martes, 4 de octubre de 2022

FERIA DE OTOÑO, 2022 (1). ADOLFO MARTÍN

 ¿PREFIEREN UN PASTELERO O UN AVIADOR?


Pastelero fue el cuarto y Aviador el sexto. Pastelero hizo honor a su nombre y fue dulzón hasta empalagar. El juampedro más colaborador y más chochón hubiese quedado por debajo de éste que mató Adrián De Torres.

En cambio Aviador fue un toro listo que desde que le echó Ángel Sánchez el capote a la cara se dio cuenta de que detrás había un muñeco que movía la tela. ¿Fue una alimaña? En nuestra opinión no porque las alimañas eran bastante peores y si Ruiz Miguel leyese que lo calificamos así se enfadaría con razón.

Aviador fue un toro muy espabilado que vendió cara su vida y al que era muy difícil torear porque torear en origen es burlar y éste no se dejaba burlar. Cogió a Sánchez dos veces y a la segunda le hizo daño.
 

Ustedes nos dirán que nos vamos a los extremos y que escoger entre la miel y la hiel es muy radical. Efectivamente, así es y precisamente por eso queremos ponerles en el brete de elegir dado que los otros cuatro que se lidiaron fueron grises a más no poder, dicho sea en el peor de los sentidos y sin referirnos a su pinta.

El público de Las Ventas escogió de forma claramente mayoritaria el pastel porque despidió a Pastelero con una gran ovación como veremos después. Estaban encantados con el juego borreguil de ese toro degenerado. Luego les contamos de dónde hemos sacado esta terminología.

La corrida tuvo sus desigualdades de presentación pero excepto un par estuvo bien rematada. Las peleas en el caballo fueron perfectamente olvidables. Quizá salvaríamos la primera entrada del sexto, donde levantó los cuartos traseros al empujar antes de salir claramente suelto en la segunda. La blandura de remos fue el denominador común de todo el encierro.


Como ven, un pobre bagaje para lo que debe exigirse siempre a este ganadero. Calculamos a ojo que debía de haber dos tercios de entrada:


Como siempre, no hemos leído absolutamente nada de lo que se ha escrito sobre la corrida antes de publicar nuestra crónica. Los que sí lo hayan hecho podrán comparar con lo que leerán a continuación.


ADRIÁN DE TORRES. Confirmaba la alternativa gracias a su buena prestación en Cenicientos. Su primero pesaba 502 kilos, era mínimamente facado y se tapaba por la leña que exhibía. Muchas gracias al maestro Moore por su ayuda:



Tenía las patitas de alabastro y nada más salir del primer puyazo, donde lo barrenaron, se fue al suelo. El segundo fue un picotazo con posteriores capotes al cielo para evitar el inevitable derrumbe.

Iván García estuvo muy bien en su labor de enfermero jefe:



De Torres llamó al toro desde los medios pero no para la chicharrina sino para ponerse a torear en redondo de inicio y el toro lo desarmó. Se quedaba debajo por su falta de fuelle y a pesar de ello el diestro se esforzó en colocarse bien y rematar atrás aunque picó demasiado.



Tuvo este susto cuando se le quedó debajo por enésima vez pero la falta de casta del toro hizo que le perdonase la vida:



Bajonazo con telonazo, incluido degüello como fin de fiesta.



Su segundo era ese Pastelero de 550 kilos, serio y bien armado pero flojito de remos para variar:



Protagonizó un mínimo romaneo recibiendo después la barrenada de rigor, caída, trasera y contraria, aunque no se le tapó la salida. En la segunda entrada le aplicaron el túrmix en el lomo con el toro ausente.



Hubo un buen par de Iván García clavando solo en los medios y sin nadie al quite:



Repitió De Torres el inicio en los medios con el toro viniéndose de lejos pero esta vez al natural, algo con bastante riesgo. Éste fue el primer pase de la faena:



Luego abusó de perfilerías ante un toro que simplemente iba y venía sin novedad. Ahí tienen a ambos, el de cuatro patas, al tran-tran y el de dos, citando con la cadera:



La cosa nos aburrió soberanamente y más cuando se puso a torear de manera juliesca como se ve en la siguiente imagen. Arrastraba la muleta, picaba con claridad y retorcía el torso:



Su bobalicón enemigo ya han visto que estaba prácticamente parado. Seguía paseando por allí, intentando no molestar pero no nos hagan mucho caso porque las palmas echaban humo.

Si entierra la espada, fíjense en que no decimos matar bien, corta una oreja en Madrid, por ese toreo y ante ese torillo. Sin embargo, dio un sainete llegando a pinchar hasta seis veces, con sendos telonazos, más cinco descabellos entre abundantes pitos por no querer volver a entrar a matar. El palillo, horizontal para cegar al toro, ya lo ven, y pincha incluso cuando va a buscar los blandos:



Inconcebible ovación a este toro tan tonto como bonachón que para nuestro gusto no contribuye a dejar nada alto el pabellón que se espera de esta ganadería. Pero si en la primera plaza del mundo lo despidieron con semejantes aplausos no hay duda de que somos nosotros quienes estamos equivocados.


ROMÁN. Su primero era cornivuelto, de sólo 505 kilos pero bien rematado:



Iturralde clavó trasero como se aprecia pero Román le ordenó no apretar nada. En el segundo aún le clavó más atrás. Gracias a Dios fue sólo un picotazo del que salió suelto. La pelea del toro, olvidable:



Mal Fernández en la brega y bien Gómez Pascual, con esa facilidad que tiene de torero antiguo:



Román vio que si no le retiraba la muleta de la cara, el animal respondía. Con valentía ignoró las miradas que le echaba el toro. Se le vio consciente de que estaba en Madrid. El de Adolfo no era tonto pero se acobardó ante la decisión que mostró el diestro. Si le llega a dudar, se le sube a las barbas seguro.



Metisaca porque el toro se cae como ven en la imagen y entera delantera y contraria más descabello.



Su segundo era cárdeno oscuro más que negro entrepelado y de cornamenta astifina con la mazorca gruesa:



Por si acaso, Román lo castigó de salida con tres medias verónicas consecutivas y criminales. Sólo le faltaba eso al pobre toro, que había saltado al ruedo bien picado del campo.

Tras la primera entrada se fue al suelo y en la segunda se empezó a alborotar el gallinero con merecidas protestas contra el palco por no devolverlo.

Román intentó que no se derrumbase pero al tener que llevar la muleta a media altura el toro cabeceaba desluciendo todo mientras arreciaba la bronca.



Fue una tabarra de consideración. Como se salió de la suerte de forma premeditada y alevosa, dejó una estocada que hacía guardia más de un palmo. Verduguillo y listo.



No entendemos por qué el valenciano no ordenó bajar la mano a sus peones para que el toro fuera devuelto. Tendría que haberse dado cuenta de que manteniendo ese toro en el ruedo nadie iba a valorar su trabajo, como asi ocurrió. En el primero fue consciente de que estaba en Madrid pero en este segundo, no.


ÁNGEL SÁNCHEZ. Su primero era veleto, escurrido y barbeador de tablas de salida:



La noticia fue que en el primer puyazo Rivas no barrenó aunque el toro se afligió enseguida. En la segunda entrada, vulgaridad.

Por fin vimos un pique en quites, con Adrián de Torres lanceando de frente por detrás y Ángel Sánchez respondiendo de frente al costado:




Luego asistimos a la ovación de la tarde, que se llevó Curro Javier por estos dos excelentes pares de banderillas. El primero parece el de Gaona, ¿cómo pudo salir de ahí?



Molina se cayó en la cara del toro pero el animal se dedicó a husmear en lugar de buscarlo:



Sánchez tiene buen concepto del toreo, que intenta aplicar con su muleta XXL. El problema fue que el toro iba en gran déficit de oxígeno y al cuarto paso que daba se frenaba:



Se equivoca entrando en la suerte contraria y deja una corta trasera y esta entera contraria, también trasera, que basta:



Antes de la salida del sexto desfilaron docenas de personas hacia los vomitorios (?). No pudieron comprobar que el último fue el de más trapío, un toro muy bonito y con ojos saltones que se llamaba Aviador:



Nada más ver el capote de Sánchez empezó a buscar qué había detrás. Se enceló en el peto sintiendo un gran dolor en el lomo. En el segundo puyazo aún le clavaron más atrás y salió suelto con toda lógica. La sangre le manaba por detrás del brazuelo:



Por el izquierdo rebañó con ganas el capote de Javier. Sánchez no se dio cuenta de ese detalle y en el primer pase por ese pitón casi lo coge. El uy se oyó desde Torrelodones.

Acto seguido, en la primera tanda, no miró la tela sino el muslo y lo levantó del suelo sin contemplaciones:





Volvió el maestro a la cara del toro y se embraguetó obligándolo a pasar por ese pitón izquierdo que cortaba como una gillette:



Pero el tal Aviador era ya el amo del cotarro. Lo demostró tragándose una casi entera tendida y trasera pero buscando a Sánchez hasta que lo volvió a enganchar feamente. Observen que en la primera imagen recibe la estocada en dirección al 7 pero en la segunda el toro se ha revuelto como un gato para cogerlo de nuevo persiguiéndolo hacia el 9:




Quedó en el suelo noqueado y tuvieron que evacuarlo a la enfermería:



Llevaba una cornada en el muslo izquierdo más dos fuertes golpes en la frente y en la clavícula. Adrián De Torres salió a descabellarlo a la primera.

Había brindado la muerte del toro a una chiquilla a quien con la sorpresa y la emoción del brindis le cogió una llorera inconsolable. Suponemos que tras la doble cogida del maestro la pobre tuvo que sufrir un ataque de nervios.

Este último toro, con su mala idea y su listeza, fue el único que nos recordó lo que otrora era esta ganadería por la que los aficionados de toda España se tragaban kilómetros de carretera.

Pero si lo que se aplaude en Madrid es un toro alelado y facilón como el cuarto, al final el ganadero pensará que su selección, que va encardinada desde hace años hacia la colaboración, es la correcta.

Un amigo del blog que también lo es de Adolfo Martín le repite que en sus corridas debería echar tres toros para el torero y tres para el aficionado. En esta corrida de la Feria de Otoño echó uno para el torero y otro para el aficionado mientras que los cuatro restantes fueron para el rastro.

Insistimos en lo que decíamos al comienzo: ese Pastelero, que fue el toro para el torero, no tendría que haber dejado contento al ganadero por ser un animal degenerado. He aquí las palabras textuales de don Adolfo Martín cuando le sale un toro como éste:


"Yo no selecciono el toro fácil y boyante; si sale así, es porque se me degenera"


Con la agravante de que Pastelero no fue boyante sino pastueño, lo cual es un escalón por debajo.

Aunque seguro que el Aviador lidiado en último lugar tampoco lo dejó muy satisfecho por haber sido demasiado listo.

Pero ustedes, ¿qué prefieren que salga en el próximo encierro de Adolfo?, ¿pasteles o aviones?

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


22 comentarios:

  1. Interesante opción entre el pastel y el avión (preferible). ¡Vamos toros de Adolfo Martín!... un poco más fuerte, un poco mejor casta y bravura para salvar dignamente el hierro y la tradición. Un poco más por favor, que mucha, MUCHA falta hace en la actualidad.

    Sin embargo, lo más sobresaliente aquí: Iván García y Curro Javier, señores banderilleros tanto por hábiles como por responsables y profesionales.

    Gracias Dn. Rafa --sus fotos también son de mérito y logro. // Atte., Torotino

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    1. El primer par que puso Curro Javier fue de lo mejor que he visto este año, sensacional, y creo que la foto le hace justicia.

      El problema es que al invitar a que el maestro Moore toree en nuestro blog uno queda a su lado como un auténtico maletilla.

      La única atenuante es que yo busco la imagen que apoye los argumentos del texto y por ese motivo las fotos que hago son a veces de dudosa calidad pero que intentan siempre ilustrar lo que comento.

      Saludos

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  2. Buenos días Rafa.

    Coincido en todo contigo, estuve en la plaza y durante la faena del cuarto no me cuadraba la reacción del público con lo que veía. El toro era un carretón para que lo pillase Frascuelo y se retirase con una faena de rabo.
    Román estuvo mucho mejor que en Ceret y Ángel Sanchez tiene algo bueno y es que no se retuerce al torear.
    Diré una cosa que me llama la atención y es la altura de los toreros. Eran muy altos y los toros cuando son bajos queda un poco antiestético. A lo mejor son manías mias por ser bajo.
    Esperando estoy a que llegue el invierno para leer el artículo de los picadores que tienes pensado.

    Un saludo.

    Frascuelista

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  3. Des avions , des toros comme le 6 qui nous réconcilie avec la corrida. Miguel de Francia. Salutations Rafa.

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    1. Esa reconciliación nunca la buscarán los toreros porque animales como ese 'Aviador' no quieren verlos ni en pintura. E insisto en que no era una alimaña.

      Saludos

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  4. El que hizo sexto, número 32, ya apuntaba maneras desde que desembarco en los corrales de El Batán. Siempre pendiente de los que por allí asomábamos la cabeza para contemplar los "adolfos". Retador, sin perder ripio de los que pasaba a su alrededor y con ganas de jarana.

    Así se lo comenté a varios conocidos antes de la corrida. Que rápido se orientó en la plaza y como buscaba al muñeco en todo momento.

    Espectacular el tercio de banderillas de Curro Javier. Aún me duelen las palmas de la mano de aplaudir.

    Un saludo y gracias como siempre por sus crónicas. Un oasis en el desierto .

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    1. Soy yo quien debe agradecer que usted pierda su tiempo leyéndolas.

      Muy oportuno su apunte sobre 'Aviador' en El Batán. Supongo que si en el tendido vimos cómo buscaba tras el capote de recibo de Sánchez, el maestro tuvo que notarlo más que nosotros. Lo que me resultó sorprendente es que no tomase precauciones por el pitón izquierdo en el segundo pase con la muleta. Seguro que Curro Javier le había avisado.

      De todas formas, la primera cogida es por el derecho ya que el toro olvida la tela y mira el muslo, confirmando su aviesa intención que había demostrado... ¡desde El Batán!

      Saludos.

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  5. Buenas Rafa,

    Yo no pude ir y estaba esperando con ganas tu crónica porque he visto por redes bastante controversia. A nivel ganadero unos decían poco mas o menos lo que tú pero vi bastantes adolfistas defendiendo y alabando la corrida. También me chocó los comentarios sobre la faena de Adrián de Torres, mientras unos decían que muy bien, incluso de histórico, otros hablaban de medios pases y fuera de cacho.

    No puedo valorar la corrida ya que no estuve pero lo que si vengo notando es la caída del nivel de casta en esta ganadería, siguiendo los pasos de su primo. Incluso Escolar en Vic lleva dos corridas que venían picadas del campo. ¿Como ves la situación de estas ganaderias y del encaste? Porque yo espero de ellos toros como Platino, Pastelero, Mulillero, etc

    Un saludo,
    Ricardo Frías Alonso

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    1. Pastelero me refiero al Victorino que lidio Ureña en 2018 creo, no el Adolfo del domingo. Por lo que aprovecho y mi respuesta a la pregunta es Pastelero pero aquel de Victorino jeje

      Ricardo

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    2. De aquella corrida de Victorino a mí me gustó más Bocacho que Pastelero, al que yo no califiqué como bravo sino simplemente encastado, que no es poco. Puede recordarla aquí:

      http://toreoenredhondo.blogspot.com/2017/06/feria-de-san-isidro-2017-10-el-arte-de.html?m=1

      Respecto a los comentarios de las redes de las que yo estoy totalmente al margen, me alegro de no quedarme solo esta vez ya que según me dice usted hay algunos que vieron lo mismo que yo.

      Y de las tres ganaderías de Albaserrada le diré que el interés de cualquiera de ellas radica en que veamos un salto atrás.

      Así las cosas creo que a día de hoy la que presenta más posibilidades de que salgan toros de los que nos gustan a usted y a mí en forma de salto atrás es Escolar.

      A Adolfo le salen con muy poca frecuencia y este Pastelero de Madrid fue uno aislado porque si no llega a ser por él, mi opinión es que la corrida era tristemente para olvidar.

      Y de Victorino ya hemos hablado muchas veces por aquí pero siempre hay la esperanza de ese salto atrás como en la corrida del Casar:

      http://toreoenredhondo.blogspot.com/2021/09/victorino-en-el-casar-don-sergio-serrano.html?m=1

      Pero también hemos dicho que el ganadero no está para contentar a cuatro iluminados como usted o yo sino a la masa orejil y a los críticos paniaguados.
      Saludos

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  6. Hablando de fotos (perdone que lo reitere), ha captado Vd. dos dramas muy elocuentes y artísticos en torno a la cogida de Ángel Sánchez: la primera al inicio de la crónica y otra más, al final.

    Naturalmente, hubo varias otras tomas del percance de parte de diversos fotógrafos pero en su lente pudo Vd. formular --independiente de narrativas exigentes-- el punto exacto y aparatoso, frágil y urgente de la caída humana ante la potencia de un toro instintamente exaltado. El diestro herido e inconsciente... a merced de compañeros conscientes, apurados, nerviosos; compasivos y cuidadosos. ¡Despacio que vamos de prisa!

    Debilidad y desfallecimiento, emergencia y estruendo de la poesía taurina. Así es la fiesta íntima, natural y vetusta. Enhorabuena maestro. // Atte., Torotino

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    1. Pues en la segunda donde se ve a Sánchez que ha perdido el conocimiento y un peón le está dando la vuelta me supo mal no ser tan rápido como para captar el cuerpo inerte del torero boca abajo con el brazo torcido sobre la arena. Disparé tarde, cuando el subalterno ya lo había movido.

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  7. Buenas Rafa .
    Sin duda como bien comentas en el término medio está la virtud pero si está no se puede conseguir yo me declino porque salga un toro listo antes que una borrega . Eso implica que no me queda otra que tener aceptar que existe otra lidia para estos toros y no pretender que se tenga que que utilizar la típica faena de siempre .

    Saludos

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    1. Precisamente son los críticos paniaguados quienes nos han intentado convencer de que solo una faena es posible y a ellos hay que echarles buena culpa de que los aficionados piense en eso.

      Pero como cuando sale un toro que no permite la monofaena hay que tapar al diestro diciendo que era imposible de torear no hay manera de que el aficionado salga del sota, caballo y rey.

      Saludos

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  8. Buenas de nuevo Rafa .

    Por tus palabras en un comentario anterior intuyo que no utilizas la opción ráfaga de la cámara de fotos . ¿ Cual es el motivo ? ¿Tal vez lo ves como una ventaja de la que tú no quieres aprovecharte ?

    Saludos

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    1. La verdad es que nunca la he usado y ni me lo planteo. Me lo juego todo a una carta especialmente en las fotos de las banderillas. Al final de cada corrida he hecho unas setenta y cinco fotos aproximadamente mientras que un fotógrafo profesional suele hacer un mínimo de ochocientas.

      Lo que los lectores no saben es lo mal que me sabe que alguna foto de algún momento especialmente relevante haya quedado borrosa o movida precisamente por habérmelo jugado todo a una carta. Al fin y al cabo es lo mismo que hacen los toreros cuando entran a matar.

      Saludos

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  9. Buenos días, Rafa. Muchas gracias por su crónica.

    Como normalmente coincidimos en algunas cosas, pero no en muchas otras, aquí enlazo mi crónica.
    https://criticataurina.com/2022/10/02/del-triunfo-a-la-bronca/

    A mí el toro que más me gustó fue en segundo, con el que no vi tan bien a Román, a pesar de que hizo un esfuerzo. Quizás me condicionase lo que me había gustado el toro en El Batán...

    Un saludo,
    Eugenio.

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    1. Ya la he leído. Por cierto, es la primera vez que veo eso de 'espuma de mar' para defnir el color de un terno.

      Ese primero de Román estuvo en el límite de lo que debe ser un toro de esta ganadería. me refiero a que tenía su casta y lo demostraba en que no era tonto. Pero es que en el caballo no hizo absolutamente nada y si no llega a ser porque Román ordenó tratarlo con guante blanco, mucho me temo que se diluye como un azucarillo.

      Saludos.

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  10. Siempre, el toro y la vida han ido de la mano. Degenera lo uno y lo otro.
    Y no es de ahora, cuando el problema es la casta, pues se descasta. Tarde o temprano todos se apuntan, todos.
    El que crea que lo ha visto todo...
    En Guadalajara el 18/09 estaba anunciada una corrida de Adolfo.
    En el primer reconocimiento, los veterinarios, “de Guadalajara”, no pasan la corrida por que no da el peso mínimo para una plaza de segunda!!!!
    Pues está muy bien, pero entonces, qué explicación tiene que el ganadero los embarque sin el peso: que no tiene báscula en la finca??? Ja, ja
    Y los que nos quedará por ver...
    Harás crónica del Pilar en la feria de otoño??
    Gracias y un saludo
    ZZ

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    1. Pues no porque tenía que trabajar y no me puedo permitir el lujo de ir cada dos por tres a Madrid aunque ya me gustaría.

      He leído que Adolfo dijo que sí que tiene báscula pero que no los sabía pesado en el campo y que se ha llevado un gran disgusto.

      Saludos

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  11. Siento comentar tan tarde pero he estado muy atareado últimamente. Tengo que decir que coincido bastante con la crónica, por no decir que hay total coincidencia. Coincido en que Román, al que no vi bien en San Isidro, estuvo muy dispuesto con el segundo de la tarde y se la jugó a carta cabal, lo cual hace que volvamos a depositar esperanzas en él después de aquel faenón al de Baltasar Ibán en 2019 que le costó la cornada. En cuanto al debate, Pasteleros o Aviadores, pues creo que ambos tienen cabida. Un buen amigo mío que lleva viendo toros desde tiempos inmemoriales tiene un dicho para los victorinos que bien vale para los adolfos: "al ganadero sólo le vale o el toro boyante al que se le pueden cortar orejas o la alimaña, los términos medios no le sirven". Ahora bien, mi opinión personal es que prefiero los aviadores. Estoy harto de tragarme toros y toros en Madrid y las alimañas (toros peligrosos, con picante, con sentido o como se les quiera llamar) las puedes contar cada temporada con la mitad de los dedos de una mano. Así que, harto de ver siempre lo mismo, uno agradece de vez en cuando ver un Rachido, Cazarrata, Santanero o Minerito (el Escolar de la concurso). En definitiva, toros que pongan emoción en el ruedo y se le quite a uno el pensamiento de que podría estar ahí abajo haciendo lo mismo que el matador. No me cabe duda que seguramente el ganadero preferirá un Pastelero, creo que desgraciadamente esa es la deriva a la que nos están llevando los ganaderos de los encastes minoritarios. Se empeñan en convertir sus toros en fuenteymbros o victorianos con el convencimiento de que podrían ser toreados por los Roca Rey, Morante y demás figuras. Y eso no va a pasar, mientras tanto sus toros están perdiendo la esencia que les caracterizaba y están poniendo en su contra al aficionado torista que otrora les respaldara. Cada vez y con mayor frecuencia se ven ganaderías que perfectamente podrían haber sido toreadas por las figuras y ser desorejadas dada su bobaliconería. Y van unas cuantas vistas esta temporada en Madrid. En cuanto al público, es cierto lo que dices, se aplaude al toro que la gente entiende que lleva orejas para cortar. No importa el comportamiento en el caballo, que pase y pase sin enterarse de los errores del matador, etc. Aplaudir a una alimaña es poco menos que un sacrilegio y no faltarán los que le critiquen a uno o le miren con cierto desdén si osa en aplaudir. Saludos de un aficionado venteño.

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    1. Pues no puedo discutirle nada porque estamos totalmente de acuerdo.

      Quizás con la salvedad que ya indicó en la crónica de que ese sexto toro no fue una alimaña como Dios manda. Alimaña fue el segundo toro de Escolar de Chacón en San Isidro pero este no tuvo nada que ver con aquello.

      Saludos y me alegro de verle por aquí aunque sea con retraso.

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