domingo, 19 de marzo de 2023

COPA CHENEL, 2023 (2): JUAN LUIS FRAILE - CERRO LONGO

COPA ¿O PURO?

El interés del festejo radicaba en ver los tres toros de Juan Luis Fraile. Teníamos el mal recuerdo de los dos que llevó a las concursos de Cenicientos y Madrid el año pasado. Como no dieron una buena imagen de la ganadería queríamos observar el juego de estos tres. Recuerden aquí y también aquí.

Vaya por delante que eran cinqueños y con mucho trapío. Además estaban limpios de pitones, cosa que como sigue siendo noticia la reseñamos... pero sólo en los de Fraile. Su juego no nos dejó nada en la memoria como explicaremos más abajo. En su descargo decir que la consigna clarísima entre las cuadrillas fue intentar matarlos en el caballo.

Lo de Cerro Longo son, salvo error, vacas de Contreras con sementales de Domecq.  Mostraron unos pitones impresentables. Se nos dirá que no se pudo asegurar la cadena de custodia y que por tanto no hay nada que reclamar, ya nos conocemos ese cuento que denunciábamos en esta entrada:



Pero por lo menos a ninguno se le cayó el rabo como el año pasado, recuerden aquí. Respecto a su juego, fue perfectamente olvidable excepto unos granos de pimienta que sacó el segundo. En el caballo estuvieron de visita aunque nosotros hubiéramos hecho lo mismo antes que recibir las lanzadas ignominiosas y repugnantes que sufrieron por parte de la banda terrorista del castoreño. Y a los gracilianos, lo mismo, que conste.

No hubo minuto de silencio en memoria de Daniel Ruiz pero ya les avisamos de que tenemos preparada una entrada dedicada a él como recuerdo.


JUAN MIGUEL. Su primero se llamaba Bailador y era un novillete cornicorto y corniraro:



Salió al platillo a buscarlo, donde el toro lo apretó pero no vimos el momento máximo de apuro ni el remate porque el penoso realizador de Telemadrid enfocaba al presidente enseñando el pañuelo. Tendrá que volver a la escuela.

Cabeceó furioso en el caballo pero se fue suelto. Excelente Antonio Molina, que se la jugó en dos pares donde el toro lo apretó mientras él se esforzaba por cuadrar en la cara sin aliviarse lo más mínimo. Lo mejor de la tarde ya lo habíamos visto al comienzo:



Juan Miguel se hincó de rodillas en los medios pero tuvo que levantarse con urgencia porque el toro, como se intuyó en el segundo tercio, sacó cierto geniecillo. Había que estar con la muñeca muy firme ya que pegaba arreones y se reservaba. El diestro puso voluntad pero perdió la batalla siendo desarmado mientras sonaba la música de manera ridícula. 



No se lo reprocharemos porque reconoció que la última vez que se vistió de luces fue en 2019. Lo mató de un puñetazo con mal estilo, perdiendo la muleta y con posterior rueda de peones. Oreja rural.

Su segundo era un toro negro astracanado, cornigacho y cornilevantado de Juan Luis Fraile:



Aguado le pegó una vara absolutamente asesina con dos agujeros a cuál más trasero del que salió suelto para que semejante carnicero no lo matase ahí mismo. De vergüenza, no les engañamos:



El toro era revoltosillo y parecía lesionado de las manos, que movía con descoordinación. En un pase de pecho se le quedó debajo y le echó mano pero sin herirlo aparentemente:



El de Fraile ya había visto al muñeco y lo volvió a prender en la siguiente tanda pero por un tropiezo del diestro al retroceder:



Y al entrar a matar terminó por empitonarlo de manera formidable por el abdomen. Se llevó 30 cms. de cornada en el muslo, mucho menos de lo que parecía:



Salió Adriano a pegar un metisaca y una corta cometiendo el error de volver a entrar en la misma suerte contraria que Juan Miguel sin que el toro le permitiera pasar. 

Ni mucho menos nos pareció un toro asesino a pesar de que cualquiera que lea lo sucedido podría llevarse esa equivocada impresión. La primera cogida viene porque el toro se queda ahí mismo antes de un pase de pecho, la segunda porque Juan Miguel tropezó en la cara y la tercera porque se equivocó en la suerte al entrar a matar.


ADRIANO. Es Adrián Salenc. Su primero era de Cerro Longo, otro Bailador negro ojalado, bizco del derecho y con unos pitones negros como el betún:




Puyazo musical sin emplearse y repuchándose para irse al suelo. Pese a las protestas ya dijimos por aquí que el presidente Costales no tiene como color preferido el verde. Faena insoportable, de sanatorio, sin ningún interés, con el diestro dirigiendo miradas de reproche al palco:




Nos dimos cuenta de que no liaba la muleta al armarse y es porque pertenece a la Peña El Telonazo. Eso fue lo que pegó para dejar una estocada defectuosa por perpendicular, trasera y caída, encima con la mano por la estratosfera, un horror (ya saben que estudió en la escuela de El Juli):



Su segundo era otro toro negro de Fraile, serio, con trapío y en puntas. Los de televisión discutían que no se le veían las bragas. Sucede que en esta ganadería suelen salir con ellas pero sólo se les aprecia en el arrastre:



No quería ir al caballo porque se temía el puyazo absolutamente criminal, recargando y levantándose en la montura, que pegó Carlitos Pérez, otro que tal baila. Menuda tarde nos dio esta pandilla de matarifes a caballo:



Continuó el despropósito con una mala lidia en el segundo tercio mientras el toro iba aprendiendo idiomas a marchas forzadas. Encabo veía lo mismo que nosotros aunque con su diplomacia habitual decía simplemente que iba a costar trabajo ponerse delante de él. En lugar de torearlo por la cara y sobre las piernas, el francés se dedicó a pasarle la muleta por el hocico, retrocediendo y tirando la toalla de forma un poco lamentable para nuestro gusto. 



Fue convenientemente justificado por los televisivos, faltaría más. El locutor pedía pegar ya un bajonazo y llegó a decir que era un toro ilidiable (!) mientras Encabo guardaba silencio.

Dos pinchazos con el toro totalmente resabiado para terminar metiendo la espada atravesada, honda y pasada:




FERNANDO PLAZA. Su primero le sirvió para tomar la alternativa y era de Cerro Longo, un castaño carinegro, enmorrillado y aleonado, con unos cuernos como éstos:



Primer puyazo nefasto del que sale suelto y con los dos pitones ya totalmente astillados...



Seguramente nos dirán que vemos visiones pero nos pareció que Plaza también llevaba bajo la taleguilla algo parecido a lo de Fonseca. El toro valía más bien poco y el diestro intentó arrancarle pases con cierta desconfianza porque se quedaba abajo ya que no tenía gasolina:



Lo único bueno fue la estocada, que enterró arriba un poquito tendida, más dos descabellos. Orejica de pueblo.

Ojo porque su segundo se llamaba Garbancito y era otro negro bragado, axiblanco, cornigacho pero muy astifino y limpio de pitones:



Decimos lo del garbanzo porque otro del mismo nombre casi mata a Pérez Mota en Céret después de este lance cuando se revolvió y lo atrapó bajo el estribo rememorando la tragedia de Granero (recuérdenla aquí):



Plaza lo pone mal en suerte para que el picador le eche el caballo encima y lo masacre, con una carioca barrenando y recargando de dos vueltas y media, en un tiovivo infernal. Creemos que queda suficientemente demostrada la confabulación que hubo para matar los gracilianos en el peto:



Tras la paliza en el caballo continuó la psicosis en banderillas y eso que el toro blandeaba de remos muy a su sabor. No sabemos qué vio el maestro pero brindó al público. El toro venía rebrincado y Plaza demostró aplomo intentando hacerle el toreo moderno, cosa con la que el de Fraile no colaboraba ni a regañadientes:



Se paró enseguida y la cosa se limitó a la porfía del torero. Pinchazo que escupe y sablazo horroroso rozando el bajonazo y además sin mirar al morrillo. Giró la cara al clavar al estilo Lamelas:



El presidente regaló la salida a hombros con otra oreja de pueblo.

Poca cosa para el recuerdo en este festejo de la descafeinadísima Copa Chenel. Nos la vendieron cuando se inició como la posibilidad de disfrutar con encastes minoritarios y valorando todos los tercios de la lidia. Lamentablemente pocos toros han dado la talla y la suerte de varas es cada tarde una repugnante sangría. No hay ningún interés de los maestros por hacerla bien ni de los picadores por honrar esa chaquetilla de oro que ensucian con una desfachatez indignante. 

Añadan a todo esto públicos orejiles y presidencias dadivosas. Ahora se entiende mejor nuestro titular ¿verdad?

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


10 comentarios:

  1. ¡Muy buenas! Lo primero de todo felicitarte por tus crónicas, sin duda, ¡son las mejores que se pueden leer!

    Y lo segundo, ¿Harás crónica de la corrida de hoy en Moralzarzal? Me desplazo hasta allí para presenciar la corrida y me gustaría contrastar mis opiniones con su crónica.

    Un saludo, y de nuevo, ¡enhorabuena por el blog! Una pasada para el aficionado de verdad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias pero me da una pereza horrorosa ver lo de esta tarde. No le garantizo nada.

      Saludos.

      Eliminar
  2. Hola Rafa
    ¿Qué es barrenar y hacer la carioca?
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Barrenar es hacer un metisaca con la vara de forma que la puya haga círculos en la herida convirtiéndola en un boquete sangriento. El picador debería mantener la vara quieta y que el toro con su empuje se castigase.

      Hacer la carioca es tapar la salida del toro con la mano izquierda tirando de la rienda tal como se ve en la imagen que he capturado. El caballo empieza a girar en dirección al toro y comienzan a dar vueltas ambos mientras el pobre animal queda atrapado abajo con el picador machacándolo a placer. Esto se puede justificar en un toro que huya y que no haya forma de picarlo pero aquí lo hicieron por sistema ya que como digo en la entrada, la orden era matar a los de Fraile en el primer tercio.

      Saludos

      Eliminar
  3. Buenas Rafa.
    Para mí fue una gran decepción los toros de Fraile , se salvaba la presentacion pero tenían muy poquita fuerza y por lo tanto poder , de casta ya ni hablamos . Con respecto al tercio de varas se pudo comprobar por si alguien tiene dudas de quién es la culpa de que se maten a los toros en el caballo .

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estamos de acuerdo tanto en una cosa como en la otra. Saludos.

      Eliminar
  4. Buenas Rafa,

    Un gran desastre la Copa Chenel. Aparte de la guerra de los pitones, que es una vergüenza, para que nos llevan ganaderías interesantes si no las lucen? Habrá algún toro en toda la Copa que vaya 3 veces al caballo? Es una continua estafa ir a estos festejos y ver como a TODOS los profesionales les da igual y lo peor: a la gran mayoría del público. Aquí mi paisano Costales si podría decir algo a la hora del sorteo a las cuadrillas...

    Veo que comentas como Adrián Salenc estuvo más pendiente de hacer gestos toda la tarde que de la lidia, como en Vic... La diferencia que aquí el público se puso a su favor y en Vic no le dejaron ni brindar... Aún no entiendo como su banderillero no tiro al suelo a semejante animal, si le levantaron las manos que se le coma y deje el teatro...

    En definitiva, fuimos a ver a los Fraile y nos volvemos cabreados con la estafa de Copa y decepcionados también con los propios Fraile (sin escusarles por la lidia y carnicería que les hicieron).

    Un saludo,
    Ricardo Frías Alonso

    ResponderEliminar
  5. Totalmente de acuerdo en lo que dice usted de la estafa Chenel. Lo del francés lo vi yo también y pensé lo mismo, es decir, tira el toro al suelo y luego no te quejes al presidente.

    Y el desprecio a la suerte de varas se repitió en el siguiente festejo que al final vi y comento en la entrada siguiente.

    Saludos

    ResponderEliminar
  6. "...La consigna clarísima entre las cuadrillas fue intentar matarlos en el caballo." Por lo visto esto no tiene remedio y seguirá incluso con los nuevos implementos que anunció Vd. aquí hace unos días. Cada matador con al menos un matarife en los que llevan (indignamente) el castoreño.

    Vaya, este Adriano / Adrián, ¡qué fea manera de entrar a matar! O se perfila con la mano sobre la frente (en su 1ero) o entra a matar por el costado derecho de la res (su 2do) para cerciorarse de lograr la estocada atravesada. ¿O será una ilusión óptica por el ángulo de la cámara?

    No, no es el ángulo de la cámara. Es una estocada a cerca de 90º respecto al costado* del toro. Eso sí que es meritorio. (^_^)

    *. Aquí sí exagero con toda intención la geometría para definir lo horrendo que puede ser la suerte suprema --haciendo competencia con el abuso y el rendimiento fatal de la mayoría de los varilargueros.

    ¿Dice Vd. que Adrien Salenc es alumno de El Juli? Hay que clausurar esa escuela antes de que llegue a fama peyorativa. ¡No más! // Atte., Torotino

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El propio Salenc o su maestro Julián le dirán que quién se fija en todo eso que relata usted y en lo que yo he puesto en la crónica. Y añadirán que a ver cuántos de los que pasan por taquilla quieren que entre el toro al caballo más de una vez. ¿Para qué? Para perder cinco pases más en la muleta. Y en ésas estamos.

      Saludos

      Eliminar

LOS USUARIOS DE IPHONE PUEDEN ENVIAR SUS COMENTARIOS SIN PROBLEMAS IGUAL QUE LOS DE ANDROID.