Pero con interés. Tres cebaditas contra tres de Dolores: todos mansos en mayor o menor medida desde el muy interesante por su comportamiento 'Volador' de Cebada hasta el típico manso encastado de Dolores, 'Pitillito'.
Se pintó un trapecio como en Parentis para hacer la suerte de varas con donosura pero el primer picador ya lo ignoró y se puso al lado de chiqueros. Fue pitado rápidamente por el público de Tarazona y, a partir de entonces, se vieron obligados a tragar y a picar contra querencia en el citado trapecio.
Estos mismos picadores habían dado la tabarra a la autoridad porque querían picar cerca de chiqueros. Pero ¿no se daban cuenta de que ahí los toros les iban a apretar más? ¿Cómo pueden ser tan torpes?
El caso es que los toreros estuvieron diligentes y pusieron a los toros bien en suerte. Vean dónde dejó Pinar a éste (no parece España ¿verdad?):
Con la afición de su Club Taurino y la seriedad de la presidencia, no nos extrañaría que convirtieran Tarazona de la Mancha en el Céret español, al tiempo.
Un toro romaneó, otro salió huyendo al notar el hierro, hubo una merecida carioca y los consabidos puyazos en el lomo pero con el interés de los diestros en lucirlos mínimamente, cosa que les agradecemos. Los toreros estuvieron por encima de los toros, especialmente Rafaelillo en el cuarto y Morenito en el quinto. Pinar pasó más apuros porque le tocó el peor lote.
Tuvimos la suerte de tener sentado a nuestra izquierda al torero Manolo Amador, a punto de cumplir ochenta años. Le dio la alternativa y se la confirmó Curro Romero. Su hijo lleva a Pinar. Ya les contaremos algunos de nuestros diálogos con él.
Éstos fueron los toros. El primero, de Cebada, astifino y cornialto:
El segundo, de Dolores, astracanado, con poco cuello y con esos pitones:
El tercero, de Cebada, con trapío, negro salpicado y listón:
El cuarto, de Dolores, este 'Pitillito', un toraco quizás un tanto acochinado:
El quinto, de Cebada, aleonado, ensillado, enmorrillado y casi rabón:
Y el sexto, de Dolores, un castaño albardado también con poco cuello y también con esos pitones:
RAFAELILLO. Su primero fue interesante por su comportamiento: cabecea y huye en la primera entrada pero en la segunda empuja aunque con el costillar. Va una tercera por su cuenta, escarba, berrea y se duele en banderillas pero es pronto a cualquier cite ¿Qué pasaría en la muleta?
Pues que añadió a todo esto un buen calamocheo y violencia por momentos, vean:
Un Rafaelillo con ganas se hace con él pero o no las tenía o realmente no supo cómo meterle mano. El tal 'Volador' le ganó la partida claramente. Lo mejor, la estocada perpendicular arriba. Necesitó tres descabellos porque todos los cebaditas fueron duros para morir.
El segundo era este toraco de Dolores, basto de pezuñas:
Nada más ver al picador se fue a por él, romaneó y lo sacó a los medios dando una exhibición de poder:
Pero cantó la gallina porque, en cuanto se cansó, se fue suelto a la puerta de toriles. Se veía venir al típico manso encastado de Aguirre que siempre tiene mucho interés. Buenos pares de José Mora:
Un amigo nuestro gritó al torero '¡Rafael, a ver si puedes con él!' Debió de conseguir que se picase porque esta vez sí puso ganas. Lo sacó al platillo para evitar su querencia. El toro embestía a arreones violentos:
Pero Rafaeliyo (como firmaba de pequeño, vayan a comprobarlo a Casa Pepe), se puso serio y lo obligó haciendo que el toro tragase. Muy bien:
Fíjense en el tamaño del toro:
Lo dominó aunque el toro terminó en chiqueros, que era su sitio natural:
Gran estocada aunque un poco pasada y desprendida.
Oreja muy merecida.
MORENITO DE ARANDA. Lo más bonito que hizo a su primero fue esta media. Es uno de los que mejor la interpreta (le pegó una similar a 'Cobradiezmos' y lo mandó al suelo con las cuatro patas):
Lo puso largo al caballo pero observen dónde cayó el puyazo ¡qué horror!
Faena de enfermero porque no se le podía bajar la mano. No pudo hacer más que evitar que le tocase la muleta y llevarlo con temple:
Sorprendentemente, a un toro que tenía que mimar para que no se fuese al suelo, le pegó dos trincherazos. Hay cosas que nunca entenderemos. Dos pinchazos bajos muy feos y esta estocada arriba atravesada con dos descabellos:
Su segundo salió abanto y no paró hasta después de banderillas. No había forma de retenerlo, todo eran carreras arriba y abajo. Fue tres veces al caballo, la tercera con el tercio cambiado ya que en una de sus carreras, se lo encontró en medio. Nuestro diálogo con el maestro Amador fue éste, empezando nosotros:
- Ese toro es abanto y va como loco pero si Morenito lo retiene puede hacer buena faena
- Uy, no creo...
- Pero es que el toro, aunque no para, embiste a todo. Si el torero lo centra, le obedecerá
- (Con gesto de gran escepticismo) Ya te lo diré...
Pues, modestia aparte, acertamos nosotros y el maestro nos dio la razón. El mérito fue de Morenito al ponerse con firmeza y bien colocado para mostrarle al toro quién mandaba. Tanto por la izquierda:
Como por la derecha:
Creemos que el toro no era tan fácil como les pareció a algunos. Ha sido de las veces que hemos visto a este torero con más seriedad y más oficio. Nos sorprendió muy gratamente. Pinchazo arriba y rinconera bien ejecutada. La petición no era mayoritaria y don Pedro López no concedió el premio. El torero se enfadó y no quiso dar la vuelta al ruedo:
RUBÉN PINAR. Pechó con el peor lote. El primero fue ese salpicado al que puso de largo para que lo picaran trasero. Esta vez nuestro diálogo con el maestro Amador fue éste, empezando nosotros:
- Vaya puyazo trasero le ha pegado, qué vergüenza
- Sí, a los toros hay que picarlos más bien delanteros
- Muchos toros descompuestos en la muleta lo son por culpa de esos puyazos infames
- Llevas razón
Pero es que eso lo ve un ciego aunque no lo vean los maestros. Por el derecho rebañaba como una guadaña y, a pesar de ello, Pinar se empeñó en sacar la faena del hotel, lo cual casi le cuesta un disgusto:
Tardó en darse cuenta de que el pitón era el izquierdo ¿quién les aconseja desde el callejón? Pero como Pinar no tenía confianza para dominar a este 'Pesadillo' sin la ayuda del estoque, el toro se fue enterando y le empezó a puntear la muleta. El llorado Dámaso, a un toro como éste lo convierte en un cordero lechal.
Metisaca horroroso del que les ahorramos la desagradable foto que hicimos. Pinchazo caído, otro que escupe y estocada baja y atravesada. El segundo pinchazo fue arriba y el toro le echó la cara encima como el miura de Pamplona:
El último huyó al hierro por tres veces como si estuviera tentado. En la cuarta entrada, correcta carioca en tablas. Ahí sí que empujó fuerte de bravucón:
Había que castigarlo de inicio por abajo precisamente por bravucón, probón y violento, observen:
Pero Pinar lo trató como un torillo al uso. No obstante, es de agradecer que porfiara más de lo que el toro merecía para terminar arrancándole algún pase decente con la izquierda:
Pinchazo en que el toro se fue a por él sin mirar la muleta y bajonazo para evitarse problemas. Fue exageradamente pitado por ello.
No le gustó la corrida al maestro Amador. Nos decía: 'los toros tienen que embestir para crear arte y que se te ponga la piel de gallina; si no, es como darle a Goya una brocha para que pinte un cuadro'.
Al acabar fuimos a ver el museo taurino que el Club de Tarazona ha montado en la plaza. Todo un honor para una ciudad de sólo 6.000 habitantes con un club que tiene casi 500 socios comandados por don Isidoro Ruiz Gijón. En el museo, lugar preferente para el único torero de la localidad, Ginés Picazo:
Ya está apalabrado Chacón para el año que viene. Nosotros proponemos una corrida del conde de la Maza para Chacón y un Rafaelillo con ganas. Caballos de la cuadra Bonijol y mano a mano de picadores: Gabin Réhabi y Tito Sandoval, ¿qué les parece? ¿Se apuntan?
A nosotros nos han tratado tan bien los aficionados manchegos que tendremos que volver. Las señoras nos dieron dulces y bocadillos, un aficionado nos regaló el libro de Vicente Sáez sobre la plaza de toros de Albacete, nos acompañaron a ver el museo... La simpatía y la gentileza de la gente manchega la verdad es que nos abrumó.
La plaza de toros de Tarazona de la Mancha fue construida por los propios habitantes del pueblo y la inauguró El Tato en 1857. Pulsen aquí para ver su curiosa historia. Hay dos azulejos en el patio. Uno es éste con el toro de Samuel que indultó el malogrado Dámaso aquí mismo:
Y el otro es éste referido a Chicuelo II de novillero compartiendo cartel en 1953 con Mario Carrión, sobrino, salvo error, de Pepín Martín Vázquez:
Ahí lo tienen con toda la casquería:
Nos acercamos hasta Albacete y vimos flores y crespones negros en la plaza de toros:
En esta ciudad, Dámaso era un dios y se murió con su impecable humildad (otros debieran tomar ejemplo y no sólo en los toros). Fíjense cómo se viven los toros aquí que hasta la fachada de este edificio ha sido pintada con el bonito cartel de este año del centenario:
Completo nuestro fin de semana en La Mancha: una buena corrida del conde de la Maza, un Chacón con afición, un manso encastado de Dolores Aguirre, un presidente serio y buen aficionado, interés por valorar el primer tercio, una ruta ciclista preciosa que hicimos por la Hoz del Júcar, una pierna de cordero que nos comimos en Albacete y esa amabilidad de los aficionados manchegos a que nos referíamos antes.
Todo perfecto. Sólo sobró una cosa: el entierro de Dámaso González.
Saludos cordiales desde Tarazona de la Mancha. Rafa.
La Hoz del Júcar |