Ya estamos on the road again con la esperanza de ver varios festejos donde aparezca un toro, con uno solo nos daríamos con una piedra en el pecho. Al inicio de este periplo no teníamos ni idea de quiénes son los diestros actuantes. Solamente nos guiamos por las ganaderías que vamos a ver. Les daremos la pista de que ninguna de las corridas pertenecerá a la feria de Bilbao.
La primera parada ha sido en Añover de Tajo para asistir la corrida de Saltillo. Igual que Diógenes llevaba un fanal buscando un hombre nosotros buscábamos un toro y esta primera tarde no lo encontramos.
Fueron saltillos fáciles tal como decimos en el titular pero la expresión no es nuestra sino de un profesional que estaba cerca de nuestra localidad. Pero por lo menos fueron toros en puntas y eso hoy es noticia cuando debería ser lo normal:
Estuvimos hablando un rato con el mayoral. Sobre el bulo que circuló de un positivo de tuberculosis en una vaca de la ganadería nos dijo que no hay absolutamente nada. Sobre lo que circula de que han metido cosas de La Quinta, ¿qué nos va a decir? Pues nos dijo que el jefe recompró hace unos diez años unas vacas de Chafick que tenían mitad de Saltillo y mitad de La Quinta y que eso es todo.
Respecto a la corrida de Céret coincidió totalmente con nosotros en lo que dijimos del primer toro de Castaño (que el maestro lo hizo peor de lo que era porque se equivocó en el trasteo). También coincidió en lo que le comentamos en plan de broma y es que al cuarto Morante le hubiera cortado las dos orejas. Siguen sin explicarse en la casa por qué se devolvió el quinto. Y también coincide con nosotros en que el que más le gustó fue el primero.
Los saltillos salieron no diremos que como monjas de clausura pero casi. Todos nobles, sin un mal gesto, perfectamente desorejables y con un juego notable en el caballo, a pesar del desastre habitual en el primer tercio. A Montero casi se le va vivo el sexto al corral.
Cuarenta grados justos de temperatura con un aire molesto para los toreros y dos tercios de entrada, con general a 25 euros. Nos llamó la atención que el piso estaba impecable.
Entre los profesionales que vimos por el tendido apunten a Candelas, Palacios, Simón, Román y alguno de los novilleros que hoy matan los de Miura. De monosabio estaba aquel buen picador que fue El Marqués, obligado a la retirada tras lesionarse en un batacazo, recuérdenlo aquí.
SÁNCHEZ-VARA. Su primero era un cárdeno oscuro, bragado, meano, axiblanco y totalmente en puntas, cosa que, insistimos, es una agradable novedad. Era de septiembre de 2017, ustedes mismos:
En varas recibió dos pinchazos en el lomo y había metido la cabeza de lujo desde que salió. Banderilleó el maestro pero los pares quedaron caídos.
Venía Vara de torear su segundo de Saltillo en Céret que fue un toro de carretón y éste parecía su hermano. Además por ambos pitones:
Aparte de blandear de remos diremos para los cinqueñistas que la supuesta listeza que le tenía que dar tanto la edad como el hierro quedaron en nada ya que fue bastante bobalicón.
Vara anduvo relajado a pesar del aire y como siempre muy despegado pero se equivocó al entrar en la suerte contraria. El toro lo cortó dejando esta media tendida caída y pasada.
Su segundo era de octubre de 2017 o sea que sumen ustedes:
Se rebozaba el hocico en la arena con el capote de tal manera que clavó los pitones sin llegar a dar la voltereta. Se los escobilló, no astilló, y salió de allí lesionado.
Esta fue la única lanzada que recibió el pobre sin pelear porque notaba un intenso dolor en el espinazo:
Al ver que los pinchazos de la banda del castoreño caían toda la tarde más cerca del rabo que del morrillo se nos saltaban las lágrimas. Igual que a estos dos:
Pareó Vara a toro pasado pero, total, lo aplaudieron igual:
Resultó ser otro saltillo muy amigable que a base de casta se sobrepuso a su debilidad. El metro de distancia entre la faja del maestro y la piel del cárdeno no faltó:
Ya sabemos que los toreros acostumbrados a corridas duras dejan distancia pero cuando te sale un torete que va y viene sin novedad, hay que arrimarse.
Se le ocurrió perfilarse en el platillo a recibir como lo hacía Esplá o lo hace Manzanares, muy lejos. Nosotros estamos en contra de la teoría del alicantino de que hay que ponerse lejos para recibir porque el toro se viene a su aire. Rafael Ortega lo veía como nosotros. Y Juan Bautista, un maestro en esta difícil suerte, también, recuerden esta entrada. Observen dónde se arma Sánchez Vara:
Cuando el toro se te viene desde tanta distancia corres el riesgo de que suceda lo que sucedió. Se le fue la mano en este metisaca que ven y el toro se marchó dolido a tablas a doblar mientras el guadalajareño pedía disculpas al respetable. Veíamos que a Zapaterito se lo llevaban todos los demonios en el callejón porque acababa de perder la oreja:
CASTAÑO. Debutaba en la plaza. Su primero era cinqueño, un cárdeno oscuro, gordo, carinevado y en puntas:
En el capote regateaba y en el caballo se vengó justamente del piquero con su lanzada trasera pegándole un buen batacazo tras romanear. Fue lo mejor de la tarde:
En el segundo empujó de bravo recibiendo la carioca correspondiente y nos indignó que Castaño no lo pusiese por tercera vez, ¡muy mal, maestro!
Hubo miedo en banderillas mientras Galán intentaba ordenar la embestida del toro. Estábamos deseando que se subiese a las barbas al salmantino por habernos hurtado la tercera vara pero el animal era tan noble y humillador que permitió al diestro estirarse al natural expresando lo que lleva dentro:
No le dio ningún problema para estar a gusto antes de acertar en la suerte contraria con una casi entera ladeada arriba que el toro no acusa y esta media lagartijera cegando al toro con la tela. Oreja:
Su segundo era un Viergado cuatreño, el de más trapío de la corrida y con dos agujas:
En el primero empujó de bravo recibiendo una barrenada en el lomo como para mandarlo a Sing-Sing y con Castaño haciendo el paripé con lo del ¡vale! mientras el piquero se hacía el sueco:
En el segundo le obedeció y levantó el palo. Galán fue el único de la cuadrilla que dio la talla en la lidia:
Estuvo muy bien el presidente Moisés, manteniéndose impertérrito mientras obligaba a poner cuatro palos en seis pasadas ante el escaqueo de los peones:
El tal Viergado sacó castita, el único, y Castaño estuvo peleón pero abusando del pico porque no se fiaba.
Con tanta precaución el toro no iba toreado y se fue rebelando.
Tenía la oreja en el bolsillo pero lo estropeó todo con media arriba, dos pinchazos y cinco descabellos. Ahí está, alargando el brazo y entrando con esa forma ortopédica de realizar la suerte donde los movimientos no le salen de manera natural sino que los lleva tan pensados que nunca sabes qué va a pasar:
El gañafón que pegó el toro en el cuarto descabello envió el arma al balconcillo y rozó a Román en la frente antes de estrellarse contra la columna dejando esta marca que en la cabeza del valenciano le hubiera dejado muy mal recuerdo de este festejo:
MONTERO. Debutaba en esta plaza y llevaba un capote de López Simón que cogió cortito para hacer un buen recibo a su primero, este cárdeno bragado, meano y caribello:
El piquero le tapó la salida de manera vil en las dos entradas y el animal empezó empujando pero dimitió enseguida al ver que había caído en una trampa infernal. Fíjense en esa mano izquierda asesina, ¡no hay derecho. hombre!
En banderillas pareció que se estaba enterando de la película pero cuando vio la muleta, se transformó en un saltillo más de los que son amigos de los toreros. Además de noble estaba bastante asfixiado.
Montero está hecho para la guerra y ante un toro dulzón como éste anduvo vulgar, gritón y encima sin arrimarse. Se equivoca dos veces en la suerte contraria y deja sendos pinchazos entrando con el delantal. Tras el segundo el toro esprintó hasta toriles y allí acabó con él de este pinchazo hondo a capón y tres descabellos.
Su segundo debía de ser el que entraba en el lote, por cariavacado y asardinado aunque muy astifino:
Lanceó mirando al tendido y en el caballo el toro puso interés pero no podía con el jaco.
Montero salió con la montera intentando echar ciencia a su toreo de forma un poco teatral pero el toro no podía ni con el rabo y encima estaba loco por la madera. La cosa se hizo bastante pesada.
A la hora de matar montó un vodevil: pinchazo perdiendo con gañafón feo del toro, dos más muy malos saliéndose, otro más con el toro barbeando tablas, media tendida trasera con segundo aviso y acaba con el gazapeo cazándolo de una casi entera perpendicular. Pero el puntillero lo levanta, se vuelve a echar, se vuelve a levantar, cuatro descabellos y por fin se echa muriendo ¡al decimoctavo puntillazo!, con el tendido coreando los golpes y gritos de ¡fuera, fuera!
Aparte de los citados profesionales vimos aficionados madrileños y franceses. No pudimos localizar a esa pareja de abuelos escoceses que se desplaza a España siempre que hay una corrida de Saltillo. Esperemos que las notas que tomó el hijo del ganadero reflejen la misma preocupación que nosotros ante la deriva torerista de su vacada (el mayoral y el amo nunca apuntan nada, se ve que lo llevan todo en la cabeza):
La conclusión es que quizá no vale la pena hacer kilómetros para ver este ganado. Si el jefe está echando agua al vino intentando que se apunten figuras a sus toros pierde el tiempo. Debe volver al saltillo que da miedo no al que da pena. Total, con los toreros que se van a seguir apuntando a matarlos difícilmente vamos a ver torear aunque salgan tan boyantes y pastueños como éstos de Añover. Al final se puede quedar en una tierra de nadie que no interese ni a romanos ni a cartagineses porque tuvo más emoción el desfile que ven abajo que la prestación de estos toros. Mal camino lleva.
Saludos cordiales desde Toledo. Rafa.
Gracias por la crónica, Rafa. Si tiene pensado venir a Valdepeñas hoy, la bici está complicada en estas fechas... Saludos.
ResponderEliminar¿Va a llover? Allí estaremos Dios mediante y si le parece bien nos volvemos a encontrar en los comentarios para ver si coincidimos con lo que haya sucedido.
EliminarSaludos
En principio no, lleva como dos meses sin caer una gota pero el tiempo de la Mancha es tan traicionero... Que cualquiera sabe.
EliminarSí le reconozco tenga por seguro que le saludo.
A ver si es verdad. Llevo una camiseta blanca del Chelsea.
EliminarRafa he estado toda la tarde mirando y no he visto ninguna camiseta del Chelsea... Igual estoy ciego! Tampoco había mucha gente para no acertar!
EliminarEstaba entre la banda y el bar que habían improvisado bajo el porche.
EliminarRafa me uno a tu sentimiento general de la corrida, salgo decepcionado porque una vez más no encontré lo que iba buscando: picante, fiereza, astucia…
ResponderEliminarCreo que la ganadería está transitando hacia una deriva torerista que, como bien dices le puede hacer quedar en tierra de nadie, porque las figuras no van a torear estos toros y está dando la espalda a esos aficionados que hasta ahora le hemos sido fieles.
Me gustó la presentación de los toros aunque noté dos “lotes” diferentes, los tres primeros no se parecían en nada a esos saltillos de hace un par de décadas mientras que los tres últimos estaban más en el tipo de la casa. Toreables todos, desorejables varios. Hasta ahora no me ponía exigente con los matadores tratándose del ganado que iban a lidiar, no era cuestión de exigir eso de colocación y ceñimiento habida cuenta el peligro que antaño atesoraba esta ganadería. Pero los tiempos han cambiado, estos toros obedecen a los engaños y perdonan cualquier fallo en la colocación. De otro modo, Castaño y Montero hubieran resultado volteados o tal vez cogidos porque quedaron descubiertos en más de una ocasión.
La suerte suprema fatalmente ejecutada por los tres, sólo hago la salvedad de Sánchez Vara al cuarto que, aunque fue un asesinato en primer grado, al menos intentó algo diferente.
En el caballo me gustaron el segundo, quinto y sexto. Podíamos haber visto una interesante suerte de varas si en vez del asesinato en el primer puyazo se hubiera medido el castigo y les hubieran permitido entrar tres o cuatro veces. Lo cual demuestra la falta de afición del escalafón actual. Los puyazos casi todos traseros haciendo la salvedad en el sexto, creo que picado por Héctor Vicente (corrígeme si me equivoco porque eso de no mostrar las cuadrillas…).
Ni un solo par de banderillas decente y en la brega tan sólo destacar a Marco Galán en el quinto que descubrió un pitón derecho extraordinario de Viergado aunque fuese punteado por dos veces en el capote por el pitón izquierdo. Sin embargo, Galán estuvo desacertado en la brega del segundo de la tarde.
Sánchez Vara no estuvo a la altura de un cuarto que humilló mucho en la muleta aunque al final de la faena se desentendiese al final de los muletazos.
La oreja de Castaño en el segundo, inexplicable, no vi la petición por ningún lado. Si él está contento con lo que hizo mal camino lleva. Al igual que con Viergado, un toro para desorejarlo que toreó muy despegado y ahogando en exceso la embestido.
Montero tuvo un buen lote, en ningún momento mandó en las embestidas. Más bien acompañó la embestida de sus toros en una sucesión de muletazos que no obedecían a ningún plan prefijado de antemano. Fue el que más a merced de los toros estuvo pero naufragó ante un tercero que llevaba una oreja para cortar y un sexto que se podía haber cortado mínimo una oreja en vez de dar el sainete a la hora de pasaportar al de Saltillo.
Un placer haber podido comentar en la plaza, espero que no sea la última. Hoy veremos los novillos de Miura.
Saludos de un aficionado venteño.
Vimos la misma corrida, cosa habitual entre usted y yo. Fue un placer conocerlo personalmente y ver que comparte conmigo la afición a la práctica ciclista. Saludos.
EliminarBuenos días y gracias por la crónica perfecta del festejo. Sirve para ver el rumbo de esta ganadería, efectivamente.
ResponderEliminarEspero, y estoy seguro de que no será así, que no tome el rumbo de TODA LA MIERDA que estamos viendo en Bilbao porque sólo está siendo interesante hasta el momento la de Fuente Ymbro. Como se podría escribir un libro no sigo, y por no hablar del tema administrativo, aficionado, empresario, etc.
Para mañana vienen 9 de Aguirre de importantes nombres, nada sospechosa y de imponente estampa; vamos, el toro de Bilbao. Ojalá otro "Bilbatero" que visto lo visto quizá sí le darían la vuelta al platillo aquí.
Buenas, Rafa. Saltillo fue hace años mi ganadería preferida, pero ahora ese puesto lo ocupa Ibán. Llevaba mucho tiempo sin ver una corrida de Saltillo (desde antes de la pandemia) y la de ayer no fue para nada lo que esperaba. Petardazo. Aquí dejo mi crónica.
ResponderEliminarhttps://criticataurina.com/2023/08/26/saltillo-no-trajo-la-emocion-que-se-espera-de-esta-ganaderia/
Ahora mismo voy en el autobús camino de Bilbao, esperando que se de la corrida, porque como se suspenda por la lluvia, sumado a lo de ayer y a que mañana no va a lidiar Cuadri en Colmenar... vaya fin de semana. Confío en que la sustituya Peñajara y no tenga que devolver la entrada.
Un saludo,
Eugenio.
Irá Peñajara a Colmenar pero el huracán que sopla ahora en Madrid puede deslucir la corrida. Y con los saltillos, totalmente de acuerdo. Saludos.
EliminarBuenas, de acuerdo por completo.
ResponderEliminarSi no sale una guindilla Sánchez Vara se diluye. La oreja de Castaño, sin petición suficiente. A Montero se le junto el hambre con las ganas de comer (cuadrilla). Respecto al criterio de la presidencia con las banderillas, en Añover se tiene clarísimo que hay que respetar el reglamento (se constató en la novillada de Miura con la presidenta que estuvo). La integridad en la feria también se intenta mantener cuando el Ayuntamiento organiza o colabora.
Lamento no haber coincidido con usted para poder agradecerle personalmente todo lo que nos ha ilustrado estos años. Saludos.
Vaya, pues me sabe mal que no hayamos podido coincidir pero me alegro mucho de que sí que coincidamos en lo que vimos sobre el ruedo.
EliminarRespecto a las banderillas yo entiendo que se pueda cambiar el tercio sin cuatro palos cuando el toro es un asesino pero sí lo que hay es un escaqueo general como sucedió estuvo perfecto el presidente.
Saludos