En la del dos de mayo asistimos a un aperitivo de lo que nos espera en San Isidro: público festivo que consiguió arrancar una oreja de pueblo, toros que merecieron ser lucidos en el primer tercio y que después fueron desaprovechados en el último, catafractos exasperantes, pares a toro pasado muy aplaudidos, protestas justificadas (a la oreja de Lorenzo) pero también peregrinas (a Espada cuando pinchaba), diestros que se ponen pesadísimos pegando pases como si esto fuera la Chenel y, por último, retransmisión patética de Telemadrid. ¿Quién da más?
Se lidiaron tres de Ibán y tres de Algarra, muy bien presentados todos en nuestra opinión a través de la televisión. Los de Ibán: primero con poca raza, segundo con genio y quinto encastado. Los de Algarra: tercero de oreja, lamentablemente desaprovechado, cuarto lo mismo siendo más vulgar y sexto blandito y muy toreable.
ESPADA. Su primero era de Ibán, un Bastonito, negro zaíno, degollado y ofensivo. Las fotos de los toros son del maestro Moore:
Se deja carioquear trasero con la cara alta y en el segundo también da la impresión de querer quitarse el palo (¿estaría tentado?):
El toro tenía su genio y no había que consentirlo. Espada se la dejó puesta e intentó llevarlo con firmeza. No se le subió a las barbas porque perdió fuelle. Lo dejaremos en tablas pero quede claro que el toro no hizo honor a su nombre.
Se equivoca entrando en la contraria y pincha porque el toro se va a por él. El problema fue que cuando cambió a la natural el toro volvió a cortarlo por dos veces. La primera de ellas lo golpeó en la cara como ven abajo. Después se puso realmente imposible: tres pinchazos siempre con el de Ibán yendo al bulto más descabello. Escuchaba pitos despiadados e inmerecidos. ¿Qué querían esos protestantes? No lo podemos entender porque ni Mazzantini hubiera podido meter la mano ahí.
Su segundo era de Algarra, no sardo como dijeron en televisión sino castaño salpicado, listón y ojinegro, con dos puñales. Le pegó Espada tres largas de rodillas:

Nada en varas, con voltereta torciéndose la columna en la caída. Alivio claro de García, observen. Pero es uno que goza de bula en todas las plazas:
En la muleta tenía una embestida desordenada y exigía una mano más dura que la que exhibió Espada.
Fue siempre a su aire y el diestro se puso muy pesado. Se perfila fuera como ven y deja una media arriba más tres descabellos.
LORENZO. Su primero era de Algarra, un colorado intenso, ojo de perdiz, rabicorto y listón, corniapretado pero con seriedad:
En el caballo quiere pero no puede y la buena noticia es que el picador mantiene el brazo quieto sin barrenar. Dos volteretas se pegó acto seguido al clavar los pitones:
Muy mal Revuelta, con miedo y a toro pasadísimo pero lo aplaudieron por esto. En la primera plaza del mundo, qué risa:
El toro se venía pronto y al galope y cuando llegaba a jurisdicción casi estamos por decir que se toreaba solo. Lorenzo le dio distancia consciente de que podía quedar por debajo de él, como así ocurrió ya que desaprovechó las cuatro tandas muy buenas que tenía. Una pena y encima poniéndose muy pesadito.
Rinconera o algo peor, alargando el brazo y con telonazo, que le valió una oreja totalmente pueblerina.
El quinto era de Ibán, negro zaíno, cornialto y culipollo, como los buenos de esta vacada o, al menos, los que están más en el tipo de este encaste:
Galopó al caballo con fe pero se afligió pronto con la zurra que recibió, ordenada por Lorenzo. Luego empezó embistiendo fiero pero obedeciendo la tela. El diestro no acabó de encauzar esa embestida y el toro se aburrió, casi tanto como nosotros, aunque muchos aplaudían y los televisivos la gozaban:
Estocada traserísima, caída y atravesada. Nos temíamos otra oreja pero afortunadamente para el maltrecho prestigio de esta plaza, Oliver no la concedió a pesar de que quizá vulneró el reglamento:
DIEGO GARCÍA. El de la confirmación era de Ibán, negro zaíno, astiblanco y cornilevantado:
Empuja y cobra trasero pero al menos el piquero no recarga. En la segunda se deja pegar una carioca sin apretar y se encela pero sin el palo.
Luego estuvo trotón y doliéndose de los palos. Punteaba la muleta, venía rebrincado y estaba loco por rajarse. Era para castigarlo por abajo y García quiso tratarlo como si fuera bueno. Sin éxito, claro. Estocada fulminante pero baja.
El sexto era de Algarra, castaño bragado, listón, ojinegro y astifino, el de mas trapío:
En el primero quiere embestir de bravo pero el monstruo equigárcico se le acuesta encima y no hay tu tía. En el segundo se suelta al instante porque total, para qué pelear.
Buen segundo par de Rey, no como en 3Puyazos. Otro toro que se enroscaba solo aunque blandeando de manos (se iba al suelo por el celo que ponía, según Arnás). García pegó pases. Pincha mal tres veces, sin cruzar y desganado, y por fin deja una entera pasada que basta.
Nefasta retransmisión de Telemadrid. En el quinto veíamos anuncios ¡cuando ya estaban colocando el toro al caballo! Los micrófonos fallaban, enfocaban la cara del picador cuando el toro se había arrancado, un despropósito total. Ah, y los comentarios de Javier Vázquez no aportaron absolutamente nada y encima no callaba ni debajo del agua, qué tío. Dijo que las bernadinas eran bernardinas porque las inventó Bernardó (sic los dos errores).
La que nos espera...
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Buenas Rafa y la cia,
ResponderEliminarMenos carnicería de la vaticinada, lo que para nada quiere decir que se picase bien. Esperaba mas de lo de Iban. De comportamiento incierto. El que mas me gustó fue el quinto. Este era el único que estaba en el tipo de la casa. En los corrales, el primer sobrero tambien de BI, pesaba 627 kilos! El primero empujó con todo en el primer puyazo, y se quedo largo rato encelado en el caballo en las dos entradas. Regular JC Rey en el brega esta vez. El toro le tocó la tela casi siempre durante la lidia, pero esto no fue nada comparado con la faena de su maestro el confirmante. En 9 de cada 10 pases le enganchaba la muleta el animal.
Los de Algarra muy bien presentados. En el programa de mano tambien decían que el que hizo cuarto era sardo. De buen y mas que aprovechable juego en la muleta todos ellos. En especial el colorado, el cual era un regalito. Para ponerse flamenco si hiciera falta. Ni un mal gesto, ni una mala mirada. Pues ni un muletazo bueno vimos. Tiene mérito. Oreja de pueblo para Lorenzo, que bien podría haber tornado en salida por la Puerta Grande de auténtico chichinabo al caer el quinto de un muy feo espadazo, de no haberse saltado el reglamento el Presidente, pues la petición era mayoritaria. Asi estamos, este es el nivel.
Todos muy pesados, faenas largas, sonaron varios avisos. Que mas da.
Buena entrada, tres cuartos largos. Mucho abonado regalando su entrada, lo que provoca que el paisanaje sea diverso. Nutrida presencia de aficionados de las localidades natales de la terna. No hay mas preguntas señoría.
Saludos desde Madrid,
Rulan
En televisión también pareció que la petición era mayoritaria y que el presidente se estaba saltando el reglamento.
EliminarEsa pesadez de pegar pases y pases resulta insoportable. Ya lo es en la copa Chenel cuando lo hacen toreros que torean poco pero en Madrid esperábamos un poco más de respeto hacia el respetable.
El toro sardo mezcla los tres pelos y éste lo hacía pero de una manera que para mí era más de salpicado.
Saludos
Ayer buena dosis del prototipo de torero manchego-madrileño: infinidad de pases sin decir absolutamente nada. Cierto es que entre los tres apenas sumaban un par de corridas, pero... Por decir algo en su favor, algo mejor a Lorenzo en el cuarto, la voluntad de Espada al estoquear a pesar del porrazo, y algún detalle de García en el sexto. Segundo, tercero y quinto se fueron sin torear, y la oreja fue de tómbola, como la retransmisión.
ResponderEliminarLo que nos espera... esto está degenerando a velocidad récord. Como en aquella conversación entre Coburn/Garrett y Kristofferson/Kid : "Es como si los tiempos hubieran cambiado". Los taurinos deberían leer menos a Nietzsche y más a Chesterton.
EthanEdwards
A usted y a mí nos pasa lo mismo que a Tom Doniphon en Liberty Valance.
EliminarNo hay duda de que lo más meritorio de toda la tarde fue ver cómo el pobre Espada intentaba matar ese toro de Ibán que se puso imposible como pocas veces he visto. Y mientras tanto, cuatro desalmados silbando y luego protestando cuando descabellaba, exigiendo que entrase otra vez.
Saludos
Buenas tardes Rafa y demás Comunidad del Redhondo. Por aquí festejando el día de la Comunidad con los tendidos llenos se hinchas taurinos, que para eso vinieron dos madrileños y un toledano. Todo cuidadosamente pensado para llenar el cemento y pedir orejas sin venir a cuento. Y es que pocos abonados se vieron ayer en la plaza.
ResponderEliminarOrejas para pasear las hubo pero con estos mimbres imagina qué cesto va a salir. Describes bien la bula papal de la que goza Iván García pero vaticino que se le irá acabando. Que la disfrute mientras pueda, que ya falta poco para el cónclave. Tal vez lo más digno fueron las primeras tandas de Espada al de Baltasar Ibán, después la faena fue a menos y el mitin con la espada fue una mala rúbrica. Que no es que se aliviara, porque se iba derecho hacia el toro pero es que la mano izquierda está para algo y en su caso sólo la utilizaba para tapar la cara del toro.
La oreja de Lorenzo, que acertadamente fue protestada, sólo le sirve para justificarse ante los suyos. El toro era de triunfo, pero cuando no hay mimbres se recurre a las triquiñuelas de todos conocidas. Faena rácana rubricada con estocada barriobajera. Menos mal que el presidente negó la segunda, aunque la petición era prácticamente igual a esa primera oreja que sí concedió.
Como curiosidad añadida, es la tercera vez que voy este año a la plaza y también es la segunda vez que veo a un grupo de perroflautas increpando a la tauromaquia y a los aficionados. No creo que se les deba consentir manifestarse a la entrada del festejo, es una provocación en toda regla. De hecho creo que la policía debería intervenir directamente cuando profieren palabras como “asesinos” o frases como “esta plaza la vamos a quemar”.
Otra anécdota es que, creo recordar el cuarto toro, salió con una cornada a la altura del corvejón derecho. Alguien protestó a los veterinarios pero el caso es que salió a la plaza y nos lo tragamos.
Saludos de un aficionado venteño.
Yo creía que este cartel de toreros para todo un dos de mayo era bastante flojo pero usted me hace caer en la cuenta de que seguramente estaba muy bien pensado.
EliminarEn Francia no se tolera eso que cuenta usted ni de perroflautas ni de nadie.
Y con ese toro de Espada la mano izquierda no servía porque no obedecía.
Saludos
Os dejo mi crónica en la que hay una foto en la que se aprecia perfectamente esa cornada del cuarto toro:
Eliminarhttps://criticataurina.blog/2025/05/02/triunfalismo-en-la-goyesca/
Un saludo,
Eugenio
La acabo de ver y en televisión a mí me pasó desapercibida. Gracias.
EliminarYo en realidad había notado que el toro, ya saliendo de los lances de recibo y despues entrando al caballo, cojeaba ligeramente de la pata trasera, se notaba que "perdía algunos pasos" (perdonad mi mal uso del lenguaje). Pero pensé que se había lesionado al recibir los primeros lances, no me había dado cuenta de la herida.
EliminarBuenas tardes a ti Rafa y toda la compañía.
ResponderEliminarYo estaba en la plaza, tendido 7.
Puedo confirmar que la petición de la segunda oreja para Álvaro fue más que mayoritaria, casi totalitaria.
También confirmo que el público estaba festivo y aplaudía todo; banderillas en la cara y con el toro pasado, series limpias (pocas) y enganchones (muchos), puyazos como venían y toros mal colocados al caballo da Los maestros, que los banderilleros muchas veces tuvieron que cortar.
Los únicos que fueron abucheados, aparte de Espada, fueron el primer toro en el arrastre (todos los demás fueron aplaudidos) y un picador que intentó dos veces pasar la raya y fue repelido entre gritos y ráfagas de silbidos.
Por lo demás me han gustado al menos 3 toros (2, 3 y 5) y me hubiera gustado verlos mejor colocados en el caballo.
Lo del picador que pasa la raya tiene dos interpretaciones: la del picador valiente que se aleja de las tablas arriesgándose al batacazo y la del picador cobarde que lo que quiere es reducir la distancia con el toro para evitar el topetazo.
EliminarConfirma usted la presencia de ese público de autobús que sigue a los toreros de su pueblo como si fuesen hooligans del fútbol.
Saludos
En cuanto al picador, no sé cuál es la interpretación correcta. el toro no embistió y me pareció, detalle que me gustó, que el picador avanzó para provocar la embestida.
EliminarRespecto al público, aparte del insoportable ir y venir de un toro a otro y los ríos de cerveza y gin tonic, puedo añadir que a la segunda estocada de Álvaro, muy defectuosa como ya has apuntado (al principio me había parecido erróneamente hasta un bajonazo) se volvieron literalmente locos en cuanto cayó el toro.
Esos ríos de alcohol son manantiales comparados con lo que se verá en San Isidro.
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