miércoles, 8 de febrero de 2017

LA CASA DE COSSÍO

LA CASONA DE TUDANCA

Ya saben que de vez en cuando nos gusta compartir con ustedes algunos recorridos turísticos relacionados con los toros. Recuerden aquellas bonitas rutas por la sierra Norte de Sevilla  o por la sierra de Andújar.

Estuvimos hace unos meses en la casa de José María de Cossío en el pueblecito de Tudanca, en las montañas de Santander. Como para nosotros lo primero es el toro, empezaremos con este ejemplar:




Es un semental de raza tudanca. Los machos no suelen pasar de los 450 kilos y el pelaje suele ser negro listón. Son de carácter más bien hosco. Las vacas son como ésta, todas ojaladas y bociblancas (el 'escudo labial'):



No pasan de 320 kilos. Se trata de una raza autóctona hoy felizmente recuperada y de la que quedan unos 12.500 ejemplares registrados. A Tudanca hay que ir de propio, observen el mapa:



La carretera es preciosa y el paraje, lo mismo:



En el pueblo no hay pérdida para localizar la casa que fue de José María de Cossío. Se accede a través de este túnel:



La casa no era de su familia. La construyó un indiano, Pascual Fernández de Linares. Vivió en Perú veinte años. Como estábamos aburridos, hemos ido a consultar el Archivo General de Indias y hemos encontrado la licencia que le otorgó el rey Felipe V para viajar como corregidor de la provincia de Huanta en 1730:



A la vuelta, en 1750, construyó el caserón. Verán que, entrando a la derecha, hay una capilla dedicada a la Virgen de Cocharcas. Fernández fue siempre devoto suyo desde que salvó la vida en el terremoto de 1746 cuando se encontraba en el distrito peruano de ese nombre. Pero también encontrarán 'la Virgen de Joselito':



El manto verde que lleva la Virgen está hecho con un capote de paseo de José. La familia de Gallito también donó a Cossío el chaleco de Talavera. De joven, Cossío no era especialmente aficionado a los toros, se 'convirtió' precisamente a partir de la amistad con Joselito. Lo conoció en Madrid junto a Alipio Pérez Tabernero y a Unamuno (precisamente Cossío se fue a Salamanca a estudiar Filosofía y Letras con don Miguel). Su sobrino Ignacio llevó esta imagen a Sevilla hace diez años a una exposición de arte sacro.



El indiano murió sin hijos y la casa pasó a su sobrina, que se casó con el mayorazgo del vecino pueblo de la Lastra, Pedro Juan García de la Cuesta (se quitó luego el García seguramente porque la sobrina se llamaba Rosa García y los hijos hubieran resultado García García). Descendiente directo de ambos fue el general Gregorio de la Cuesta, que luchó contra los franceses en Céret en la Guerra del Rosellón. En esa guerra España intentó recuperar tierras a Francia aprovechando la reciente ejecución de Luis XVI. En Cataluña la llamamos la 'Guerra Gran' (afortunadamente, ganaron los franceses porque si no, hoy no habría toros en Céret).



Este Gregorio de la Cuesta fue tío paterno de Manuel de la Cuesta y Cossío, bisabuelo de nuestro José María. Pulsen aquí para ver la genealogía completa. En la casa se conservan 25.000 libros. Entre ellos, como podrán ver, la colección Austral completa. Cossío fue asesor de Espasa-Calpe y llegó a poseer incluso libros que se publicaron en Argentina pero no en España (se los enviaban por valija diplomática):



En esa colección está el fenomenal 'Tauromagia' del mallorquín Guillermo Sureda Molina. Se lo recomendamos encarecidamente a todos los aficionados que no lo hayan leído, especialmente a los más jóvenes:



Cossío fue muy aficionado al fútbol. Dicen que le sirvió de consuelo cuando estaba muy afectado por la tragedia de Talavera. Tuvo amistad con Pep Samitier, el primer jugador que pasó del Barça al Madrid (ya retirado, fue secretario técnico de ambos clubes, cosa impensable hoy en día con la nauseabunda prensa deportiva que sufrimos). Sepan nuestros lectores franceses que terminó su carrera en el O.G.C. Nice, junto a Ricardo Zamora. Aquí lo tienen al lado de Cossío:



Samitier fue amigo íntimo de Franco. En una recepción pública le pasó la mano por la tripa y le dijo 'Excelencia, se está engordando demasiado, tiene que empezar a hacer gimnasia'. Y Franco se reía diciendo 'Pepe, qué cosas tienes...' (a ver cuántos pueden presumir de haber acariciado en público la barriguilla del general).

Cossío tiene relación futbolística con Ignacio Sánchez Mejías. Ambos fueron presidentes de dos clubes: el Racing y el Betis, respectivamente. El Mejías torero confirmó la alternativa de manos de Gallito. Este es el momento, abril de 1920. Al fondo, 'Presumido', de los Herederos de Vicente Martínez:



Mes y medio después era el propio Mejías quien mataba a 'Bailador' en Talavera. Cossío seguía siempre a José pero justo aquel día no estaba presente porque fue a ver a una sobrina enferma. El que sí estuvo fue Corrochano, lean un extracto de su crónica:



Años después, en agosto de 1934, era García Lorca quien daba la noticia a Cossío de la muerte de Mejías, que no quiso ser operado en Manzanares tras la cornada de 'Granadino'. Precisamente Lola Gómez Ortega, la viuda de Sánchez Mejías, es quien regaló a Cossío la imagen de aquella Virgen que hemos visto vestida con el capote verde. 

En la casa de Tudanca hay manuscritos de Lorca, de Pereda, de Unamuno, de Alberti, de Guillén y, cómo no, de Miguel Hernández. Cossío intervino a favor del poeta de Orihuela para evitar que lo fusilaran. Miren esta carta que le escribió donde le pide que interceda por él:



Ese Morla es Carlos Morla Lynch, agregado de la embajada chilena en Madrid, amigo bastante íntimo de Lorca y también, pero no tan íntimo, de Cossío (Neruda lo acusó injustamente de no haber intentado ayudar a Hernández). El hermano de Cossío era Francisco, durante muchos años director de El Norte de Castilla.



Siempre se dijo que Cossío ayudó económicamente a Hernández a cambio de sus colaboraciones en la enciclopedia de Los Toros. Se comenta que alguna biografía está redactada por el poeta (lean aquí lo que dice Villán al respecto). Las cartas entre ambos se publicaron a instancia de Vicente Aleixandre. En una de las últimas, el pobre Miguel se ofrece a Cossío para hacer de pastor en el valle del Nansa si sale de la cárcel:



Hemos recuperado esta foto antigua de la casa porque está casi igual que hoy en día (el suelo del dormitorio del indiano conserva un doble fondo donde escondía su fortuna):





Aquí vemos uno de los rincones con un cartel de toros gaditano:



No les dejamos con la duda del cartel, es éste de abajo:



Otra curiosidad es un poncho original peruano donde observarán ustedes algunos motivos taurinos, como el caballero que alancea un toro en la parte inferior:



Hay muchas vitrinas como las de la izquierda con documentos de la época. 



¿Se han fijado a la derecha? Es una preciosa lámina de Enrique Pérez Machuca, como ésta de aquí abajo:



Precisamente en una de las vitrinas, nos llamó la atención una baraja cuyas cartas están dibujadas por este señor:



Es el zaragozano Antonio Alcalde Molinero. La baraja está en color, como estos dibujos suyos:



Nos quedamos con las ganas de que nos abrieran la vitrina porque cada suerte tiene un torero que la protagoniza. Como los naipes están tirados sólo se aprecian totalmente cuatro: un ayudado por alto de Pepín Martín Vázquez, un doblón rodilla en tierra de Domingo Ortega y dos que coinciden con los que tenemos en nuestra casa y que hemos escaneado para ustedes. Son los mismos de la baraja de Cossío pero sin colorear. 

El naipe del pase natural está ilustrado con Juan Belmonte, vean a continuación el segundo dibujo. Pero ¿cómo creen que está dibujado Joselito?



Ahí lo tienen:



Es un kikirikí. Se trata de un pase que se inicia como un ayudado por alto pero a la mitad se va abajo mientras el diestro levanta los brazos y la muleta queda en posición casi vertical. Parece que fue Joselito quien lo prodigaba y el crítico Alejandro Pérez 'Don Pío' le dio esta pintoresca denominación.

Cossío fue alcalde de Tudanca. En su honor, se celebra cada año una corrida en una plaza portátil:





La del año pasado fue ésta:



Tras la visita, se dan ustedes un paseo entre las casas y verán rincones tan agradables como éstos:






Antes de irnos de Tudanca, hicimos la gestión correspondiente para que nos dejasen la llave del cementerio. Este es el testimonio de nuestro homenaje a don José María (observen que nació el mismo año que Franco):


'La musa no deja morir'. Falta el resto del verso, que es éste: 'al hombre digno de alabanza' (Horacio)

Espero que se hayan entretenido con nuestra visita virtual a la casa de Cossío. Si encima han aprendido alguna cosa que no sabían, miel sobre hojuelas. Terminamos como empezamos, con toros. ¿Qué les parecería a ustedes tener en el jardín de su casa un ejemplar de Miura o uno de Barcial sólo para recrearse la vista? Pues miren esto: 



Es un toro también de raza tudanca. Lo pueden ver ustedes en una casa particular del pueblo de Celis, cerca de la cueva de El Soplao. El amo lo tiene por capricho, para mirarlo cada día. Menudo privilegio ¿no les parece? (aunque creemos que no debe de perdonar la subvención...)

Les adjuntamos para acabar una frase de Cossío que sirve de norte y guía a quien esto firma cuando emborrona algunas líneas hablando de toros en este blog:



Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa






16 comentarios:

  1. Muy bueno Rafa, enhorabuena.

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  2. Estimado Rafael.

    Agradezco mucho esta entrada sobre el pueblecito de Cossío, en mi región.
    Hace unos años estuve para visitarlo y asistir a un festejo taurino.
    Pienso con añoranza en los versos de Rafael Alberti y Miguel Hernández.

    Cuento una anécdota. Durante una conferencia taurina, en la que estuvieron presentes Victorino Martín y M. A. Revilla, este último no tuvo mejor cosa que decir que los célebres toros de pelo cárdeno descienden de la vaca tudanca. Hay cada cosa...
    No obstante, mantienen ciertas similitudes. Quizá no les vendría mal adquirir el genio de las madres cuando un desconocido se acerca a sus terneros. Se echa en falta la fiereza en bureles de tan áspera fama.

    Espero que algún día nos veamos en las plazas.

    Cordiales saludos,

    Cardenito.

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    1. Gracias a usted por perder su tiempo leyendo el texto.

      De Revilla hay una buena colección de declaraciones sorprendentes pero ésta de los albaserradas como descendientes de vacas tudancas quizás sea insuperable. Totalmente de acuerdo con usted en la imprescindible inyección de genio que necesitan los victorinos.

      Hernández parece ser que aceptó colaborar en El Cossío porque 'más cornás da el hambre', pero hay algún testimonio suyo donde dice que está cansando de esa labor aunque no niega que le vaya bien el dinero que cobra. En un momento determinado dijo que ya le cansaban esos 'monótonos y cornudos asuntos'. Entendemos perfectamente al 'pastor un poquito poeta'. Seguro que los cuernos de sus cabritas en Orihuela le resultaban más entretenidos.

      Saludos.

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  3. La importancia de miguel hernandez en el cossio parece q fue bastante grande o muy grande

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    1. Por lo que yo sé, Cossío sólo habló claramente de que Hernández había hecho la biografía de 'Tragabuches'. De las otras creo que nunca las certificó de manera indudable porque no se acordaba exactamente o vaya usted a saber por qué.

      Pero el propio poeta reconoció haber hecho, además de la citada, las de Lagartijo, Espartero y Reverte.

      Aparentemente, no hay otras que podamos constatar con absoluta certeza.

      Saludos.

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  4. http://www.thecult.es/entrevistas/entrevista-con-el-historiador-y-periodista-florentino-hernandez-girbal.html
    Seguramente lo conoce.

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    1. Pues no lo había leído. Es muy interesante todo lo que dice, aunque no nos aclara fehacientemente hasta dónde llegó la colaboración de Hernández en Los Toros.

      Saludos y gracias por el enlace.

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  5. Cossío ha sido uno de los grandes intelectuales del s. XX, apenas valorado. Parece que su obra enciclopédica lo ha limitado de cara a la opinión general y se ignoran otros libros de calado que escribió, la calidad que tenía escribiendo y sus vastos conocimientos. Soy admirador de él, por si no se nota.

    Aquí puedes ampliar información sobre este tema: https://www.ivoox.com/documentos-rne-cossio-casona-de-audios-mp3_rf_4666417_1.html

    Creo que en los machos de la raza Tudanca también se dan las capas tostadas.

    Un saludo, Pedro.

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    1. Sí lo conocía, gracias. Oí el programa en directo en su día. Respecto a lo que comentas de los intelectuales, totalmente de acuerdo. Pero es que estamos ante una generación que se conoce como la de 1913. Ahí entran ni más ni menos que Ortega, Camba, Marañón, Juan Ramón Jiménez, Picasso y el propio Cossío. En Cataluña tenemos en esos mismos años un quinteto de lujo: Josep Pla, Francesc Pujols, Josep Pijoan, Eugeni d'Ors y Josep Maria de Sagarra. Bastantes de los citados fueron aficionados a toros. Puede leerse con cierta nostalgia este artículo del hijo de Sagarra escrito hace diecisiete años:

      http://elpais.com/diario/1999/06/20/catalunya/929840841_850215.html

      Comparas esos intelectuales y artistas con lo que tenemos hoy y es para echarse a llorar (o para salir huyendo).

      Saludos.

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  6. Estuve hace un tiempo una semana alojado en http://www.cantabriarural.com/el-molino-de-bonaco.html y como no ir a Tudanca, me encanto el entorno tan alejado del "turisteo" imperante, gracias por recordarme y ampliarme tan buenos recuerdos.

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    1. De nada, ha sido un placer. Cuando estuve yo, había movimiento porque en la casona suelen hacer cursillos los de la Universidad. Éste fue uno de ellos:

      LOS ENCUENTROS DE TUDANCA: COSSIO, EL FÚTBOL Y EL 27. LA AMISTAD CON RAFAEL ALBERTI

      Saludos.

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  7. Impresionante el recorrido. Resalto la minuciosidad de cada investigación, el lugar aparece como mágico, y he sentido mucha nostalgia viendo la lápida del gran referente que ha sido y es don José María de Cossío. Saludos desde Quito.

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    1. Gracias, me alegro mucho de que le haya gustado. No quise irme aquel día sin que alguien me dejara la llave del pequeño cementerio. Al final lo conseguí y la foto es el testimonio. Desde fuera se ve pero no se aprecian bien las letras. Me pude poner delante y dejar ese pequeño recuerdo de la lápida.

      No sé si usted habrá visitado España desde la bendita tierra ecuatoriana pero, si no lo ha hecho, ya tiene pendiente desde ahora el viaje a Tudanca (asegúrese antes de que la casa esté abierta y de los horarios de visita porque no se puede entrar por libre).

      Saludos cordiales desde Tarragona.

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