposos. Aquí tienen un ejemplo, a ver si lo identifican en la excelente foto de nuestro amigo Christophe:



Es Emilio de Justo. No ha girado la muñeca poniendo el palillo horizontal para darse ventaja. Está claro, ¿no?

Comenta Uceda más adelante que traerse la muleta al vientre antes de arrancar lo considera una pérdida de tiempo. A nosotros ese detalle nos resulta irrelevante para lo que es la correcta ejecución de la estocada. Dice además que dependiendo de cómo sea el toro habrá que entrar más deprisa o más despacio. En nuestra opinión, hay que hacerlo siempre lo más despacio posible pero para eso nuevamente se necesita mucho valor. 

Hombre, si el toro es un asesino que sabes que se te va a ir al cuerpo, estará justificado entrar más deprisa y clavar a como dé lugar. Las tauromaquias antiguas aconsejaban en esos casos entrar con ligereza y salir con todos los pies.

Por fin, pasados cinco minutos habla de los terrenos, cosa que tendría que haber comentado al principio del vídeo. Como insistimos en que estamos ante uno que sabe de qué va la suerte, afirma lo que les hemos dicho aquí mil veces: la gran mayoría de toros son de suerte natural, la contraria debería ser la excepción. Dos de los pocos toreros que tienen eso claro son, que sepamos, nuestro protagonista y Manuel Escribano. No obstante, le preguntaríamos qué hacer con ese toro mansibravo que tanto abunda. No es manso de carreta pero está loco por irse a tablas. Nuestra respuesta, a falta de la del maestro, sería entrar en la natural porque normalmente ese tipo de animal suele ser obediente y dócil y, a pesar de que haya desarrollado una querencia a tablas, es mejor no salirse del guion que te garantiza más porcentaje de éxito. 

Gonzalo Caballero sufrió una cornada que casi le cuesta la vida por equivocarse entrando en la suerte contraria. Encima se tiró tan mal que el cuerno lo hirió... ¡en la pierna izquierda! Recuerden en esta entrada que se lo dijimos personalmente.


FOTO: Antonio Heredia

Perfecto que al final advierta de que no hay que pasarse de faena. Efectivamente, los toros se ponen tontos cuando te alargas, error en que cae el cien por cien del escalafón y que provoca la siesta en el tendido con esas faenas donde han pegado, o perpetrado, más de cincuenta pases.

Ahí termina el vídeo en el que echamos en falta que no nos haya comentado los beneficios de torear con la espada de verdad, para que no te pase lo que a muchos como a Chacón en Sevilla aquí o a José Ignacio Sánchez en Madrid aquí. El paseíto yendo a buscar la espada de verdad puede ser desastroso porque enfada a los toros, que te han pedido la muerte y los humillas no haciendo caso y yéndote de excursión hasta la barrera. Los dos tuvieron graves problemas para matar estos toros que les pidieron claramente la muerte y a ellos les dio igual:





Esperemos que Uceda no se haya molestado por lo que hemos analizado en este comentario. No lo conocemos de nada pero se nos antoja un hombre razonable que, como decíamos antes, sabe de qué va la estocada y con quien no nos importaría debatir todo lo expuesto. Estamos seguros de que en algunas cosas nos daría la razón, ¿verdad, maestro?



Seguro que usted estará de acuerdo con nosotros y con el as de espadas en que matar toros es fácil, lo difícil es hacer bien la suerte de matar.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


8 comentarios:

  1. Buenas Rafa,

    Ya sabes que me lleve las manos a la cabeza al ver el vídeo. Sobre todo porque Uceda esta considerado un as de espadas entre diestros y aficionados y en el video lo único que deja claro son las trampas (que las llame como quiera) que ha terminado adoptando. Una pena.

    Un saludo,
    Ricardo Frías Alonso

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    1. No todo lo del video son trampas, ¿eh?, o mañas, que dice el maestro. Hay cosas que están bien dichas como he dejado claro en la entrada.

      Saludos

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  2. Buenas Rafa .

    Estos vídeos de la fundación no tienen desperdicio , en este en concreto se pueden ver cosas que como bien aclaras no están bien pero si ves el del derechazo según Escribano es para alucinar , llega a darle la vuelta a la tortilla diciendo que utilizar el pico de la muleta les perjudica y lo hacen sin darse cuenta .

    Con respeto a que los críticos no alaban lo bueno para no dejar con el culo al aire a los que lo hacen mal , te diría que alaban igual lo uno que lo otro y así no quedan mal con nadie .

    Saludos

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    1. Es el único vídeo de la serie que he visto. Y tiene usted razón: los televisivos alaban una cosa y la contraria en la misma corrida, con lo cual se desacreditan. Pero asi no molestan, que es de lo que se trata para seguir en el pesebre viviendo de la mamandurria.

      Saludos

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  3. Buenos días, Don Rafael y la compaña:

    Creo que debería usted considerar cambiarle el nombre al blog, quizás fuera más adecuado "Toreo de antaño", o "Toreo en blanco y negro", porque casi nada de lo que usted predica y sus selectos y, lamentablemente escasos, lectores profesan, pertenece a la tauromaquia del S. XXI.

    Han bastado tres corridas del ciclo ferial de mi pueblo, celebradas en su cada vez más cateta plaza de talanqueras, para certificar que lo único que nos une a algunos con el resto de asistentes es "ver corridas de toros", así, en general y sin entrar en el más nimio detalle, pues hacerlo implicaría constatar que somos aficionados a dos Fiestas completamente distintas, la nuestra por desfasada, descatalogada y casi inexistente.

    No aliviarse ante un tendido poblado de público que sólo espera que entierren la espada cómo y en dónde hubiera lugar sería de muy pundonoroso o de muy... poco espabilado, porque vas a llegar al mismo lugar con menos de la mitad de riesgo: tocar pelo.

    Desengáñese, la Fiesta de los cánones, del Toro Bravo como tótem, del tercio de varas como parte del espectáculo.. esa ya no existe más que en 4 blogs y en el imaginario de cuatro nostálgicos como los que le leemos, porque esa Fiesta va en contra del Departamento de Prevención de Riesgos Laborales en que han convertido el toreo.

    Saludos a usted y a los selectos lectores del blog.

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    1. Que tenga usted razón en absolutamente todo lo que dice no es óbice para que desde aquí sigamos insistiendo no en lo que es hoy la tauromaquia sino en lo que debería ser.

      En mi pensamiento siempre están los aficionados más jóvenes, que hoy en día tienen más posibilidades de aprender y en menos tiempo que las que tuve yo (que no tuve a mi lado un padre como el suyo).

      Mientras me dure mi maltrecha afición, seguiré inasequible al desaliento. Fíjese que no he visto nada de Sevilla, sólo lo de Santiago Domecq y en diferido porque me han insistido amigos para que hiciera un comentario. Nos vemos en la siguiente entrada.

      Saludos

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  4. Muy buenas Rafa.
    Aunque no todo lo qué explica Uceda en él vídeo no esté mal dicho para mí con sus verdades a medias lo único que hace es seguir tapándo todas sus triquiñuelas sabiendo que a la gran mayoría del aficionado les da igual como hacen la suerte , solo interesa que la espada entre hasta la bola .
    Me ha parecido que estos vídeos de la fundación más que de enseñarnos algo eran un poquito adoctrinamiento a los intereses del taurineo.
    Disculpe me por poner el comentario tan tarde.
    Un saludo

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    1. La lástima de poner el comentario tarde es que muchos lectores no volverán a la entrada para leerlo.

      Estoy de acuerdo con usted en lo de las triquiñuelas y sobre todo en ese adoctrinamiento con que nos bombardea permanentemente el taurineo.

      Saludos.

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