martes, 29 de abril de 2025

SALTILLO: VUELTA A LA DOLOROSA REALIDAD

Fuimos a Las Ventas el domingo a ver lo de Saltillo. Como siempre, no hemos leído absolutamente nada de lo que se haya escrito al respecto. Un amigo del blog nos decía en un comentario a la última entrada que había sido un corridón de toros. Pues eso lo vamos a discutir aunque nos quedemos solos una vez más.

Es moda reciente esa de poner aumentativos que muchas veces resultan infantiles: planazo, partidazo, faenón, cartelazo, peliculón, torerazo... Lo de corridón no sabemos muy bien a qué festejo habría que aplicarlo. Para nosotros sería una corrida donde los toros han hecho un juego memorable, por ejemplo las dos últimas de Ibán en Vic (recuerden aquí la madre de todas las corridas y aquí la que nos puso la piel de gallina). El desafío de 3Puyazos no lo fue porque sólo un toro empujó en el caballo. Y ésta de Saltillo, ¿qué?

Pues tampoco. La vimos así: hubo un primero que iba y venía, un segundo revoltosillo sin más, un tercero que enseguida perdió gas y se desinfló, un cuarto que se hizo el amo por demérito de Castaño, un quinto, ése sí, el mejor, por guasón sin llegar a marrajo y un sexto de triunfo gordo, noble sin ser empalagoso como los saltillos chochones. Todos fueron aplaudidos en el arrastre excepto el tercero. El único que aplaudimos nosotros fue el quinto, que se llevó justamente la ovación de la tarde.

Pero OJO: el festejo quedó contaminado gravemente por la delictiva actuación de los picadores de La Puya Nostra, montados en los catafractos equigárcicos, que muchas veces no obedecían a los jinetes. Veníamos de los caballos de Bonijol en Guadalix con unos piqueros que intentaron hacer las cosas bien y aquí nos volvieron a la dolorosísima realidad venteña. Fueron unos primeros tercios de aquelarre, vean:



Fíjense en cómo quedó el pobre sexto, de nombre Relamido:



¡Por ambos lados! A esto no hay derecho, señores, pero todo el mundo traga y la autoridad calla sin defender al aficionado.



Todos presentaban unos pitones afiladísimos. Cuando hay bolita, se denuncia y cuando hay puñales tan espectaculares como los de los seis ejemplares... pues se deja anotado. 




Todos apretaron de salida en los capotes hasta el punto de desquiciar a uno como Javier Castaño en su segundo, que se desentendió del primer tercio. Esa presión de los animales recién salidos es de agradecer cuando saltan tantos toros de toriles ya picados y embistiendo con somnolencia. 



Todos fueron duros para morir, muy difíciles de descabellar y peligrosos de apuntillar. Si los seis hubieran sido como el quinto aceptaríamos lo de corridón pero como no fue así, negamos la mayor. Eso no quita que veremos decenas de corridas mucho peores que ésta, ténganlo por seguro.

Se guardó un minuto de silencio por la muerte del papa y no por la de Alfonso Ordóñez, lo cual es acongojante. La afición sacó a saludar a Castaño, a quien todos tenemos que agradecer su interés por dar brillantez a los tres tercios. No creemos que se llegase a la media entrada:




JAVIER CASTAÑO. Su primero era un cárdeno oscuro, bragado y meano, despeinado de morrillo y con esos dos puñales. Las fotos del ganado son del maestro Moore:



Fue tres veces al caballo donde cobró a duro por peseta mientras Castaño hacía de autista. Lo de los puñales va ligado a las masacres en varas. Fíjense siempre en que cuando salen toros astifinos, los picadores tienen orden de masacrar, no falla.

Después toreó con su muleta XXL y su pierna atrás. Nada.



Se fue por la espada y salió su peón no a fijar el toro ¡sino a pegarle nada menos que cinco capotazos! Solamente se oyó como protesta nuestro silbido. Media tendida y trasera con bonita muerte del toro. Fue aplaudido inmerecidamente en el arrastre.



El cuarto pesaba 597 kilos. Era un cárdeno claro, bragado, meano corrido y muy afilado de pitones, que se comió al diestro en el saludo capotero:



Recibió dos puyazos durísimos pero quedó entero porque su condición era de reservón.



Ya había desarbolado a Castaño con la capa y ahora con la muleta no lo dejó respirar. Se hizo el amo, lo desarmó y el maestro cortó por lo sano. 



Pegó dos pinchazos horrososos y una casi entera atravesadísima. Se retiró para ser atendido de una lesión muscular en la pierna que no vimos cuándo se hizo y ya no volvió. Vean lo que tiene cuartear...




GERPE. Su primero era un cárdeno claro, astracanado y veleto, de gran trapío:



Gerpe se presentó con una combinación bastante naíf entre la seda verde, el oro amarillo, el forro turquesa y el capote fucsia:



Ojo porque creemos que fue Peralta quien batió un récord en la historia de picar ya que en tres entradas hizo siete agujeros diferentes al toro. A ver quién supera esa calamidad. No miren la foto, que les va a hacer daño:



Buenos pares de Tornay y de Gómez:




El diestro salió con ganas de torear pero el de Saltillo tenía su guasilla y lo obligó a tener alas en los pies.



El animal pronto perdió gas y la cosa se diluyó. 



Pescuecera que no acusa y buen detalle al volver a entrar porque además dejó una estocada en todo lo alto, con gran dureza del toro para morir. Ésta fue la primera, con tremendo arreón del toro:



Bien Tornay yendo por detrás aunque protesten. Ovación al toro un poco bastante exagerada.



El quinto era un cárdeno ordinario con pitones astifinísimos: 



El picador lo atrapó con el caballo tumbado y le sacudió a placer con total impunidad. Entró tres veces, la última de largo porque lo puso Reyes. Ha clavado en el lomo y se dedica a recargar tapando la salida con esa mano izquierda criminal:



Pedro casi acaba en el hospital porque cuadró en la cara pero no pudo apoyarse en los palos para salir. El toro hizo hilo y menos mal que lo encunó ayudándolo a tomar el olivo porque se podría haber llevado una cornada feísima, vean:





El toro repetía comiendo terreno con codicia y Gerpe aguantó el chaparrón con dignidad a pesar de los pitos que se oían. Nos hubiera gustado ver ante este saltillo a los diez primeros del escalafón, a ver qué pasa:



Cuando por fin el toro le echó mano las lanzas se tornaron cañas:




Por cierto, ahí han saltado tres hombres sin capote. Si lo viese el patriarca de los Bienvenida se subiría por las paredes pero hoy en día ya vale todo:



Volvió a la cara del toro escuchando sonoras ovaciones a la vez que sonoras protestas del siete:



Se tiró con fe para dejar una estocada delantera. Ovación a este Presidiario I a la que sí nos sumamos. Gerpe dio una vuelta al ruedo en ambiente manicómico, con unos a favor aplaudiendo y otros en contra protestando con un enfado sinaítico.




REYES. Se fue a porta gayola en su primero, este cárdeno en tipo, pero no pudo darla porque el toro lo despreció:



Marró el piquero pero cuando clavó encerró al toro contra las tablas y lo metió en la batidora dándole en el lomo mientras el animal empujaba con el costillar. Observen la mano izquierda asesina:



Tras este par de Pérez el toro lo encorrió y casi lo coge al tomar el olivo:



Reyes presentó la muleta oblicua, hizo su toreo despegado y sufrió un desarme, todo en medio de un ambiente muy desangelado. Dos pinchazos, una media cruzada sin cruzar él, tres descabellos y dos avisos. Palmas inconcebibles al toro.



El sexto era este pavo cornalón y rabicorto. Los maulas de los taurinos hubiesen salido con esa martingala de que con esos cuernos no cabe en la muleta. Es una de las memeces que repiten sin que tenga ninguna base real porque éste que ven embistió de dulce:



Lo del picador fue digno colofón a la pesadilla en que nos sumió la pérfida banda del castoreño: primer puyazo en el lomo, segundo en la penca tras el que rectifica con una barrenada repugnante y en el tercero, cuando se viene de largo, marra y luego clava tapando la salida sin vergüenza. Es el toro que veíamos masacrado por ambos lados al principio de la crónica. ¿Cómo vamos a valorar el juego de los toros en el caballo con estas fechorías?



Este puyazo de abajo es el segundo, el de la penca del rabo:



Buena brega de García. Y atención porque el toro metía la cabeza de lujo pero lo de Reyes fue castigarnos pegando pases y estando muy por debajo del toro. Era de los saltillos que gustaban al Papa Negro. Ojo porque al bueno de Reyes le han salido en dos días dos toros de los que encumbran a un torero: el cuadri de Guadalix y este saltillo que fue de puerta grande en Madrid. Los desaprovechó tristemente y lo sabe. No deja de ser un milagro de la genética que ese Relamido embistiese como lo hizo con semejantes heridas:



Estocada corta, cuatro pinchazos y otra baja con dos avisos más (cuatro en total para él).



¿Cómo hubiera sido esta misma corrida lidiada en la feria de 3Puyazos? Pues seguro que muy diferente a su favor pero lo de Las Ventas es la exasperante norma mientras que lo de Guadalix, la excepción. Ahora entenderán ustedes por qué los jóvenes integrantes del Club son en su mayoría aficionados madrileños, que estaban hartos de este atraco que se repite tarde tras tarde durante el primer tercio en Las Ventas. Da asco y vergüenza, repugna a cualquier persona sea o no aficionada, pero se repite y se seguirá repitiendo con una impunidad indignante.

No hay ningún otro espectáculo donde se robe al pagano de forma tan continua y tan irritante. Pero los que se suben al palco no se dan por aludidos, los que viven de esto seguirán riéndose del aficionado y los críticos paniaguados callarán porque tienen que ir a comer al pesebre de los taurinos. 

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.





lunes, 28 de abril de 2025

FERIA 3PUYAZOS, 2025 (8). DOLORES AGUIRRE: 6 TOROS, 10 PINCHAZOS

Y seis descabellos. Estos son los desoladores números de Castaño en la matinal de Aguirre. Seguro que le dolerá el brazo varios días de tanto pinchar. Si mata medio bien, se lleva un mínimo de dos orejas porque el respetable estaba con él. Pero al final, ni una vuelta al ruedo. Ahí lo tienen:



Castaño nos venía este invierno con la milonga de que Guerra le estaba enseñando a matar pero eso no se lo cree nadie tras ver lo de hoy. O el profesor es muy malo. ¿Cuál es el problema? Pues nos sabe mal decirlo pero solamente tiene un nombre: miedo. Sus amigos lo querrán tapar hablando de mala suerte. Es lo mismo que decían de El Cid, cuando el problema de Manuel era exactamente el mismo.

Lo bueno es que antes Castaño nos ponía el alma en vilo porque se tiraba encima del toro pero ahora se dedica al noble arte del cuarteo. Ni una sola vez se arrancó por derecho hacia el toro sino que siempre se salió y encima sin cruzar nunca. Fue un completo desastre. Si desde el cielo vieron la corrida, ¿qué pensarían de él Don Luis, Nicanor, Fortuna, Varelito, Agüero o Rafael Ortega? Probablemente no les habrá entrado en la cabeza que un hombre se dedique a matar toros cuando no sabe matar. Pues así es y lamentablemente tiene lo que se merece.



El juego de los toros fue muy variado. Hubo dos de triunfo. En el caballo cumplieron, con alguno que galopó desde chiqueros. Ya firmábamos todas las corridas como ésta. No obstante, hubo una cierta desazón en el aficionado dado que el listón estaba muy alto desde el año pasado con aquellos dos encierros fenomenales de Guadalix y Vic.

El balance fue: aplausos, división, palmitas, aplausos, palmas y silencio. Acudieron veintidós veces al caballo.



Casi lleno para una corrida histórica porque era la primera vez que un torero mataba seis toros de la divisa aguirreña. 



Y, salvo error, solamente sonó un aviso a pesar de los pinchazos. Física y mentalmente lo vimos bien, que era otra duda que flotaba en el ambiente.



1. CARAFEA. Negro mate, chorreado en morcillo, listón, burraco, cariavacado, despeinado de morrillo y vareado de carnes:


Empujó bien al caballo, sobre todo en la primera vara. Acudió cuatro veces, la última andando y cabeceando en el peto. El diestro solicitó el cambio pero se lo negó el presidente y lo obligó al cuarto encuentro.


Bien Rey enseñando a embestir y también García con los palos. Muy bien también el maestro con un inicio por bajo, con el toro humillando pero moviendo la cabeza. Después vimos que el diestro iba a favor del toro, sin ahogarlo y conduciéndolo con firmeza para que no menease la cabeza.


Faena justa aunque con sólo una tanda de naturales muy aplaudida. En nuestra opinión fue lo mejor de toda su matinal. Dos pinchazos malos y estocada arriba, siempre sin cruzar, saliéndose y alargando el brazo. Que no puede ser, hombre.



2. SALADO. Era un negro zaíno, muy bien encornado, degollado, que salió con la divisa ensangrentada, cosa que ya había sucedido la tarde anterior y que el club tendrá que revisar:



Tres entradas al caballo. Se quedó encelado pero cuando le levantaron la pica. Ojo porque salió del caballo derrengado de atrás pero nadie dijo ni mu.

Bien Sierra abajo pero Carrero nos la quiso dar con queso. 


Hizo el diestro un inicio con ayudados por alto ya que vio que el toro debería haber cobrado una pensión de invalidez. 


Se le quedaba debajo porque esas patas traseras estaban inútiles, no porque tuviera malas ideas:


A la hora de matar, que no pare la música: cuatro pinchazos nefastos y dos descabellos:



3.CIGARRERO II. Era un colorado, ojo de perdiz y corniabierto, que embestía con el rabo arriba. Es la marca de la casa cuando es un toro que promete:



En el primero Gabin estuvo mal pero es que en los cuatro siguientes también, dando cera y clavando atrás. Parecía un fantasma comparado con el Gabo de la tarde anterior. ¿Cumplía órdenes porque habían visto ahí abajo algo en el toro que no les gustaba? Es que es la primera vez que le vemos hacer una carioca al más puro estilo español.

Cundió el miedo en el segundo tercio y asistimos a una capea donde tuvieron que  coger la manija Sánchez y Sierra. El toro, que ya sabía sumar, se presentó en el tercio de muerte dividiendo con decimales.

El francés Guillon estuvo valentísimo, vean. Y no quiso saludar:


Pero miren abajo porque puso dos pares como ése. Un gran mérito, oiga, cuando el colorado ya era el amo del cotarro y se respiraba el canguis desde el tendido. A ver si alguien del club nos explica por qué el premio a los de plata quedó desierto cuando era para él clarísimamente. Si esto lo hace Iván García... Ahí está, besando el testuz del toro y con los pies en el suelo:


El Cigarrero este necesitaba que alguien le bajase los humos. Había una posibilidad de que tragase si veía quién mandaba. Además apretaba para adentro y al tercer pase ya no quería más burla.


El diestro estuvo bien dispuesto, toreando con derechismo total y con el reconocimiento del personal. El toro duró tres tandas. Si Réhabi lo hubiera tratado como al primer veragua de ayer, les garantizamos que otro gallo hubiera cantado pero si cumplía órdenes, nos callamos. Volvió a fallar con la espada el salmantino pegando un pinchazo a escandaloso paso de banderillas y este sablazo a la remanguillé, casi entero, trasero y atravesado, más dos descabellos. Se van dando cuenta de que en todas las fotos de la suerte suprema canta la gallina porque se ve cómo se escupe en lugar de ir derecho hacia el toro:



4. LANGOSTO. Otro colorando oscuro, ojo de perdiz y listón:



Esta verónica fue la más vistosa que dio pero de paso atrás como les hemos marcado en la foto con la huella que dejó en la arena al arrastrar la zapatilla:


Tomó cuatro varas pero atención: dos de ellas viniéndose al galope desde toriles y sin tardear. En la cuarta recibió un pinchazo en el costillar y salió huyendo de allí con toda lógica. ¿Eso es ser manso? Creemos que no porque al toro más bravo lo pinchas en las costillas y se va a repuchar. Hubo aplausos un poco inconcebibles al picador francés. El toro se venía al galope desde la raya que tiene detrás de él, lo que pasa es que la cámara no nos daba para cubrir toda la distancia. Ni un solo toro del próximo San Isidro lo lucirán así para que haga lo que éste en esos dos últimos puyazos. A ver si la primera plaza del mundo va a ser la de San Agustín del Guadalix...


Se aplaudió a Rey por engañarnos a toro pasado. Parece que ha optado por seguir el camino de Fernando Sánchez.

Toro gazapón, que por alto no quería ni pienso. La muñeca de Castaño parecía reblandecida o igual el brazo ya le dolía de tanto derechazo y tanto pinchazo. La cuestión es que el toro se hizo el capitán del barco. Vean cómo iba al principio y cómo poco después. Medio minuto después de la segunda foto le pegó un viaje que lo desarmó y le partió el palillo: 



Al maestro le dio por querer pegar esos pases con desmayo que tanto gustan a algunos y el animal se puso serio advirtiéndolo: 'a mí no me vengas con esas cursiladas, ¿eh?' Miren su reacción:


Media tendida con el brazo elástico que basta. No tiene ninguna intención de cruzar, se aprecia perfectamente. Recuerden que el as de espadas decía que lo peor que se puede hacer al entrar a matar es quedarse en la cara pero es algo inevitable cuando se tiene miedo.



5. PITILLITO. Era un salpicado con dos agujas, al que recibió con nuevas verónicas de paso atrás (recuerden lo explicado aquí):



Se vino al caballo dos veces como un tren y Majada pequeño lo dejó como un colador aunque por lo menos no lo carioqueó sino que abrió el caballo. El problema es que el toro siguió ahí debajo a pesar de tener la puerta abierta. Observen que por una vez no vemos la mano izquierda asesina. En un pinchazo le debió de producir un neumotórax.


Se orientó en banderillas y estábamos convencidos de que se iba a venir arriba por cómo apretó a Sánchez en el primer par. 


Pero luego empezó a perder las manos hasta que se echó, seguramente por haber sido lesionado en varas.



En un momento dado, Castaño fue arrollado siendo pateado en el suelo. Le pasó por confiarse al ver el toro tan parado. Media que escupe. La perpetró a ignominioso paso de banderillas. El pobre animal lógicamente se echó al momento para no levantarse más: 



6. CARAFEA. Era un negro jirón y salpicado, escarbador a gusto, apretado de carnes, degollado, bizco del izquierdo y cornalón.



Empujó con fe en el primero pero con la cara muy alta, queriendo quitarse la puya. Luego metió bien el riñón aunque terminó yéndose de naja en el tercero. Bien Tossello sin recargar ni barrenar.


Si antes con las banderillas Guillon había estado heroico, ahora en la brega estuvo muy bien dado que el toro no era fácil. Insistimos en que no entendemos por qué no fue premiado:


Toro listo que aunque humillaba, sabía que detrás había un hombre. Castaño le fue arrancando pases pero la faena, que había empezado en la presidencia, terminó en chiqueros, justo donde quería el toro porque mandó él.


El festejo terminó como empezó: tres pinchazos malos y una contraria perpendicular muy fea. Ay Damián... y esa mano izquierda, ¿qué? Vuelvan a repasar las fotos.


Terminó la feria con el agradecimiento de los del Club 3Puyazos a los aficionados. No, amigos, no os equivoquéis: somos los aficionados quienes estamos agradecidos a vosotros. Y que dure...


Como cada año, fue un placer encontrarnos con tantos amigos con los que se puede hablar de toros de manera razonable porque son aficionados cabales. Y nos llena de orgullo que nuestro modesto blog consiga que se vayan conociendo unos a otros. Ya queda menos para la feria del año que viene.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.