Lo que se aprecia en este resumen de la quinta puerta grande de De Justo no nos mueve en absoluto al entusiasmo. Al contrario, se ve en el extremeño un abundante destoreo aunque en la misma línea de otros que también se han ido en volandas muchas veces de Madrid (Castella, Perera, Roca, López Simón, Rufo...).
Resultó cogido en su primero toreando en redondo aunque en el vídeo no se aprecia exactamente cómo:
Se fue a la enfermería con un fuerte golpe en las costillas pero salió a matar el sexto. Una cogida como ésta en la que De Justo vuelve más tarde al ruedo con coraje, además en uno con su grave lesión cervical y que encima es torero mimado en Las Ventas hacía que ya tuviera una oreja cortada en el recibo capotero. Recuerden esta crónica de hace un año cuando hablábamos de que esta plaza es el patio de su casa.
Por cierto, los lances son de paso atrás. Hay algunos aficionados que todavía nos piden aclaraciones sobre esta circunstancia que explicábamos aquí. Pues vayan al 0'48'' del vídeo y confirmarán que en este caso una imagen vale más que mil palabras. Con ese capote Curro tendría tela para dos y medio de los suyos:
Es su pierna derecha la que debería ir hacia adelante ganando terreno al toro y no la izquierda hacia atrás quedándose en el mismo sitio. Que se empiece a desatar la locura en el tendido no debe desnatarnos el entendimiento. En la muleta apreciamos un toro que mete la cabeza de lujo, como se ve en esta imagen:
No obstante, el maestro opta por esconder la pierna una y otra vez a pesar de la boyantía de su enemigo. Aquí se comprueba, toreando con la derecha sin la ayuda y retorciéndose de una manera grotesca, cosa que antes no hacía:
Pero escuchen en el vídeo cómo rugen los tendidos. No sabemos si alguien silba ese destoreo que a otros como Pinar o Rufo censuran sin piedad. El caso es que todo lo que se ve en el vídeo está cortado por el mismo patrón. El extremeño debe de pensar lo mismo que Morante cuando nos la da con queso: puesto que paga el vulgo, es justo torear en necio para darle gusto.
El toro va perdiendo fuelle y se transforma en una ursulina. En la estocada vemos otro detalle de De Justo donde indica que da gusto al vulgo. Antes jamás pegaba el telonazo y lo teníamos por un estoqueador muy puro. Hace tiempo que se vendió al alivio y se dedica a tapar la cara a los toros. Comparen la imagen de ayer con una de cómo mataba antes y fíjense en su mano izquierda:
La foto anterior de nuestro amigo Moratello serviría para colocarlo entre los más grandes matadores de la Tauromaquia. Pero es que encima sigue con el vicio de ese saltito que le veíamos a principio de temporada en Valdemorillo, recuerden aquí. Antes tampoco lo hacía:
La estocada se le va trasera y caída pero todo esto da igual ya que el presidente Gómez saca toda la ropa al tendedor para evitarse problemas. Hoy los críticos paniaguados acaban la faena con expresiones estomagantes como triunfo épico, desgarrada superación, resurrección de De Justo, emocionantísima puerta grande, faenón vibrante, gesto y gesta, etc.
En Jiménez apreciamos una cosa curiosa. Observen en su segundo toro, a partir del 4'04'', que se dedica a destorear también, como suele ser habitual en él a pesar de lo que nos vendan:
Pero en seco decide colocarse bien. Fíjense en la sucesión de imágenes ya que ahora sí enseña el muslo:
¿Han visto que esa pierna derecha no se ha escondido? ¿Se dan cuenta de que está asumiendo un riesgo al torear hacia adelante y no hacia atrás? No creemos que lo haga para echarse el toro afuera porque el animal es muy bondadoso. ¿Serán instrucciones de Guerra? Tampoco lo pensamos porque él siempre le dirá que no hay necesidad de arriesgar mientras el vulgo trague con el destoreo.
Da la impresión de que quiere demostrar a los que saben de qué va esto que también él es capaz de distinguir perfectamente entre lo que es torear con alivios o con verdad. Aunque no duden de que eso lo saben todos los toreros. Otra cosa es la decisión que toman cuando están delante.
Por último sale Rufo y ¡ay...! Como no es santo de la devoción venteña resulta que echa la pierna atrás igual que De Justo pero él sí que escucha pitos desde el tendido. Es el indignante destino de los que sufren la ojeriza de Madrid:
No es indignante porque no merezcan la censura cuando se alivian sino por el diferente rasero con el cual se les mide. Siempre fue así en Las Ventas. Es lo que tiene esta plaza, que es sentimental y caprichosa como ninguna. El sentimentalismo podríamos llegar a entenderlo pero el ser tan caprichuda no nos entra en la cabeza y más cuando muchos de los más caprichosos son aficionados que se tienen por cabales.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.















Lo que comentas Rafa, que Madrid es la plaza más sentimental del mundo, ayer se hizo realidad a niveles estratosféricos.
ResponderEliminarVisto el nivel y como está el patio, que nadie descarte que el día 12 por la tarde, Palomo pase a la historia como el penúltimo matador en haber conseguido los máximos trofeos en Las Ventas. Ahí lo dejo.
Su comentario ha llegado mientras redactaba la entrada y lo he visto después. Veo con alegría que lo que trasluce el vídeo es lo que se debió de notar con muchísima más viveza en la plaza. Por supuesto que no me refiero al buen toreo sino al sentimentalismo.
EliminarNo me dice usted nada de los caprichos de esa niña veleidosa que es Las Ventas. Eso sí que me ha indignado siempre.
Saludos.
He leído un titular discordante en la página de Cope y que firma Naranjo: "un palco desbordado y una plaza desnortada".
ResponderEliminarHabría que decirle que una plaza puede estar desquiciada como está la de Madrid ya desde hace años pero. la presidencia nunca se puede dejar desbordar por el público orejil o por los críticos paniaguados.
Saludos
Buenas tardes Rafa y compañía. Te lo cuento tal y como yo lo vi.
ResponderEliminarEl primer toro fue recibido por De Justo por chicuelinas nada ajustadas y remata con una buena media muy mandona. El toro estaba flojo y se defendía cabeceando. Justo estaba comentando que esos toros son los que tienen peligro y llegó la cogida de De Justo. Borja Jiménez le macheteó pero le costó ponerlo en suerte porque el toro se iba tambaleando hacia tablas (como si estuviera borracho).
Rufo estuvo bastante despegado toda la tarde, sin apostar por el toro ni intentar otra cosa que lo que ha hecho siempre en la plaza, es decir, limitarse a templar con cierto gusto ayudándose del pico y pasarse al toro a una distancia más que prudencial para no mancharse el traje. Efectivamente, tienes razón en que hizo lo mismo que De Justo en el sexto, pero la plaza midió a ambos con diferente rasero. Cierto es que Emilio De Justo se la ha jugado alguna vez en la plaza, mientras que el de Talavera no se la ha jugado nunca.
Borja Jiménez es listo, muy listo. Tiene una puesta en escena en la que todo está medido al milímetro. Sabe cómo tratar al toro y tiene una muñeca poderosa pero también sabe cómo tapar las bondades del toro sin que el público se dé cuenta, saca la tripita para que parezca que se los pasa cerca y cada vez torea más despegado. En mi opinión, sabe hacer el toreo pero en él prevalece la ley del mínimo esfuerzo. En cuanto liga muletazos ve que Las Ventas responde y no se decide a dar ese paso para intentar hacer historia. En el quinto de la tarde dio algún natural suelto de gran valor, a veces ligados, a veces no. Tampoco la espada fue su fuerte ayer.
Y luego salió De Justo de la enfermería (aplausos), sale al ruedo (más aplausos). El toro era incierto, tenía querencia a toriles pero al final se enceló en los engaños. Por cierto, destacar la enorme brega de Morenito de Arles. El toro venía rebrincado con algo de cabeceo, De Justo se sitúa a una distancia más que prudencial, arrojando la de mentira al suelo pero agarrando el estaquillador casi por la punta y toreando a base de PICO y pala, sobre todo de pico viendo como asomaba el pitón exterior del toro cada vez que recetaba un muletazo. La gente ovacionó el destoreo desde el primer muletazo y así hasta el final de los días del toro tras una estocada de deficiente colocación. Sí, Las Ventas es una plaza muy sentimental.
También te digo que, al menos en mi zona, había un buen número de público no habitual y que los viernes es un día propicio para cortar orejas dado que es el último día laboral para muchos, que quedan para comer y tomar unos cubatas.
Saludos de un aficionado venteño.
Muy certera la crónica del compañero aficionado venteño. Decir que los dos primeros toros estoqueados por Rufo, eran de triunfo rotundo en la muleta. Se dio todas las ventajas del mundo. Cuentos toros se le han ido ya en Madrid…
EliminarBorja Jiménez cada vez más sobreactuado y retorcido. En san Isidro ya comprobó que el vitoriano que hizo sexto que la plaza va muy a favor de obra con el, y que sin necesidad de tirar la moneda al aire, lo tiene casi hecho. Sigue sin saber matar.
Digna de mención la regularidad que saca Victoriano en Madrid en los últimos años. Una media de dos toros notables por tarde.
Sobre De Justo, el palco y el público sentimentaloide; ya está todo dicho.
Saludos desde Madrid,
Rulan
Pd: quería decir con el Victorino que hizo sexto en la última tarde de san Isidro; al que BJ cortó las dos orejas
EliminarA Rulan y aficionado venteño:
EliminarGracias por sus aportaciones in situ. Ustedes siempre son conscientes del día que es en Las Ventas, del tipo de público y de la facilidad o no para cortar orejas. A los que somos de fuera se nos escapa.
Jiménez toreó bien aquel victorino en otoño y no sé si es por eso que goza de ese favor del público que no termino de entender. Es que desde aquello su toreo ha sido siempre de alarmante vulgaridad.
Pero piensen en que si no fuese un pésimo matador igual tenía ya cuatro o cinco puertas grandes...
De Justo sí, se la jugaría en su día pero tras la cogida de la encerrona y el pasar a anunciarse con figuras ha cambiado a peor, para mí no hay duda.
A Rufo le he negado el pan y la sal desde el principio, quizá con excesiva dureza, pero ahora muchos vienen a mi vera. El problema es el diferente rasero, como vemos los tres.
Saludos
Buenas tardes, autor y contertulios.
ResponderEliminarSoy un lector devoto de estad crónicas, aunque confieso no ser un participante prolijo. La pasión, sin embargo, a veces exige tomar el teclado. Y lo vivido ayer, y lo leído aquí, me obliga, con el respeto debido al anfitrión, a expresar una cortés disensión.
¿Fue, objetivamente, una faena de dos orejas en términos de técnica pura, de ese rigor cartesiano que aquí se exigen? No. Sin duda. Pero, con el mismo rigor, ¿hace daño a la verdad del toreo ese reconocimiento generoso? En mi modesta opinión, no. Creo, incluso, lo contrario.
El aficionado cabal sabe discernir el alivio y el trampantojo. Conoce la diferencia con la solidez de la verdad rotunda.
Y si ayer los "alivios" fueron, de hecho, los proporcionados por el doctor en la enfermería, el matador nos dejó otros bálsamos que a veces se olvidan en el altar de la pureza.
La tauromaquia es también, y no en menor medida, un arte de actitud, de gesto y de torería.
Y de eso, amigos, sí que hubo ayer.
A veces, pocas, la simpleza elegante del valor y la actitud íntegra son una lección profunda.
Un saludo cordial. Abro el paraguas.
Gracias por ser lector devoto y por intervenir con cortesía... y con pasión por De Justo.
EliminarEse reconocimiento generoso a una salida en hombros de Madrid sí hace daño porque deteriora aún más el ya muy mermado prestigio de esta plaza.
Si fuera la excepción, podríamos estar de acuerdo. Pero es la lamentable regla.
La actitud y el gesto sabe que yo los valoro mucho en el torero cuando delante hay un toro con casta y con peligro. No era el caso de ayer y por eso me centro en que su toreo fue deficiente.
Y lo mismo la estocada, aunque no sea un bajonazo infame como acabo de leer por ahí.
Saludos
La cuestión está en los matices. Hay muchas maneras de agradecer o aplaudir el valor de Emilio de Justo: ovación, larga y fuerte ovación que hace salir a saludar en el tercio, vuelta al ruedo, otra vuelta al ruedo y hasta una tercera si se quiere. Todo eso sin conceder orejas si la estoy Ada es pésima. Pero si convertimos las dos orejas en el premio básico entonces ya no hay gradación, en buena lógica ya no hay premio, si todo vale dos orejas las dos orejas no significan nada. Es lo que quiere decir nuestro anfitrión creo. Que las dos orejas de Madrid ya no significan nada porque sirven para premiar cualquier cosa: el valor, una emoción, un gesto, pero no el toreo canónico.
ResponderEliminar¿Qué significan tantas orejas sueltas concedidas tras estocadas lamentables pero solicitadas por mayoría? Ahí el presidente no puede hacer nada.
EliminarPero en la segunda sí puede evitar convertir Las Ventas en una verbena.
Bah, total, ¿ qué significa a día de hoy una puerta grande de Madrid o una del príncipe en Sevilla?
Y esperemos al día 12 porque lo del sentimentalismo con De Justo quedará en una simple bromita al lado de lo que puede suceder con Robleño y Morante.
Saludos
Lo del rabo de Morante el día 12 lo llevo escuchando desde que se empezó a hablar del festival, en los últimos días se ha leído en X que iba a sonar la música durante las faenas (ya se han encargado de desmentirlo algunos medios radiofónicos), ayer sin ir mas lejos se volvió a ver lo de "caer en gracia". Torea Fortes a su 1º pasando el toro sin ajuste alguno, y se hartó a meter pico, la parroquia callada. Empieza los compases de muleta de Victor Hdez a su 1º y una voz desde la andanada (debajo mia más concretamente) dice ¡Chico, el pico!.... y le contesté ¡El anterior se ha hartado a meterlo y no le habéis dicho nada!....no volvió a decir más.
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