"NUNCA MOVEREMOS NI UN DEDO POR LOS ENCASTES MINORITARIOS"

La frase no es del responsable de una organización animalista ni tampoco del flamante Director General de Derechos de los Animales, cargo tan rimbombante como surrealista. La dice en privado uno de los santones de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Y añade: '¡tienen que metérselo en la cabeza!'

Todo el voluntarismo de querer salvaguardar la especie única a que pertenece nuestro toro de lidia e intentar evitar la extinción de algunos encastes queda en agua de borrajas al oír esa frase. Lo que dicen algunos de que si viviéramos en un país serio el toro estaría entre algodones protegido por la Administración salta por los aires en cuanto escuchas esto.

Toro de encaste Domecq lidiado en Madrid

La mentalidad del responsable de la frase del título es algo parecido a lo que nos decía un amigo del blog, buen aficionado y con cierta mano en el mundillo:

'Mira, en su día los Domecq fueron los que vendieron de lo suyo, ellos no tuvieron inconveniente en sembrar su simiente. En cambio, los que tienen Albaserrada o el mismo Prieto de la Cal nunca han querido. Pues ahora que no se quejen si lo que se ha impuesto es lo de Domecq'

En el caso de Victorino, de su casa salieron regaladas a José Chafick veinte pajuelas de sus sementales Matador y Buenacara. Según afirma el hijo, 'Chafick es el único que tenía de nuestra simiente'. A Victorino padre ya le supo a cuerno quemado en su día que Escolar se hiciese con aquella puntita de vacas y un semental que él había vendido al procurador Picazo en agradecimiento por sus servicios legales tras la compra de lo de Escudero Calvo. Ha sido la única vez que Victorino ha vendido ganado suyo. El pobre Picazo murió una semana después de llevarse las reses. Su viuda se las ofreció de nuevo a Victorino por el mismo precio que las había comprado pero no hubo trato porque en ese momento estaba tieso. Cuatro años después apareció por allí Pichorrongo y se las quedó. 

Toro de Escolar lidiado en Madrid en 2019

A Prieto de la Cal han intentado comprarle varios, entre ellos el portugués Fernando Pereira, una familia de colombianos llamada Garzón, otros ganaderos peruanos y el malogrado Jesús Fraguas. El ganadero onubense nunca quiso vender. A lo máximo que llegó fue a decirle al hidalgo portugués que 'si algún día me decido a vender algo, será a usted'. No nos extraña porque comparten filosofía.  Ya saben la frase de Pereira cuando decía que 'el toro noble no deja de ser un animal un poco burro porque no comprende dónde está el enemigo' (recuerden esta entrada).

En su día, Prieto de la Cal nos contó lo que habló con Fraguas:

'Me dijo que lo de Veragua lo quería para las calles, por eso yo le recomendé que no buscase nada de otro sitio sino que retentase todo lo que tenía y el macho que más le gustara se lo quedase de semental. Pero no me hizo caso...'

Efectivamente, el ganadero nacido en Aragón no siguió el consejo y  terminó comprando un semental a Julio de la Puerta, en cuya finca conservan una quinta parte de veraguas y el resto de Domecq. A la postre, y salvo error, aquel mismo semental lo mataría en el campo cuando le echaba de comer. Todo lo que tenía de Veragua desapareció posteriormente en un saneamiento. No podemos asegurar si el toro que compró fue éste de la foto, al que retratamos poco tiempo antes en una visita que hicimos a la finca de Osuna. Creemos que sí porque llevaba el número 8 pero no lo podemos confirmar al cien por cien:

En lo de Vega-Villar, por lo menos Arturo Cobaleda vendió casi 150 reses de lo suyo al propio Victorino y gracias a ello podemos disfrutar hoy en día de las novilladas de Monteviejo. Si no fuese por aquella venta y por el interés indudable de Victorino en mantener el encaste, ¿qué patasblancas veríamos lidiar hoy en día?

Novillo 'Cornicorto' de Barcial lidiado en Vic-Fezensac en 2014

Se puede entender que estos ganaderos no hayan querido vender nada para mantener su exclusividad así como para evitar que quien les comprase corrompiera el encaste original haciendo cruces extraños.

Quizás ello debería serles indiferente porque el problema sería de quien se dedicara a esa alquimia rara que vaya usted a saber en qué pararía. No obstante, la preocupación reside en que uno te compre lo que tienes puro, lo mezcle con otra cosa y el resultado, aun descafeinando el origen, sirva para criar un toro posmoderno que se venda bien mientras el comprador presume de que tiene un encaste histórico. 

Pongamos un ejemplo que se nos ocurrió el otro día yendo en bici. Supongamos que Victorino vende ganado a un fulano con dinero. El comprador mezcla lo de Albaserrada con murubes. Al poco tiempo consigue alargar la embestida y que el resultado del cruce no sea tan molesto para el torero porque no se revuelve tanto ni tiene tan mala idea. Mantiene la caja y el peso para poder lidiar en plazas de primera y, por supuesto, va eliminando el temido color cárdeno para irse al negro o al entrepelado. Además el fulano es (o se hace) amigo de varios críticos taurinos que empiezan a hablar de 'los victorinos negros' o 'los victorinos de las figuras'. En diez años ya goza de un par de toretes indultados y esas figuras no tienen problemas en anunciarse con ellos... ¿Qué pensaría Victorino al ver cómo triunfaba el fulano utilizando de forma espuria su copyright? Ustedes mismos.

El de la izquierda es 'Bosquimano', un victorino extraño por acarnerado y por sus 631 kilos. Fue lidiado en Madrid en 2017

Otro tanto podría suceder con Prieto de la Cal si alguien le compra veraguas, los cruza con algo pastueño de Parladé y se mete en los carteles de las figuras presumiendo de encaste. Los aficionados serios hablarían de  'veraguas de chichinabo' o, en el caso anterior, de 'victorinos ful' pero eso al ya famoso comprador, ¿qué le importa si se ha montado en la fama y además tiene su pareja de torillos indultados?

Uno negro zaíno de Prieto de la Cal lidiado en Tafalla en 2016

Un juampedro jabonero de 503 kilos lidiado en Madrid en 2015

Eso de que un hipotético comprador termine pasándote la mano por la cara también pudieron pensarlo los Domecq en su día, ¿no creen? De hecho, han surgido personajes como Gallardo en Fuente Ymbro o recientemente Núñez en La Palmosilla que gozan del beneplácito de muchos aficionados muy por encima del que tienen las casas madres originales de Juan Pedro, Cuvillo o Jandilla. Éstos colocaron mucho desecho pero también vendieron cosas contrastadas. Si con el tiempo se han visto superados, es algo que debieron sopesar en su día y no les importó.

Los ganaderos de encastes minoritarios están en otra guerra, no precisamente en la de vender toros con clase y profundidad que contenten a los toreros y al público orejero. En el fondo es una cuestión de escala de valores. El santón de la Unión que espetó la frase del título proclama un concepto del toro y en general de la corrida que no tiene nada que ver con el que defienden esos ganaderos que calificamos como minoritarios.

¿Contamos a Victorino hijo entre los minoritarios? Al padre sí lo pondríamos pero el hijo quizás está entre dos aguas. Tiene mucho trabajo en nadar y guardar la ropa. Intenta contentar a tirios y troyanos para quedar bien con todo el mundo.

FOTO: El Correo de Burgos, ECB

La única solución podría ser la creación de una asociación alternativa de ganaderías con encastes minoritarios o en peligro de extinción. Pero ¿con cuántos miembros contaría? Y no sabemos qué futuro le esperaría al tener que sufrir el previsible boicot de los ganaderos mayoritarios.

¿Qué les parecen estas cuitas entre los propios ganaderos? No trascienden ni se airean fuera de sus lugares de reunión pero ya ven que entre ellos las cuchilladas van que vuelan. El aficionado normal y corriente está al margen de ellas y, en su ingenuidad, no puede entender que no vayan todos a una en la defensa del Toro.

Pues ni van ni irán nunca: aquí cada uno defiende no al Toro sino su toro, que es diferente del que cría el otro ganadero, que a su vez es su rival... cuando no directamente su enemigo casi mortal. 

A esto le queda poco tiempo y muchos ganaderos piensan exactamente lo mismo que nuestras queridas figuras: hay que intentar sacar toda la leche que podamos de la vaca y el que venga detrás, que arree.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.