Los Saltillos en los corrales de Tafalla |
Sólo se comían a los toreros malos. Es verdad que uno mató un caballo y otro casi se va vivo al corral pero no se engañen. Salieron muy toreables, ninguno pegajoso, ninguno con auténtico poder. Pero es que delante tuvieron a unos diestros que apenas suman 7 corridas entre los tres.
Corrida bien presentada, con tercero y quinto de gran trapío. Fueron masacrados en varas por la psicosis que causaba el hierro pero si los diestros llegan a pensar un poco, dosificando el castigo hubiesen cortado orejas sin problemas. Y, la verdad, el aficionado que esperaba ese picante y esa casta de los de Saltillo quedó bastante decepcionado, nosotros, los primeros.
IVÁN VICENTE. Se desentendió de la suerte de varas y sus dos toros se saldaron con cuatro varas asesinas, de las cuales dos traseras y una en el lomo.
Intentó hacernos ver que su primero era peligroso pero no nos engañó. Lo que pasó fue que a base de mantazos el toro se hizo el amo mientras se preguntaba 'pero ¿qué te he hecho yo? ¿Por qué no me quieres torear?'. Casi entera trasera saliéndose de la suerte. Mal.
Iván Vicente en Tafalla |
Su segundo exhibió un precioso tranco en banderillas pero Vicente empezó medroso prodigando no menos de doce mantazos sin quedarse quieto mientras el toro volvía a preguntarle 'Pero ¿qué estás haciendo?' La suerte es que el toro era tan dulce que no le planteó ningún problema y, cuando el diestro se quiso dar cuenta, se había quedado sin gas. Muy mal.
DAMIÁN CASTAÑO. Estuvo infame, señores. Trajo unos picadores que fueron casi la deshonra de la profesión. Quizá somos muy duros pero es que es lo que pensaría al verlos un picador profesional.
Damián Castaño no estuvo fino con los aceros en su primero (peor en su segundo). |
Su segundo se llamaba 'Ruidón', les suena ¿verdad? No corrió el encierro para no volver a juntarlo con sus hermanos con quienes se pegaba. Castaño y su cuadrilla no quisieron ni verlo y todo se convirtió en una penosísima capea donde el toro se hizo el amo sin ser ningún asesino, ojo. Era simplemente un toro manso a secas. Cogió al caballo por el otro lado y le metió el pitón hasta dentro. Se lo llevaron y tuvo que ser sacrificado con una inyección en el patio.
Corrida de Saltillo: un caballo muerto y varios tumbos y porrazos (un espejismo). |
La presidencia colaboró en el desaguisado cambiando el segundo tercio con dos palos. Y Castaño tal como llegó al toro le pegó un espadazo con tan mal estilo que salió trompicado cayéndose en la cara sin consecuencias.
Susto con Damián Castaño |
Pero esa media no le hizo mella y luego lo que vino fue una tragicomedia más trágica que comedia por la pena que dio el diestro: seis pinchazos a paso de banderillas, otro en el brazuelo, casi entera atravesada y nueve descabellos en medio de una bronca monumental. Si llega a intentar faena, 'Ruidón' vuelve vivo a los corrales.
Sainete de Damián Castaño |
Un amigo nuestro muy torista de Granada sostiene que el indulto está justificado en casos como éste: un toro que sin ser un asesino se queda mirando a todo el mundo diciendo 'señores, no pueden ustedes conmigo ¿no? Pues déjenme volver al corral'. Muchos aficionados aplaudieron al toro en el arrastre para fastidiar al matador. Un matador que, insistimos, llegó a dar pena y eso es lo peor que te puede suceder en cualquier profesión.
Cambio de tercio en Tafalla |
JAVIER ANTÓN. Su primero era un mansurrón que se lesionó en banderillas y quedó inválido. Lo toreó con finura y suavidad pero no tenía mérito por la citada invalidez (ojo porque era su primera corrida este año). Dio una vuelta de cara al paisanaje.
Murchante con Javier Antón, en Tafalla. |
Su segundo, un bonito cárdeno, calcetero, haldiblanco, lucero y listón se fue suelto del caballo, en el segundo encuentro hasta toriles.
Pero era noble a más no poder y tenía un poco de gas, nada del otro mundo porque, como decíamos, la corrida fue decepcionante en ese aspecto.
Javier Antón en Tafalla |
Este caballo se cayó por su cuenta al entrar en el ruedo |
Pues ya han visto: decepción en la parroquia torista al ver unos saltillos tan pastueños y al ver también, una tarde más, el desprecio por la suerte de varas. Pero avisamos a las figuras de que se pueden apuntar a matar estos toros sin problemas porque si no llega a ser por el pelaje y por el hierro cualquiera hubiese dicho que eran unos Domecq y de los más asequibles.
Saludos cordiales desde Tafalla.
Rafa.
Fotos y comentarios de Tauro
Poco mas o menos como ayer Cenicientos.
ResponderEliminarCinco de Moreno Silva, aunque estaban anunciados como de Saltillo, nobles y manejables terminando por orientarse debido a la "lidia" recibida, y uno de Adelaida Rodríguez (cuarto como sobrero, noble y manejable)
Desde el principio hubo psicosis por el hierro, tarde anodina que se perdió entre trapazos, mantazos, carreras y sustos propiciados por lo mal que estuvieron las cuadrillas y sus jefes.
Dio la sensación que a los peones los sacaron de alguna peña, y les obligaron a vestirse de luces, que desastre, ¿de donde los habrán sacado a estos pobres hombres?.
Los toros no se comieron a nadie de salida, solo y debido a la mala lidia (o ninguna) terminaron haciéndose reservones, que no malos.
Los masacraron en el caballo pegándoles con saña y siempre tapándoles la salida, en banderillas sainete de carreras y mantazos sobre todo el quinto que el peón "de brega" pegó capotazos a diestro y siniestro, si se le hubiera cruzado el que vende las pipas también se hubiera llevado su ración. En ese mismo toro uno de los banderilleros de forma mal encarada con el público, llego a ofrecerle las banderillas a un espectador de barrera para que bajara el.
El sexto de salida se dio una vuelta para informar que podía con todos... y lo hizo. Este toro en particular le hicieron entrar mas de ocho veces al caballo, con sus preceptivos puyazos alguno tapándole la salida, en banderillas un desastre general, peor que una capea.
Serafín Marín paso como un espíritu, nada de nada. José Carlos Venegas corto una benévola oreja del segundo, y pareció que estaba mas dispuesto y con alguna gana de agradar. Cristian Escribano desdibujado toda la tarde, fue demasiada empresa para el.
En general la terna, los peones, y picadores muy por debajo de los toros, hicieron aguas por todas partes, les vino muy grande esta corrida.
Al final intervino hasta la Guardia Civil bolígrafo en mano, revuelo en el callejón.
Creo que describes acertadamente lo que vimos ayer en Tafalla
ResponderEliminarYo creí que iba a presenciar algo "más duro" después de la infumable Feria del ¿toro? del monoencaste Domecq de Pamplona...y tampoco se comían a nadie, ciertamente.
Salvo el número 39, del que ya había psicosis, tras el desencajonamiento... y era además de muy bonito (a mi entender el trapío del conjunto del encierro de Saltillo fue irreprochable).Sin más "un pregonao" que pedía a gritos ser bien "lidiado" (pero para eso hace falta muslos, cabeza y saber...).
Lo de Castaño fue de traca. Mi hijo, que es joven, y me acompañaba, nunca había visto algo así. Yo que ya soy mayor, en Madrid, a Curro alguna de estas le vi hacer (entrar a matar a paso de banderillas, auxiliado por un peón que citaba, y dejar alguna puñalá en el brazuelo) ¡Pero era Curro! no Castaño, que ayer debería haberse cortado la coleta ( se lo vi a hacer a Aparicio hijo, por mucho menos, y sin estar tan desbordado)...Eso es pundonor torero, marcharte, cuando ves que "ya no estás pá esos trotes".
Más allá de todo ello, me encantó la corrida de la tarde anterior, la de Dña Dolores, que en Gloria está, y desde allí habrá visto a ese tercero (excelente), cuarto, quinto, y el chorreado en verdugo sexto, que fue un carretón... Corridón con su mansito rajado primero, y su barrabas segundo, también un pregonao, un marrajete...El que mandó al hule a Marcos, que confundió los terrenos y lo pagó con sangre.
Pero una señora corrida de Toros. Tomen nota los de la Meca, y el veedor, y dejen de traer garcipodridos afeitados, victorianos, tajos y reinas, y demás basura del monoencaste... y a ver si van dejando ya el figurar y el postureo en el callejón; y pasan la organización de la Feria del Toro a buenos profesionales como Jesús Macua. Los aficionados lo agradeceríamos, visto lo visto. Y el Sr. Sanmartín recuperaría la filosofía de "su" Feria del Toro.No el simulacro actual.
Y Tafalla ¡qué no decaiga!
Saludos
Por lo que usted cuenta, un calco de Tafalla, solo que aquí no hubo desplantes ni, que yo sepa, intervinieron los forales.
ResponderEliminarY coincidimos en que no se comían a nadie. Pero la sombra de aquella novillada dr Madrid de hace años sigue siendo muy alargada.
Saludos y gracias por su crónica.
A anónimo: me alegra coincidir con usted. Por Navarra observo un clamor contra el veedor de Pamplona pero ya me dira usted que margen de actuación le queda al veedor cuando estan de por medio las figuritas, que se trsen sus chotas bajo el brazo desde el campo.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Coincido con M. de Córdoba sobre lo acontecido en Cenicientos. La tarde estuvo entretenida, sin quitar ojo de lo que sucedía en el ruedo debido a que la sombra de la cogida siempre estuvo presente. Los matadores mal, muy mal. Quisieron que la puya toreara lo que ellos fueron incapaces de hacer con la muleta. Lo del sexto fue de traca. Literalmente lo mataron en el caballo, el picador salió descaradamente del lugar indicado para dar al toro lo que no estaba en los escritos. Al término de su trabajo, la Guardia Civil intervino, papel y bolígrafo en mano.
ResponderEliminarAún siendo el mejor de la tarde, resulta raro ver la poca disposición de un Venegas que ya de novillero lidió esta ganadería en Las Ventas con mucha más solvencia y ganas que ayer. La suerte de varas en aquella ocasión fue brillante, poniendo incluso a uno de sus novillos en suerte hasta cuatro veces. Mientras que ayer, una o dos veces y con saña. Objetivo: dañar lo más posible.
Marín se puso bonito con el sobrero de Adelaida, con el saltillo más de lo mismo: matarle en el caballo y hacerle ver peor de lo que realmente era.
Lo de Cristian Escribano roza el despropósito. Nunca debió haber estado en la plaza y quitar el sitio a otros que seguramente hubieran venido con más ganas y menos miedo. Por respeto hacia sí mismo y hacia la profesión debería cortarse la coleta.
Las cuadrillas de pena, en una charlotada se hacen mejor las cosas.
Juancho
Si ustedes son de Cenicientos, tengo curiosidad por saber si lo que apuntaron los civiles tiene consecuencias. Me temo que todo quede en agua de borrajas.
ResponderEliminarSaludos cordiales y gracias por sus informaciones.
De la situación de la Feria del Toro en Pamplona, a mi modo de ver, no tiene toda la responsabilidad el Sr. Criado, aunque él también tenga la suya.
ResponderEliminarLa Comisión Taurina de la Casa de Misericordia es, a mi modo de ver, la directa responsable del desaguisado de Feria que hemos tenido este año, y que no ha sido sino el culmen de una colección de disparates que se han venido gestando en las Ferias anteriores. Basta comparar como lo hizo allá por junio, el critico del Diario de Navarra Koldo Larrea, las ganaderías de los carteles dela Feria del Toro en los ochentas y primeros años noventas para ver como ha do degenerando esto. Un porcentaje altísimo del aforo (son casi 22.000 almas, es una plaza de cabida importante de las más grandes de España) estén abonados, y que el abono sea un tesoro intergeneracional (hace veinte años se vendía por el doble, y la familia con "la pasa" se iba en sanfermines a Salou).
Ahora ya se ve mucho papel a su precio desde hace unos años, y lo que es más preocupante, se empieza a ver cemento. En ese contexto, también se ha de tener en cuenta que en Pamplona buenos aficionados son "cuatro gatos". Mención especial merece la gente del Club Taurino de Pamplona, gente entusiasta y cabal. No cabe engañarse, la plaza "casi" se llena cada tarde, ya que rota mucho la gente que visita San Fermín cada día, y ello permite que la Comisión campe a sus anchas, sin dar cuenta a nadie (el Presidente nominal es el Alcalde). Por no dar, no dan ni el balance y el resultado económico de la Feria, desde hace años, y aquello es una cosa oscura, endogámica, donde entre dos se lo guisan y se lo comen todo entre ellos. El veedor, en esa tesitura, esta al servicio de esta pareja, que hace y deshace a su antojo.
Nadie sabe, ni nadie pide cuentas, cuales son los criterios para traer las ganaderías ni cuales son los criterios para confeccionar los carteles. Dan una rueda de prensa para "presentar" los carteles, cuando todo está hecho.
Cuentan con que en Pamplona hay poca afición. Y así hemos llegado a la degeneración de esta Feria de 2015 (yo no me atrevo llamarla del Toro) donde ha habido una sucesión de tullidos, inválidos sin fuerza que tratan de "colar" diciendo que "se dejan" torear en la muleta, y que realmente son puras ruinas (los dos primeros de Victoriano del Rio) que deambulan por el coso necesitando faenas de enfermero, ya que en cuanto se les baja un poco la mano, se derrumban...
La suerte de varas ya es un arcano (vale para lo de Escolar, Conde de la Maza, esta última una mansada, y ya casi no vale ni para Miura).
Traen a Padilla, cuyo numerito del pirata ya no vende, y le dan dos tardes, que terminan en fracaso absoluto. La segunda con el "Maestro Julián", un ventajista profesional.Como el 99% del público es indocto, cuela todo, y le llenan de orejas de los perritoros de Garcigrande. Este año para rematar el oprobio, además "sospechosísimos de pitones", y sin que por supuesto la Autoridad haga absolutamente nada, y no analice un sola de las astas del malhadado día 13 de julio.
Esta Feria del Toro, tiene ya casi 55 años y se la "inventó" el Sr. San Martín con tres principios: "los mejores toros de las mejores cabañas de bravo"; seleccionado esto que se apunten "los mas valientes y mejores toreros en cada momento" y que "se les pague bien" (torear bajo el ruido de las peñas es muy incomodo). Estos principios que han servido "toda la vida" para que viniera lo mejor de las camadas y se viera a los noveles con más ganas, se ha perdido casi por completo, y el circo del Juli, trajo unas chotas indecentes con las que el barbero, presuntamente, se había pasado... Pero el publico encantado venga regalar orejas. Y el timo cada vez más gordo.
Un cordial saludo
"Una pena q ayer en cenicientos la corrida fuera totalmente imposible y con mi segundo toro q hizo cosas de como estar movido".
ResponderEliminarEstas son las declaraciones de Cristian Escribano... TELA
Juancho
si salen duros señor Rafa, que salen duros, si son toreables que se dejan demasiado, es dificil que un ganadero acierte con el criterio suyo.
ResponderEliminarPalmerito
Para mi, el ganadero acierta cuando el toro cumple en el caballo y luego embiste con interés, o sea, sin bobaliconeria, sin sosería y sin descastamiento.
EliminarSi encima demuestra poder, perfecto. Pero fíjese que no hablo de bravo o manso.
Si lee en el archivo del blog mis crónicas a lo de Valdellan en Vic, Fraile en Céret o Aguirre en Tafalla, verá que reconozco cuando un ganadero acierta.
Un saludo cordial.