En todas partes se ha escrito que el percance de Morante en La Línea fue al dar un pase de pecho. Pues no fue un pase de pecho sino un pase por alto si es que queremos mantener la liturgia taurina.
Saben que en este modesto cuadernillo velamos por que no se termine de perder esa liturgia ya que en tal caso lo habremos perdido todo. Esa es la razón de que nos quejemos, por ejemplo, de que muchos diestros toreen descalzos, de que tiren los avíos, de que alarguen el brazo al armarse o de cómo cogen capote y muleta (recuerden aquí y también aquí) .
El pase de pecho siempre fue con la izquierda mientras que si se ejecuta uno similar con la derecha, será simplemente un pase por alto. Morante da un pase por alto:
Dirán ustedes que somos más papistas que el papa y seguramente tendrán razón. No obstante, les responderemos que si empezamos transigiendo, acabaremos tragando con sandeces como que un delantal sea una verónica a pies juntos, que es algo que nos quieren hacer creer de un tiempo a esta parte.
Ponemos este ejemplo para que vean que nos quieren vender la mula ciega de que las cosas son lo mismo y no son lo mismo. En el pase de pecho no se lleva la espada y en el que se da por alto con la derecha te puedes aliviar apartando un poco al toro con la punta de la tela clavada en el estoque.
Morante está toreando con la derecha como se aprecia perfectamente en las imágenes y cuando remata, no se cambia la muleta de mano porque le da igual el pitón derecho que el izquierdo dada la ternera que tiene delante:
Hace más de cien años fue El Algabeño quien en Madrid remató una serie con la derecha con un pase por alto y hubo un escándalo mayúsculo. Fue criticado en el tendido por los aficionados y en el papel por los revisteros. A nadie se le ocurrió decir que aquello era un pase de pecho a pesar de que la ejecución sea prácticamente la misma.
El problema de este pase es que se necesita mucho valor para hacerlo bien porque se inicia en una posición un tanto desventajosa para el maestro. Se encuentra de espaldas al toro y sin defensa en caso de que haga un extraño. Luego hay que llevar al animal toreado en semicírculo para que salga por el hombro contrario. Piensen en ello o pónganse a torear de salón en su casa para que se den cuenta de que psicológicamente no es lo mismo estar enfrente del toro que de espaldas.
Por eso hay toreros que nunca se confiaron con este pase, como fue el caso de Manolete. Dicen que era el que menos le gustaba. La cornada en el ojo que sufrió Javier Cortés en la concurso de Madrid fue al dar un pase de pecho:
Y si no nos falla la memoria, un toro de Pallarés lo arrolló en una situación similar en un desafío de 2018. Otros buenos toreros prefieren liquidar este pase con un mantazo, y además en línea recta, con el fin de que el toro se vaya de jurisdicción lo antes posible. Un ejemplo de buen torero cuyos pases de pecho y por alto son mantazos es Diego Urdiales:
En cambio, quien mejor ejecuta esa suerte en la actualidad es El Juli. Antes de que los que le niegan el pan y la sal carguen la recortada y nos apunten a la cabeza, nos remitimos a que vean cualquier tanda del maestro destoreando a placer pero siempre dibujando el remate con tiralíneas. Fíjense en el recorrido del toro, ése es el semicírculo a que nos referimos:
Morante es víctima de esa situación de desventaja del torero al ejecutar este pase ya que observen que el toro se revuelve en un palmo de terreno y sorprende al maestro sin posibilidad de defenderse:
Curiosamente lo voltea con el cuerno derecho y no con el izquierdo pero es suficiente para que su mala caída le provoque la luxación clavicular en su hombro derecho:
Hombre, ya que estamos, observen la imagen siguiente. En el quite salió más gente que en el entierro del general Prim. Pero lo penoso es que más de dos van a cuerpo limpio, algo que atenta también contra la liturgia taurina más esencial:
El papa negro tenía amenazados de muerte a sus hijos si no eran los primeros en acudir al quite de un compañero en apuros y siempre con el capote en la mano. Lamentablemente vemos hoy que los profesionales suelen estar en la barrera hablando o fumando mientras torea un compañero en lugar de estar pendientes con el capote bien cogido para salir raudos a evitar un accidente grave.
Da la impresión de que todo vale en esta tauromaquia del siglo XXI. Llegamos a escuchar a maestros consagrados cómo se refieren indistintamente a un pase de pecho dado con la izquierda o con la derecha. Pues nosotros, no y uno como Morante, amante también de las tradiciones taurómacas, suponemos que nos dará la razón en el muy improbable caso de que lea estas líneas.
Nuestro modesto blog es la aldea gala que nos sirve de refugio frente al ataque de los taurinos golfantes y de los críticos paniaguados. Mientras aguantemos, velaremos siempre por mantener la liturgia de los viejos druidas.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Atención porque el pase de pecho en línea no es ninguna herejía. Ahí está el texto de Bollaín en su libro El Toreo y la reivindicación del pase de pecho en línea de un torero tan ortodoxo y clásico como Antoñete contra el heterodoxo pase de pecho al hombro contrario de Ojeda.
ResponderEliminarA mí que me perdone Antoñete, pero a me gustan los que hacen torcer el recorrido al toro. El de siempre del Viti y el de ahora el de De Justo. Aunque creo que lo más importante es lo que ocurre antes del pase de pecho (el pase de pecho debe ser una consecuencia forzada de una tanda de muletazos. Es decir, sacarse el toro de encima por arriba, claro).
Ah, y lo de los dos pases de pecho, de cárcel.
Lo de los dos o tres pases de pecho o por alto consecutivos lo había puesto pero al final lo eliminé porque ya lo hemos comentado muchas veces por aquí. Con lo de cárcel eres muy generoso.
EliminarEfectivamente, hay diestros como Antoñete que justifican lo de la línea pero yo no estoy nada de acuerdo y entraría dentro de los que hablan de pase de pecho tanto con la derecha como con la izquierda cómo curiosamente fue también el caso de Chenel.
Correcto el recordatorio a De Justo pero en el caso de Ojeda, cuando hacía aquel alabado ocho enlazando el de pecho o por alto con su toreo anterior sin enmendarse, hay que tener en cuenta que lo hacía siempre frente a un Norit. Repasen los aficionados algún vídeo del maestro para darse cuenta de que su actitud teniendo un toro de verdad ahí debajo lo hubiera llevado siempre a volar por los aires.
Saludos
Buenas Rafa
ResponderEliminarDebo de reconocer que no sabía que , había diferenciación a la hora de la denominación dependiendo de la mano con que se ejecute. Repasando el libro de todas sus suertes por sus maestros aprecio que nadie hace por aclarar ese tema pues los matadores Andrés Vázquez y Antoñete no lo diferencian.
El primero íi aclara que el que se ejecuta con la izquierda tiene mas valor y que a él le gustaba ejecutarlo en línea curva y a ser posible siempre sin enmendar la figura después de la serie de pases. Antoñete por su parte no los diferencia y como habéis indicado antes lo prefiere en línea . Hay un detalle que delata que es más fácil utilizar la mano derecha y es por ejemplo en el circular. Tanto el normal como el invertido yo nunca lo he visto con la zurda. Como dice el dicho nunca te acostarás sin saber algo más.
Saludos y gracias por estas lecciones.
Para eso estamos en nuestro modesto blog, para aprender pero entre todos.
ResponderEliminarEstá claro que el pase de pecho tiene más mérito, como todo lo que se ejecuta sin la ayuda.
Respecto a los circulares yo los prohibiría por decreto igual que los pases de pecho o por alto consecutivos.
Saludos .
No comparto que Juli sea de los que mejor da el pase por alto: casi siempre los da para fuera, siendo ventajista. Es decir, puede darlos bien y, a veces, los da, pero muchas otras, no. Siguiendo esta distinción que haces, el pase por alto mejor ejecutado me parece el de Manzanares, mientras que con la izquierda, el pase de pecho mejor dado es el de Emilio de Justo, sin duda.
ResponderEliminarPara estar de acuerdo con lo de El Juli quedaremos en que cuando los da bien son excelentes.
EliminarA De Justo ya lo he citado positivamente en un comentario anterior y precisamente recuerdo que en Madrid dio uno muy bueno antes del percance.
Saludos
Gracias maestro (en efecto, auténtico druida taurino sel s. XXI) por sus anotaciones enciclopédicas y léxicas, sea del toreo, sea del correcto fenotipo y nomenclaturas del toro, sea de las respectivas deficiencias.
ResponderEliminarHabré mencionado ya -y no por vano elogio- que aquí en este su modesto blog como lo suele Vd. llamar, se encuentra el equivalente mediático, el comparativo cibernético de un Cossío moderno, un tratado didáctico, responsable y dedicado al buen hablar y al buen entender de la Fiesta brava, aun cuando se refiere a sus carencias que hoy en día son tantas y muy lamentables, incluso en la liturgia de ésta como acaba Vd de apuntar.
Si de virtudes o **suspiro** si de míseras faltas taurómacas, aquí... de lo mejor aquí, modesta sapiencia, ¡en ATRH!
De nuevo, gracias Dn. Rafa. // Atte., Torotino
Gracias a usted. Saludos.
EliminarMe parece que también se debe tomar en cuenta la ejecución de los pases de pecho de Roca Rey, que tienen mucho recorrido y a mi juicio son de muchos kilates.
ResponderEliminar