(Foto: Isabelle Dupin en Aplausos.es) |
Escribe Gloria Sanchez Grande:
"David Adalid es un torero que va en contra de la corriente (¿acaso no fue un David quien se enfrentó a Goliat?). Tras luchar como un jabato en los brazos de sus compañeros que trataban de impedir que volviera a salir al ruedo, no tenía necesidad de clavar el último par al Miura que ya le había herido tras no obedecerle al quiebro. Al menos no una necesidad "externa" o material. Su valor y pundonor nacía de él, de la obligación de demostrar que es un profesional extraordinario, un hombre de una pieza. Lo que antes llamábamos heroicidad, hoy se ha convertido en imprudencia o ansias de protagonismo, al menos para los espíritus mediocres.
Lo que ha diferenciado a la Fiesta de cualquier otro espectáculo plástico o visual no ha sido su carácter artístico, sino su vertiente heroica y a veces trágica, la que emociona y sacude la conciencia. Este sentimiento es la pura esencia de la Tauromaquia y su justificación a través de los siglos. La caída en el ruedo y el posterior alzamiento del héroe que rebasa los límites para defender su honor es, pues, una metáfora de la actitud con la que todos deberíamos encarar la vida. Alabar o criticar a Adalid retrata hoy nuestras glorias y miserias." (leer el articulo completo pulsando aqui).
Desde aqui le deseamos al valiente banderillero que se recupere pronto, y que pueda volver a emocionarnos, junto con sus compañeros de cuadrilla, con la lidia integral a la que nos tienen acostumbrados.
Tauro
Eso pasa por hacer las cosas bien y clavar en la cara. Exactamente igual que la cogida hace poco de Escribano. Si clavas a toro pasado, no te cogerá nunca -a no ser que tropieces-.
ResponderEliminarEs lo de siempre: hacer las cosas bien tiene su riesgo y la mayoría de toreros piensan que no vale la pena arriesgar cuando al noventa por ciento del público le da igual ocho que ochenta.