FERIA 3PUYAZOS (4). PRIETO DE LA CAL - PEÑAJARA

  GABIN RÉHABI HIZO UN MILAGRO

El milagro fue que el picador galo dignificó la suerte de varas o, como dicen los franceses, puso el reloj en hora. Convirtió lo que cada tarde es un trámite burdo, sangriento, desagradable para el espectador y humillante para el toro en algo hermoso, algo estéticamente impecable y, por si fuera poco, además emocionante. Y éticamente dio la oportunidad al toro de reivindicar su estirpe de toro de combate. Dudábamos entre el titular que hemos puesto y otro consistente simplemente en ¡Merci Gabin! Cualquiera de los dos es válido:

Imanol Sánchez puso el sexto toro a 25 metros en el primer puyazo, cosa que no debería ser. Pero cuando algunos aún estábamos quejándonos por ello, el toro se arrancó al galope y entonces sobrevino el milagro:

El picador francés paró al toro sin clavar trasero, después no le tapó la salida y finalmente dosificó el castigo. Se oyó un rugido de satisfacción en la plaza. Nos levantamos todos del asiento como un resorte y la ovación fue de gala porque habíamos asistido a un auténtico milagro. Lo que debería ser la actitud habitual de los picadores cada tarde se ha convertido en algo absolutamente excepcional. 

Y lo que Réhabi hizo después de ese primer puyazo nunca lo olvidarán quienes lo vivieron in situ. Luego lo contamos.

Los otros picadores miraban el espectáculo como diciendo: 'pero éste ¿qué se ha creído? El picador tiene que estar para pegarle al toro y que luego no se suba a las barbas del matador no vaya a ser que lo deje con el trasero al aire... Éste monta el numerito para lucirse y encima los del tendido se vuelven medio locos'.

Si la corrida se planteó como un desafío, lo ganó claramente Peñajara porque echó dos toros de gran categoría. Uno de ellos fue premiado con la vuelta al ruedo. Piensen que sus tres toros fueron once veces al peto, prácticamente igual que seis en una tarde de la Feria de San Isidro. Y sumen un batacazo.

Los de Prieto de la Cal fueron aplaudidos al saltar al ruedo y tuvieron salidas espectaculares comiéndose los burladeros. Después humillaron en el capote todos sin excepción y de una manera que llamaba la atención. Pero a partir del segundo tercio fueron a menos claramente. Nada que ver con el lidiado en Cenicientos el año pasado.

SÁNCHEZ VARA. Ejerció muy bien durante toda la tarde como director de lidia. Su primero era un negro zaíno, con trapío. Llevaba la divisa azul y puesta en el lado derecho, que es el que molesta a los toreros:

Tres veces le señalaron en el lomo y tardeó bastante. Estuvieron simplemente aseados Sánchez Vara y Sánchez con los palos. El maestro brindó al ganadero:

El viaje del toro era muy cortito y llevaba la cara a media altura. El diestro puso voluntad y logró que no le tocase la muleta.

Pinchazo, media que escupe y nuevo pinchazo hondo perdiendo la muleta. Todas las veces saliéndose escandalosamente de la suerte, parece mentira en un torero valiente como él:

Su segundo, de Peñajara, era el único cuatreño de la corrida, un colorado anteado y listón:

Debía de tener alguna cuenta pendiente con Equigarce porque observen cómo saltó hacia el caballo en el primero:

Empujó con ganas y nos regaló un batacazo espectacular:

En el segundo se vino de largo al galope y volvió a empujar pero en el tercero tardeó y aunque también galopó, salió suelto. Al cuarto puyazo, ya con la vara de tienta, no iba ni por pienso. Fue Navarrete quien salió a buscarlo aunque ni por equivocación picó en el sitio como ven abajo. Se apreciaba desde el tendido el gran charco de sangre que había dejado mientras tardeaba:

El maestro brindó a Arizmendi, que también está en el club. El toro era para recrearse porque había quedado hecho un bombón tras la suerte de varas. Pero el de Guadalajara anduvo siempre despegado quizá por estar acostumbrado a otro tipo de toros no tan bondadosos. Entre él y el toro cabia un tráiler en cada pase:

Lo que hizo fue pegar pases sin piedad ante un respetuoso silencio de la concurrencia, que veía lo mismo que nosotros. De nuevo se salió de la suerte para dejar una estocada un poco ladeada y perdiendo la muleta. insistimos en que es valiente para mirar el morrillo pero no para entrar por derecho:

El toro tuvo una bella muerte en el tercio con esa espada clavada, que era la innovada por el maestro Sales y Julio Fernández:

Tras hacer esa foto, sostuvimos este diálogo con los compañeros de tendido empezando nosotros:

- Van a pedir la vuelta al ruedo al toro ya lo veréis

- Pero ¡qué dices! ¡no j...!

- Esperad un momento a ver si me equivoco... Además he notado la presencia de bastantes fans de Peñajara 

- (Empieza la petición) Tenías razón... y aún la va a dar

Efectivamente, el toro fue azuleado y la cosa tuvo que saber a cuerno quemado al maestro guadalajareño. Al bueno de Javi le había pasado lo mismo que a Bombita frente a Catalán (recuerden que contábamos la historia aquí). Tenía que conformarse con una vuelta al ruedo en reconocimiento por su trabajo toda la tarde especialmente como director de lidia.

CASTAÑO. Su primero era de Peñajara, un colorado oscuro, bragado y chorreado, con poca cara:

Se ensañó con un burladero y lo destrozo:

Le señalaron tres veces en el lomo o incluso más atrás. El pabellón francés quedó muy mal con el picador Alliet pero luego se encargaría Gabin de izar la tricolor hasta lo más alto. No hace falta que pongamos una flecha:

El toro embestía a regañadientes pero Castaño lo embarcó bien y sin freírnos a derechazos. El problema es que siempre va demasiado acelerado y quizá por ello tuvo dos sustos durante la faena.

Sigue sin saber matar porque la mano izquierda la tiene de adorno. Dejó media tendida, atravesada y caída más descabello:

El quinto era de Prieto de la Cal y fue recibido con una ovación. Era este jabonero claro de gran trapío y gran grupa:

Como sus hermanos, metió la cabeza de cine en el capote. Fue las tres veces de rigor y lo más reseñable es que en la tercera el picador clavó en el morrillo seguramente por error. Castaño brindó al Club Taurino:

El toro se tragaba el primer pase pero no el segundo, en el que echaba la cara arriba.

Pinchazo malo que escupe y el toro por sorpresa va y se echa. Lo levantaron para que dejase esta honda tendida perdiendo la muleta:

IMANOL SÁNCHEZ. Su primero era un jabonero claro bizco del izquierdo y muy humillador, que tuvo una salida sensacional:

En el tercio de varas flaqueó a pesar del esmero de Galán en mimarlo y ante las protestas, el presidente acabó enseñando el verde. Piensen que para cubrir gastos se necesitaban 2000 personas y nos tememos que a ojo no se llegó ni de lejos a la media entrada, que serían 1750. Es posible que ese pañuelo verde haya hecho decantar la balanza hacia el déficit.

Creemos que el palco pensó bastante en el Club Taurino pero sus integrantes deben tener presente que el público que van a tener en las próximas ferias va a ser exigente en este tema.

Salió el sobrero, también de Prieto de la Cal. Era un jabonero sucio con trapío al que habían pegado sus hermanos:

Buen recibo de Sánchez con la capa:

En el primer puyazo metió bien los riñones pero cobró trasero y salió suelto. En el segundo se dejó pegar con una recarga de Sandoval que no venía a cuento. En el tercero acudió de largo al paso, le señalaron y se repuchó:

El animal se había gastado y se quedaba debajo pegando la tarascada.

Lo mejor fue esta muy buena estocada aunque un poco pasada:

Vimos una hermosa muerte del toro:

El sexto, de Peñajara, se llamaba Peloverde y era un toro castaño:

Y aconteció el milagro que hemos comentado al principio de la entrada. No era apropiado colocar al toro tan largo en el primer puyazo pero no dio tiempo a que nadie se quejase porque se arrancó como una exhalación. Réhabi no clavó trasero:

Lo volvieron a colocar igual de largo en el segundo y de nuevo el toro acudió al galope, empujó y el picador francés volvió a poner al público en pie clavando bien y dosificando el castigo.

Sánchez Vara lo dejó en la otra punta y esta vez tardeó pero los espectadores disfrutaron con la exhibición de toreo a caballo que dio Gabin. Al final logró que viniese y se recrudecieron los aplausos:

Le pasaron la puya de tientas y volvieron a colocar al toro larguísimo pero esta vez ya no venía a pesar de los esfuerzos del francés.

No había ninguna prisa en los espectadores. Todo el mundo estaba esperando con paciencia y con expectación el final de este cuento de hadas. Réhabi se lucía moviendo garbosamente la cabalgadura. Al final salió de su zona delimitada y viniéndose por la derecha del ruedo cortó en diagonal en dirección al toro y se encontraron a medio camino.

Es el único pero que pondremos a su labor porque si el toro no se arrancaba y había decidido ir a buscarlo, y nos consta que por su cuenta, debería haberlo hecho recto desde su zona sin dar ese cuarto de vuelta al ruedo.

Aprovecharemos la circunstancia para censurar a aquellos que abuchean al picador si pasa un palmo la raya cuando el salirse de los límites que los propios picadores marcaron es cosa de valientes. Recuerden esta entrada donde contábamos cómo los picadores habían obligado a pintar una raya en Zaragoza en 1908 porque la puya corta del duque de Veragua decían que no castigaba lo suficiente. Era una forma de querer dejar a los ganaderos en evidencia sin salir ellos a buscar al toro para provocar su embestida. 

Volviendo al festejo, se pidió la vuelta al ruedo para Réhabi pero tuvo que cortarla porque el toro estaba merodeando por allí. Los que hayan asistido a muchas más corridas que nosotros nos podrán decir si han escuchado en alguna una ovación a un picador tan unánime y sonora como la que recibió por cuatro veces consecutivas el gran Gabin Réhabi.

El toro aún tuvo arrestos para galopar en banderillas y embestir en la muleta pero después Imanol Sánchez no se aclaró con él. Empezó a menearlo de aquí para allá y cuando por fin se decidió a torear, lo que hizo fue picar piedra de manera inmisericorde.

No merecía este buen toro ese trato pero, señores, no se puede tener todo. Bastante vimos en ese primer tercio histórico como para pretender que luego el bueno de Imanol fuese Belmonte.

Le pegó un pinchazo sin cruzar que escupe y una estocada arriba, lo mejor que hizo. Ovación al toro en el arrastre. En nuestra opinión este toro fue igual de merecedor del azul que su hermano si seguimos los mismos criterios.

Mientras, pensábamos en lo que pasaba por la imaginación de los otros picadores o de las cuadrillas viendo que el francés les había pasado la mano por la cara a todos. Se llevó los 600 euros de premio (los 200 al mejor peón no se entregaron). Los de Equigarce sacaron a saludar a Truco, el caballo de 607 kilos que había montado el premiado (suponemos que el pesaje es de principio de temporada):

Se preguntarán ustedes por qué no pica Réhabi en alguna cuadrilla española y la respuesta es la que dio un maestro conocido de todos ustedes cuyo nombre no vamos a revelar: 'ése no les pega a los toros, sólo va a lucirse él'. Sumen a eso el carácter peculiar que tiene Gabino, no lo vamos a tapar. Es hombre tímido y reservado pero a la vez muy orgulloso. Ello le ha ocasionado también algún problemilla con picadores franceses, no crean.

Con ese excelente sabor de boca acabó la primera feria de 3Puyazos. Los aficionados no salían toreando sino comentando ese tercio de varas. René, que ha ejercido toda la vida como padre adoptivo de Gabin y es quien le metió la afición a los toros, todavía se estaba secando las lágrimas al final de la corrida. Si quieren saber algo más de él, recuerden esta entrada.

Milagros como éste de Réhabi se los hemos visto en Francia más de una vez. En España, un entusiasmo parecido entre el público con la suerte de varas lo recordamos de pequeños en los lunes de resaca. Y luego, situaciones puntuales en alguna concurso de Zaragoza o con picadores como Anderson Murillo o Efrén Acosta (recuerden aquí). Sobre nuestra opinión acerca de lo que tiene que ser la suerte de varas pulsen aquí.

Mereció más suerte con sus toros Tomás Prieto de la Cal porque el trato que deparó a los jóvenes aficionados del club fue exquisito. Y anotaremos un detalle que pasó desapercibido para muchos en medio de la euforia de aquel tercio de varas: desde su burladero en el callejón, nos fijamos claramente en que el ganadero estaba aplaudiendo como un aficionado más ese tercio de varas que ninguno de nosotros olvidará nunca. 

En la entrada anterior les hablábamos de que el presidente es un aficionado serio a carta cabal de lo cual damos fe personalmente. Respecto al ganadero de los veraguas, tres cuartos de lo mismo, con la ventaja en este caso de que algunos de nuestros selectos lectores también lo conocen personalmente y saben que calza del mismo pie que los que estábamos en la plaza. Otra cosa es que por los motivos que fueren las cosas le puedan ir mejor o peor con sus toros.

Ojalá los buenos aficionados del club continúen con su sueño. Para ello es importante que medio les hayan salido los números. Respecto a los toreros que vengan a las próximas ferias, tienen que ser conscientes de que cortar una oreja aquí va a ser una tarea de titanes. Y los del club deben asumir que se va a exigir toros con una cierta presencia y que no anden flojos de remos. Eso habrá que tenerlo en cuenta en el presupuesto.

Tiempo habrá durante el invierno de comentar más cosas pero como algunas a mejorar, así, a vuelapluma, pondríamos:

- Buscar la manera de organizar un poco mejor la tertulia con los ganaderos incluso dando pie a que haya preguntas de los aficionados. Está claro que no se puede repetir en las condiciones en que se hizo. Podría ser en una misma zona del tendido de sombra con los micrófonos y altavoces montados allí de forma que sólo entren las personas realmente interesadas.

- No estaría de más que estuviese el presidente en la tertulia para dar todo tipo de explicaciones. Hay una idea que nosotros tenemos desde hace años y que quizá resulte peregrina pero ya que estamos, la apuntamos. Consiste en dotar al presidente de un micrófono durante el festejo para que pueda aclarar a la muerte de cada toro cualquier extremo que dé lugar a posible polémica.

- Lo del volumen de la música en la zona donde coincidimos para comer todos los aficionados ya lo hemos comentado (en privado más de dos nos han dado la razón).

- Dependiendo de cómo hayan salido los números, podría plantearse la posibilidad de hacer una novillada con 6 ejemplares.

- Adelantar la corrida vespertina a las seis también sería una buena opción.

Tenemos que reconocer que estuvimos muy a gusto echando un día entero hablando de toros. Llegábamos a las diez de la mañana y nos íbamos a las diez de la noche.

Añadan a lo dicho el placer que tuvimos al conocer a muchos seguidores de nuestro modesto blog con quienes compartimos la misma forma de ver los toros. Queda pendiente para el año que viene saludar a los que no tuvimos ocasión de hacerlo en esta oportunidad.

Ya estamos contando los días que quedan.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.